En Oaxaca, se discuten experiencias durante encuentro nacional de resistencia
Los proyectos globalizadores ya traen efectos negativos, concluyen 92 organizaciones
ROSA ROJAS ENVIADA
San Juan Guichicovi, Oaxaca, 16 de mayo. Daño al patrimonio cultural, presiones sobre las comunidades indígenas para que vendan sus tierras y recursos naturales, contaminación de transgénicos que puede afectar la biodiversidad natural y la salud de la población, son algunas de las repercusiones que ya están resintiendo las comunidades oaxaqueñas por las acciones del Plan Puebla-Panamá (PPP), como quedó de manifiesto en la primera sesión del Encuentro Nacional Respuesta y Resistencia Mesoamericana a la Globalización Neoliberal.
Este foro reúne en esta población de la zona mixe baja a más de 400 integrantes de 92 organizaciones sociales y no gubernamentales bajo el lema ¡Por un futuro sin PPP y sin ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas)!”
En el curso del día fueron arribando a la comunidad delegaciones de Chiapas, Veracruz, Guerrero, Tlaxcala, Tabasco, estado de México, Distrito Federal y numerosas representaciones de las regiones oaxaqueñas. También asisten representantes de organizaciones de Estados Unidos, Canadá, Nicaragua, Honduras y España.
El foro es convocado por la Alianza Mexicana por la Autodeterminación de los Pueblos y otras 25 organizaciones. Los trabajos, que finalizan mañana, buscarán fortalecer la coordinación de las diversas redes que trabajan en temas como el freno a las privatizaciones; soberanía alimentaria y proyectos productivos alternativos; lucha de mujeres y megaproyectos neoliberales; jóvenes frente al desafío neolioberal; derechos económicos y sociales; resistencias y propuestas alternativas de los pueblos, y organización y comunicación para la resistencia.
Al exponer las experiencias de comunidades oaxaqueñas, Avieser González, del Colectivo Cortamortaja, de Jalapa del Marqués, explicó que ahí se está dando la lucha para evitar que se construya una hidroeléctrica. Ubicada en el kilómetro 763 de la carretera Tehuantepec-Oaxaca, Jalapa del Marqués estuvo antes ubicada donde ahora se localiza la presa Benito Juárez. “Desalojaron a los abuelos y a nuestros padres para construirla. Ahora no queremos que nos desalojen. El pueblo dijo no a la hidroeléctrica el pasado 16 de marzo, pero necesitamos más información del proyecto y dar a conocer nuestra situación.
“Sabemos que el gobierno va a insistir, sabemos que los empresarios no quitarán el dedo del renglón. Necesitamos que no nos dejen solos, que nos den toda la información del PPP, porque la gente que vive del campo, que es 50 por ciento, se va a quedar sin nada; los pescadores, que apenas aprendieron a vivir de la pesca en la presa, ya no van a poder pescar”. Informó que realizarán un foro para difundir las actividades a realizar y para solicitar solidaridad a otras organizaciones.
Aldo González, de la Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca, al hablar de la contaminación de las variedades nativas de maíz con semillas transgénicas traídas por grandes trasnacionales, advirtió que el modelo económico impuesto por los gobiernos neoliberales busca expulsar a 20 de los 26 millones de mexicanos que viven en el campo, por lo que se ha desalentado la producción de maíz, que ha sido el alimento que ha permitido a nuestros pueblos resistir 500 años.
Nuestro país, que consume 25 millones de toneladas, está importando ya 6 millones, y mucho es maíz transgénico. Indicó que desde mayo de 2000 en que se descubrió que existía contaminación del maíz nativo con maíz transgénico en la Sierra Juárez, el Instituto de Ecología hizo estudios al respecto y determinó que en esa zona sólo 3 por ciento está contaminado, pero en otras regiones, como la Mixteca es de hasta el 15 por ciento.
González señaló cuando se le preguntó al titular del Instituto de Ecología, Ezequiel Ezcurra, qué poblados sufren esa contaminación, se negó a dar la información, aduciendo que se violaría la autonomía de las comunidades, “cuando quienes han violado es autonomía son las trasnacionales que introdujeron esa contaminación”. Ahora lo que se impulsa es realizar un análisis de las semillas nativas que poseen las comunidades, pero se requiere dinero para comprar el equipo y reactivos necesarios para hacerlo.