El caudillismo -enfermedad congénita del sistema político latinoamericano- es un conocimiento adquirido que ha pasado de la sociología a la mejor literatura del continente y viceversa. No es casual que el gran impostor del marxismo boliviano y que funge de vicepresidente, haya acuñado el término de “Evismo” casi al iniciar el régimen, ignorando la postura de Carlos Marx, absolutamente inmune a esta epidemia.
La gran estafa del Evismo (2006-2019). Algunos elementos(*)(*)
Gustavo Soto Santiesteban
Semiólogo, escritor, activista ácrata, consultor en derechos indígenas.
Publicaciones: 2015 “La Métaphore du Tipnis” (L’Harmatan); 2012 “Der Schaum dieser Tage:Buen Vivir un commons”
“El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos.”
Antonio Gramsci1.
El caudillismo- enfermedad congénita del sistema político latinoa-mericano es un conocimiento adqui-rido que ha pasado de la sociología a la mejor literatura del continente y viceversa. No es casual el gran impos-tor del marxismo boliviano y que fun-ge de vicepresidente, haya acuñado el término de “Evismo” i casi al iniciar el régimen, ignorando la postura de Carlos Marx, absolutamente inmune a esta epidemia y, más aún, ácido crítico de Simón Bolívar. No es tampoco fortuito que círculos locales muy próximos a las innovacio-nes escriturales del Suma Qamaña /Sumaj Kausay/ Buen vivir, hayan sido parte de la puesta en escena de cere-monia de coronación de Evo Morales en Tiwanaku, en enero del 2006, vehi-culando así el contenido monárquico de un renacer quechua y aimara que ha acosado el imaginario secular de toda la progresía de esta parte del continente y de los observadores aca-démicos europeos en la búsqueda del paradigma perdido. Aunque parezca del registro del rea-lismo mágico, tampoco es desprovisto de significación que el Sumo Sacerdo-te de esa obra de teatro haya deveni-do en productor de cocaína liquida en un laboratorio de El Alto, como lo supimos unos años después. ii La impostura y el simula-cro rubrican este régimen desde sus inicios mismos.2. La Reacción política, nunca mejor dicho, del sistema de partidos neoliberales, - vencido en la insurrección popular desarmada de octubre del 2003- que activó, entre 2007-2009, maniobras desestabilizadores en nombre de las autonomías de-partamentales, fue derrotada políticamente mediante grandes movilizaciones de masas campesinas y populares: en enero del 2017, en Cochabamba, en el Cerco a Santa Cruz de septiembre del 2008 y terminó en oscuras acciones policiales de provo-cación y subversión armada tanto en Porvenir (Pando)iii como en la ejecución de un grupo mercenario armado en el Hotel Las Américas. ivEsta condensación de movilizaciones y disputas operaron muy oportunamente como catarsis colectiva en contra del racismo y la discriminación que afloraron sin tapujos durante el proceso constituyente boliviano, cuyo producto final fue aprobado por un inédito Referéndum en enero del 2009. Sin embargo, la nueva Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia nació conste-lada de graves e insalvables contradicciones entre un eventual horizonte civilizatorio, el del Vivir Bien, los derechos colectivos indígenas y ambientales, y, el incólume imaginario del Desarrollo que habrían de aflorar muy rápidamente. 3. Ya el año 2006, el conflicto del cerro Posokoni -rico ya-cimiento minero asaltado y avasallado por cooperativistas que tenían un contrato de riesgo compartido con la empresa bri-tánica RBG, ex Allied Deales- se saldó con 13 muertos y 56 heridos. v El cierre de Comibol (empresa minera estatal fruto de la Revolución del 52), deficitaria por los bajísimos precios de los minerales, tuvo como objetivo principal la liquidación del prole-La gran estafa del Evismo (2006-2019). Algunos elementos(*)(*) Gustavo Soto Santiesteban; Semiólogo, escritor, activista ácrata, consultor en derechos indígenas. Publicaciones: 2015 “La Métaphore du Tipnis” (L’Harmatan); 2012 “Der Schaum dieser Tage:Buen Vivir un commons”
