Con indignación hemos leído su “análisis” de los sucesos dados en nuestro país, a propósito del levantamiento indígena y popular. Si, con indignación porque en tan corto artículo ensaya una serie de mentiras, conjeturas pueriles, premisas absurdas, que seguramente parten de su desconocimiento (por decirlo menos) de la realidad ecuatoriana y sus actores sociales y políticos. O que, conociéndolos pervierte conscientemente los acontecimientos para coincidir con las visones y propósitos del correismo.
Con la mirada de uno de los miles de combatientes, que participamos las jornadas de octubre, en las calles del Ecuador en el levantamiento indígena y popular, me permito hacer algunas puntualizaciones necesarias para escribir la historia con rigurosidad y no bajo la lupa de sus intenciones.
Para empezar, en una de sus aseveraciones, – coincidente con algunas de las voces de correismo y de la derecha – usted pretende minimizar las razones, los objetivos y la importante victoria alcanzada por el Levantamiento Indígena y Popular. La lucha convocada y desarrollada entre el 1 y 13 de octubre, cumplió con el objetivo de principal: la derogatoria del decreto 883, que elevaba el precio de los combustibles, este no es un hecho menor, ya que detuvo lo que para el FMI, las cámaras empresariales y el gobierno, constituía un hecho histórico de trascendencia, en el cual no habría marcha atrás.
Pero además, el gobierno de Lenin Moreno dada la fuerza del movimiento tuvo que dejar de lado las propuestas de reforma laboral – otro componente del paquetazo echado abajo por levantamiento – que se proponían restarle días de vacaciones a los trabajadores del sector público, confiscar un día de su salario, o recortar el 20% del salario a los nuevos contratos. Pero además es un movimiento en el que participaron la gran mayoría del pueblo, unifico a distintos sectores, se extendió a todo el país, se promovieron nuevos liderazgos en el campo popular, pone a la lucha como camino de victorias. Contrario a sus deseos, el alzamiento popular afirmo la conciencia de los pueblos de Ecuador, de avanzar hacia nuevos derroteros.
Solo una mirada corta y malintencionada puede calificar esto como una derrota del alzamiento popular, por desgracia para usted, está coincidiendo con los neoliberales más contumaces del Ecuador, que dicen, “nadie ha ganado, todos hemos perdido”
Por supuesto que el movimiento social y popular, su dirigencia, tienen claro el panorama, de que el FMI y el gobierno servil de Lenin Moreno, volverán a arremeter con su política antipopular e intentarán reafirmar el camino de la dependencia y renegociar -como sucede en Argentina- la carta de intención; sin embargo, los trabajadores y pueblos del Ecuador ratificaron en estas batallas, que somos un pueblo guerrero, que la lucha organizada es camino de victorias, y sabremos responder a los nuevos embates del FMI y sus lacayos, eso seguro.
Nosotros no hemos creído en Moreno, ni le creemos ahora, como usted ingenuamente si lo hizo en las elecciones presidenciales.
Las demandas de la CONAIE, FUT, y el Frente Popular, al contrario de lo que usted relata, son la ruptura con el actual régimen económico y social, que ha significado históricamente la postergación de los pueblos indígenas y de los trabajadores. Hemos levantado la defensa de las áreas económicas estratégicas del país; las banderas en defensa del agua frente a la minería transnacional; otras reivindicaciones como del derecho al aborto y la capacidad de decisión de las mujeres sobre sus cuerpos; por la democracia y la vida, por un Ecuador soberano e independiente; en resumen, somos de esas izquierdas que en las calles damos cara al futuro, que tenemos las propuestas y capacidades junto con los pueblos para plantear las alternativas para un Ecuador nuevo, soberano y justo.
En segundo lugar, es un hecho que Lenin Moreno sucedió a su co-ideario Rafael Correa, con el propósito de darle continuidad a un proyecto político, económico e institucional que benefició que benefició siempre a los de arriba. No se olvide que su defendido, Rafael Correa dijo: “Básicamente estamos haciendo mejor las cosas con el mismo modelo de acumulación, antes que cambiarlo, porque no es nuestro deseo perjudicar a los ricos…”Ojala no haya olvidado que en el gobierno de Rafael Correa, se privatizaron los puertos más importantes del país, se proyectó hacer los mismo con las hidroeléctricas y las empresas más rentables del país. (Ahí si, dejo la mesa servida para que Moreno termine de vender el país al peso). En ese mismo gobierno, el Ecuador pasó de tener una deuda de 10 mil millones de dólares en 2006, a 70 mil millones de dólares 2017, en condiciones siempre de oprobio y sometimiento. De hecho fue Rafael Correa, es quien en 2015 regresó al FMI, por si usted, señor Boron, desconocía este “pequeño detalle”. Le dejo un extracto de lo que opinaba la Junta Ejecutiva del FMI, luego de la reunión sostenida con las autoridades ecuatorianas.
