La victoria de los bolcheviques en la que se denominó “Pequeña guerra civil” generó intentos de idear una explicación para el hecho misterioso de que una revuelta en una zona relativamente pequeña hubiera sido capaz de traer en jaque al Ejército rojo durante tanto tiempo.
18-07-2019
Documentos de la Revolución majnovista (1917-1921)
Los soviets libres de Ucrania en la historiografía soviética
Jesús Aller
Rebelión
Para desentrañar los hechos de la Revolución majnovista disponemos de las crónicas de algunos de sus protagonistas en los distintos bandos enfrentados, y de otros testimonios, más raros, de personas que no militaron en ninguno de ellos. Si a esto unimos la gran cantidad de documentos tales como: publicaciones periódicas, actas de congresos y reuniones, manifiestos y proclamas, queda completa la base fundamental para el conocimiento histórico de aquel proceso. A partir de estas fuentes primarias, numerosos autores han acometido la tarea de elaborar un relato de lo sucedido y alcanzar una interpretación de los factores que lo condicionaron, así como de su influencia en el contexto, enormemente complejo, en el que se enmarcaba.
Entre estos trabajos, un grupo esencial lo conforman los escritos de los historiadores soviéticos. La victoria de los bolcheviques en la que se denominó “Pequeña guerra civil” generó intentos de idear una explicación para el hecho misterioso de que una revuelta en una zona relativamente pequeña hubiera sido capaz de traer en jaque al Ejército rojo durante tanto tiempo. Las conclusiones de estos autores se caracterizan, como veremos, por una desfiguración grosera del movimiento, atribuyéndosele rasgos carentes de base documental, pero que servían para justificar lo sucedido, al tiempo que descalificaban a los enemigos y excusaban la represión desencadenada contra ellos.
La mala noticia cuando tratamos de acercarnos a esta historiografía soviética sobre la Majnóvschina es que son textos difíciles de encontrar y que apenas han sido traducidos. La buena noticia es que diversos autores, y principalmente Alexander Skirda, presentan resúmenes de estas fuentes en algunos trabajos que se citan al final de este artículo. Mi intención ha sido sólo sintetizar los datos que allí se aportan con el objetivo de despertar el interés de los lectores hacia las páginas que exponen el asunto con mayor detalle.
Un problema para abordar esta síntesis es que la imagen de la Revolución majnovista que nos proponen los autores soviéticos va variando con las vicisitudes de la historia de la URSS, y ello hace necesario tratar por separado las publicaciones que corresponden a los diferentes momentos de ésta. Nos encontraremos así, si se me permite el símil musical, con una sinfonía en cuatro movimientos, en la que algunos temas principales se repiten y entrelazan, al tiempo que los cambios que observamos en orquestación, ritmo y tratamiento de los motivos nos ilustran sobre la evolución del régimen.
Primer movimiento: años 20
En Rusia y Ucrania se distinguían en el tiempo de la revuelta varios grupos de campesinos: ricos (kulakí), que explotaban el trabajo de otros; medios (seredniakí); pobres (bedniakí) y peones contratados (batrakí). Las fuentes primarias disponibles indican claramente que los majnovistas defendían los intereses de los más pobres a través de la expropiación de terratenientes y kulakí o kulaks, y la formación de comunas rurales autogestionadas. Sin embargo, una acusación recurrente contra ellos va a ser un supuesto carácter de “movimiento de kulaks”. Este infundio aparece por primera vez el 2 de junio de 1919 en un artículo de Trotsky, pero va tener un enorme éxito en la historiografía soviética posterior.
Los trabajos de esta primera época resultan valiosos, de todas formas, porque aportan gran cantidad de datos hemerográficos y documentales de sumo interés. La obra más rigurosa y fundamentada de este periodo es la que publica en 1927 Mijaíl I. Kubanin, un miembro de la oposición de izquierdas que morirá en las purgas estalinistas, en 1941. Éste mantiene que el movimiento actuó correctamente y defendió los intereses de los campesinos más pobres durante 1918 (lucha contra la ocupación austro-alemana) y 1919 (lucha contra los blancos), y sólo se descarrió a finales de ese año, cuando la influencia de los kulaks dentro de él propició la ruptura con el estado soviético. Por otra parte, admite que hasta 1920 no existen evidencias de bandidismo ni saqueos de los majnovistas, sino que, por el contrario, este tipo de comportamientos fueron reprimidos con dureza por sus dirigentes.
Es Kubanin también quien descubre y edita un supuesto diario de la esposa de Néstor Majnó, que contiene graves acusaciones de ejecuciones sumarias por parte de los insurgentes. Éstas fueron rebatidas por el propio Batko. Posteriormente, V. N. Litvínov en un estudio sobre este documento realizado en 1990 concluye que se trata probablemente de una falsificación urdida por la Cheká.