1617El eufemismo gubernativo de la nueva Constitución (…) los denomina ahora como interculturales, creyendo que cambiando el nombre ocultan la esencia.tariado minero boliviano sobre cuyo cadáver se fundó el Estado residual neoliberal del DS 21060, el año 1985. Lo que en modo alguno significó el final de la minería en Bolivia, sino de la explotación en manos del Estado y, sobre todo, de la combativa Federa-ción sindical de Trabajadores mineros de Bolivia (FSTMB). La producción minera y el nuevo Código de Minería neoliberal (1997) diseñaron la privatización de la pro-ducción minera a través de las “coo-perativas”- cuyo significado abraza desde el autoempleo precario y de alto riesgo en socavones abandona-dos, hasta medianas empresas que están eximidas de cumplir normativa laboral y ambiental alguna- en gene-ral asociadas a transnacionales que rescatan el mineral mediante contra-tos de riesgo compartido o arredra-miento. A pesar del boom de los pre-cios de los minerales en el período evista -que pudieron haber permitido la recuperación y potenciamiento de la minería nacionalizada- esta política de des- proletarización continuó y se acrecentó desde el primer gobier-no de Morales. En 2006, había 911 cooperativas registradas y en 2017, 1.816, mientras los “socios” en estas unidades productivas crecieron de 50.000 a 120.000 bajo la nueva Ley Minera (2014). Los mineros asala-riados, por otro lado, no llegan a 6.000, en empresas minadas por la corrupción, el robo de minerales, que facilitaron la debilidad y la cooptación de la FSTMB, núcleo de la otrora po-derosa COB, perdiendo además sus principios orgánicos de independen-cia partidaria de todo gobierno y su perspectiva política proletaria que le dotaron de esa singularidad extraor-dinaria en el movimiento obrero continental, al punto de que, ac-tualmente “la Comibol, a pesar de no haberse aprobado el decreto de “refundación”, podría ya firmar contratos de asociación o joint venture con empresas privadas extranjeras”. vi En estos trece años de régimen evista, en ningún momento se planteó nacionalización de las transnacionales mineras, por ejem-plo de la Minera San Cristóbal, de Sumitomo Corp-, antes Appex Silver, de G. Soros con sede legal en las Islas Caimán- al contrario se le brindaron las mayores garantías. vii4. Tampoco hubo Nacionalización de los hidrocarburos, sino en la nube de la maquinaria de propaganda, puesto que el Decreto de nacionalización solamente operativizaba los plazos de cumplimento de la Ley 3058 (2005) conseguida por la movili-zación propositiva de los movimientos sociales e indígenas que obligaron a un Referéndum sobre el gas (2004) orientado a la recuperación de la propiedad de los hidrocarburos en boca de pozo y al aumento de impuesto a las empresas transnacionales hasta por lo menos el 50% del valor de la producción. El espectáculo de la supuesta nacionalización fue escenificado con un despliegue de las FFAA en los campos petroleros, sin expul-sar a las petroleras como en las dos anteriores nacionalizaciones petroleras bolivianas. Se aumentaron impuestos por un periodo transitorio, al mismo tiempo que se reconocían “costos recupe-rables” para las empresas; se inició una auditoria a las transnacio-nales petroleras que constató un desfalco de 1.700 millones. Al poco tiempo, el ministro promotor del decreto fue despedido por presiones de Petrobras mediante los operadores políticos del PT y, las Auditorías establecidas a las transnacionales, nunca fueron ejecutadas a pesar de que haberse constatado la estafa, .viii El extraordinario despegue de los precios de los hidrocarburos en el periodo ha permitido posicionar la imagen de la soberanía nacional sobre los recursos naturales aunque la empresa nacio-nal (YPFB) sigue siendo un operador residual de producción que continua en manos de las transnacionales en los megacampos gasíferos: Repsol E&P (Margarita y Huacaya), Petrobras Bolivia (Sábalo, San Alberto e Itaú) y Total E&P Bolivia (Incahuasi-Aquío) y los posibles resultados de proyectos