En 112 000 kilómetros cuadrados que abarcan una parte de la región norte del Estado de Bolívar y de Amazonas, al sur del río Orinoco, el gobierno venezolano le abrió las puertas al ¨desarrollo¨ de la minería.
En medio de una extensa crisis económica que atraviesa el país, donde su principal fuente económica como lo es el petróleo la cual se encuentra en una voraz caída, surge la explotación del Arco Minero del Orinoco, donde se pretende que empresas nacionales y extranjeras puedan hoy explotar legalmente coltán, oro y diamante.
Con esta decisión, el gobierno venezolano le abrió las puertas al desarrollo de la minería en un 12 % del territorio nacional, con la esperanza de que esta actividad sustituya al petróleo y se convierta en una nueva fuente de ingresos para el Estado.
Arco Minero de Venezuela: Destrucción y muerte del ecosistema
José Figueras
Aporrea
Miércoles, 16/10/2019 04:36 PM
En 112 000 kilómetros cuadrados que abarcan una parte de la región norte del Estado de Bolívar y de Amazonas, al sur del río Orinoco, el gobierno venezolano le abrió las puertas al ¨desarrollo¨ de la minería.
Venezuela está dotada de un gran potencial de recursos minerales, en los que se encuentran los que contienen metales, estos elementos son valorados por su dureza y moldeabilidad y porque transmiten el calor y la electricidad con mucha facilidad.
Poseen alto valor económico dado su extensa utilización en el sector de la construcción, industria metalmecánica y la orfebrería. De allí que tanto el sector privado como el público hayan hecho importantes inversiones dirigidas a la exploración y explotación de este tipo de minerales.
También Venezuela cuenta con minerales no metálicos los cuales son los que contienen elementos que, si bien no poseen las características de los metales, son sumamente útiles para la sociedad. Entre ellos hay arcillas, yeso y la sal común.
Entre los minerales metálicos que se encuentran en el país, esta el hierro, el níquel, el aluminio, el manganesio, el zinc, el plomo y el cobre.
En el mes de abril de 1964 es cuando se registra como empresa estatal la Corporación Venezolana de Guayana Siderúrgica del Orinoco C.A. (SIDOR), con el propósito de explotar y procesar el mineral del hierro.
Pero todo esto cambia cuando un abril de 2008 se declara finalmente la nacionalización de Sidor. La Siderúrgica del Orinoco «Alfredo Maneiro» -Sidor-, Empresa que una vez nacionalizada se encuentra en las “ruinas”. En lo que va del año 2019, todas las áreas de situación operativas están paralizadas, menos la de la Planta de Pellas, ubicada en Ciudad Guayana, que cuenta con una escasa producción de apenas 0,06% de capacidad. Según la cuenta Twitter @Watcher_Ven, dedicada a brindar información en relación a la materia.
En la crisis salarial que viven la mayoría de los trabajadores venezolanos, también se le suma a la lista los empleados de Sidor, quienes aseguran tener “salarios de hambre, sin transporte, sin comedor, sin seguro HCM”, entre otras cosas.
«Con la caída de la producción, el estado financiero de la siderúrgica se fue a pique. De generar 48 mil millones de bolívares en 1996, los pasivos de la empresa estatal en 2014 totalizaron más del doble del valor de los activos, lo cual colocó a la acería en condición de liquidación de acuerdo con el Código de Comercio y las leyes venezolanas. Las pérdidas del ejercicio 2014 cerraron en Bs. 7.638 millones, 43% por encima de la pérdida de 2013», así lo precisa el reporte de Transparencia Venezuela.
Pero recordando lo que dijera el fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, cuando decretó la nacionalización de la empresa siderúrgica ítalo argentina Sidor. Quien afirmó “Ahora recuperada por el Gobierno revolucionario, yo estoy seguro que los trabajadores de Sidor (Siderúrgica del Orinoco) se unirán con nosotros y con el pueblo para que Sidor ahora se ponga al frente, como un gran motor, para construir el socialismo”.
Afirmación que en la actualidad es todo lo contrario.
En medio de una extensa crisis económica que atraviesa el país, donde su principal fuente económica como lo es el petróleo la cual se encuentra en una voraz caída, surge la explotación del Arco Minero del Orinoco, donde se pretende que empresas nacionales y extranjeras puedan hoy explotar legalmente coltán, oro y diamante.
Con esta decisión, el gobierno venezolano le abrió las puertas al desarrollo de la minería en un 12 % del territorio nacional, con la esperanza de que esta actividad sustituya al petróleo y se convierta en una nueva fuente de ingresos para el Estado.
Sin tomar en cuenta, que en este territorio que se superpone a cinco parques nacionales conviven mafias, mineros ilegales, traficantes de drogas junto con indígenas que se han sumado a las labores mineras, así como militares y ex integrantes de las FARC.
La explotación comercial del oro en Venezuela se remonta al año 1824. El callao se ha mantenido tradicionalmente como el más importante centro de actividad aurífera del país.
Pero no solo no se han tomado en cuenta, las mafias de mineros, los traficantes de droga y los ex integrantes de la FARC, si no que existe un elemento de suma importancia para la preservación del ecosistema de la región, como el uso sin el estricto control que se debe tener con uno de los principales elementos de contaminación generada por la industria minera y es la ocasionada por los relaves, que se clasifican como residuos estériles o mineralizados, con altos niveles de ácidos y químicos, y cuyo almacenamiento es parte importante del proceso de planificación de la mina. En términos simples, un relave es la ganga o material no viable económicamente del proceso extractivo de la operación minera, cuyas cantidades varían según el metal que se quiera extraer. Por ejemplo, un mineral que contiene 20% de metal producirá cerca de 4 toneladas de relave, mientras que si posee solo 1% de metal, su extracción podría generar hasta 99 toneladas de relave. En el caso de la minería del oro, considerado como uno de los productores de ganga más altos de la industria, solo se obtienen 5,3 gramos de oro por cada tonelada, es decir, para lograr una tonelada de Au se producirá cerca de 200 000 toneladas de relave.
Para almacenar los relaves se construyen tranques, que son obras de ingeniería conformadas por un muro de contención y una cubeta, y que cumple la misma finalidad que las represas.
La mala planificación y construcción de los mismos pueden derivar en severos riesgos para su entorno, debido a la falla del muro de contención producido por la presión del relave, el arrastre de los residuos por efecto de extensas lluvias, filtración de sus aguas hacia los alrededores e infiltración bajo el tranque, levantamiento y arrastre de material fino por causa del viento, entre otros. El colapso de un tranque ocasionaría una crítica contaminación en las aguas superficiales y subterráneas, biodiversidad, suelo y poblaciones aledañas debido a las altas concentraciones de ácido, mercurio, hierro, arsénico y plomo, entre otros químicos propios del procesamiento de minerales.
Venezuela puede ser una potencia además de petrolífera también en la industria de la minería, pero con criterios consensuados con los involucrados y con el objetivo de generar verdaderas ganancias para nuestro país y no para particulares, dejar de tomar decisiones políticas que solo benefician a un grupo para tomar acciones que vayan en beneficio de todos los venezolanos.
Solo de esta manera el país podrá resurgir del profundo hoyo en el que lamentablemente lo han arrojado tomando decisiones erradas que solo tienen como finalidad consolidar un sistema de gobierno autoritario y antidemocrático.
figueras282@yahoo.com