El quinto aniversario de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa estuvo marcada por la movilización de miles de personas en la Ciudad de México y en muchas ciudades del mundo exigiendo la presentación de los estudiantes, justicia y castigo a todos los implicados.
Los de abajo
“Hasta no ver”, demanda incesante por los 43
Gloria Muñoz Ramírez
La Jornada
El quinto aniversario de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa estuvo marcada por la movilización de miles de personas en la Ciudad de México y en muchas ciudades del mundo exigiendo la presentación de los estudiantes, justicia y castigo a todos los implicados.
Entre el beneficio de la duda, la esperanza y el “hasta no ver” se mueven las demandas de las 43 familias que no han parado de buscarlos un sólo minuto de los mil 825 días transcurridos desde la trágica noche de Iguala, en la que el crimen organizado en complicidad con diferentes cuerpos de seguridad y de las fuerzas armadas se los llevaron.
“El gobierno anterior no quiso llegar a la verdad, se le hizo fácil decirnos mentiras y construir su versión oficial, pero para nosotros nunca existió, no la aceptamos”, asegura Cristina Bautista, madre de Benjamín Ascencio Bautista.
Los 43 padres y madres dejaron comunidades, trabajos, cultivos y al resto de su familia durante estos cinco años. La fatiga y el dolor son inocultables pues el proceso ha estado plagado de irregularidades, mentiras y ocultamientos. En el actual gobierno, dice Cristina, “no todas las instituciones jalan parejo, empezando por el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero”, para investigar el caso con diligencia.
Hoy, dice don Emiliano Navarrete, “esperemos que las cosas avancen de otra manera. Se trata de encontrar a nuestros muchachos y de que los responsables sean castigados para que esto nunca más se repita, pues no se le desea a nadie”.
Por lo pronto la exigencia no cesa ni en México ni en muchas partes del mundo donde se realizaron concentraciones de solidaridad con las familias y compañeros de los normalistas desaparecidos en Iguala. En Argentina, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y España, entre muchos otros países, volvieron a las calles los 43 pupitres vacíos, símbolo de la desaparición de los jóvenes.
En México, además, se rindió homenaje al pintor recién fallecido Francisco Toledo, entregando a los padres 43 réplicas de los papalotes creados por el artista comprometido con las mejo-res causas.