John Holloway es el autor de “Cambiar el mundo sin tomar el poder”, basado en el análisis de la experiencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional de México.
El capital no es una cosa sino una relación social. Es poroso y puede agrietarse. Holloway le ha dado a la palabra “revolución” un nuevo significado: intersticial. Reformuló también la lucha de clases como una lucha en, contra y más allá de las formas reificadas a través de las cuales existen tanto el capital como “nosotros”.
LA TEORÍA DE LA REVOLUCIÓN INTERSTICIAL DE JOHN HOLLOWAY*
John Holloway: The Theory of Interstitial Revolution
ANA CECILIA DINERSTEIN**
ttessiss@gmail.com
Fecha de recepción:
22de diciembrede 2018Fecha de aceptación: 8de febrerode 2019
RESUMEN
La obra de John Holloway abarca cuatro décadas de desarrollo intelectual y compromiso con el cambio radical. Su trabajo se desarrolló en el contexto de la Conferencia de los Economistas Socialistas y fue fundamentalpara la crea-ción del Marxismo Abierto. Este artículo presenta lo que voy a denominar la teoría de la revolución intersticial la cual, parafraseando a Holloway, produjo una “grieta” en las teorías y praxis marxistas, autónomas y radicales. Comien-zo con un relato de la vida y la trayectoria intelectual de John Holloway para marcar los caminos a través de los cuales se comienza a articular esta teoría crítica, a través de un trabajo de años. Luego discuto su“teoría de la revolu-ción intersticial”. Concluyo que el trabajo de Holloway es pionero tanto para la teoría crítica como para la praxis anticapitalista.
Palabras clave: teoría crítica, revolución, Holloway.
ABSTRACT
John Holloway’s work spans over four decades of intellectual development and commitment to radical change. Holloway develops his ideas through on-going dialogues, conversations, debates and discussions with both Marxists and radical scholars and students, and social movements and activists, world-wide. His work developed within the context of the Conference of Socialist Economists (CSE) and was foundational for the establishment of Open Mar-*Originalmente publicado como Ana Cecilia Dinerstein, “John Holloway: The Theory of Intersti-tial Revolution”, en B. Best,W. Bonefeldand Ch. O” Kane (eds.)TheSAGEHandbook of Frankfurt School Critical Theory,Vol I, Chapter 32, Londres: SAGE, 2018, págs 533-549. Traducción: Rogelio Mujica Regalado. Correo electrónico: rogelio-mujica@hotmail.com. Revisión técnica: Ana C. Di-nerstein. Derechos de autora y traducción del capítulo adquiridos por la autora. Copyright Clearan-ce Centre, SAGE, Orden Nro. 11782120, 14/1/19.
**Professor of Sociology in the Department of Social and Policy Sciences, University of Bath.
LA TEORÍA DE LA REVOLUCIÓN INTERSTICIAL DE JOHN HOLLOWAYARTÍCULO[Pp. 275-301]ANA CECILIA DINERSTEIN-276 -xism.
The chapter focuses on Holloway’s theory of interstitial revolutionwhich, paraphrasing Holloway, has produced a ‘crack’ in Marxist praxis. I start with an account of Holloway’s life and intellectual trajectory. Then, I discuss his theory of interstitial revolution. I conclude that for critical theory as a critique of capital, Holloway’s work is groundbreaking.Keywords: critical theory, revolution, Holloway.1
VIDA Y TRAYECTORIA INTELECTUAL
John Holloway nació el 26 de julio de 1947 en Dublín, Irlanda. Estudió Derecho, obtuvo su título de grado en Estudios Superiores Europeos en el College of Europey realizó su doctorado en Ciencias Políticas en la Universidad de Edimburgo. Fue profesor de Ciencia Política en dicha Universidad hasta su traslado a México en 1991. Una vez en Puebla, una ciudad colonial española, se estableció como profe-sor en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, donde actualmente (mayo de 2019) imparte cursos de posgrado, y edita “Bajo el Volcán”, la revista del posgrado en sociología de la misma universidad.Holloway comenzó su relación intelectual con la Escuela de Frankfurt cuando leyó “El Hombre Unidimensional” de Herbert Marcuse, en 1967. Pero no fue has-ta que leyó la obra del filósofoAlemán Ernst Bloch que entró en el dominio de la Teoría Crítica y del marxismo. Holloway se topó con la filosofía de Bloch en 1968, cuando un amigo que estudiaba en la Universidad de Tubinga, donde Bloch traba-jó desde 1961 hasta su muerte en 1977, le recomendó los textos de dicho pensa-dor, de manera que los leyó antes de leer “El Capital” de Karl Marx. Más tarde, es-tudió la teoría de Theodor W. Adorno en la década de 1970 y continuó trabajan-do con dicho entramado, alentado por Richard Gunn y Werner Bonefeld, funda-dores del marxismo abierto, a finales de la década de los 80”s y principios de los 90”s, para luego continuar la travesía junto con sus colegas de la Benemérita Uni-versidad Autónoma de Puebla en las décadas de 1990 y del 2000.En 1974, Holloway se unió a la CSE, creada como foro internacional no secta-rio para el debate teórico-político marxista, y como respuesta a la necesidad de desarrollar una crítica socialista de la ortodoxia marxista en el Reino Unido. Los años de Margaret Thatcher provocaron intensos debates sobre la globalización y la internacionalización del Estado-nación entre los diversos grupos de la izquierda
LA TEORÍA DE LA REVOLUCIÓN INTERSTICIAL DE JOHN HOLLOWAYARTÍCULO[Pp. 275-301]ANA CECILIA DINERSTEIN-277 -
