Por muchos años, el gobierno de Hugo Chávez y luego el de Nicolás Maduro, negó la posibilidad de libre circulación de moneda extranjera mediante una Ley de Ilícitos Cambiarios, se lanzó a una política de estatizaciones, incluso de empresas y tierras productivas, y fustigó hasta la existencia de sitios de Internet que informaban el precio de la divisa estadounidense en las operaciones cambiarias en la frontera.
Pero desde 2019 vienen ocurriendo cambios en la administración de Nicolás Maduro, que aunque no se han producido de manera conjunta y no se han anunciado a grandes voces, constituyen un giro con respecto a los dogmas que venía manejando el Ejecutivo y que le hacen hablar de una supuesta recuperación económica por la circulación de dólares y el surgimiento de diversos comercios vendiendo mercancías importadas en dólares que están lejos del alcance de los sectores más desfavorecidos económicamente, cuyo salario se sigue pagando en un bolívar devaluado del que no quedó fortaleza alguna y mucho menos es soberano.
En medio de la grave situación que vive el país, con una producción petrolera sumamente disminuida, dificultades para comerciar el poco crudo que se explota y con prácticamente nulas capacidades para el financiamiento, EEUU anunció una nueva serie de sanciones, las denominadas como secundarias pues estarían dirigidas no solo a empresas y entidades venezolanas, sino a las extranjeras que comercien con ellas, lo que hace aparecer en el horizonte un panorama desolador para una economía que prácticamente se está limitando a las importaciones de productos que se venden en los llamados bodegones.
Para profundizar sobre estos aspectos de la nueva etapa económica que comienza en Venezuela, José Luis Carrillo de TalCual conversó con el economista Manuel Sutherland, director del Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO) y de la nueva firma Algoritmo Data Consulting, un investigador que lleva varios años desmontando el discurso del supuesto socialismo del Gobierno y denunciando las tramas financieras que se han aprovechado del boom petrolero que se registró entre los años 2006 a 2012 y que, en lugar de colocar a Venezuela entre las naciones emergentes la sumió en una de las peores crisis de su historia.
Impresión subjetiva
-El Gobierno habla de una recuperación económica, pero ¿se puede decir que hay un programa económico que el Gobierno haya implementado para lograr algo semejante?
-Lo que se dice que es una recuperación económica es una cuestión subjetiva. No hay un dato empírico que diga si la hay o no. El último PIB del que se tienen cifras, y que corresponde al primer trimestre de 2019, mostró una caída de -26,6 por ciento, y la inflación del año pasado fue 9.500% según el Banco Central de Venezuela (BCV), no hay un dato que diga que hubo recuperación, los números, al contrario, son catastróficos. De 2013 a 2019 el sector construcción, según la última data del BCV, cayó 97%, es decir, una desaparición casi total. Los servicios financieros cayeron 95%, la banca prácticamente desapareció, el sector fue tragado por la hiperinflación, que puede ser la segunda más importante en longitud de Latinoamérica, detrás de Nicaragua que duró cinco años.
«Lo que se llama recuperación es una impresión subjetiva de fenómenos que vemos en la calle que no quieren decir que haya una recuperación. Se representa primero, en la cantidad de dólares que están circulando; segundo, la cantidad de bodegones que están trayendo cosas pequeñas importadas, y tres por el auge de la construcción de torres en sitios financieros, oficinas de lujo, así como la remodelación de algunos locales. Uno ve eso y dice ‘hay una recuperación’, pero es la impresión subjetiva de algo que no conocemos, no podemos asegurar que es así», expresó Manuel Sutherland.
-¿Es porque no está claro que ese dinero sea producto de la actividad económica del país?
-No. Es que podemos asegurar que, aunque (el dinero) fuera externo o lo sacaron de una cueva, eso aumenta la economía, pero no sabemos la magnitud de eso. El PIB lo componen todos los bienes y servicios que se hacen en el país en un año; un bodegón es algo muy pequeño y, además, la importación resta al PIB, así que, si todo es importado y no hay una contraparte de exportaciones, eso disminuye, es una economía portuaria por decirlo así. Da la impresión de que hay una gran cantidad de empresarios, y eso también es subjetivo, que quieren invertir en Venezuela, y en cuanto a las torres da la impresión de que personas que tenían grandes cantidades de divisas las están colocando en el mercado local pensando en una recuperación futura, aprovechándose de precios bajos pensando que los mismos van a subir.
