Un MAS dividido en la Asamblea Legislativa aceptó las renuncias de Evo Morales y Álvaro García Linera que dejaron sus cargos del 10 de noviembre de 2019 después de las movilizaciones por el fraude electoral que benefició a Morales en las elecciones del 20 de octubre.

El partido oficialista en esta sesión considerada innecesaria por la bancada de Unidad Demócrata mostró su fractura interna con roces verbales entre los los integrantes del ala radical con la presidenta del Senado, Eva Copa.

El senador Omar Aguilar dio lectura a las cartas de renuncia de los exmandatarios que se encuentran en Buenos Aires, Argentina, según dijo a pedido de varios parlamentarios del MAS y fueron aceptadas por aclamación por la mayoría de los parlamentarios del MAS mientras las bancadas minoritarias expresaron con gritos su rechazo al tratamiento de las cartas.

Evo Morales y Álvaro García Linera renunciaron el 10 de noviembre y después se fueron a México, también renunciaron la presidenta del Senado, el primer vicepresidente del Senado y el presidente de la Cámara de Diputados, todos del MAS.

Renunciaron todas las autoridades que debían asumir la presidencia por sucesión constitucional y dejaron a Bolivia sin gobierno, pero la segunda vicepresidenta de la Cámara de Senadores, Jeanine Añez, se mantuvo en su cargo y el cargo recayó sobre ella después de que sus antecesores abandonaron sus funciones.

La aceptación de la renuncia de Evo Morales no tendrá ningún efecto legal, coinciden oficialistas y opositores. Henry Cabrera, diputado del MAS, dijo que la Asamblea Legislativa “tenía que cumplir con una responsabilidad” el de leer la carta de los exmandatarios mientras la diputada Demócrata, Rose Marie Sandóval lamentó que el otrora partido de Morales realice una sesión para leer unas cartas.

“Aquí hay daño económico al Estado, porque a nosotros (los asambleístas) nos pagan para esta aquí” dijo la parlamentaria, quien también dijo que la aceptación de la renuncia de Morales no tiene ningún efecto jurídico.