exploratorios en los pro-yectos Boyuibe-Boicob (Repsol E&P), Azero Total (E&P Bolivia) y Huacareta (Shell Bolivia).El movimiento indígena (Cidob-APG-Conamaq) aliado a la Confe-deración campesina (CSTUCB), articulados el Pacto de unidad, lo-graron introducir en la Ley de Hidrocarburos Nº 3058 un capítulo de Derechos colectivos inspirados en el Convenio 169, entre ellos el derecho a la consulta y participación en los beneficios de la in-dustria, hecho sin precedentes en el continente. ix Por otra parte, los derechos ambientales, los derechos de la Madre Tierra han sido omitidos por el Decreto Supremo 2366 (2015) que permite el desarrollo de actividades hidro-carburíferas dentro de Áreas Natu-rales Protegidas. Las resoluciones de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático (Tiquipaya, 2010) quedaron como mero dispositivo propagandístico, permanentemente contradicho por acciones del gobierno anfitrión y por Evo Morales, promotor en NNUU de los Derechos la Madre Tierra x , cuyos lapsus y clichés grotescos en su discurso inaugural, ya anunciaban a quien estuviera dis-puesto a oír, la impostura absoluta respecto a esa problemática. xiEn cuanto al Derecho a la Consulta y los derechos ambientales en los territorios indígenas, nunca fue im-plementado debidamente, o fueron omitidos y, la exploración y explo-tación ejecutadas represivamente como en la TCO guaraní Takovo Mora. xii El último de esos conflic-tos en desarrollo actualmente es el de la Reserva Nacional de Flora y Fauna de Tariquía. xiiiEl Fondo Indígena del IDH prove-niente de los hidrocarburos -con-quista del Pacto de Unidad intro-ducido en la Ley 3058- operado bajo el tutelaje el Estado Evista, permitió la cooptación directa del movimiento indígena y campesino y dio lugar a un escandaloso proceso de corrupción de las dirigencias del Pacto de Unidad. xiv5. Otro de los hallazgos retó-ricos paradojales del productor de frases altisonantes, fue el de “capita-lismo andino-amazónico” presenta-do como discurso táctico electoral para atraer hacia el “proceso” a las clases medias. Pero no se trataba de un enmascaramiento sino, al contrario, de una enunciación abierta del programa económico del Evismo: colonización cocalera, de-predación amazónica, infraestructura para el sistema mundo de la economía capitalista. Por una parte, se impulsó al movimiento colonizador - cuyo núcleo son los sindicatos productores de coca- que ya había ocupado, en las décadas precedentes, los contrafuertes amazónicos de la cordillera occidental de los Andes y que está en vías de completar su des-pliegue en el TIPNIS para la expansión de cultivos de coca, puesto que las anteriores áreas de cultivo sufren acelerados procesos de degradación de los frágiles suelos tropicales con la consiguiente merma productiva. Su itinerario es el de la roza-quema, defores-tación cuyo despliegue incesante ha sido documentando mediante fotos satelitales que evidencian la grave depredación ambiental. Se puede decir que los colonizadores son producto del fracaso de la Reforma agraria de 1953. Expresan las políticas de soberanía y ocupación internas diseñadas por los gobiernos republicanos an-teriores a la Revolución Nacional del 52 y fuertemente promovi-da por ésta, que proyectaban una economía mercantil campesina orientada al mercado interno – inicialmente basada en la produc-ción de cítricos, frutas tropicales, arroz y actualmente en torno a la coca/cocaína-. De ese modo continúa el mismo imaginario colonial que consideraba a la Amazonia vacía de población y fuente de ex-traordinarias riquezas. El eufemismo gubernativo de la nueva Constitución política del Estado, los denomina ahora como interculturales, creyendo que cambiando el nombre ocultan la cosa: es decir, el hecho profundo de que la Colonialidad es portada ahora por quienes de indígenas tienen sólo por el color de la piel como se exhibió con toda claridad en el caso del TIPNIS, atravesado por la contradicción estratégica profunda entre visiones campesinas