Denuncia del movimiento indígena acerca del genocidio que se viene presentando con los pueblos indígenas del Cauca
21 de diciembre de 2019
El consejo regional indígena del Cauca CRIC, las 126 autoridades tradicionales como representante de los pueblos indígenas, con el saber mayor y mandato comunitario, fruto de un proceso de pervivencia que ancestralmente se ha construido en el territorio, de acuerdo al ordenamiento natural desde la ley de origen para el control territorial y social, que posicionan y ratifican el caminar de los planes de vida en defensa de nuestros derechos en el territorio y defensa de la vida, ha sido la piedra en el zapato para los grupos de armados legales e ilegales, quienes hoy al servicio del narcotráfico señalan, amenazan, intimidan y asesinar hombres, mujeres, reclutan niños, sin importar raza, religión o condición social. Por lo tanto:
DENUNCIAMOS Y RECHAZAMOS
Lo que en este mes de diciembre viene sucediendo en las comunidades indígenas Nasas de Tierra Dentro del Municipio de Páez, donde los grupos armados ilegales, continúan con los hechos de violencia atentado contra la armonía de nuestro territorio, vulnerando los Derechos Humanos que a continuación se relacionan:
- El pasado lunes 16 de diciembre habitantes del resguardo de Toez reportaron estacionado un vehículo tipo camioneta a la orilla de la vía y dentro del carro una persona sin vida de sexo masculino, al inspeccionar el vehículo, las autoridades indígenas informaron de un cadáver y según los documentos que portaba, se puedo identificar como Juan Carlos Burbano de 34 años de edad aproximadamente, residente del vecino resguardo de Cohetando y proveniente de Argelia cauca. Las autoridades de los resguardos de Tóez y Cohetando en coordinación con la guardia Indígena realizaron el levantamiento del occiso.
- Entre tanto este miércoles 18 de diciembre en horas de la mañana un agricultor reporto al cabildo y autoridad tradicional del resguardo de Tálaga, el hallazgo de un cadáver en las orillas del Rio Páez en el sector kilómetro 15 luego de la inspección se supo que el cuerpo pertenece a Álvaro Losada Murcia identificado con cédula de ciudadanía N° 83057781 de Neiva Huila. En el momento de la verificación del cadáver se conoció que la víctima recibió impactos de bala en la parte del cráneo y resto del cuerpo.
- De la misma manera, habitantes del resguardo Indígena de Huila reportaron un cuerpo abandonado en el sector conocido puente sobre el rio San Miguel, al proceder el acto de levantamiento se identificó que el cuerpo pertenece a Juan Carlos Murcia identificado con el número de cedula 93397983 de Neiva Huila. Unidades del equipo de socorro de la Cruz Roja seccional Páez realizaron el proceso de levantamiento de los dos cuerpos, quienes posteriormente los trasladaron a la cabecera municipal de Páez, y luego ser llevados al municipio de la plata Huila para el respectivo proceso técnico de necropsia y finalmente ser entregados a sus familiares.
- Por otro lado, según información de las autoridades de la región de Páez. También se encontraron dos cuerpos en una fosa en el corregimiento de Risaralda al sur de este mismo municipio, entre la comunidad de El Canelo y río Chiquito. Por las redes se habían reportado como desaparecidos.
- en la tarde del 21 de diciembre asesinan un cuidandero del territorio – Guardia indígena del Resguardo Indígena Nasa de Huila del Corregimiento de Río Negro Municipio de Iquira (Huila), compañero Jairo Ortiz perteneciente al pueblo NASA del Consejo Regional del Huila CRIHU.
Desde el periodo en que se firma el acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC – EP estos hechos se recrudecen, registrando entre enero de 2016 y Julio de 2019, 738 homicidios en contra de líderes sociales y defensores de derechos humanos, 161 en el departamento del cauca, 40 de ellos dentro de nuestro proceso organizativo.[1]
En 2019 los cultivos ilícitos llegan a 171 mil hectáreas, cifra sin precedentes en la historia, pero de manera contradictoria, durante todos estos años los gobernantes de turno autorizaron la extradición de no menos de 2.423 connacionales, con miles de hectáreas fumigadas con glifosato y sometidas a erradicación forzada.
A la luz de estos resultados –sin considerar los miles de muertos y de la confiscación de embarques, por acción de la llamada “guerra contra las drogas”- es necesario preguntar: ¿Dónde está la efectividad? ¿Por qué no decae el negocio que dice combatir? ¿Por qué el establecimiento continúa aferrado a una estrategia totalmente inocua?
Frente a esto el gobierno actual estigmatiza nuestras comunidades y nos culpa de no querer dejar entrar a la fuerza pública en nuestros territorios, a sabiendas que ya existen bases militares, con puestos de policía en todos los municipios y constantes monitorios aéreos, sin ninguna efectividad real, ni respuesta satisfactoria para solucionar esta problemática. Y es que para nadie es un secreto la estrecha relación que existe entre narcotráfico y poder tradicional que anida en la institucionalidad colombiana, con el lavado de activos, el aceite a campañas electorales y la complicidad de entidades del estado que convirtieren al narcotráfico en una estrategia del poder tradicional para conquistar nuestros territorios, mediante la destrucción de los tejidos y procesos sociales, hilados a lo largo de décadas de lucha por el derecho a la tierra y una vida digna.
Para estos poderes, el recorrido de los 48 años de vida del CRIC, en su proceso de autonomía y la búsqueda de reconocimientos de la institucionalidad frente la exclusión permanente con relación a la tierra productiva, el buen vivir, la salud, la educación y la defensa de la madre tierra, son un peligro para sus intereses.
Llamamos a los demás pueblos de Colombia, y a los movimientos sociales, estudiantiles, obreros, urbanos y comunidades rurales para que de manera conjunta reactivemos acciones que ayuden a visibilizar la problemática que hoy estamos viviendo, reactivando la Minga en todos sus aspectos.
No vamos a coordinar acciones con la fuerza pública, seguiremos reconociendo y fortaleciendo nuestros Kiwe Thegnas y las diferentes denominaciones de las guardias comunitarias afros, campesinas e indígenas, defensoras de la vida, para el ejercicio de control territorial convocando una gran minga nacional e internacional.
Llamamos a la comunidad internacional para que continúe con su misión de observación y verificación, tanto de los acuerdos gobierno-insurgencia, pero también sobre la crisis humanitaria que vive Colombia y en particular la zona norte del cauca.
Ante estos hechos violentos, hacemos un llamado urgente a la Defensoría del Pueblo, Comisión de Derechos Humanos del Congreso de la República, Comisión de Paz del Senado, ONU Derechos Humanos, Misión de Verificación de la ONU, MAPP, OEA y demás organizaciones e instituciones del estado, defensoras de derechos humanos a mantener y seguir brindando su apoyo a los procesos comunitarios de cuidado y defensa de la vida ante estos hechos que buscan agudizar las dinámicas del conflicto que están generando desarmonía en las comunidades.
Consejo regional indígena del Cauca CRIC
[1] Cifras tomadas de Indepaz (informe parcial julio 2019) y el sistema de información propio MADEJA.