británica. La CSE buscaba comprender la relación entre la política interna nacio-nal y los acontecimientos internacionales, y el carácter del Estado capitalista, y po-tenciar la crítica marxista del capital, en un contexto marcado por una economía mundial crecientemente globalizada.1En el contexto del debate sobre el estado al interior de la CSE, Holloway elabo-ró la conceptualización del Estado como forma política de relaciones sociales defi-nidas, junto con otros y otras marxistas y en distinción con aquellos enfoques que tendían a considerarlo como una institución política y argumentó que “la interna-cionalización del capital había socavado la capacidad del Estado para servir a los intereses del capital ‘nacional’.”2Holloway coincidió con otros miembros de la CSE (Hugo Radice, Sol Picciotto y Simon Clarke) en la importancia de plantear “la cuestión de la relación entre la lucha de clases y la reestructuración del capital”3y la necesidad de reintroducir la lucha de clasescomo algo intrínseco –másque externo–al análisis del Estado. El Grupo de Estudios sobre el Estado de la CSE fue influenciado por el debate alemán sobre la Derivación del Estado (DADS), cuyos miembros, como por ejem-plo Joachim Hirsch y Heide Gerstenberger, concibían al Estado como “forma” po-lítica de las relaciones sociales capitalistas, por lo que trató de desarrollar una crí-tica materialista del Estado. El debate sobre la DEA aplicó el concepto de “forma” a su exploración del Estado, concibiendo este último como un derivado lógico e histórico del capital. El debate de la DADE interpretó “El Capital” de Marx como una “crítica materialista de la economía capitalista”, donde lo político y lo econó-mico no eran esferas separadas, sino momentos distintos del capital como una tota-lidad social. Si bien este desarrollo fue vital para el Debate sobre el Estado de la CSE, esta última rechazaron la afirmación problemática de la DADE: la “deriva-1En la Conferencia CSE de 1976 en Londres, los miembros de la CSElanzaron la revista Capital & Clas, la cual ese inició con un Boletín (Bulletinde la CSE). Tanto C&C como Common Sense, la revista de la CSE en Edimburgo creada por Richard Gunn y Werner Bonefeld en 1987, se conver-tirían en los espacios de publicación y difusión de las ideas de Holloway. Todas los números de Common Sensepueden enconrarse en la sigueinte pagina de internet:https://commonsensejour-nal.org.uk. Sobre la CSE, véase Sol PICCIOTTO, “Ten years of Capital & Class”, Capital & Class Nro. 10, Vol. 3, 1986, págs. 7–15; Hugo RADICE, “A short history of the CSE”, Capital & Class, Nro. 4, Vol. 1, 1989, págs. 43–49.2Simon CLARKE, “The state debate”, en S. Clarke, ed, The State Debate,Basingstoke: Macmillan, 1991, pág. 22.3Ibid., pág. 23.
LA TEORÍA DE LA REVOLUCIÓN INTERSTICIAL DE JOHN HOLLOWAYARTÍCULO[Pp. 275-301]ANA CECILIA DINERSTEIN-278 -ción lógica” de la forma Estado del Capital. Como Holloway destaca:4“hay una tendencia a ver la lógica como el establecimiento del marco general del desarrollo, con los detalles reales que son tomados de la historia de la lucha de clases, de mo-do tal que al final se ve a la lucha de clases como Subordinada a la lógica estructu-ral del capitalismo.”5Al rechazar la idea de la derivación “lógica” y defender la existencia del Estado como una necesidad histórica de la lucha de clases,6el Grupo “Estado” de la CSE logró reintegrar la lucha de clases al análisis de las formas políticas y económicas de las relaciones sociales capitalistas.7En 1977, Holloway fue co-autor de un artículo con Sol Picciotto en el que impugnaban el análisis del Estado de Ralph Miliband y Nicos Poulantzas, y Antonio Gramsci, argumentando que sus“aproximaciones se basan…. en un malentendido de la gran obra de Marx, que no es un análisis del “nivel económico” sino una crítica materialista de la econo-mía política, es decir, precisamente una crítica materialista de los intentos bur-gueses de analizar la economía de forma aislada de las relaciones de explotación de clase en las que se basa.”8Según Holloway y Picciotto, para entender la crisis del capitalismo y el papel del Estado en ésta, era esencial abandonar la idea de crisis como “crisis económica” e interpretar la crisis como crisis de la relación de capital. En esta teoría materialistadel Estado, el análisis no parte del Estado, sino del capital como forma de relacio-nes sociales. Una teoría “política” del Estado (como la de Miliband o la de Poulant-zas, o la de Gramsci), autonomiza al Estado como objeto de estudio, lo que condu-ce a la separación “metodológica” del estudio de la forma del Estado de las relacio-nes sociales capitalistas. Como lo había Hirsch previamente, la separación entre lo político y lo económico impide que se entienda al Estado como la forma política dela sociedad capitalista.4Todas las citas se encuentran originalmente en inglés, tanto en el texto de la autora como en las obras a las que se hace referencia (N. del T.).5John HOLLOWAY, “Open Marxism, history and class struggle”, Common Sense, Nro. 13, 1993, pág. 78. Para una crítica de la DADE y la reformulación de la Teoría del Estado y del Estado Fordista de Hirsch, cf.Werner BONEFELDand John HOLLOWAY, eds., Post-Fordism and Social Form, Londres: Macmillan, 1991.6Simon CLARKE, Marx, Marginalism and Modern Sociology: From Adam Smith to Max Weber, Londres: Macmillan, 1992.7Para una reseña del debate sobre el estado por la CSE, véase Simon CLARKE,“The state debate”, op. cit., págs. 1–69.8John HOLLOWAYy Sol PICCIOTTO, “Capital,crisis and the state”, CAPITAL & CLASS Nro. 1, Vol. 2, 1977, pág. 82.