de desarrollo mer-cantil versus las visiones indígenas respecto a los derechos de la naturaleza y sus modos de vida no-desarrollista (El Buen vivir, YvyMarei/Tierra sin Mal). xv Temas que en su momento alimentaron el discurso y la imagen externa, ahora ya derrum-bada de Evo Morales. Más aún, el go-bierno ha aprobado recientemente la legalización de semillas transgénicas para aumentar la producción de soya y sorgo destinados a la producción de biocombustibles con impactos devas-tadores para el ecosistema. xviPor otra parte, se ha avivado el proce-so de Integración de Infraestructura regional (IIRSA) /Cosiplan diseñado por el capitalismo neoliberal triunfan-te en la región (1999). El programa del MAS 2010-2015, el Plan de Desa-rrollo Económico y Social en el marco del Desarrollo Integral para Vivir Bien (PDES)2016 -2020 y la Agenda pa-triótica 2025 consolidan la subordi-nación de la economía boliviana a los intereses capitalistas globales del siglo 21 (Brasil, China, India, Corea), expre-sados en megaproyectos extractivos, energéticos, mineros, camineros y extractivos, que propician inevitable-mente, la violación de los Derechos colectivos indígenas, de los derechos de la Madre Tierra y promueven la corrupción generalizada , cuya matriz financiera, ética y operativa está ilus-trada por el Lava Jato continental eje-cutado por las empresas constructo-ras brasileras en todo el continente. Sin embargo, esos planes de Desarro-llo -como argumentan los tenores del gobierno- sigue los lineamientos del régimen económico de la misma nueva y ya maltrecha CPEP ; donde conviven, en régimen de oxímoron generalizado, declaraciones ecologis-tas, reivindicaciones étnicas, derechos humanos de 1ra, 2da, 3ra y 4ya genera-ción, con fantasías autoritarias en ple-no despliegue en la organización del Estado exigidas por el desarrollismo nacional capitalista (aunque se adjetive como sostenible, humano, con equidad, integral o descaradamente “para Vivir Bien”) y el re-pertorio de clichés del antiimperialismo de plazuela. xviiEn la Asamblea Constituyente, por decir lo menos, no se garantizó la efectivización constitucional de las demandas indígenas con-tenidas en el Convenio 169 de la OIT y en la Declaración de NNUU sobre Derechos de los pueblos indígenas (ambas leyes de la República, ahora constitucionalizadas). Esos derechos co-lectivos - entre ellos, la Autonomía Indígena y el Derecho a la Consulta vinculante libre, previa e informada, anterior a cualquier decisión legislativa, administrativa, económica, productiva, de in-fraestructura- fueron considerados reformistas y no refundado-ras y descolonizadoras, de modo que lo “Plurinacional” fue usa-do deliberadamente como ‘significante vacío’ donde cada quien depositaría sus propias ilusiones y que se ha objetivado en muy escasos ítems ministeriales y alguna representación parlamentaria para dirigencia campesina-indígena, sin ninguna incidencia en la toma de decisiones. Hubiera bastado declarar a esos derechos colectivos, de aplicación directa sin requerimiento de leyes y reglamentos especiales cuyo propósito, como sabemos, reside en diferir permanentemente su aplicación. De esos interesados olvidos, tergiversaciones y omisiones se nu-tre la matriz de un nuevo ciclo de conflictos –minoritarios pero elocuentes – en torno a los impactos sobre los derechos colecti-vos y ambientales del modelo económico capitalista extractivista que sustenta el modelo político rentista autoritario, ejecutado a través de políticas sociales clientelares -con obvios éxitos electo-rales para la reproducción del poder- , pero con mortales ame-nazas a las esperanzas contenidas en el “proceso de cambio” . El aumento de los precios de los commodities –petrolero-gas, mine-rales, soya- determinado por la demanda de la economía china, ha permitido potenciar los planes redistributivos orientados al con-sumo, diseñados -no olvidemos- por el Banco Mundial en la década del consenso de Washington, en el su-puesto de que ya no sería posible