Analizar? aqu? algunos elementos b?sicos de este aparato conceptual: las competencias, la autoestima, la inteligencia emocional y la autoayuda. Todos estas conceptualizaciones adquieren un car?cter normativo y forman parte del proyecto de gesti?n de la propia vida, entendida como si fuera una empresa.
La tecnolog?a neoliberal del yo
Por Lu?s Roca Jusmet
Ecuador Today
Michel Foucault habl? de tres tipos de tecnolog?as: las de la producci?n, las del poder y las del yo. Muri? antes de poder analizar las tecnolog?as del yo en el neoliberalismo, pero abri? un horizonte. Soci?logos como Nikolas Rose lo han seguido investigado de una manera fecunda sobre el tema. El dispositivo neoliberal del yo est? formado por un conjunto de pr?cticas discursivas y no discursivas enlazadas entre s? como un dispositivo. Responden a lo que Gilles Deleuze llamaba la sociedad de control y que el propio Foucault llam? gubernamentalidad, donde el poder disciplinario se desplaza hacia formas que presuponen la libertad individual. Pero en las que se manifiesta lo que Michel Foucault llamaba el poder pastoral, herencia del antiguo sacerdote y que adquiere hoy nuevas formas de conducci?n de las conductas: coaching, psic?logo?
Analizar? aqu? algunos elementos b?sicos de este aparato conceptual: las competencias, la autoestima, la inteligencia emocional y la autoayuda. Todos estas conceptualizaciones adquieren un car?cter normativo y forman parte del proyecto de gesti?n de la propia vida, entendida como si fuera una empresa.
Empecemos por el t?rmino ?autoestima?. Autoestima quiere decir querer la propia imagen: el yo se quiere a s? mismo. La imagen propia con lo cual nos remite al peligroso mundo del narcisismo. El yo tiene m?s autoestima en cuanto que se identifica cada vez m?s con su yo ideal. Lo cual implica un narcisismo alto. Si consideramos la autoestima como un valor absoluto nos equivocamos: tan nefasto puede ser el defecto de narcisismo, que ser?a el complejo de inferioridad, como el exceso, que llevar?a a la arrogancia, la soberbia y la vanidad. El gran Spinoza, que consideraba el amor propio como un afecto positivo, criticaba sus excesos: la vanidad, la soberbia. Todos ellos productos de un deseo inmoderado de prestigio. El psiconalista Jacques Lacan ya advert?a tambi?n que el estar pendientes del yo como autoimagen nos encerraba en un c?rculo mort?fero. Lo mismo hizo el soci?logo Richard Sennett en su estudio ?La corrosi?n del car?cter?. Es el propio reconocimiento y el de los otros por donde pasa la aceptaci?n y el respeto. El saber salir, por tanto, de uno e ir hacia el otro, al ?mbito de las relaciones.
Si pasamos a la inteligencia emocional contin?o manteni?ndome cr?tico. Martin Gardner plante? hace a?os la noci?n de las inteligencias m?ltiples. La idea no estaba mal porque cuestionaba un concepto monol?tico y cuantitativo de la inteligencia. Pero luego se convirti? en un nuevo dogma y una nueva escol?stica. Hablaba de la inteligencia intrapersonal y la interpersonal, es decir de la capacidad de entenderse a s? mismo y a los otros. Aqu? entraba tambi?n la empat?a. Sobre esta base elabor? Daniel Goleman su noci?n de inteligencia emocional. Pero Goleman plante? que la falta de inteligencia emocional era lo que conduc?a a personas brillantes intelectualmente al fracaso personal. La inteligencia emocional significa entender las propias emociones, la de los otros, ser emp?tico, controlar las propias emociones y tomar las decisiones correctas. Pero se est?n mezclando cosas muy diferentes. El conocimiento de uno mismo no depende de la inteligencia. Depende, en primer lugar de la capacidad de introspecci?n. Es decir, del trabajo interno de percibir nuestros afectos y de la veracidad, de ser capaces de no autoenga?arnos. Entender es algo que vamos aprendiendo y que debe conducirnos al respeto y a la solidaridad m?s que a la empat?a. A veces la empat?a nos lleva a perder nuestra posici?n y a tolerar lo intolerable. El control de uno mismo depende, por otra parte, del car?cter. Se est? trivializando y degradando lo que tradicionalmente se llamaba el trabajo sobre uno mismo. Son los ejercicios espirituales de la Antiguedad que recuperan fil?sofos contempor?neos como Michel Foucault o Pierre Hadot. Trabajo y esfuerzo cotidiano de adecuarnos a las normas ?ticas que hemos elegido. Formar el car?cter, lo cual nos permitir? el dominio de las emociones, en el sentido spinoziano. Es un camino largo y dif?cil que debe hacer cada cual, aunque los otros puedan ayudarnos proporcion?ndonos cajas de herramientas para emanciparnos, no creando lazos de dependencia con un poder pastoral que nos guiar? siempre.
?Cu?l es el modelo neoliberal? Ser un buen empresario de s? mismo, gestionar bien las emociones, calcular bien las inversiones emocionales, rentabilizarlas bien. Tener autoestima, es decir desarrollar una imagen de nosotros mismos acorde con este Ideal. Ser competente socialmente, emocionalmente, ling??sticamente. Adaptarse, este es el mantra. Y el que no se adapta bien, qui?n no tiene la competencia adecuada para hacerlo, que acuda a la psicolog?a o de la farmacol?gica. Todos somos clientes y consumidores potenciales este gran mercado de los cursos de gesti?n emocional, de la autoayuda o de los f?rmacos.
Observemos como este lenguaje se va introduciendo en las empresas y en las instituciones. Como es el lenguaje en el que se est?n adiestrando todos los gestores de esta sociedad liberal avanzada.
Pol?ticamente lo que se hace es individualizar y privatizar los proyectos y los problemas personales. Esto no quiere decir que no debamos asumir la parte de responsabilidad que nos corresponde. Tampoco hay que hacer una sociedad de v?ctimas. Pero entendiendo que formamos parte de una sociedad y que parte de los problemas son sociales y pol?ticos. La responsabilidad pasa aqu? por comprometernos a mejorarla. Tampoco quiere decir que tengamos que renunciar a nuestra singularidad, pero siempre entendiendo que es con los otros con la que la desarrollamos.
El fen?meno es complejo y solo marco aqu? algunos puntos de an?lisis. Los estudios de Eva Illouz sobre capitalismo emocional son otro conjunto de an?lisis que vale la pena considerar para el estudio de estas problem?ticas.