Segundo movimiento: la era de Stalin
Hay que esperar bastante para que aparezca en la URSS un nuevo trabajo de cierta extensión que trate sobre la Revolución majnovista. Ye. M. Yaroslavski en su libro de 1937 sobre el anarquismo en Rusia, traducido a varios idiomas, reconoce que el movimiento favoreció la lucha contra la reacción en algunos momentos, pero recoge las acusaciones más graves e infundadas sobre él para perfilar la imagen de unos bandidos-kulaks hostiles al “poder soviético” a los que no hubo más remedio que exterminar. De todas formas, Yaroslavski no deja de tender una mano a ciertas corrientes del anarquismo, principalmente anarcosindicalistas, que no dudaron en colaborar con el “poder soviético” o, mientras él escribía, se planteaban asumir en España responsabilidades gubernamentales.
En la estela de este libro, la primera edición (1938) de la Gran Enciclopedia Soviética define la Majnóvschina como un “Movimiento de kulaks, anarquistas y guardias blancos (…), que practicó pogromos antisemitas, saqueos salvajes y asesinatos de comunistas.” Son ésos los años también en que Trotsky revisita el tema en algunos de sus últimos textos. El fundador del Ejército rojo no es capaz de percatarse de que él mismo servía por entonces a la máquina brutal que ahora lo persigue y está a punto de destruirlo. Contra la losa suenan sólo las falsas monedas de siempre: kulaks, reaccionarios, bandidos, antisemitas…
Tercer movimiento: postestalinismo
Ciertamente, no podemos hablar de deshielo tras la muerte de Stalin para el asunto que nos ocupa. En su trabajo de 1964, I. Ya. Trífonov reproduce todos los clichés denigratorios mencionados, aunque capta el espíritu de su propio tiempo planteando por primera vez que la Revolución majnovista fue inspirada y organizada por el imperialismo internacional. Completa su labor con una crítica despiadada de los aspectos más positivos del análisis del ya asesinado Kubanin. Los escritos de S. N. Semánov (1968) y S. N. Kánev (1974) insisten sin ningún propósito de enmienda en las calumnias habituales. Resulta difícil comprender la incapacidad del sistema para realizar una revisión del pasado que en aquel momento seguramente hubiera sido posible sin que peligrara la vida del cronista.
Cuarto movimiento: rehabilitación
Hubo que esperar a la Perestroika para que se produjera la rehabilitación de Néstor Majnó en la URSS. El 8 de febrero de 1989, Vasili Y. Golovánov publica en la sección histórica de la influyente Gaceta literaria, editada en Moscú por la Unión de Escritores, un artículo que rompe de forma contundente con la triste tradición que venimos refiriendo. A través de un refrescante retorno a las fuentes primarias, los infundios contumazmente vertidos sobre el movimiento son reconocidos como tales, y la responsabilidad de la ruptura en dos ocasiones de los acuerdos firmados entre majnovistas y bolcheviques es imputada con total claridad a estos últimos. Cae esta deuda en solitario sobre Trotsky para la represión del año 1919, y en 1920 se reparte entre el conjunto de los mandatarios del Kremlin. Néstor Majnó es presentado en este trabajo como el líder de un movimiento autogestionario de soviets libres y como un talentoso jefe militar que, contando con un amplio apoyo popular, fue capaz de poner en jaque a enemigos muy poderosos, y sucumbió al fin sólo por la aplastante superioridad de los medios que el Ejército rojo lanzó contra él.
Emociona pensar que esta rehabilitación se produjo a los pocos meses del centenario del nacimiento de Néstor Majnó, y nada nos impide imaginar que podría haber sobrevivido hasta ese momento, y estar entre los llamados a la nueva lucha en la que Rusia se lo jugaba todo otra vez. Mucho podía haber aportado allí su confianza absoluta en la capacidad del ser humano para organizarse libre y democráticamente en todos los reductos de la vida, y para construir una sociedad basada en la solidaridad, el diálogo y la federación. Sin embargo, otros impusieron sus mentiras en esta encrucijada y al fin la libertad fue sólo la de los mafiosos para dominar y explotar a sus semejantes.
Hay que decir que en la nueva Rusia, escritores e historiadores regresan cada poco a los hechos decisivos de aquellos años de vértigo a orillas del Dniéper. Son trabajos como Tachankas del sur (1997) del propio Golovánov, que a partir de una búsqueda concienzuda en los archivos militares, despliega potentes recursos literarios para transmitir al lector la esencia del movimiento majnovista. El historiador Aleksandr Shubin en 1998 aporta también nuevas fuentes que le sirven para elaborar una minuciosa biografía de Néstor Majnó, y alumbrar el sentido de su lucha y su carácter constructivo y humanista.
Documentación utilizada:
Historia del anarquismo en Rusia de Ye. M. Yaroslavski (1937).
The rehabilitation of Makhno de A. Skirda (1989).
An unsolved mystery - The diary of Makhno’s wife de V. N. Litvínov (1990).
Nestor Makhno-Anarchy’s cossack. The struggle for free soviets in the Ukraine (1917-1921) de A. Skirda (2004).
Blog del autor: http://www.jesusaller.com/