la creación de empleo digno en el mar-co de los estándares internacionales de la OIT. Esas políticas redistributi-vas ya fueron iniciadas en Bolivia en el periodo neoliberal (Bonosol- Bo-livida, llamado hoy Renta Dignidad y han sido prolongadas y complemen-tadas por los bonos Juana Azurduy (salud materno-infantil), Juancito Pin-to (bono escolar).6. La coca y la acumulación ori-ginaria. La hoja sagrada, expresión consagrada por la lucha de Evo Mo-rales y sus cocaleros en los 90’s, si bien significa la resistencia al Impe-rialismo norteamericano, oculta el hecho fundamental de su rol en la génesis del dispositivo colonial/capi-talista. ¿Será ocioso recordar que la expan-sión colonial del cultivo de hoja de coca en los yungas paceños respon-de a las necesidades de la minería de la plata en Potosí? ¿No es acaso par-te de esa famosa “historia de sangre y lodo de la acumulación originaria del capitalismo”? ¿No es acaso uno de los negocios más renta-bles y sangrientos del actual capitalismo global? La hoja de coca tiene en sí misma, anverso y reverso, dos caras. Alivio y sustituto del alimento para permitir la sobreexplotación minera colonial, republicana, nacionalista y neoliberal. La coca es también genera-dora de un movimiento social muy fuerte cuyo horizonte social es, de nuevo, otra modalidad de acumulación, consumo y subjeti-vidad capitalistas. La victimización y el color de piel de estos nue-vos sujetos sociales ocultó su proyecto y perspectiva. De modo que las víctimas los 90’s han devenido ahora los verdugos de los indígenas. La hoja de coca, desacralizada, arrancada al contexto de su uso ritual, es pues, desde 500 años, genésica de capitalismo. Por esta razón fundamental es inapropiado hablar de coca tradi-cional versus coca excedentaria. El interés de los cocaleros por las tierras del TIPNIS se acrecentó por las promesas electorales de Evo Morales a sus bases. De ahí provienen tanto la amenaza al conjunto de las TCO’s de la Amazonia boliviana como la resistencia expresada en las Mar-chas indígenas. Ya a fines del 2009, el anuncio gubernamental de la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, provocó la invasión de colonos en los espacios comunales Yura-carés, dando lugar a choques con resultado de varios heridos y un colono muerto por una flecha. La producción de coca del Chapare - controlada por las seis fe-deraciones de campesinos productores de coca y cuyo presiden-te vitalicio es Evo Morales- está dirigida, como lo admite el mis-mo gobierno, en un 90% al sistema productivo de la cocaína. La región yungueña del norte paceño, al contrario, provee la mayor parte de la hoja de coca destinada al acullico, al consumo tra-dicional. Sin embargo, la nueva ley de hoja de coca , al privilegiar a los primeros sobre los segundos ha desencadenado conflictos agudos entre el gobierno y los cocaleros de los yungas. xviii7. Neoliberales con máscara indígenaBolivia, a pesar de las banderas de transparencia que ondearon en el ciclo rebelde del 2000 al 2005, (Guerra del Agua, Guerra del Gas) no ha podido dotarse de políticas públicas de acceso a la in-formación y rendición de cuentas que exigen actores diferentes: funcionarios estatales por un lado y sociedad civil, por el otro. La deliberada confusión del “gobierno de los movimientos sociales” xixha supuesto la instrumentalización partidaria de la lucha contra la corrupción neoliberal del periodo anterior y la permisividad, cuando no el diseño deliberado de la opacidad, el secretismo y la complicidad con la clientela política del MAS. La disponibilidad extraordinaria de ingresos de divisas han dado lugar a una secuela de hechos de corrupción: desde el asalto y homicidio de un contratista corrupto de YPFB en 2009, pasando por los proyectos de represas de la cuenca amazónica, las inversio-nes onerosas que no tienen retorno como la planta de urea, las miles de canchitas de futbol y tinglados, las obras de infraestructura contratadas con empresas chinas construcción del ferrocarril Montero-Bulo Bulo, o el Fondo indígena para señalar algu-nos casos. xxEsto no se ha hecho sin recurrir al endeudamiento externo “Entre 2007 y 2017, la deuda externa subió en 327% en términos nominales. 