Los “soviets” (asambleas auto-convocadas en Chile y otras partes) vuelven a aparecer pero en nuevas condiciones y con nuevas formas, y con la experiencia zapatista, mapuche, kurda y de otros pueblos y regiones, no se convertirán en instrumentos del Estado “heredado” sino en un verdadero simiente de auto-organización y en constructor desde lo profundo de la sociedad de relaciones de colaboración y de reciprocidad entre los humanos.
Se están dando las condiciones (no inmediatas ni por obra de un “putch”) para que las previsiones de Marx se encuentren con los sueños de Bakunin, y con las ideas más radicales de Lenin, que fueron enterradas por los bolcheviques que lo sucedieron (incluyendo a Trotsky, que era una versión “obrerista e intelectual” de la misma tendencia “estatista” y burocrática), y por todos los herederos de esa tradición (incluyéndonos).
Los “soviets” (asambleas auto-convocadas en Chile y otras partes) vuelven a aparecer pero en nuevas condiciones y con nuevas formas, y con la experiencia zapatista, mapuche, kurda y de otros pueblos y regiones, no se convertirán en instrumentos del Estado “heredado” (que está en proceso de liquidación por parte de la misma oligarquía financiera) sino en un verdadero simiente de auto-organización y en constructor desde lo profundo de la sociedad de relaciones de colaboración y de reciprocidad entre los humanos, obra que será por décadas pero que vuelve a encontrar condiciones de realización.
El desarrollo de las fuerzas productivas (incluyendo la cultura) de la sociedad actual empieza a fundir al productor (trabajador) con los medios de producción (”precariado y “prosumidor”), al trabajo intelectual con el manual, y ha creado las condiciones globales para que el 99% de la humanidad se unifique en torno a la tarea de impedir la auto-extinción de la especie humana, lo que implica superar el capitalismo.
Hay que volver a soñar, los jóvenes necesitan de nuestros sueños. La mirada larga del pueblo nasa, hoy es más necesaria que nunca.