Miles de argelinos salieron hoy a la calle por vigesimotercer viernes consecutivo para protestar contra la iniciativa de diálogo concretada estas semana y exigir un día más la caída de todo el régimen militar en el que se apoyó el presidente Abdelaziz Buteflika, forzado a dimitir el pasado abril.
Al grito de “no se negocia con la banda” de mafiosos, los argelinos desafiaron al calor y desbordaron las calles de Argel y otras ciudad del país como Constantina y Tizi Ouzou, capital de la Cabilia, región montañosa junto a la costa este del país.
23 Viernes de protestas en Argelia, hoy a la sombra de iniciativa de diálogo
Vanguardia
26/07/2019 19:52
Argel, 26 jul (EFE)
Miles de argelinos salieron hoy a la calle por vigesimotercer viernes consecutivo para protestar contra la iniciativa de diálogo concretada estas semana y exigir un día más la caída de todo el régimen militar en el que se apoyó el presidente Abdelaziz Buteflika, forzado a dimitir el pasado abril.
Al grito de “no se negocia con la banda” de mafiosos, los argelinos desafiaron al calor y desbordaron las calles de Argel y otras ciudad del país como Constantina y Tizi Ouzou, capital de la Cabilia, región montañosa junto a la costa este del país.
Las marchas se sucedieron en el ambiente festivo y familiar de otras ocasiones, intensificado por los ecos de la gran jolgorio nacional que se desató el pasado viernes después de que la selección argelina de fútbol ganara el título de campeón de África por segunda vez en su historia.
“Nos trajimos la copa. ahora solo nos queda echar a la banda” era otra de las consignas más coreadas junto a pancartas en las que se criticaba igualmente al controvertido jefe del Ejército y nuevo hombre fuerte del país, general Ahmed Gaïd Salah.
Los manifestantes también coincidieron en su oposición a la iniciativa de diálogo que puso el jueves en marcha el presidente interino de Argelia, Abdelkader Bensalah, al recibir a la comisión de expertos que ha aceptada la propuesta del Foro Civil por La Paz, un polémico grupo que pretende liderar el movimiento popular de protesta, conocido como Hirak.
Bensalah, cuya legitimidad está en duda desde que se cancelaran las presidenciales previstas por la Constitución, se entrevistó con el jefe de la citada comisión, el expresidente del Parlamento Karim Younes, la constitucionalista Fatiha Benabbou y el economista Ismail Lalmas
También estuvieron el intelectual Azzedine Benaissa, profesor de la universidad de Tlemcen), el presidente del Comité de Derechos Cívicos y Políticos del Consejo nacional de Derechos Humanos, Lazhri Bouzid, y el sindicalista Abdelwahab Bendjeloul, los otros tres miembros que la primera lista de trece personalidades de la política y la sociedad civil que han aceptado participar en el controvertido proceso.
Aplaudida hace una semana. por el propio Bensalah, analistas locales aseguran que la iniciativa amenaza con dinamitar movimiento de protesta, ya que algunos de los elegidos en la lista han sido incluidos sin su consentimiento.
Una de las más críticas fue la heroína de la guerra de la independencia en Argelia (muhayida) Djamila Bouhired, la primera en desvincularse de un proyecto que parece contar con el visto bueno del jefe del Ejército.
El objetivo de la iniciativa es acabar con la confusa situación política que vive Argelia desde que hace dos semanas concluyera el periodo interino de tres meses sin que se hayan celebrado nuevos comicios presidenciales y sin que exista aún una fecha para los mismos.
“El Comité insiste en la necesidad de que el Estado tome medidas de apaciguamiento para crear un clima favorable para un diálogo sincero que satisfaga las aspiraciones del pueblo y que conduzca a la organización de elecciones presidenciales transparentes, honestas y libres en lo mas pronto posible”, afirmó Younes a la salida del encuentro.
“Estas medidas incluyen la liberación de todos los detenidos del hirak, el levantamiento de la presión sobre los medios de comunicación, el establecimiento de condiciones que permitan a los ciudadanos ejercer su derecho constitucional a reuniones pacíficas y manifestaciones “, agregó, un camino que muchos hoy creían equivocado.
“No se puede dialogar con los que han saqueado el país. Deben partir todos y que la soberanía vuelva al pueblo”, explicó a Efe Amel, una joven estudiante de Medicina en el centro de Argel. “Queremos un estado civil, no militar ¿Quién es Bensalah para que hablemos con él? Fue el presidente del Senado durante todos estos años y ahora ni siquiera es legítimo”, recordaba.
Mientras que el Ejército y el gobierno interino, afín al antiguo régimen, consideran que el mandato provisional del también enfermo y anciano Bensalah sigue en vigor, los constitucionalistas recuerdan que no está especificado en la Carta Magna y que existe “un vacío de poder”.
Los manifestantes también criticaron, un día más, la campaña de “manos limpias” impulsada por Gaïd Salah tras forzar el pasado abril la dimisión del presidente Abdelaziz Bouteflika, que ha llevado a la cárcel a empresarios, políticos, ministros, oficiales de alto rango del Ejército, a dos exprimeros ministro y al hermano del dimitido presidente, Said.
Gran parte de la población considera que se trata de una “caza de brujas” azuzada por el general para afianzarse en el poder e intentar desvincularse de un régimen del que fue pilar fundamental como jefe del Ejército nombrado por Buteflika en 2004. EFE