LA TEORÍA DE LA REVOLUCIÓN INTERSTICIAL DE JOHN HOLLOWAYARTÍCULO[Pp. 275-301]ANA CECILIA DINERSTEIN-279 -Los desarrollos teóricos del Grupo Estado de la CSE constituyeron un punto de inflexión en el debate sobre el estado marxista.9Para Holloway, “entender lo polí-tico y lo económico como dos formas, como dos momentos, de la relación entre capital y trabajo implica entender al Estado como un proceso que fetichiza las rela-ciones sociales.”10La cuestión no era qué es el Estado, sino qué es el capital y por qué en la sociedad capitalista el Estado se presenta como autónomo, existiendo por encima dela sociedad capitalista. Holloway y Picciotto discutieron la forma especí-fica de dominación en la sociedad capitalista utilizando la siguiente pregunta de Pashukanis:“¿Por qué el dominio de una clase no sigue siendo lo que es, es decir, la subor-dinación de una parte de la población a otra? ¿Por qué ésta adopta la forma de dominación oficial del Estado? … ¿Por qué se desvincula de la clase dominante –tomandola forma de un mecanismo impersonal de autoridad pública, aislado de la sociedad?”11Este análisis apuntó entonces a señalar la característica distintiva del Estado capitalista: mientras que “aparece” por encima de la sociedad como un deux ex ma-china, es decir, como institución autónoma por encima de la sociedad, no es más que la forma política del capital. Para Holloway y Picciotto,12“la característica dis-tintiva importante de la dominación de clase en la sociedad capitalista es que es mediadaa través del intercambio de mercancías.” En términos prácticos, esto signi-fica que “el Estado tiene que derivarse del análisis de las luchas de clase que ro-9Llegaron a la conclusión de que “tenemos que mirar detrás de la separación institucional de la economía, el derecho y la política, para ver el dinero, el derecho y el estado como formas econó-micas, legales y políticas complementarias del poder del capital” (Simon CLARKE, Keynesianism, Mo-netarism and the Crisis of the State,Aldershot: E. Elgar, 1988, pág.15).10Holloway en Mabel THWAITES REYy Ana Cecilia DINERSTEIN, “An Interview with John Hollo-way: The circulation of capital and global class struggle: Doxa. Cuadernos de Ciencias Sociales, Nro.13, 1994, pág. 14. En otra entrevista realizada por la autora esta vez a Sol Picciotto, este último destaca que la verdadera pregunta es cuál es la forma que adoptan las relaciones sociales, y cuál es la rela-ción entre las formas institucionales –através de las cuales tiene lugar la actividad económica–y las formas políticas, la esfera pública –através de las cuales tiene lugar la actividad política–, y cómo se sintetizan en la reproducción de la sociedad en su conjunto”(A. C. DINERSTEINy S. PICCIOTTO, “Conversación con Sol Picciotto: las formas políticas y económicas de la nueva fase de internaciona-lization the new phase of the internationalización del capital, Entrevista’, Doxa Cuadernos de Ciencias Sociales, Nro. 8, 1998, págs. 87–93.11PASHUKANIS, citado en J. Holloway y S. Piccioto , “Capital, crisis and the state”, op. cit., pág. 79.12Ibid., pág. 79.
LA TEORÍA DE LA REVOLUCIÓN INTERSTICIAL DE JOHN HOLLOWAYARTÍCULO[Pp. 275-301]ANA CECILIA DINERSTEIN-288 -publicación de CTWWTPfue como “jugar en el borde del mar y ser golpeado por grandes olas de entusiasmo y crítica que me hacen girar una y otra vez:una expe-riencia estimulante y a veces confusa en la que ocasionalmente pierdo el hilo de la discusión.”53Holloway continuó trabajando en el Instituto de Ciencias Socialesy Humanida-des de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Coeditó con Sergio Tisch-ler y Fernando Matamoros un libro, “Negatividad y Revolución”, sobre la impor-tancia de la dialéctica negativa de Adorno para entender la resistencia y el activis-mo político hoy en día (Holloway et al., 2009). El resultado de la publicación fue el seminario “Subjetividad y Teoría Crítica” que continua vigente sobre, impartido por los tres editores del libro, entre otros profesores, para los programas del posgra-do en sociología.A pesar del subtítulo del libro CTWWTPes “El significado de la revolución hoy”, este no ofrece una teoría de la revolución. Fueron necesarios seis años más para que esta teoría surgiera en un contexto marcado por la crisis financiera capi-talista de 2008 y la expansión de la política de austeridad en el Norte global. Crack Capitalismofrece una discusión más sofisticada sobre la crisis, el trabajo, la resisten-cia y la revolución. Es aquí donde Holloway ofrece la idea de “agrietar” (cracken inglés) como una forma de pensar sobre las luchas revolucionarias. Afirma que“la revolución no puede ser otra sino intersticial”.54Desde entonces, John Holloway ha continuado incansablemente dando ponencias y conferencias magistrales, parti-cipando en talleres, eventos y congresos alrededor del mundo, así como también ha continuadoescribiendo breves intervenciones y artículos sobre la crisis del tra-bajo abstracto, sobre la lectura de “El Capital” de Marx, la comunización, la espe-ranza, la crisis griega, entre otras cuestiones, tanto en inglés como en otros idio-mas.2 LA TEORÍADE LA REVOLUCIÓN INTERSTICIAL El marxismo como una teoría de luchaLa propuesta de Holloway de que el marxismo es una “teoría de lucha” se originó en una breve “Nota sobre el Fordismo y el neofordismo” en la que afirmaba: “Si el 53John HOLLOWAY, “Changethe world without taking power”, Capital & Class, Nro. 85, 2005, pág. 39.54John HOLLOWAY, Crack Capitalism, Londres: Pluto Press, 2010.
LA TEORÍA DE LA REVOLUCIÓN INTERSTICIAL DE JOHN HOLLOWAYARTÍCULO[Pp. 275-301]ANA CECILIA DINERSTEIN-289 -marxismo no tiene que ver con el “latido del corazón”, no es nada. Si no es “empujar contra la pared”, no tiene sentido”.55En CTWWWTP, Holloway dedica un capítulo entero a criticar la tradición del Marxismo Científico, un marxismo que se ve a sí mismo como una “teoría de” por ejemplo, la opresión capitalista, pe-ro no de las contradicciones de esa opresión.56. Haciendo eco en la crítica de Hork-heimer sobre la teoría tradicional en contraposición a la teoría social crítica, Hollo-way argumenta que el marxismo no puede ser “Marxismo Científico”, es decir, la positivización de una teoría o un paradigma:“En la medida en que el marxismo enfatiza las regularidades del desarrollo social y las interconexiones entre los fenómenos como parte de una totalidad so-cial, se presta muy fácilmente a una visión del capitalismo como una relativa-mente ligera sociedad que se autorreproduce…. El marxismo, de ser una teoría de la destrucción de la sociedad capitalista, se convierte en una teoría de su re-producción.”57El marxismo de Holloway como teoría de la lucha es decisivamente blochiano. Ernst Bloch argumentó que “el marxismo en general no es absolutamente nada más que la lucha contra la deshumanización que culmina en el capitalismo hasta que se cancela completamente.”58Para Bloch, el humanitarismo de Marx no es un concepto abstracto. Más bien, invoca la lucha para crear otra forma de sociedad humana. El marxismo de Holloway es también similar al marxismo de Bloch en otro sentido. Al igual que Bloch, Holloway ve al marxismo como una teorización que abre un espacio al “todavía-no”.59La filosofía de Bloch atrae a los que pre-tenden escapar de las caricaturas de una utopía marxista ya dada y desean –comoHolloway–reformular la resistencia, el antagonismo y la revolución hoy.55John HOLLOWAY, “A Note on Fordism and Neo-Fordism”, Common Sense, Vol.1, 1987, pág. 52. Se refiere al poema “Bass Culture”de Linton Kwesi Johnson, publicado en Dread Beatan” Blood, Bo-gle-L”Ouverture Publications, Londres, 1975.56Richard GUNN,“Against historical materialism: Marxism as first-order discourse” en W. Bone-feld, R. Gunn, y K. Psychopedis, eds., Open MarxismVol. 2., op. cit., 1992, págs 1–45.57John HOLLOWAY, Change the World without Taking Power,op. cit., pág. 136. Un ejemplo de ello es “Imperio” de Hardt y Negri, donde los autores abogan por una transición del Imperialismo al Im-perio, cayendo así en la “tradición paradigmática” que busca la identificación y la regularidad y con-duce a la positivización de la teoría y el sujeto o el cambio radical. Según Holloway, su idea de “San Francisco de Asís como ejemplo de militancia comunista es la culminación repugnante del pensa-miento positivista” (John HOLLOWAY, “Going in the wrong direction or Mephistopheles: Not Saint Francis of Assisi’, Libcom.org, 16, diciembre 2005, https://libcom.org/library/going-in-the-wrong-direction-or-mephistopheles-not-saint-francis-of-assisi, [consulta: 26 mayo 2019]58Ernst BLOCH, The Principle of Hope, Cambridge, MA: MIT Press, 1986 [1959], pág. 1358.59El énfasis es mío (N. del T.)