9.428 millones de dólares, esto representa el 25% del Producto Interno Bruto. La deuda interna con el sector priva-do (por ejemplo, AFP) era de 4.474 millones de dólares hasta fin de 2017, eso es el 12% del PIB. xxiLa deuda de las empresas estatales con el BCB también está en torno de 4.708 mi-llones de dólares, es decir un poco más del 12,4% del PIB”. En los 11 años de gobierno del presidente Evo Morales, una década de bonanza eco-nómica, el desempleo se redujo del 8% al 4,5%; sin embargo, el empleo informal se disparó a más del 70% junto con la precariedad e inestabi-lidad del trabajoEs en este contexto de sospecha de corrupción generalizada que el MAS,acentuado por el caso CAMCE-Zapata, apabullante ganador de las elecciones del 2014 con 61,36 %, se lanza a proponer un Referén-dum para cambiar el artículo de la CPEP referido a la duración del mandato y recibe su primera gran derrota electoral el 21 Febre-ro 2016, a manos de una mayoría de votantes urbanos, jóvenes y adultos, pese a la constatada endeblez de los partidos opositores con representación parlamentaria (El No obtenía el 51,3% frente al 48,7% que lograba el Sí). Las movilizaciones ciudadanas desde el 2017, en defensa del voto soberano y contra las maniobras del gobierno para desconocerlo, han polarizado al país, de modo que se ha abierto la posibilidad de que el Evismo sea derrotado en las urnas en las elecciones de octubre 2019. Comicios teñidos de innumerables irregularidades que van desde el desconocimiento de la voluntad popular a la abierta manipulación del padrón de votantes y del Tribunal Supremo electoral.Ahora bien, la oposición actual suscitada por el referéndum del 21 F, comparte el mismo paradigma desarrollista extractivista y solamente apunta contra el autoritarismo creciente y la independencia formal de los poderes del estado, requeridas para luchar contra la corrup-ción. Tareas necesarias, sin duda, pero están muy lejos de articular la visión de la resistencia indígena a los megaproyectos, al despojo y al avasallamiento de sus derechos constitucionales. No se prevé que la oposición pueda ni desee promover un modelo económico alterna-tivo al del actual gobierno, que ya ha extenuado la retórica de sumar adjetivos al “desarrollo”. El Evismo representa la continuidad estructural del modelo econó-mico de la globalización neoliberal con máscara indígena y creciente inversión china, y, lo más grave es que ha moldeado con mucha fuerza la subjetividad popular urbana y rural, adecuándola a la mercantili-zación de la vida, expresada, por si fuera poco, en la reducción de la soberanía alimentaria. Esta Bolivia con gobierno dizque campesino importa alimentos básicos.” Entre 2006 y 2018, las importaciones de alimentos y bebidas crecieron en 172%, registrando un valor acumu-lado de casi 7.000 millones de dólares que le cuesta al Estado garan-tizar la seguridad alimentaria a través del ingreso de productos”. xxiiA todo esto, qué lejos, y diluido está el horizonte civilizatorio del Vivir Bien. El empobrecimiento radical del magnífico complejo con-ceptual de la Colonialidad del Poder/Saber, acuñado por el maestro Aníbal Quijano, a una mera dimensión fenomenal pigmentaria e indu-mentaria, una suerte de racialización capitalista invertida, ha sido el dispositivo discursivo mayor de este proceso: banderas ajedrezadas, ponchos, tambores, diversidad de instrumentos de viento, chama-rras sindicalistas, cascos mineros, automóviles truchos. La puesta en escena del simulacro de cambio y la propaganda que ha dilapidado cifras desproporcionadas e inéditas en la historia del país , xxiii han rubricado el fallido y agotado proceso del Evismo cuyo epílogo esperamos - “con el pesimismo de la inteligencia y el optimismo de la voluntad”- sea diferente al venezolano o nicaragüense.
