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Fuertes modificaciones en la situación de la fuerza de trabajo en el continente

08.01.04

Nota de Clajadep:
Veamos los datos principales entregados por la OIT ayer y luego algunas reflexiones al respecto.

MALOS EMPLEOS Y 19 MILLONES DE DESOCUPADOS EN 2003, SEGÚN INFORME DE LA OIT

Sombrío panorama en América Latina en el ámbito laboral

SANTIAGO, 7 (AFP, EFE y Reuters). Los países de América Latina contaron 19 millones de desocupados urbanos durante 2003 y los que tuvieron empleo sufrieron de caídas en los salarios reales, resultados que arrojan un panorama sombrío para la región, reseñó el informe anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) difundido este miércoles en la capital chilena.

El término en 2002 del ciclo recesivo que afectó al continente y el asomo de una modesta recuperación el año pasado no contribuyeron al progreso laboral, dijo el director general de la entidad, el chileno Juan Somavia, quien presentó el balance.
El avance “no fue suficientemente extendido como para revertir la significativa caída del empleo en la región en 2002″, según el texto.
En los tres primeros meses de 2003, la tasa de desocupación media alcanzó al 11%, apenas dos décimas por debajo del nivel del año anterior.
Además de la desocupación, la población de más de 500 millones de latinoamericanos (que aumentará en 80 millones en la década) fue afectada por la mala calidad de los empleos, el aumento de la informalidad y la reducción de la productividad.
El panorama sombrío que arrojan los resultados de 2003 “corrobora nuestra preocupación de más largo aliento por el desempeño del modelo de desarrollo aplicado desde comienzos de los años 90, que se ha caracterizado por dejar de lado los efectos sociales de las políticas” económicas, advirtió el director regional de la OIT, Agustín Muñoz.
El informe 2003, que abarca a las 9 principales naciones, consigna que uno de cada tres jóvenes de la fuerza laboral estuvo sin trabajo en las ciudades y que el desempleo golpeó en mayor grado al género femenino.
Asimismo, los descensos de cesantía registrados en varias economías fueron en general mayores entre los hombres que entre las mujeres.
Sobre la desocupación juvenil en el año, la OIT dijo que en Argentina, Brasil, México, Chile, Uruguay y Venezuela se elevó hasta duplicar o casi doblar la tasa regional media.
“Más de la mitad de la fuerza de trabajo enfrenta hoy problemas de desempleo e informalidad y la inequidad distributiva y el hecho de que más de 4 de cada 10 personas reciban ingresos insuficientes para sus necesidades básicas, han contribuido a erosionar la cohesión social, dificultando la gobernabilidad”, resaltó el director Muñoz.
Secuela de los magros ajustes de sueldos y de los efectos de la inflación, el poder adquisitivo del salario mínimo regional se contrajo 1,6% en el año.
Los retrocesos del salario mínimo real fueron más fuertes en Venezuela (-15,9%) y Uruguay (-15%) y menores en Ecuador (-3,9), México (-0,3), Perú (-1,9) y Bolivia (-0,8%).
En Argentina y Colombia, el ingreso piso se mantuvo estable y solo tuvo aumentos en Chile (0,9%), Brasil (1%) y Costa Rica (0,5%).
La productividad latinoamericana cayó 0,5% en el año y tal variación indicaría un deterioro de la calidad del empleo, que a su vez lleva a mayor informalidad, según la OIT.
El informe revela que siete de cada 10 empleos generados desde 1990 han sido informales, al tiempo que más de 9 de esos 10 puestos nuevos son del área de los servicios a terceros.
Con esta persistente precariedad laboral, apenas 4 de cada 10 nuevos empleos están acompañados de acceso a la seguridad social, consigna el análisis.

Nota de Clajadep
Análisis del informe:

“resultados que arrojan un panorama sombrío para la región. El término en 2002 del ciclo recesivo que afectó al continente y el asomo de una modesta recuperación el año pasado no contribuyeron al progreso laboral”.