LA TEORÍA DE LA REVOLUCIÓN INTERSTICIAL DE JOHN HOLLOWAYARTÍCULO[Pp. 275-301]ANA CECILIA DINERSTEIN-290 -Fetichización, Forma y TotalidadComo teoría de lucha, el marxismo rechaza la tradicional concepción marxista de la “totalidad”. Para Holloway, la distinción entre fetichismo y fetichización y la sustitución del primero por la segunda “es crucial para una discusión de la teoría marxista.”60Para reincorporar la lucha de clases en la discusión del fetichismo de la mercancía, el “fetichismo” debe ser visto “como un proceso de “des-fetichiza-ción/re-fetichización” para que podamos enfatizar en la “fragilidad inherente de las relaciones sociales capitalistas.”61La principal diferencia, sostiene Holloway, es que, mientras el fetichismo ve el mundo como dominación, la fetichización lo ve en términos de lucha. Esta distinción entre fetichismo y fetichización es un “hilo conductor” de CTWWTP: “que la lucha contra el capital es una lucha contra el fetichismo y que el fetichismo debe ser entendido como un proceso de fetichiza-ción”.62La noción de fetichización tiene sus raíces en el trabajo antes mencionado del Grupo de Estudio del Estado de la CSE y su teoría de la relación del capital con el Estado, que concibe a este último “como una forma de la relación del capi-tal, un aspecto de la fetichización de las relaciones sociales bajo el capitalismo.”63“Para mí, el punto de inflexión más importante de esta discusión fue el argumento de que el fetichismo tiene que entenderse no como un hecho consumado, sino como un proceso, como una forma-proceso o proceso de formación, como una lucha”.64La fetichización implica una totalidad que está abierta.Para Holloway, la totalidad se refiere a las conexiones internas entre formas de relaciones sociales fragmentadas en lugar de una completitud. La noción de “for-ma” es mucho más crucial en este sentido. Según Holloway, “el concepto de “for-ma” (…) implica un concepto de “totalidad.”65Usar la noción de forma significa ver a la sociedad “desde el punto de vista de su superación.”66Holloway ve en el concepto de fetichismo la posibilidad de “enfatizar la fragilidad inherente de las relaciones sociales capitalistas. La desfetichización/refetichización conforma una 60John HOLLOWAY, “Class and classification: Against, in and beyond labour”, en A. C.Dinerstein y M. Neary, eds., The Labour Debate. An Investigation intothe Theory and Reality of Capitalistwork,Al-dergate: Ashgate, 2002, págs. 27–40. Edición en castellano: El trabajo en debate.Investigación teórica y empírica del trabajocapitalista, Buenos Aires: Herramienta61John HOLLOWAY, “Crisis, fetishism, class composition”,op. cit., pág.157.62John HOLLOWAY, ‘Change the world without taking power”, 2005, op. cit.,pág.38.63Ibid.64Ibid., pág. 39.65John HOLLOWAY, “From scream of refusal to scream of power”,op. cit.,pág. 16666JohnHOLLOWAY, “Crisis, fetishism, class composition”, op. cit.,pág. 166
LA TEORÍA DE LA REVOLUCIÓN INTERSTICIAL DE JOHN HOLLOWAYARTÍCULO[Pp. 275-301]ANA CECILIA DINERSTEIN-291 -lucha constante.”67En CTWWWTP, Holloway se involucra críticamente con la noción de reificación de Lukács desarrollada en “Historia y Conciencia de Clase” (1923). Para Lukács, la reificación afecta la totalidad de las relaciones sociales y no sólo al proceso del trabajo; en otras palabras, como cita Holloway: “El destino del trabajador se convierte en el destino de la sociedad en su conjunto.”68En el mun-do pervertido en el que vivimos, “las relaciones entre las personas existen en la for-ma de relaciones entre cosas. Las relaciones sociales son “cosificadas” o “reifica-das”69. El argumento de Lukács, indica Holloway, “señala la incompleta o, mejor dicho, contradictoria naturaleza del fetichismo. El proceso de objetivación induce a una división entre la subjetividad y la objetividad del trabajador, entre la humani-dad del trabajador y su deshumanización. La experiencia del trabajador es a la vez fetichizante y desfetichizante. En este momento, Lukács parece estar sentando las bases para una teoría de la revolución como la autoemancipación de los trabaja-dores.” 70Sin embargo, aunque esto parece apuntar en dirección a una teoría de la revo-lución, escribe Holloway, el movimiento final de Lukács es hacia la intervención externa. Las tensiones no se resuelven con y por el proletariado, sino por el parti-do: “A pesar del carácter radical de sus ensayos, Lukács opera en un contexto teóri-co y político que ya está preconstituido. Su enfoque está lejos del crudo “Marxismo Científico” de la tradición Engeliano-Leninista, pero su mundo teórico-político es el mismo.”71Holloway también problematiza la idea de la totalidad de Adorno (y de la Escue-la de Frankfurt). Según él, está desvinculada de la idea de la revolución y no podía asociar la reificación o el fetichismo con el antifetichismo.72A pesar de las diferen-cias, Holloway sugiere que todos los académicos de la Escuela de Frankfurt enfati-zan “el carácter omnipresente del fetichismo en el capitalismo moderno [el cual] lleva a la conclusión de que la única fuente posible de anti-fetichismo se encuentra fuera de lo ordinario –yasea el Partido (Lukács), los intelectuales privilegiados (Horkheimer y Adorno) o el “substrato de los marginados y los forasteros” (Mar-67Ibid.,pág. 15768Lukács, citado en J. HOLLOWAY, Change the World without Taking Power, op. cit., pág. 56.69Ibid.70Ibid., pág. 35.71Ibid., pág. 84.72Ibid., pág. 87