“Los directores elogiaron a las autoridades por sus importantes esfuerzos de ajuste para contener el déficit fiscal, y los alentaron a desarrollar un plan de contingencia que garantice que cualquier déficit en el financiamiento se aborde a través de nuevos recortes en los gastos no prioritarios.”
Una típica redacción del FMI, con un gobierno, típicamente entregado.
Los banqueros y grandes empresarios ganaron como nunca en el régimen anterior y lo siguen haciendo en el actual gobierno, de eso tiene nuestros pueblos cada vez más claridad, y este levantamiento, fue también sin duda contra la desigualdad, la pobreza, la crisis generada por Correa y por Moreno, fue un levantamiento contra los grupos económicos que querían que el pueblo pague sus facturas de corrupción, exención y evasión de impuestos, con 300 mil nuevos pobres. ¿Le parece increíble que la gente tenga ese nivel de conciencia, señor Boron? Pues ojala no diga que el pueblo chileno también ha fracasado.
En tercer lugar, la dirección del levantamiento indígena popular, ejercida por la CONAIE, el FUT, el Frente Popular, convocaron, unificaron y condujeron al movimiento indígena, a los trabajadores, a las mujeres, las barriadas populares, a la juventud, en un levantamiento que claramente tenía objetivos concretos: echar abajo el decreto 883. Usted, es sus delirios voluntaristas prefigura otros objetivos a alcanzar, son delirios y miopía política.
Hay que señalar que existe un movimiento popular, que tiene acumulado, experiencia en el combate a gobiernos corruptos y antipopulares, a varios de ellos los echó del poder desde las calles, ese movimiento enfrentó durante 10 años la feroz ofensiva del gobierno de Rafael Correa, luchando, movilizándose, ese movimiento y su dirección, renovado de energías vuelve a derrotar el paquetazo.
La consigna NI MORENO, NI CORREA, SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO, desarmó cualquier intento de aprovecharse de la movilización popular, por parte de quienes durante una década persiguieron y encarcelaron a dirigentes del movimiento social y popular. Sepa usted y sus lectores que en Ecuador se cuentan más de 800 perseguidos políticos en el régimen de Rafael Correa, la mayoría de ellos, de las organizaciones que hoy dirigieron el levantamiento. Sepa usted que, en la década correísta hubieron muertes en las movilizaciones que paradójicamente fueron negadas y ocultadas tal cual lo hace el gobierno de Moreno. Sepa usted señor Borón que Correa ilegalizó organizaciones sociales importantes en la historia del país como la Unión Nacional de Educadores UNE, y que pretendieron arrebatar la casa de la CONAIE en una decisión espuria, bajo todo punto de vista. Entonces, de que lado de la historia estamos los pueblos, las organizaciones sociales y de izquierda en el Ecuador, está bien claro; nuestra duda, es de qué lado de la historia está usted.
Suelto de huesos decide juzgar al movimiento social ecuatoriano, a los partidos de izquierda, calificándonos de débiles ideológicamente, y llega a la conclusión de que somos parte del gobierno burgués y pro imperialista de Lenin Moreno. Tamaña mentira, a menos que usted considere a Alianza País o RC como partidos de izquierda.
Este levantamiento dejo maltrechas a las derechas tradicionales que defendieron el paquetazo, y las decisiones de Moreno. Derrotó a las cámaras que al unísono entonaban la tablatura de guerra para sofocar la rebelión de las masas. Derrotó al correísmo, pues quedó aislado del movimiento social. Correa va pasando a la historia como otro más de los caudillos de una parte de la oligarquía ecuatoriana.
Por supuesto que tenemos mucho que construir, aprender y desarrollar, y esas son precisamente las lecciones de este levantamiento social, más lo haremos al calor de las luchas que se vendrán contra el neoliberalismo, y los pseudo-izquierdistas. Hoy por hoy el polo popular, sus organizaciones están resplandecientes, florecen en la movilización, por eso somos hostiles al poder, a Moreno y a Correa, a la burguesía y a los imperialismos.
Nuestro proyecto histórico, supone avanzar en la acumulación de fuerzas para transformar la estructura capitalista del Ecuador, y el levantamiento abonó en ese objetivo, por que afirmó quiénes somos aliados estratégicos y quiénes nuestros enemigos históricos.
“La historia se repite, una vez como tragedia, y la otra como comedia” dijo Carlos Marx. Pero en realidad la historia nunca se repite. Usted se ha dado en hacer comparaciones que de por si son odiosas y poco válidas para analizar los fenómenos que hoy vivimos. Concluyo diciéndole que el movimiento social y popular ha escrito una página más de su rica historia, es una clarinada de lucha entre los varios levantamientos que vive hoy en América Latina, y esta dispuesto a vencer.
Desde la calle Larga / Cuenca/Ecuador
Atentamente:
Sebastián Cevallos Vivar.
Sub Director Nacional de Unidad Popular
En honor a los y las muertes, a los y las detenidos, a los y las heridas en la gesta de los pueblos del Ecuador.
Miércoles 23 de Octubre de 2019.