Error y consecuencia
A juicio de Manuel Sutherland, el 20 de agosto de 2018 es una especie de «parteaguas» en la historia económica reciente de Venezuela. «Ese día, Nicolás Maduro aparece diciendo que cometieron errores en economía, que el dinero inorgánico sí es inflacionario, que el déficit fiscal es la base de la emisión de ese dinero que causa inflación y que iba a haber disciplina fiscal. Eso fue como a las 6, 7 pm. Pero a las 8pm decreta un aumento de 3.600%, hace lo opuesto de lo que dijo, ofrece bonos y dinero para todo el mundo, y evidentemente eso se pagó con los meses de hiperinflación más importantes de la historia económica, 240% mensual de inflación», indicó Manuel Sutherland.
Añadió que en 2019, el gobierno de Nicolás Maduro arrancó con un plan para abrir la economía y hacerlo suavemente, poco a poco, para tratar de no herir susceptibilidades ideológicas y tratar de mantener los negocios atados al Estado, «pero pasan tres sucesos, uno la inercia de la caída económica que alcanza la mitad del PIB que hace que la crisis se haga muy fuerte, dos la autoproclamación de Guaidó en la plaza que hace un cisma político importante, junto a la amenaza de intervención militar o guerra civil, y tres, la forma fenoménica de expresión de la destrucción del sistema eléctrico que fue el apagón, ocurrido en marzo de ese año».
En opinión de Manuel Sutherland, esos tres eventos empujaron a Nicolás Maduro a desechar la idea de los guerreros económicos, de los que dice nunca tuvieron una influencia importante en el Ejecutivo, pues eran más bien mediáticos, y servían para inventar excusas para defender al Gobierno. Personas, precisó, como Pascualina Curcio, Tony Boza, Luis Salas, Andrés Giuseppe y Juan Carlos Valdez, «todos esos deudos de la teoría de la guerra económica. El Gobierno no les paraba mucho, pero los utilizaba para defenderse, y entonces los desechó».
Contó que triunfó entonces un ala empresarial bolivariana ligada a lobbys diferentes, «ligadas a áreas militares, a inversiones con dinero que proviene de negocios con el Estado y que con las sanciones se les hacía más difícil exportar ese dinero. Con las sanciones se corta bastante (la circulación de ese dinero en el exterior), hay una mayor persecución y hay una necesidad de meter ese dinero a Venezuela de alguna manera».
Bodegones y oficinas de lujo
-Esos capitales ¿provienen de aquellas empresas de maletín que se denunciaron cuando se verificó la drástica caída de las reservas internacionales en 2013 y se atribuyeron a irregularidades en la asignación de divisas?
-Son aquellos que tienen años trabajando con el Gobierno en la cuestión cambiaria. No solamente Cadivi, Sitme ni los 20 mil millones de Edmée Betgancourt (los que confirmó la entonces presidenta del BCV). Estamos hablando de una fuga de capitales que puede ser de $400 mil millones. Entre 1999 y 2015 al Gobierno le entra un millón de millones de dólares en exportaciones, principalmente de petróleo, es para construir 20 Venezuelas como nuevas, el equivalente a 10 planes Marshall. Con el seis por ciento de ese dinero, 60 mil millones de dólares, se está planteando por parte del FMI lo que se requiere para recuperar la economía. Esa gente se fue enriqueciendo con el negocio cambiario desde 2004, tenían industrias, comercios, vacunas, comisiones. Cuando ese negocio se rompe porque ya no hay divisas, 2017, 2018, surgen los CLAP como forma de apropiación de la renta, pero esos grupos acumulan buena cantidad de dinero en el extranjero, los comienzan a perseguir, tienen a testaferros aquí y allá, ocurren dificultades para salir del país, congelamiento de cuentas y la importación se viene al piso. Si el Gobierno no puede dar dinero, ellos tienen dinero acumulado que pueden traer acá.