LA TEORÍA DE LA REVOLUCIÓN INTERSTICIAL DE JOHN HOLLOWAYARTÍCULO[Pp. 275-301]ANA CECILIA DINERSTEIN-292 -cuse).”73Holloway rechaza esta comprensión elitista de la teoría y señala sus pro-fundas implicaciones políticas:“la visión de que la revolución es imposible, o que debe ser dirigida por una vanguardia emancipada que actúe en nombre dela clase obrera: conduce a un enfoque en el Estado, que es precisamente una forma de organización en nom-bre de, es decir, una forma de exclusión y represión.”74En cambio, la fetichización comienza “desde un sujeto autodividido… contra su/nuestra propia alienacióno fetichización, conduciendo hacia la autodetermina-ción social… no hay salvador posible, no hay vanguardia emancipada posible.”75La “totalidad” es un proceso abierto lleno de tensiones, ya que la lucha de lo que exis-te en el modo de ser negado se mueve en y contra las formas reificadas de las rela-ciones sociales capitalistas.Clasificación, Lucha de Clases y el Sujeto RevolucionarioLa teoría de la revolución de Holloway deconstruye las categorías de clase y lu-cha de clases y replantea al sujeto revolucionario. Como argumenta Richard Gunn, “no es que las clases, como entidades preconcebidas socialmente (o estructuralmen-te), entren en lucha. Más bien, aferrándonos a la concepción de las relaciones de clase como relaciones de lucha, deberíamos pensaren la ‘lucha de clases’ como la premisa fundamental de la ‘clase.’”76Holloway rechaza la “clase” como un descrip-tor sociológico o como una entidad pre constituida. En lugar de clase habla de “clasificación.”77Es decir, un proceso a través del cual nos transformamos en otra cosa, que se “clasifica” como clase obrera.78Si la clase es entendida como una 73Ibid., pág. 88.74John HOLLOWAY, “Change the world without taking power’, 2005, op. cit., pág. 39.75Ibid., pág. 3976Richard GUNN, ‘Notes on “class”’, op. cit., pág. 16, énfasis en el original). Para Gunn, “algo muy parecido a la clase en su significado sociológico “de hecho existe” en la sociedad capitalista, pero sólo como “apariencia” o, en otras palabras, como un aspecto del fetichismo al que se opone el mar-xismo. Al igual que la economía política vulgar, el marxismo sociológico toma las apariencias a su valor nominal y se arroja sobre la misericordia del orden de las cosas existente” (Ibid.,pag., 20). Para Gunn, “podemos decir que la clase es la “relación misma” (por ejemplo, la relación capital-trabajo) y, más específicamente, una “relación de lucha”. Los términos “clase” y “relación de clase” son in-tercambiables, y “una” clase es una relación de clases de algúntipo históricamente particular” (R. GUNN,Ibid., pág. 15).77J. HOLLOWAY, “Class and classification. Against, in and beyond labour”, en A.C. DINERSTEIN y M. NEARY, eds., The Labour Debate, op. cit., págs. 27-40.78En febrero de 1999, Holloway presentó undocumento titulado “Class and Classification” en la Conferencia Internacional“The Labour Debate: The Theory and Reality of Labour in a World of Increa-sing Unemployment and Poverty”, convocada por Ana C. Dinerstein y Mike Neary en el Centro de
LA TEORÍA DE LA REVOLUCIÓN INTERSTICIAL DE JOHN HOLLOWAYARTÍCULO[Pp. 275-301]ANA CECILIA DINERSTEIN-293 -entidad fija, inevitablemente conduce al pensamiento identitario. Pero para Hollo-way, el pensamiento identitario no comprende ni a la sociedad ni a la clase. En cambio, clasifica lo que percibe y, al hacerlo, fragmenta la actividad humana como un todo en el pensamiento. La praxis revolucionaria es necesariamente anti-identi-taria. En lugar de negar la importancia de las luchas obreras (como muchos críticosle han acusado), Holloway rechaza a la “clase obrera” como sujeto de la revolución. Para él, el sujeto radical es el “nosotros”. Nosotros somos la clase obrera; y sin em-bargo “nosotros no somos” la clase obrera. Vivimos en contradicción: “Nosotros luchamos como clase obrera “y” en contra de ser la clase obrera:“Nosotros somos/no somos la clase obrera… Nos clasificamos en la medida en que producimos capital, en la medida en que respetamos el dinero, en la me-dida en que participamos, a través de nuestra práctica, nuestra teoría, nuestro lenguaje (nuestra definición de la clase obrera), en la separación del sujeto y el objeto.”79El problema principal de una teoría de la revolución basada en el poder de la clase obrera es que la clase obrera es una subjetividad “definida sobre la base de su subordinación al capital: es porque está subordinada al capital (como trabajadores asalariados…) que se define como clase obrera… al ser “definida”, la clase obrera se “identifica” como un grupo particular de personas.”80La definición y clasificación de la clase obrera “sobre la base de su subordinación al capital,”81plantea la cues-tión errónea de la pertenencia, es decir, quién pertenece y quién no pertenece a la clase obrera. Esta pregunta oscurece el complejo problema del antagonismo social, pues limita la lucha a una identidad específica. Las luchas de hoy no pueden Estudios Laborales, del Departamento de Sociología, Universidad de Warwick. La contribución de Holloway se centra en lo que él veía como el fracaso del concepto de la clase obrera y el movi-miento obrero para una comprensión del activismo y la subjetividad en la actualidad. Abordó el problema del tema del trabajo no afirmando a la clase obrera, sino abogando por su abolición. La clave de su relato es la teoría de Marx sobre el fetichismo de las mercancías, que Holloway transfor-mó en un proceso continuo de fetichización. Para él, el fetichismo de la mercancía era un proceso abierto por el cual el sujeto se separa del objeto de su capacidad productiva, y la actividad humana se clasifica como trabajo o clase obrera. Su principal oponente en el debate sobre el fetichismo fue su compañero de la CSE, Simon Clarke (ver A.C. DINERSTEINy M. NEARY, eds., The Labour Debate, op. cit., págs. 27-61).79J. HOLLOWAY, “Change the World with-out Taking Power: The Meaning of Revolution Today”, 2005, op. cit., págs. 36-7.80J. HOLLOWAY, “Change the World with-out Taking Power: The Meaning of Revolution Today”, op. cit.,págs. 140-141, énfasis en el original).81J. HOLLOWAY, “Change the World with-out Taking Power: The Meaning of Revolution Today”, op. cit., 2002, pág. 140.