Notas:
1). http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/osal/20110327050516/3linera.pdf.ii). http://eju.tv/2010/07/ex-amauta-de-evo-cae-con-240-kilos-de-droga-lquida/ http://www.soldepando.com/satinadores/.ii). https://www.youtube.com/watch?re-load=9&v=QDbUh6hNYU8 Cesar Brie, Tahuamanu: Morir en Pando. 2010.iv). http://correodelsur.com/politi-ca/20180404_cidh-admite-denuncia-a-evo-por-caso-hotel-las-americas.htmlv). http://www.radiopio12.com.bo/index.php/en-la-mira/1778-6-de-octubre-hace-10-a%-C3%B1os-atr%C3%A1s-13-muertos-en-en-frentamientosvii).http://comibol.gob.bo/index.php/24-noti-cias-inicio/899-piment http://www.cedla.org/sites/default/files/cdc_23_refundacion_de_la_comi-bol_apertura_capital_extranjero_cambio_regi-men_laboral.pdfvii).https://www.eldeber.com.bo/economia/Gobierno-descarta-la-nacionalizacion-de-la-mi-na-San-Cristobal-20150727-44944.htmlwwwww.cedla.org/old/ieye/hiloitem/1770Siete firmas especializadas en auditorías petrole-ras evaluaron la labor de nueve transnacionales. La información que empezaron a recibir Escobar, Mariaca y Soliz revelaba graves delitos cometi-dos por las petroleras que operaron en el país. Según denunció Soliz, en un artículo del 3 mayo de 2008, “las auditorias detectaron beneficios ilegales de las empresas por 1.740 millones de dólares”. ¿Por qué el Gobierno temía a Mariaca? viii).Las seis verdades de la nacionalización del gas, Diego Ayo, Fundación Pasos Kanki, La Paz, 2017 http://www.cedla.org/sites/default/files/cdc_22_la_frustrada_nacionalizacion_hidrocarburos.pdfix).https://www.diakonia.se/globalassets/docu-ments/diakonia/where-we-work/latinamerica/bolivia—estudio—estado-de-la-gestion-socio-am-biental-del-sector-hirdocarburos-chaco-y-norte-de-la-paz-2013.pdf Informe DESC en Tierras Bajas de Bolivia,Gustavo Soto S. CDES- Ecuador, 2007x).https://www.un.org/ga/64/generaldebate/pdf/BO_es.pdfxi).https://pensarcontemporaneo.files.wordpress.com/2010/04/conclusiones-conferenica-mun-dial-de-los-pueblos-sobre-cambio-climatico-cocha-bamba-19-22-de-abril-2010.pdfxii).https://www.bbc.com/mundo/america_lati-na/2010/04/100420_0153_evo_morales_po-llos_transgenicos_gzxiii). https://cedib.org/post_type_documentos/informe-defensoria-del-pueblo-bolivia-sobre-la-vio-lacion-de-derechos-humanos-de-la-capitania-tako-vo-mora/https://www.somossur.net/index.php/socio-cultural/los-movimientos-sociales-en-tiem-pos-de-evo/1848-a-un-ano-de-la-brutal-represion-a-la-nacion-guarani-de-takovo-mora xiv).https://es.mongabay.com/2017/07/cinco-pa-sos-proyecto-reserva-tariquia-bolivia/“Ahora bien, la oposición actual suscitada por el referéndum del 21F, comparte el mismo para-digma desarrollista extractivista y solamente apunta contra el autoritarismo