«Se dan esos factores para que ellos comiencen a invertir aquí y surgen los bodegones, las torres de oficinas de lujo. Ese grupo que está emergiendo es el que le da una especie de programa económico al Gobierno. El Gobierno agarra ese programa en 2018, vienen economistas de China, ecuatorianos, le dicen que tiene que abrir la economía y luego de esas aperturas sugeridas, el Gobierno termina abriéndose en 2019, cuando ya la situación es desesperante y hacen algo que antes era sagrado, legalizar la puesta de precios en divisas y permitir que los supermercados cobren en divisas. Se da una especie de dolarización de facto con importaciones desreguladas, eliminación de aranceles y una serie de incentivos que permiten que esta subclase social emerja. A medida que van surgiendo van integrándose, comienzan a comprar empresas de envíos, financieras, bancos, abriendo nuevas oficinas inmobiliarias, y eso ayuda a la economía, pero no sabemos la magnitud», detalló el investigador Manuel Sutherland.
La dolarización sería peor
-Maduro expresó ‘gracias a dios que existe la dolarización’ y afirmó que eso serviría a la recuperación y despliegue de las fuerzas productivas
-Yo no estoy a favor de la dolarización. Creo que en un país como Venezuela, que tiene el problema del rentismo económico, la dolarización lo que hace es que puede profundizar algunos problemas que vienen de esa situación. Un sector petrolero que es grande, pero pequeño para el resto de la economía, produce muchas divisas que hacen pensar que la economía es tan productiva como el petróleo, hace que la moneda se sobrevalue y se importe mucho, y ya sabemos toda la historia. Dolarizar puede agudizar ese proceso. El Gobierno lo hace no por una convicción ideológica sino porque no tiene más remedio, no es lo que quiere, tiene 15 años hablando de dólar criminal. Ahora el dólar es una bendición, es hacer virtud de la desgracia. Ahora lo está empujando porque los capitales que están movilizando se lo exigen, el Gobierno la está acatando porque mucha gente en el Gobierno tienen empresas, ahora son empresarios.
«Los procesos de privatización están caminando. Privatizaron Abastos Bicentenario y nadie sabe en cuánto se vendió eso ni cómo. Eran activos importantes, cientos de locales comerciales, neveras, refrigeradoras, puertos, etc. Se están dando procesos de privatización a la rusa y a la polaca donde pequeños capitales aliados al Gobierno pueden tener ventajas para apropiarse de activos valiosos por precios ridículos y de una manera muy oscura. Lo ideal es hacer una ley que regule más y de manera más formal las posibles privatizaciones que se estén haciendo, el problema es que hay rumores de que Pdvsa sea privatizada, no como holding, sino de las corporaciones que están bajo su paraguas, se podría privatizar hasta parte del subsuelo», advirtió Manuel Sutherland.
Resaltó Manuel Sutherland de igual manera que los bandos en disputa están viendo cómo se posicionan para estar en mejor condición y tomar comisiones y gestiones en esta serie de privatizaciones.
Maduro intentó seguir siendo CAP I
-El Gobierno ha dicho que el sector empresarial fue parasitario siempre porque lo que buscaban era captar la renta petrolera, pero ahora hay un grupo pequeño que lo tiene todo
-El grupito bodegoncístico y de oficinas de lujo hace peor (que en la llamada IV República), porque ni siquiera hace la mantequilla de maní acá sino que la trae de Miami. Es poco competitivo, tienen precios muy elevados, generan muy poco empleo y pagan muy pocos impuestos; esa no es la economía que necesita el país, es la expresión de una escala reducida en la producción y también de una crisis en el sector agroindustrial. En la IV República los empresarios, la mayoría, parasitaban el Estado, también hubo Recadi y formas de apropiarse del erario público, pero cuando la renta se exacerbó y se multiplicó por cinco, los problemas relacionados con el rentismo se multiplicaorn con cinco. Ahora es un maxi viernes negro multiplicado por el impacto de la renta. Lo que había que hacer era tener una moneda muy subvaluada y generar ahorros, era lo importante, no meter todo el dinero de la renta en la economía para no calentarla. Eso se sabía y en el año 1989 se hicieron propuestas y se creó el Fondo de Estabilización Macroeconómica (FEM, que Hugo Chávez eliminó). En Noruega se hizo, en Kasajastán y Arabia Saudita y los fondos son mil millonarios. Aquí no se hizo nada, se gastó y endeudó la nación, Si hubiéramos ahorrado cerca del 30% de la renta tuviéramos en las reservas internacionales $240, 250 mil millones.