LA TEORÍA DE LA REVOLUCIÓN INTERSTICIAL DE JOHN HOLLOWAYARTÍCULO[Pp. 275-301]ANA CECILIA DINERSTEIN-294 -tipificar la lucha de la “clase obrera” ni de ningún otro “sujeto” debido a que “el sujeto de la lucha anticapitalista es… un sujeto anti-identitario.”82Holloway señala el doble carácter del trabajo en el capitalismo como concreto y abstracto, y argumenta que las lecturas tradicionales de Marx han descuidado histó-ricamente el antagonismo entre el “hacer” útil y el trabajo abstracto. De esta mane-ra mueve el eje del antagonismo de clase del trabajo contra el capital al hacer con-tra el trabajo. Sostiene que la clave para entender las luchas es verlas no como la lucha entre el trabajo y el capital (la visión marxista ortodoxa), sino como “la lucha del hacer contra el trabajo (y por ende contra el capital).”83Al exponer el doble carácter del trabajo, Holloway señala la fetíchización de la actividad humana (lla-mada “hacer”) como trabajo abstracto. Este proceso de fetichización produce una constante “ruptura del flujo social del hacer” 84El trabajo abstracto, argumenta, equivale al “tejido del capitalismo”85es decir, la abstracción de la actividad humana constituye la forma a través de la cual el capitalismo teje su red de cohesión social. Traduce su lecturade la crítica de la economía política a un nuevo lenguaje donde el trabajo se convierte en el “hacer” contra el trabajo abstracto, por ejemplo, donde el antagonismo de clase se afirma a sí mismo en forma de lucha contra la clasifica-ción, concibe al hacer como el rechazo del trabajo abstracto. Según Holloway, el movimiento obrero, un movimiento que representa y defiende el trabajo asala-riado, por lo tanto, no puede ser revolucionario Así, concibe al hacer como una crisis del trabajo abstracto que, según Holloway,86es evidente en el declive del movimiento sindical, la crisis de la socialdemocracia, el colapso del socialismo real, etc.Hacer, Negatividad Práctica y Anti-PoderLa dificultad histórica para las luchas del otro movimiento obrero es cómo cons-truir una crítica más allá de la idea de trabajo, cuando el trabajo capitalista sigue siendo el principio que define la organización de la vida social. Holloway sustituye el término trabajo con la noción anteriormente mencionada del “hacer”:82John HOLLOWAY, “Negative and positive autonomism. Or, Why Adorno? Part 2”, en J. Hollo-way, F. Matamoros y S. Tischer, eds., Negativity and Revolution: Adorno and Political Activism, Londres: Pluto Press, 2009, pág. 9883John HOLLOWAY, Crack Capitalism, op. cit.pág. 157, énfasis en el original.84Ibid., pág. 115.85Ibid., pág. 87.86John HOLLOWAY, “Cracks and the crisis of abstract labour”, op. cit., pág 917.
LA TEORÍA DE LA REVOLUCIÓN INTERSTICIAL DE JOHN HOLLOWAYARTÍCULO[Pp. 275-301]ANA CECILIA DINERSTEIN-295 -“Hay dos tipos diferentes de actividades: una que es impuesta externamente y experimentada como directamente desagradable o parte de un sistema que re-chazamos, y otra que empuja hacia la autodeterminación. Realmente necesita-mos dos palabras diferentes para estosdos tipos diferentes de actividades. Segui-remos la sugerencia de Engels en una nota al pie de página en El Capital (Marx 1965[1867]: 47) al referirse a la primera actividad como trabajo y a la segunda simplemente como hacer.”87El “hacer” no solo es trabajo. El “hacer” es el movimiento de la “negatividad práctica”: “el hacer cambia, niega un estado de cosas existente. El hacer va más allá, trasciende” 88El hacer existe en un “modo de ser negado”89porque se transforma constantemente en trabajo abstracto (valor, dinero).90Por lo tanto, a los hacedores se les “niega su hacer.”91“El hacer de los hacedores se ve privado de validación so-cial: ellos y sus haceres se vuelven invisibles.”92El argumento de que la lucha de clases es una lucha del “hacer contra el trabajo abstracto” apunta a la existencia de dos tipos de antagonismos que, según Hollo-way, emanan del carácter dual del trabajo en el capitalismo: el antagonismo de la explotación y el antagonismo de la abstracción. Mientras que el antagonismo de la explotación es la lucha del trabajo en el lugar del trabajo, el antagonismo de la abstracción es una lucha “contra” el trabajo, es decir:“la lucha contra la constitución del trabajo como una actividad distinta del flujo general del hacer… [esto es] la lucha de lo que a veces es llamado el otro movi-miento obrero, pero no se limita en ningún sentido al lugar de trabajo…[éstos están en un] nivel más profundo de la lucha anticapitalista, la lucha contrael trabajo que produce el capital.”9387Ibid., págs.910-911. 88J. HOLLOWAY, “Change the World with-out Taking Power: The Meaning of Revolution Today”, op. cit.,pág 2389R. GUNN, ‘Notes on “class”,op. cit., pág 20.90Para una crítica del concepto “hacer”, véase Marcel STOETZLER,“On how to make Adorno scream: Some notes on John Holloway’s Change the World without Taking Power”, Historical Materialism, Nro.13, Vol. 4, 2005, págs. 193–215. Stoetzler sostiene que Holloway confunde tres formas de resistencia en el concepto de hacer: “hacer humano”, “gritar” y “resistencia efectiva”, lo que tiene importantes implicaciones teóricas y políticas.91Ana Cecilia DINERSTEIN,“Interstitial revolution: On the explosive fusion of negativity and ho-pe”, Capital & Class, Nro. 36, Vol. 3, 2012, pág. 525.92John HOLLOWAY, “Change the World without Taking Power, 2005, op. cit.,págs. 29-30.93John HOLLOWAY, “Cracks and the crisis of abstract labour”, op. cit.,pág 915.
