A medida que el comportamiento hacia o en el poder envuelve partidos de izquierda o derecha que arrastran a la sociedad que será expoliada por el capital que destruye la madre tierra, las dinámicas sociales tienen a distanciarse y ser antagónicas con el poder y con todos los partidos que están o aspiran a sentarse en el trono.
Tania la guerrillera holandesa abandona el partido Farc porque ha mutado en algo que no puede asimilar todavía, y quizás nunca comprender. “Pero de lo que sí estoy segura, es que ya no encaja conmigo”. Miles de militantes y combatientes en todas partes abandonan la lucha por el poder y se suman a las filas populares del cambio.
Fin de un sueño
El camino llegó a su fin. Luego de haber militado en las FARC por varios años, la holandesa Tanja Anne Marie Nijmeijer, conocida en la guerrilla de Colombia como Alexandra Nariño, renunció al partido y dijo que no se sentía cómoda con lo que estaba pasando. Nijmeijer nació en Denekamp en la provincia de Overijssel, Países Bajos, el 13 de febrero de 1978. Estudió filología hispánica en la Universidad de Groninga y en el año 2000 se radicó durante un año en el departamento colombiano de Pereira. Allí comenzó a tejerse su vínculo con el país y con la guerrilla.
En una extensa entrevista con el periodista Pablo Navarrete del diario El Espectador de Bogotá en julio de 2017, Tanja contó: “En el 2000 estudiaba lenguas y culturas romances en la Universidad de Groningen -norte de Holanda-; eso implicaba el aprendizaje de literatura hispanoamericana, historia, traducción y filología. Me gané una beca de intercambio por un año en Granada –España-, estudiaba arte latinoamericano, historia del franquismo y hacía teatro. Cuando volví a Holanda me faltaba mi año rural, entonces me ofrecieron un trabajo como profesora de inglés en Pereira, Colombia. Apareció en un periódico estudiantil en Holanda, decía: Necesitamos profesora en Pereira dentro de 15 días. Fue un 15 de diciembre y necesitaba hacer el trámite de la visa y el papeleo para que yo pudiera viajar en ese corto tiempo. Era un trámite bastante largo y logré hacer eso en 15 días; pero no tenía idea que en Colombia existía el conflicto armado ni por qué existía. Simplemente dije: -Colombia, Latinoamérica, eso es lo que necesito-. Tres días antes de partir fui por la visa, en el consulado y me dijeron: Señorita, nosotros estamos obligados a contarle que en Colombia hay una guerra civil”.
Durante 2001 viajó por el país en la Caravana por la Vida para atraer la atención sobre la situación de los campesinos pobres en en el país. Tras un breve regreso a Holanda, en 2002 volvió a Colombia, aunque su familia y sus amigos se oponían.
-¿Cómo se imaginaba a Colombia cuando vivía en Holanda?, le preguntó El Espectador.
-Me imaginaba un país bombardeado, donde los cohetes volaban por el aire, pensaba que me iban a querer hacer daño inmediatamente aterrizara el avión, pero cuando llegué vi que de guerra no había nada. Llegué a Bogotá, después a Pereira, donde empecé a investigar, me movía en círculos de gente con mucho dinero, trabajaba en uno de los colegios campestres más caros. Veía mucho ejército en las calles, pero la guerra la comencé a descubrir en la televisión donde empecé a ver a esos ‘terroristas’ que diariamente hacían atentados y secuestrando gente. Esos ‘terroristas’ eran las FARC”.
Nijmeijer se incorporó a las FARC con el seudónimo Eillen (o Eileen o Ellen). Trabajó como intérprete, traductora, se sumó a los diálogos de paz en La Habana y, también, participó en más de un combate, en los que casi no cuenta el cuento.
En un mensaje a sus ex compañeros de armas, Tanja dijo que “cuando se lleva años en un espacio sin sentirse sintonizada con lo que se decide, discute o planifica, es hora de partir antes de convertirse en obstáculo”.
Nijmeijer agregó en en su carta que para ella el partido FARC ha mutado en algo que no puede asimilar todavía, y quizás nunca comprender. “Pero de lo que sí estoy segura, es que ya no encaja conmigo”, manifestó, según relata el diario El Tiempo de Bogotá.
La “holandesa de las FARC” no hace mención alguna a las disidencias encabezadas ahora por Iván Márquez y Jesús Santrich, ex jefes de la guerrilla de los que fue cercana y que decidieron abandonar el partido conducido por Timochenko y volver a las armas, pese a que ambos encabezaron, también, las negociaciones de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos y firmaron la paz en 2016.
Cuenta El Tiempo que fuentes cercanas al caso aseguraron que en la audiencia que la Jurisdicción Especial de Paz (el mecanismo al que se acogieron los ex guerrilleros) que se realizó el pasado 25 de noviembre en Tolima para escuchar una versión colectiva del Bloque Oriental por un caso de secuestro, Nijmeijer les dijo a los magistrados que ella quería regresar a su país y que para eso necesitaba resolver su situación jurídica.
En su carta de renuncia al partido, la mujer dijo que ya no cumplirá sus tareas partidarias, aunque seguirá disponible “para cualquier cosa que puedan necesitar en lo personal”. “Parto con un sincero aprecio para muchos y muchas de ustedes”, puntualizó.
Colombia y el mundo conocieron por primer vez a Taja en 2007, por un reportaje de El Tiempo que reveló que en un operativo del Ejército en límites de los municipios de La Macarena y Uribe, en Meta, se había encontró un diario que pertenecía a la holandesa, en el que ella hablaba de su vida en la guerrilla. Ese operativo se realizó contra el entonces jefe de milicias, Carlos Antonio Lozada, hoy congresista del partido FARC.