-¿Podemos decir que las políticas de Chávez-Maduro estaban más cerca de Carlos Andrés Pérez (CAP) que de Karl Marx?
-No tiene nada de marxismo ni de socialismo porque ni Maduro y sobre todo Chávez sabían nada de socialismo, no eran socialistas ni militaban en la izquierda. Chávez era un militar nacionalista y los militares son de derecha, antiaborto, anti matrimonio homosexual, anti marihuana, no les importa el ambiente, quieren aumentar los gastos represivos, todo lo que la izquierda denomina como derecha y combate normalmente. El hecho que sea ultrapatriótico lo hace de derecha porque la izquierda es internacionalista. Alguien que grita ‘Alemania para los alemanes’ es de derecha, aquí se tiene como de izquierda, es una distorsión porque viene de la lucha colonial. El chavismo no tiene ninguna potencialidad de izquierda aunque mucha gente de la izquierda se haya pegado. Aunque esa adherencia estuvo confinada a cuestiones culturales, diplomáticas, de máscara ideológica, pero esto es un Gobierno fundamentalmente militar.
«A pesar de que Maduro viene de la Liga Socialista nunca desarrolló nada sobre marxismo, ninguna vocación o escrito, y el Gobierno permaneció igual, al iniciar su mandato, en cuanto a su estructura, con Cadivi, dólar a Bs 10, control de cambio, hasta que la renta se acabó y tuvo que ir de CAP I (1974-1979) a CAP II (1989-1992). De todo lo que era CAP I, que es Chávez hasta 2012, ese sauditismo de CAP I, Maduro lo trató de extender hasta que en 2016 dijo ‘no puedo’. En 2018 y 2019 no es suficiente recortar importaciones y tiene que ser CAP II y aplicar él mismo el paquetico, pero no lo puede expresar, lo que hace es hacer anuncios por Twiter. Es la negación de lo que estaba haciendo, créditos indexados, privatizaciones, el hotel Humboldt que era símbolo nacional, se privatizó», señaló Manuel Sutherland.
-Entre Chávez y Maduro se emitió mucho dinero inorgánico y lo justificaron diciendo que un país puede hacer esto para atender a las necesidades de circulante por parte del pueblo
-Chávez emitía dinero de más y había inflación. En 2011 teníamos la inflación más alta del mundo, era de 30-35%, anual, mientras la inflación mundial (en promedio) es de 3,5% anual. Nosotros no nos dábamos cuenta pero era muchísimo para lo que es la actualidad mundial. Maduro, en el afán de ser CAP I y extender lo que la gente llama «el legado», eso que en el año 2012 ocurría que la gente preguntaba «¿cuánto cuesta esa botella de vino? Dame la caja completa», empezó a emitir dinero inorgánico de manera salvaje.
-A EEUU no le pasa
-Porque tampoco emiten una cantidad excesiva. Todas las monedas son inorgánicas, el patrón oro murió en 1930 y lo que había era una referencia de cambiabilidad a oro permutable que no es patrón oro propiamente, se rompió en el 70 (1970), y todo el mundo emite dinero inorgánico. En Venezuela todo el dinero inorgánico se produce en exceso porque no hay límites.