LA TEORÍA DE LA REVOLUCIÓN INTERSTICIAL DE JOHN HOLLOWAYARTÍCULO[Pp. 275-301]ANA CECILIA DINERSTEIN-297 -críticanegativa. Como nos recuerda Amsler, Adorno defiende la “esperanza como una práctica crítica.” 98“Al final, la esperanza, arrancada de la realidad al negarla, es la única forma en la que aparece la verdad. Sin esperanza, la idea de verdad sería apenaspensable, y es la falsedad cardinal, habiendo reconocido que la existencia es mala, presen-tarla como verdad simplemente porque ha sido reconocida.”99La utopía es “el rayo de luz que revela que el todo es falso en todos sus momen-tos… la utopía de toda la verdad, que está todavía por realizarse.100Así, la negati-vidad contiene la “posibilidad” de “afirmar” otra praxis, una praxis que fue negada y que, al ser decretada, niega la imposibilidad de la existencia de una alternativa. De esta manera, Holloway escribe:“La lucha de lo que existe en la forma de ser negado es inevitablemente tanto negativa como positiva, tanto grito como hacer: negativa porque su afirmación sólo puede tener lugar contra su propia negación, y positiva porque es la afir-mación de lo que existe, aunque sea en la forma de ser negada.”101La esperanza constituye una llamada a la negatividad para entender la realidad como llena de posibilidades improbables: “los humanos son sujetos, mientras que los animales no lo son. La subjetividad se refiere a la proyección consciente más allá de lo que existe, la capacidad de negar lo que existe y crear algo que todavía no existe.”102Por lo tanto, “la política revolucionaria (o mejor dicho la antipolítica) es la afirmación explícita en toda su infinita riqueza de lo que se niega. “Dignidad” es la palabra que usan los zapatistas para hablar de esta afirmación.”103Poder, Anti-Poder y el EstadoUna de las tesis más llamativas de la teoría de la revolución de Holloway es que precisamente la revolución trata de destruir las relaciones de poder. El objetivo es 98Sarah AMSLER, “Learning hope: An epistemology of possibility for advanced capitalist society”, en A.C. Dinerstein, ed. Social Science for an Other Politics: Women Theorizing without Parachutes, op. cit.,2016, pág. 2099Theodor W. ADORNO, Minima Moralia: Reflections from Damaged Life. London: Verso, 2005 [1974], pág. 98.100Adorno citado por Ivan BOLDYREV, Ernst Bloch and his Contemporaries: Locating Utopian Messia-nism, Londres: Bloomsbury, 2015, pág. 173.101John HOLLOWAY, “Change the World with-out Taking Power: The Meaning of Revolution Today”, 2002 op. cit.,pág. 213.102Ibid., pág. 212103Sobre la noción de afirmación como negación ver Ana Cecilia DINERSTEIN, “A Critical Theory of Hope. Critical Affirmations, beyond fear”, en A. C. Dinerstein, A. García Vela, E. González y J. Holloway eds., Open Marxism Against a Closing World, Londres: Pluto Press, 2019.
LA TEORÍA DE LA REVOLUCIÓN INTERSTICIAL DE JOHN HOLLOWAYARTÍCULO[Pp. 275-301]ANA CECILIA DINERSTEIN-298 -“crear una sociedad basada en el reconocimiento mutuo de la dignidad de las personas”104Como hemos visto en esta sección, Holloway concibió al Estado como una forma política de las relaciones sociales capitalistas, argumentando que el Esta-do no es una cosa sino un proceso de lucha de clases. Por esta razón, “es crucial entender el carácter de clase del Estado como una forma de relaciones sociales y desarrollar nuestras propias formas distintivas, formas asimétricas, formas que se mueven en contra y más allá de la característica de fetichización de las formas capitalistas.”105El problema no es el Estado, sino cómo entendemos el poder en relación con el Estado. El poder suele estar “asociado al control del dinero o del Estado”. La izquierda, la corriente dominante, los leninistas o los socialdemócratas se han cen-trado todos en el Estado como el lugar principal del cambio social.106Pero esta estrategia ha fracasado. No sólo fracasó en la consecución de sus objetivos, sino que también “ha tendido a destruir los movimientos que presionan a favor de un cambio radical.”107Por lo tanto, Holloway sugiere que los experimentos revolucio-narios del siglo XX no “apuntaban demasiado alto, sino demasiado bajo.”108Es decir, nopretendían disolver las relaciones de poder. Por lo tanto, lo que se ne-cesita es un “desafío revolucionario” que cambie “el mundo sin tomar el poder.”109“Con” los zapatistas, Holloway se atrevió a abordar explícitamente el papel insig-nificante del Estadopara el cambio revolucionario: en lugar de apoyar “el paradig-ma que ha dominado el pensamiento de izquierda durante al menos un siglo”, es decir, “la ilusión de Estado [que] coloca al Estado en el centro del concepto de cambio radical”110, el rechazo de los zapatistas al poder estatal debe ser visto como un principio de lucha por la libre determinación. Para los zapatistas, la gente ya tiene dignidad, tal dignidad existe como la negación del poder, la negación de la degradación.111La noción zapatista de sociedad civil no es la noción dominante de sociedad civil, definida como una esfera establecida, regulada o complementaria al Estado. A través de la lucha por la autodeterminación, la noción zapatista de 104John HOLLOWAY, “Change the World without Taking Power: The Meaning of Revolution Today”, 2005,op. cit., pág. 20.105Ibid., pág. 20.106John HOLLOWAY, “The concept of power and the Zapatistas”, COMMON SENSE,Nro. 19, 1996, pág. 21. 107Ibid.108Ibid. 109Ibid. 110Ibid. 111Ibid., pág. 25.
