El académico Rafael Bustos, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Complutense de Madrid y coordinador científico del Observatorio político del mundo árabe y musulmán OPEMAM analiza el resultado de las elecciones en Argelia.
RFI: El ex primer ministro de Abdelaziz Buteflika, Abdelmayid Tebune, fue declarado ganador de la elección presidencial argelina con 58,15% de los votos. ¿Quién es Tebune?
Rafael Bustos: Para muchos es la continuación de Buteflika sin Buteflika. Es una persona muy cercana al ex presidente y también Ahmed Gaid Salah, el jefe del Estado mayor.
Tebun es una persona que tiene cierta popularidad dentro de lo que cabe. Es una persona muy del aparato, es del FLN, el partido de Buteflika. En ese sentido encarna la continuidad. Su edad indica también que es una persona con mucha experiencia, envejecida pero no es la persona que quieren los argelinos, es una sociedad muy joven que quiere un candidato de renovación. No es la persona que pueda renovar el país.
RFI: Este jueves hubo elecciones presidenciales en Argelia, las primeras desde la salida de Buteflika, y solo el 39.9% de los electores fue a las urnas, una tasa históricamente baja, ¿cómo explicarlo?
Rafael Bustos: Es la primera vez que en las presidenciales se da una tasa tan baja, por debajo del 50%. Hay que precisar que son las tasas oficiales. Yo creo que la oposición y los grupos del Hirak (movimiento social que protesta desde hace meses en Argelia para la democratización y contra la corrupción) probablemente van a cuestionar mucho esas cifras.
Sobre todo, sabiendo que en el norte dónde está la mayor parte de la población, y en las grandes ciudades, la participación ha sido exigua, ha sido irrisoria. Por ejemplo, en Kabilia, por lo menos en un departamento en Tizi Uzu, vayan anularse los resultados porque los colegios estuvieron totalmente cerrados, los alcaldes no han permitido que entraran urnas en los colegios y ha habido un boicot casi total.
Hay un movimiento social, el Hirak, organizado desde febrero de este año, que tiene unas consignas firmes de que cambie sustancialmente toda la clase política del país. Consideran que básicamente no se dan las condiciones para organizar las elecciones.
En primer lugar, no habido ninguna misión de observación internacional, los cinco candidatos eran candidatos oficialistas y salidos del régimen. Dos de ellos fueron primeros ministros y los dos restantes fueron ministros. No hay una personalidad independiente que se presentó. No hay un censo fiable que haya sido contrastado. En muchos sentidos no se cumplen los requisitos de unas elecciones que pudieran ser aceptables internacionalmente.
RFI: ¿Qué ha conseguido el movimiento?
Rafael Bustos: Se han conseguido cambios, algunos cambios importantes. Nadie pensaba el año pasado que Buteflika iba a dejar de ser el presidente ni qué régimen fuera a hacer ninguna concesión.
Visto con un poco de perspectiva temporal sí habido éxitos de la movilización. Pero en cada momento que ha ido ocurriendo, ha habido la sensación de que había una trampa detrás.
Cuando que asegura que no va a haber elecciones en el mes de abril, se dice que se va a renovar a Buteflika por unos cuantos años más. Entonces la gente se lanza a la calle hasta que el régimen diga que Buteflika va a dimitir y entonces que vamos a nuevas elecciones.
En cada momento ha habido como una pequeña concesión y una pequeña trampa detrás. El movimiento no se ha desinflado, no ha tragado el anzuelo y ha seguido con la presión en la calle. Y por eso ellos no se van a contentar con Tebun de presidente, sino que estoy seguro de que van a seguir con la huelas o con movilizaciones en la calle.