La pregunta es qu? se propone el gobierno federal y a qui?n le conviene provocar a las comunidades que construyen su autonom?a.
Los de abajo
Incursiones militares en Chiapas
Gloria Mu?oz Ram?rez
La Jornada
Chiapas sigue siendo uno de los estados m?s militarizados de M?xico desde 1995, a?o en que el actual secretario de Educaci?n P?blica y entonces secretario de Gobernaci?n, Esteban Moctezuma Barrag?n, traicion? el di?logo con los zapatistas y el presidente Ernesto Zedillo orden? la ocupaci?n militar de las comunidades ind?genas en rebeld?a. Han pasado 24 a?os y el hostigamiento, medi?tico o no, permanece y se recrudece.
Casi un cuarto de siglo tienen los pueblos zapatistas padeciendo el hostigamiento del Ej?rcito, que se recrudece cada que su mando lo decide con el aumento de patrullajes y sobrevuelos en las cinco regiones de Chiapas en las que viven, luchan y trabajan las bases de apoyo del Ej?rcito Zapatista de Liberaci?n Nacional (EZLN).
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolom? de Las Casas (Frayba) document? que desde finales de 2018, cuando tom? posesi?n el actual Presidente de M?xico, ?se duplic? el n?mero de incursiones del Ej?rcito mexicano a la sede de la junta de buen gobierno (JBG) Hacia la Esperanza, en el caracol de La Realidad (municipio oficial de Las Margaritas).
Los datos surgen de las brigadas civiles de observaci?n (BriCO) que el Frayba mantiene en diversas comunidades de la entidad, las cuales reportaron 19 patrullajes terrestres (con soldados armados con metralletas) y cinco sobrevuelos de helic?pteros de enero a abril de 2019.
Las incursiones militares, advierte el organismo de derechos humanos con m?s de 30 a?os de acompa?ar a las comunidades ind?genas de Chiapas, constituyen actos de intimidaci?n y hostigamiento en contra de los pueblos originarios zapatistas en resistencia, agreden su autonom?a y ponen en riesgo la vida, integridad y seguridad de toda la poblaci?n.
El Frayba constat? as? la denuncia del EZLN difundida el pasado 10 de abril, en Chinameca, Morelos, referente a que el hostigamiento militar no s?lo permanece, sino que se incrementa en sus comunidades. La pregunta es qu? se propone el gobierno federal y a qui?n le conviene provocar a las comunidades que construyen su autonom?a.
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