LA TEORÍA DE LA REVOLUCIÓN INTERSTICIAL DE JOHN HOLLOWAYARTÍCULO[Pp. 275-301]ANA CECILIA DINERSTEIN-299 -sociedad civil no debe ser interpretada como una “actualización del término clási-co”, porque, siguiendo a Esteva, “alude a una mutación en el cuerpo político” en la que la sociedad civil no contrarrestaría (ni sustituiría) el poder del Estado, sino que “lo hace superfluo”. Los zapatistas activaron el poder que ya tienen (112El punto de Esteva es central para la conclusión de la negatividad de Holloway: “Luchamos en y contra y más allá de las formas (fetichizadas)”.3 AGRIETAR EL CAPITALISMO: LA REVOLUCIÓN COMO UN PROCESO INTERSTICIALEn Crack Capitalism, Holloway reformula la pregunta revolucionaria tradicional de cómo “dejar de hacer capitalismo.”113La revolución, argumenta Holloway, comien-za con el “grito”114aquí y ahora, y constituye un proceso continuo (presente) de rechazo al poder y construcción del anti-poder a través de la negatividad práctica. La negatividad práctica significa una multiplicidad de actos de rechazo del mundo capitalista y la lucha contra la transformación de la capacidad humana en trabajo abstracto, es decir, el dinero. Dejar de hacer capitalismo es romperlo, lo que, en lugar de intentar lograr la transformación total de la sociedad mediante la toma del poder del Estado, apunta a una apertura continua del mundo. Concebida como grietas, la resistencia rompe la “síntesis social de la sociedad capitalista”:“Toda sociedad se basa en algún tipo de cohesión social, en alguna forma de relación entre las actividades de muchas personas diferentes. En la sociedad capitalista, esta cohesión tiene una lógica particular que a menudo se describe en términos de las leyes del desarrollo capitalista. Hay un cierre sistémico que da a la cohesión social una fuerza particular y hace que sea muy difícil de rom-per. Para subrayar el carácter denso de la cohesión social en la sociedad capita-lista, me refieroa ella como una ‘síntesis social’.”115Las grietas son “fisuras” que ofrecen “mil respuestas a la cuestión de la revolu-ción.”116Así pues, “la única manera de pensar en cambiar radicalmente el mundo 112Gustavo ESTEVA,“The Zapatistas and people’s power”, Capital & Class,Nro. 32, Vol. 2, 1999, pág. 159.113John HOLLOWAY, Crack Capitalism, op. cit., pág. 255114Holloway utilizó este término por primera vez en el título de un artículo en el que hablaba de la importancia del marxismo como teoría de la lucha y de la conexión interna entre capital y trabajo (John HOLLOWAY,‘In the beginning was thescream’, Common Sense11, 1991, págs.69–78).115John HOLLOWAY, Crack Capitalism,op. cit., pág. 52, énfasis en el original.116Ibid.,pág. 4.
LA TEORÍA DE LA REVOLUCIÓN INTERSTICIAL DE JOHN HOLLOWAYARTÍCULO[Pp. 275-301]ANA CECILIA DINERSTEIN-300 -es como una multiplicidad de movimientos intersticiales que parten de lo particu-lar.”117Las grietas chocan con la lógica del Estado, perturban la homogeneización del tiempo, se enfrentan al fetichismo de las mercancías y del dinero. El impacto de la grieta no debe medirse en términos de una ganancia futura, sinoen el “aquí y ahora.”118Las grietas siempre interrumpen el proceso de abstracción, de hacer en el trabajo, que forma la “síntesis social” capitalista.119El sujeto de la revolución intersticial no es “la clase obrera”. Más bien, es un tema indefinido compuesto por los hacedores, es decir, “nosotros”. No hay ningu-na organización en particular que dirija el proceso.120Nuestras acciones están uni-das por la experiencia común de una variedad de formas de opresión que obligan a nuestro “hacer” a existir como trabajo abstracto (dinero). Las grietas son inevitable-mente “vulnerables a la succión gelatinosa de la síntesis capitalista.”121Siempre corren el riesgo de ayudar al Estado capitalista a reformular sus políticas en la línea del liberalismo de mercado. Pero esto no es una suma cero. La subordinación total es imposible: “el hacer concreto no es, y no puede ser, totalmente subordinado al trabajo abstracto. Hay una no-identidad entre ellos”, una asimetría: “el hacer no encaja en el trabajo abstracto sin un resto”. Las grietas apuntan a la aparición de otro tipo de actividad: el “hacer”. Por lo tanto, “siempre hay un excedente, un des-bordamiento. Siempre hay un empuje en diferentes direcciones.”122La asimetría es la premisa oculta de las relaciones sociales capitalistas.4 CONCLUSIONES: HAY UN ANTES Y UN DESPUÉSJohn Holloway ha pasado la página hacia un nuevo marxismo y un nuevo pensa-miento sobre la revolución. Ambos tienen sus raíces en un largo proceso de desa-rrollo teórico en el que Holloway encontró su propia voz colaborando con otros teóricos críticos de la CSE, el Marxismo Abierto y la Benemérita Universidad Au-tónoma de Puebla. Contribuyó al proceso de desmitificación del Estado, a la libe-ración de Marx y a la revitalización del marxismo como teoría de lucha. Holloway 117Ibid., pág. 11.118Ibid.119Ibid., pág 52.120Sobre esto, véase también Michael HARDTy John HOLLOWAY‘Creating common wealth and cracking capitalism: A cross-reading’, Herramienta, Nro 49, 2012,
LA TEORÍA DE LA REVOLUCIÓN INTERSTICIAL DE JOHN HOLLOWAYARTÍCULO[Pp. 275-301]ANA CECILIA DINERSTEIN-301 -se comprometió a la tarea de comunicar e interpretar el marxismo de una manera que se acerque más a las luchas cotidianas. Al igual que la primera generación de estudiosos de Frankfurt, Holloway critica la separación entre teoría y práctica y pide la creación de un “nosotros” que unifique a ambas. Al hacerlo, ha logrado algo que Richard Gunn sugirió hace algún tiempo: “lo que es necesario demostrar es que el marxismo requiere una llamada al sentido común; que puede hacer esta llamada; y que puede lograr su síntesis de teoría y práctica una vez que se hace esta llamada.”123El rechazo de Holloway al capital como forma de sociedad es infle-xible. Sin embargo, señala la apertura de la realidad. El capital no es una cosa sino una relación social. Es poroso y puede agrietarse. Holloway le ha dado a la palabra “revolución” un nuevo significado: intersticial. Reformuló también la lucha de clases como una lucha en, contra y más allá de las formas reificadas a través de las cuales existen tanto el capital como “nosotros”.123Richard GUNN, “Marxism and common sense”, Common Sense, Nro. 11, 1991, pág. 88.