Si ellos reconocen eso, podemos imaginar, sabiendo que los datos son arreglados, que la situación real es mucho peor, lo que es un grave retroceso de las condiciones de la fuerza de trabajo ocupada, lo que debilita aún más la capacidad de los sindicatos y centrales de agrupar bases, lo que se manifiesta en todos los países. Algunos ejemplos, la división de la CUT chilena, la crisis de la CUT brasileña, la inmovilidad de las centrales argentinas, las divisiones sindicales en Venezuela, los choques entre corrientes sindicales en México y así en adelante. Ello ha obligado a estos sectores a depender más de los partidos, en especial los institucionales, para su representación general ante el estado. La izquierda continental se satisface con reducidos aparatos sindicales que se sumen a las propuestas de alianzas de clases con los empresarios y se articulen con las ONGs en lo que llaman la “sociedad civil organizada” como base de sustentación para los programas de “humanización” del capitalismo.
Hay que recordar que la OIT considera la problemática laboral como un factor de ajuste de las condiciones de reproducción del capital y de su cohesión y estabilidad social.

“Además de la desocupación, la población de más de 500 millones de latinoamericanos (que aumentará en 80 millones en la década) fue afectada por la mala calidad de los empleos, el aumento de la informalidad y la reducción de la productividad”.

Esto confirma lo dicho. Las condiciones laborales son cada vez más precarias. Y eso no depende de la voluntad política como dice el informe con una pretendida “falta de preocupación por lo social”. Eso es cuento chino para sembrar la ilusión de que cambiando gobiernos se puede arreglar la economía. Simplemente la ganancia hoy día tiene como base, condición y resultado el aumento de las condiciones de explotación y miseria. Estamos en la época del post fordismo. La vuelta a “estados industrializados” es una quimera que ya se ha apagado, a lo más se puede llegar a estados “computarizados” desde donde se maneje la economía, el control ciudadano y la represión. Desde hace algún tiempo asistimos a la búsqueda de la fusión paulatina entre burocracia estatal, aparatos militares y empresas, cuestión que también ha tomado un sector de la izquierda en sus manos, aunque se disfrace de “defensa de la democracia” o “estabilidad regional”, que se alía a ciertos empresarios para encajar los territorios adecuadamente en la red del capital mundial. Y esa es la misión del Forro Social de Porto Alegre, que Ramonet, con su acostumbrada demagogia dice que fueron los zapatistas practicamente los propulsores de ese engendro que se pretende colocar por delante de las luchas de los pueblos para llevalos a negociar con Davos y a incorporarse a los neo frentes populares tipo Brasil, donde los sectores más avanzados fueron obligados a aceptar una “tregua”.
No hay duda que ante el fracaso de las formaciones sindicales, una salida la están mostrando los colectivos autónomos de trabajadores que desde sus centros de trabajo se articulan con la población local.

“uno de cada tres jóvenes de la fuerza laboral estuvo sin trabajo en las ciudades”

Eso es notoriamente falso. Pretender decir que la mayoría de los jóvenes encuentra trabajo es tratar a la gente de idiota. El objetivo de ello es anunciar que no todo está tan mal y que las cosas se pueden ajustar ciñéndonos a las reglas del juego y al cuidado de las actuales estructuras. La realidad es bien otra: El desempleo predomina en las ciudades, en especial en las periferias donde se amontona el pueblo pobre, y esa juventud iracunda es la que llena las barricadas, los conciertos punk, las barras bravas, los bloqueos, las ocupaciones de tierras, etc. Y son esos jóvenes los que se están autoconvocando en todas partes para buscar soluciones y desarrollar la resistencia contra el sistema que los mata. Y es allí donde la izquierda aparece con sus viejos trucos para envolver a la población en sus programas frentepopulistas. Pero es allí también donde se dan de cabezasos, pues esa población ya no los acepta. De allí que se tiran los pelos para descubrir como “concientizarlos” para subordinarlos y los atacan acompañando la campaña contrainsurgente de que se trata de criminales, terroristas, marginales, etc. buscando hacerse los simpáticos con los empresarios.

