La Cámara de Diputados sancionó esta noche por unanimidad la ley que anula las elecciones del 20 de octubre y da paso a la convocatoria a nuevas elecciones generales cuya fecha será fijada por el nuevo Tribunal Supremo Electoral.
La Cámara de Diputados sancionó esta noche por unanimidad la ley que anula las elecciones del 20 de octubre y da paso a la convocatoria a nuevas elecciones generales cuya fecha será fijada por el nuevo Tribunal Supremo Electoral. La sesión se prolongó por varias horas debido a las acusaciones mutuas fraude electoral y golpe de estado entre los diputados del oficialismo y la oposición.
El debate se enfrascó en la defensa y ataque a la figura del expresidente Evo Morales y se contaminó con la propuesta del MAS de aprobar en el Senado una ley de amnistía e inmunidad para los exmandatarios y funcionarios designados.
Los masistas lamentaron que el exmandatario no haya concluido su gestión hasta el 22 de enero del próximo y desde la oposición aseguraron que la movilización del pueblo en defensa de su voto, permitió llegar a las actuales circunstancias.
Los diputados Franklin Flores y Arminda Durán (MAS) insistieron en que Morales fue víctima de un golpe de estado porque se instaló un gobierno de facto con la ayuda de la Policía Boliviana y de las Fuerzas Armadas. Ambos acusaron también a la prensa nacional por una presunta parcialidad en la cobertura de los hechos de sangre.
La opositora María Calcina aconsejó a los masistas ya “no llorar sobre la leche derramada” porque “cuanto más alto se sube, más dura es la caída”. “No hay peor ciego el que no quiera ver” ante la realidad de que el pueblo boliviano exigía respeto al voto popular.
El opositor Cesar Sánchez recordó que a Evo Morales no lo sacó ningún golpe de Estado, sino fue la decisión popular de exigir respeto al voto del soberano, después del primer fraude que desconoció el referendo del 21 de febrero.
A la sesión asistieron facilitadores y representantes de la comunidad internacional y lejos de escuchar un debate sobre la reforma electoral, tuvieron que oír denuncias sobre agravios a la wiphala, militarización de plaza Murillo después que ingresara la Biblia al Palacio Quemado y lo que algunos consideran la “masacre en Senkata” que dejó al menos ocho muertos.
Desde la oposición salieron voces en defensa de la alcaldesa de El Alto, Soledad Chapetón, por la quema de su casa y el atentado de parte de manifestantes a la planta de almacenaje de combustibles que de consumarse habría causado un daño irreperable por la pérdida de vidas humanas..
El presidente de la Cámara Sergio Choque corrigió a sus colegas sobre el contenido de sus intervenciones y exhortó a referirse al tema motivo del debate y evitar alusiones políticas y personales con denuncias de persecución política y destacó la intervención del diputado Edgar Rendón de la bancada opositora del PDC por haber sido el único en analizar el alcance de la reforma.
El diputado opositor Helmut Salinas (PDC) calificó de bochornosa a la sesión por las acusaciones de discriminación de unos y otros y notoriamente molesto exigió que los oradores se refieran al fraude y al “robo” del voto del soberano. “Esta ley debe ser de desagravio para los bolivianos”, manifestó.
Su colega opositor Tomás Monasterio dijo que la anulación de las elecciones es una reivindicación del pueblo boliviano y citó el discurso de la exdiputada Remedios Loza cuando recibió una distinción antes de fallecer, pidiendo a los diputados cuidar la democracia, tener amor a la patria y no al poder ni al dinero.
“Ustedes sentenciaron su inclinación al poder y al dinero”, les dijo a los asambleístas del MAS a quienes recordó que Evo Morales y Álvaro García Linera fueron echados del Palacio Quemado por corruptos. Monasterios dijo que la oposición sí reconoce a Jeanine Añez como presidente constitucional del Estado boliviano.
Tras prolongadas intervenciones, la Cámara Baja comenzó a probar el proyecto de ley en la estación en detalle pese a sugerencias de la diputada Fernanda San Martín y Edgar Rendón quienes pedían que los vocales electorales también tengan el carácter transitorio. Esa propuesta no tuvo respaldo y fue rechazada por la mayoría esta vez compuesta por la bancada del MAS y la recudida oposición, que tras la llegada de Añez a Palacio de Gobierno se convirtió en bancada oficialista.
Los diputados Jovana Jordán (PDC) y Amilkar Barral (UD) advirtieron que modificar una coma del proyecto de ley significará devolver al Senado y dilatar la aprobación de un documento que ya fue consensuado con los mediadores de la Iglesia Católica, la Unión Europea y las Naciones Unidas.
La diputada opositora Rosemary Sandóval lamentó que las observaciones provengan de parte de algunos asambleístas que no trabajaron en la generación del consenso sobre el proyecto de ley y recién ahora planteen sus criterios. Por disposición del presidente de la Cámara Baja, todas las observaciones fueron remitidas a figurar en el acta del día.
Una vez allanadas las observaciones, el pleno camaral corrió en la aprobación por más de dos tercios y cerca a las 21:35 horas sancionó el proyecto de ley y remitió a Palacio de Gobierno para su correspondiente promulgación prevista para las siguientes horas. Antes de levantar la sesión a sugerencia del presidente Sergio Choque entoncaron el himno nacional en memoria de los fallecidos y todos los asambleístas cerraron la sesión con un voto de aplausos y la satisfacción del deber cumplido.