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No es Camacho o Evo, es necesario trascender esas dos posiciones

Rita Segato :: 20.11.19

En mi comprensión de los sucesos, Evo cayó por su propio peso porque incurrió en acciones a lo largo del tiempo y sobre todo más hacia el presente que causaron un quiebre de la credibilidad y luego un quiebre de la gobernabilidad. Para mí, él no ha sido una víctima de un golpe, sino víctima de un descrédito general por varias de sus acciones.

No es Camacho o Evo, es necesario trascender esas dos posiciones: Rita Segato

Rita Segato

Palabras de Rita Segato difundidas por Radio Deseo el 19 de noviembre:

Amigas queridas, compañeras, hermanas bolivianas. No es fácil para mí contarles cómo estuve pensando la terrible situación de Bolivia. Nos duele mucho por acá, pero claro, al no estar allí, tengo miedo de que lo que les diga no tenga total legitimidad, porque estoy en Argentina.

Decidí que lo mejor es explicar las dificultades que tengo por la visión extremadamente caricaturesca, estereotipada que los argentinos, el sector crítico de mi país, siempre ha tenido sobre Bolivia. No es fácil pensar lo que estoy pensando aquí, me estoy quedando en una soledad desagradable y también no es fácil hablar a Bolivia desde afuera.

Lo que tengo para decir es lo siguiente. Es una gran lección histórica lo que estamos recibiendo y es una gran oportunidad para entender un gran equívoco en la lectura que hay aquí sobre lo que les está pasando a ustedes. La visión desde acá es totalmente binaria. Si Camacho es una figura totalmente inaceptable, malvada, no por eso Evo es una figura perfecta. Eso es lo que me cuesta hacerles comprender en mi país.

Hay un endiosamiento de la figura de Evo y soy contraria a eso y es difícil. La crítica al binarismo es una crítica que vale para pensar la política, porque hay un pensamiento binario que es un fardo de la guerra fría, el fardo que todavía cargamos de la bipolaridad del mundo característica de la guerra fría en la que se pensaba sólo en términos de bien o mal, un partido entre buenos y malos, y se pierde la capacidad de razonar con sofisticación y con acuerdo en la realidad.

En mi comprensión de los sucesos, Evo cayó por su propio peso porque incurrió en acciones a lo largo del tiempo y sobre todo más hacia el presente que causaron un quiebre de la credibilidad y luego un quiebre de la gobernabilidad. Para mí, él no ha sido una víctima de un golpe, sino víctima de un descrédito general por varias de sus acciones. El TIPNIS, el incendio de la Chiquitanía, en la cual Evo se comporta de un modo muy similar a Bolsonaro, no declara una catástrofe nacional y no llama a las fuerzas de auxilio para superar rápidamente la catástrofe. Es lo mismo que hizo Bolsonaro en Brasil. El TIPNIS nos dejó perplejos por su negativa a negociar.

Y luego se fragilizó con el plebiscito en el que perdió con el 51% y perdió credibilidad. En mi país me dicen, ¿será la hora de criticar a Evo cuando las fuerzas que están surgiendo y la violencia nos obligarían a olvidar las críticas a Evo para ocuparnos de lo más urgente?

Yo soy de la opinión que no se puede dejar pasar esta oportunidad para hacer las críticas con un principio que hemos utilizado mucho en los derechos humanos que es el de la no repetición, que tenemos que utilizar también en la política. Si no hacemos las críticas que tenemos que hacer al gobierno de Evo, a su manera autocrática de intervenir, a la militarización del país que era visible antes de este golpe, a su manera machista de encarar la política. Y ahí emerge con toda la fuerza que es un sindicalista y no un aymara y eso se manifiesta en su negativa a llamar a un candidato que, cuando escucho a Xavier Albó que indica que Choquehuanca era un candidato posible para una próxima elección, pero él insiste en la reelección. Ahí se fragiliza su credibilidad y fragiliza también la gobernabilidad. Por eso fue muy fácil para las fuerzas que siempre conspiran, que acechan, que están muy bien orquestadas, que tienen una asesoría internacional, que representan el fundamentalismo que amenaza a todas nuestras naciones, un secuestro del cristianismo que lleva al fascismo, todas esas fuerzas salen a la superficie. Es un momento de más verdad porque esas fuerzas estaban ahí y un gobernante debe tener noticia de los riesgos que corre y la necesidad de no equivocarnos.

Porque cuando el proyecto histórico que tiene como meta un mayor bienestar para más gentes comete un error, se paga con sangre de los pueblos. Los errores nuestros, de la ética que tiende a mejorar las condiciones de existencia de la gente cuando se equivoca, la marcha atrás es abismal.

Esto es lo que se puede decir en Argentina y aun así es muy difícil hacerse creer porque con el surgimiento de las fuerzas tenebrosas a la superficie y la violencia que apareció, Evo está aquí canonizado, lo cual es insoportable porque nosotras sabemos lo que es el machismo de Evo. Algo que cuando lo cuento aquí la gente no me cree, aquello de que cuando me retire me jubilaré con mi charango, con mi coca y con mi quinceañera, cuando lo digo la gente me mira con sospecha.

Nosotras mujeres tenemos que trabajar para que el machismo de los gobernantes no sea visto como un tema menor, como son siempre vistos los crímenes contra nosotras, el maltrato, la violencia, porque esas frases de Evo como muchas otras son formas de maltrato y son perdonadas como parte de una costumbre que no hace mal a nadie. Eso es un error muy grande porque ahí se delata el autoritarismo de un gobernante y la pretensión de estar por encima del bien y del mal. Es un tema central, la agresión verbal, física, psicológica y moral a las mujeres es una agresión política, no una agresión basada en la libido, el deseo, la pulsión masculina. Son agresiones políticas que delatan la voluntad de poder, la voluntad opresiva de los líderes que así se manifiestan. Falta mucha lucha para poner en el centro este tipo de temas.

En segundo lugar, hacer circular esta imagen de Evo, para que la gente perciba que no es Camacho o Evo y que es necesario trascender esas dos posiciones y pensar libremente en términos de una posición más clara hacia el futuro, que no quede encarcelado en la mochila de la guerra fría, en la época en que las lealtades de un mundo bipartito nos impedían pensar la política de una manera más profunda y más imaginativa.

Finalmente, mi lectura es que sí se da en el momento presente un golpe de Estado, pero de nuevo tipo, se da después de un vacío de poder, después de una falta de credibilidad y gobernabilidad originada en la pérdida de apoyo de la figura de Evo en sectores muy grandes de la población. Fue un golpe oportunista que se produce a posteriori del vacío de poder por los muchos errores y excesos del gobernante.

Es una importante oportunidad para entender que la política está pasando a nuestras manos, que es la hora de pensar entre todas una politicidad en clave femenina, otra forma de gestión que tiene que ver con la gestión comunal, entendida mejor que lo que se ha entendido en Bolivia como micro-estados, que esa forma de entenderlas ha permitido que surgiera un caciquismo fundamentalista.

Cómo hacemos política nosotras. Deberíamos comenzar a generar una retórica de valor a otra forma de gestión que se distingue mucho de la gestión de los caciques.


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