creciente y la inde-pendencia formal de los poderes del estado, requeridas para luchar contra la corrupción”Fuente: Movimiento Regional por la Tierraxv). http://cd1.eju.tv/wp-content/uploads/2016/01/La-verdad-sobre-el-Fondo-Indi%CC%81gena.pdfhttps://www.eldia.com.bo/index.php?cat=150&pla=3&id_articulo=236702 Ver entre otros, Gusta-vo Soto Santiesteban, “La Métaphore du TIPNIS” en Les Droits Indigenes en Amérique Latine, 2015 L`Harmattan, France.http://www.laprensa.com.bo/diario/actualidad/bolivia/20110906/roberto-coraite-de-la-csutcb-afir-mo-que-desea-que-la-carretera-evite-que_5690_9859.htmlhttp://cejis.org/wp-content/uploads/2019/01/informe-tribunal-final-jan-7th-2019-word.pdfxvi). http://hora25.info/node/2049xvii).Nueva Crónica 56 – 57, “Dilemas de la nueva época”, Gustavo Soto S. debate con Javier Medina, La Paz, Enero–Febrero, 2010.xviii). https://lostiemposdigital.atavist.com/ley-coca-boliviaxiv).https://vicepresidencia.gob.bo/Vicepresidente-El-MAS-es-un-gobierno-de-movimientos-socia-les-y-muestra-suxx). http://cd1.eju.tv/wp-content/uploads/2016/01/La-verdad-sobre-el-Fondo-Indi%CC%81gena.pdfhttps://www.eldia.com.bo/index.php?cat=150&pla=3&id_articulo=236702xxi).https://www.paginasiete.bo/opinion/gonzalo-chavez/2018/5/27/radiografia-de-la-deuda-exter-na-181301.htmlhttps://www.paginasiete.bo/opinion/gonzalo-chavez/2018/12/9/evoeconomics-milagro-frau-de-202541.html https://www.noticiasfides.com/nacional/politica/en-11-anos-de-bonanza-economi-ca-de-la-era-de-evo-la-informalidad-se-dispara-al-70–380541http://chavezbol.blogspot.com/search?q=empleo “Para realizar la encuesta de empleo, se considera que la población en edad de trabajar son las per-sonas mayores de 10 años; esto es un reconocimiento de la barbarie que implica el trabajo infantil, especialmente en los países en vías de desarrollo. Además, la encuesta de empleo pregunta a las personas si han trabajado por lo menos cuatro horas en la última semana, de esta manera hasta las guagüitas de pecho podrían responder que sí. En economías pobres como la boliviana, donde existe un sector informal gigantesco, más del 70% de la población sobrevive haciendo algo (especialmente en el comercio y servicios). En realidad, la encuesta insiste llamar empleo a estas estrategias de sobrevivencia. Lo que capta esta metodología es enrealidad el subempleo. Según el CEDLA, el subempleo en el país estaría en el orden del 52 por ciento de la población económicamente activa”. http://chavezbol.blogspot.com/xxii).http://www.lostiempos.com/especial-multimedia/20190318/soberania-alimentaria-defi-cit-que-muestran-cifras-boliviaxxiii) https://erbol.com.bo/noticia/politica/24082017/oposicion_gobierno_gasto_bs_5000_mm_solo_en_publicidad