Señoras y señores, Relatoras y relatores de la Comisión, Buenos días¡
Mi nombre es Belén Curamil, hija del Logko o autoridad tradicional del pueblo mapuche Alberto Curamil Millanao, uno de los fundadores de la Alianza Territorial Mapuche – ATM, que lleva más de un año preso en una cárcel chilena sin juicio condenatorio. Una larga prisión preventiva que en los últimos años se ha hecho común contra luchadores mapuche, sólo por enfrentar al poder para defender nuestra tierra y nuestras aguas del saqueo que se viene cometiendo allá en el sur de este continente.
Alianza Territorial Mapuche
PRESENTACIÓN DE LA JÓVEN VOCERA MAPUCHE, BELEN CURAMIL ANTE LA CIDH
27 DE SEPTIEMBRE DE 2019
“Marymary kom pu lamgen, marymary kompu weny
Señoras y señores, Relatoras y relatores de la Comisión, Buenos días¡
Mi nombre es Belén Curamil, hija del Logko o autoridad tradicional del pueblo mapuche Alberto Curamil Millanao, uno de los fundadores de la Alianza Territorial Mapuche – ATM, que lleva más de un año preso en una cárcel chilena sin juicio condenatorio. Una larga prisión preventiva que en los últimos años se ha hecho común contra luchadores mapuche, sólo por enfrentar al poder para defender nuestra tierra y nuestras aguas del saqueo que se viene cometiendo allá en el sur de este continente.
Vengo a exponer ante ustedes su caso, en un contexto de total desprotección e injusticia frente a un evidente montaje y persecución política-judicial de la cual es víctima mi padre. A quien, hace más de un año, la policía militarizada lo detiene en la ciudad de Curacautin, lo maltrata y lo meten a la prisión acusándolo de un delito común ocurrido 6 meses antes producto de una denuncia anónima al Ministerio del Interior chileno. Hoy, sólo queremos un juicio justo e imparcial para demostrar la inocencia de Alberto Curamil.
Los mapuche, somos un pueblo originario de la tierra o la MAPU en la que vivimos, y nuestra gente, al igual que mi padre, se ha abocado a defenderla a lo largo de los últimos cinco siglos, siendo recién despojado del 95% de ella hace unos 130 años por parte del Estado de Chile. Ese es un hecho indesmentible en la historia. Allí, en nuestro territorio histórico, bajo leyes heredadas de una cruel dictadura militar, hoy las aguas se transan en el mercado, donde nuestros ríos sagrados son usados para proyectos de extracción energética y, en nuestro suelo se expande el monocultivo forestal de pino y eucaliptus que nos tiene sin agua en las comunidades.
Contra esa expansión, contra ese modelo extractivo, contra ese sistema de opresión que nos tiene en la pobreza, contra esos poderes ha venido luchando mi padre. Es decir, en favor de la vida, de una existencia digna, tanto de las personas como de todos los otros componentes de la naturaleza, de aquello que los mapuche denominamos IXIFILLMOGEN o biodiversidad. Es por eso que intentan acallarlo, sacarlo de circulación como ellos dicen. Y lo hacen, porque en Chile se hace uso y abuso del sistema de justicia} ppppenal para encarcelar a luchadores y luchadoras que defendemos nuestros espacios vitales, nuestros espacios sagrados, aquellos espacios donde florece la vida y la belleza que brota de la madre tierra, como son los ríos, las montañas y todo el entorno.
Sin embargo, aquel clima persecutorio no se detiene con el líder encarcelado, sino que se extiende a toda su familia y comunidad. En nuestro caso, junto a mi madre y mis dos hermanos menores sufrimos hostigamientos, registro y destrucción de nuestra morada, sobrevuelo de drones, seguimiento por parte de sujetos no identificados, llamadas anónimas a nuestros cercanos con insultos y calumnias y otras complicaciones; tal como se detalla en el amparo no acogido por la justicia chilena y que dejaré a ustedes aquí, en carpeta
Concluyo estas palabras, enfatizando, por parte de mis antepasados y las generaciones jóvenes que somos el futuro: quepp la lucha del pueblo mapuche es una lucha por la vida, por el equilibrio de los ecosistemas, por ser más y mejores personas que convivan con la tierra. Pero en Chile, eso no se reconoce ni se entiende, y como no se entiende ni se reconoce nuestro aporte al cuidado de la tierra, la respuesta es siempre la misma: la represión, la cárcel, la criminalización, el hostigamiento y la ausencia de justicia para nuestro pueblo y luchadores socioambientales.
Hoy mi padre sufre la prisión política en Chile, mientras en el exterior es reconocido con el prestigioso premio Ambiental Goldman 2019.
Sufre la prisión política un galardonado defensor ambiental y autoridad tradicional de un pueblo originario en el país anfitrión de la COP25, un gran contrasentido para una humanidad que vive la catástrofe ambiental más grande de su historia.
Muchas gracias¡¡¡ ChaltumaY”