“y que el desempleo golpeó en mayor grado al género femenino.
Asimismo, los descensos de cesantía registrados en varias economías fueron en general mayores entre los hombres que entre las mujeres”.

La sociedad patriarcal se impone hasta en la miserable repartija de los empleos que aún existen. Las mujeres son enviadas de vuelta a casa, de donde nunca debieron haber salido. No es de extrañar que sean ellas las que dan notables muestras de valor y de ternura en los procesos de agrupamiento comunitario que se verifica en todas partes. vea solamente la presencia y el destacado papel de la mujer en las autonomías argentinas. Su sensibilidad y grado de explotación les permite descubrir antes que los machos fuertes revolucionarios que ya las viejas políticas están gastadas. Vea como son escasas las mujeres que lideran procesos de alianzas de clases.

“Sobre la desocupación juvenil en el año, la OIT dijo que en Argentina, Brasil, México, Chile, Uruguay y Venezuela se elevó hasta duplicar o casi doblar la tasa regional media.
“Más de la mitad de la fuerza de trabajo enfrenta hoy problemas de desempleo e informalidad y la inequidad distributiva y el hecho de que más de 4 de cada 10 personas reciban ingresos insuficientes para sus necesidades básicas, han contribuido a erosionar la cohesión social, dificultando la gobernabilidad”, resaltó el director Muñoz”.

Los países más industrializados son justamente los más golpeados en este terreno, lo que es un indicador de por donde y como vienen los ajustes. Tenemos una juventud cada vez más sin destino, por lo que los cantos de sirena se estrellan contra esa distancia. Ya hemos comentado como dos millones de jóvenes chilenos se han negado a inscribirse en los registros electorales, y es notorio que en todos los países del continente se trata de una tendencia creciente en ese sector social. Provoca veguenza ajena ver a las izquierdas llamando a esa juventud a sumarse a las elecciones, cerrando los ojos a los fuertes procesos de autoorganización y resistencia que vienen desde los barrios pobres y campos.

“La productividad latinoamericana cayó 0,5% en el año y tal variación indicaría un deterioro de la calidad del empleo, que a su vez lleva a mayor informalidad, según la OIT.
El informe revela que siete de cada 10 empleos generados desde 1990 han sido informales, al tiempo que más de 9 de esos 10 puestos nuevos son del área de los servicios a terceros.
Con esta persistente precariedad laboral, apenas 4 de cada 10 nuevos empleos están acompañados de acceso a la seguridad social, consigna el análisis”.

Dramático colofón para tan grave informe. La industria está practicamente paralizada. La casi totalidad de los “empleos” son informales y sabemos muy bien lo que eso significa, además que predominan los servicios.
Frente a ello, seguir soñando con una vuelta al pasado es criminal, es legitimar la continuidad de una labor ideológica que se asienta en una práctica mercantil que se inyecta en las poblaciones empujando a las personas a competir y hasta odiar a los otros, comprando y vendiendo cosas para reproducir las necesidades consumistas instisfechas, por eso crece la llamada delincuencia, la distribución de la droga, la prostitución y otros flagelos inteligentemente alimentados por el poder para dividir y controlar, además de justificar sus crecientes aparatos represivos.

Esa porquería no hay que “humanizarla”, sino hacerla pedazos, destruirla construyendo formas de vida autogestionarias que reaviven las ganas de vivir y de amar, que practiquen la solidaridad cotidiana y el afecto en las localidades.

Por suerte para eso no hay que “concientizar” a nadie, pues es inaguantable y la lava del volcán hierve en todas partes y prepara nuevas erupciones en Ecuador y en Bolivia, países donde sectores de la izquierda buscan desviar la atención hacia salidas centralizadas poniéndose en contradicción con la dinámica autónoma desde abajo, desde las regiones, desde los barrios y campos. Es ridícula la idea de esas izquierdas de darle apoyo a Mesa, así como es fatal que nos quieran llevar a apoyar a Kirchner.


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