«Todo dinero es inorgánico -prosiguió-, el problema es la cantidad que emitas. Si estás en una isla desierta y hay cocos y pescado y estás con 10 personas, puedes decir ‘voy a crear esta hoja de palmera que representa un coco o dos pescados’, la gente cambia una palmera y te dan un coco o dos pescados pero si tomas 10 millones de hojas de palmeras evidentemente un coco te va a valer cinco millones de palmeras, porque no hay cocos, no están, por más que crees palmeras no hay producción. Emiten cantidad de palmeras acorde a la cantidad de cocos y pescado que hay en la isla, si la economía baja emiten menos, para evitar que la economía suba o baje mucho. En las economías maduras se busca que haya una subida estable porque las subidas bruscas traen caídas bruscas. Para eso se utiliza el dinero, emiten más cuando cae y menos cuando sube, cuando emites dinero de más lo que haces es crear inflación. Si la economía cae en 50 % no puedes aumentar la base monetaria en 20.000%. En 2018 el Gobierno impulaó un crecimiento de la liquidez monetaria en 68.000% y los países normalmente la aumentan en 4-5%, sí tienen una política expansiva, pero no 68.000% y con la producción cayendo. Aquí el gobierno ya asumió que es CAP II».
Patadas a un moribundo
-El Gobierno dice que no hay medicinas ni alimentos por las sanciones. Ahora empieza una segunda etapa de las mismas ¿cómo se desmonta ese discurso de la crisis por las sanciones?
-Las primeras sanciones financieras comienzan en 2017; en ese año la economía ya había decrecido en un 30-32%. Puede ser uno de los 10 decrecimientos más importantes de América en la historia. La crisis era muy fuerte cuando las sanciones se imponen. Si no se hubieran aplicado las mismas, la crisis se hubiera desarrollado más o menos igual. Las sanciones económicas más importantes arrancan en 2018 y las más duras, las petroleras, en 2019 cuando la economía había perdido la mitad de su PIB, las de 2017 no tenían por qué afectar brutalmente la economía, Si la economía hubiera estado medianamente sana se hubiera pagado la deuda a los tenedores de bonos y no hubiera necesidad de renegociar la deuda, lo que EEU buscaba con las sanciones era impedir la renegociación de deduda, muchos bonos estaban en default y Venezuela estaba diciendo «te pago en dos o tres años» y el gobierno de EEUU mandó a parar.
-¿A qué nos enfrentamos con las sanciones secundarias?
-Las nuevas afectan profundamente a la economía, pero es como darle patadas a alguien que está en el suelo, sangrando con 10 cuchillos en el pecho; encarecen las importaciones, disminuyen su variedad, encarecen los posibles efectos de las exportaciones, los pagos y obligan a hacer triangulaciones comerciales cada vez más costosas que disminuyen los beneficios a la población y a empresas estatales y privadas, fomentan la corrupción y obligan a crear un manto, de comisiones, gestores, aparecen mafias.
«La mayoría de los estudios que abarcan el tema de las sanciones dicen que no sirven para promover la transición política. En mi opinión lo que se hizo con Cuba (durante la administración de Barack Obama), de reuniones, negociaciones, es preferible, es mejor negociar eso y se logran más cosas», sostuvo Manuel Sutherland.
Considera el director del CIFO, Manuel Sutherland, que, en la medida que la economía crezca y se recupere, la pobreza disminuye y hay más alternativas para luchar contra este tipo de régimen. «A este tipo de regímenes le sirve que más pobre sea la gente. Si son más pobres son más dependientes del CLAP, del carnet, del Estado y más sirve el discurso de las sanciones como culpable de todo. Pero si hay recuperacíon, aún con sanciones, puedes decir que estás abriendo la economía y ésta responde y la gente tiene más autonomía y mientras más autonomía económica tenga una persona, de eso se deriva más autonomía política».
Sostuvo Manuel Sutherland que, lamentablemente, el pensamiento de un mando central de la oposición es empeorar la situación «para que todos salgamos a la calle nos quitemos la camisa y enfrentemos a las FAES con una honda y una piedra. Lo ideal para mí es que la economía crezca y se recupere, eso sería el músculo importante para hacerle frente al chavismo».
Acotó Manuel Sutherland que el gobierno de Nicolás Maduro estimula la falta de transparencia. «No publica los informes de PDVSA por ejemplo, que tiene que hacerlo, ya que se supone que el Gobierno es el administrador que asignas para que administre algo que es tuyo. Cuando estás en un edificio y nombras una junta de condominio externa, lo que es un gobierno, la plata no es de la junta de condominio, te hacen una gestión y te cobran un salario, pero te tienen que rendir cuentas. Como el Estado no rinde cuentas, el privado menos. Hay mucho lavado, mucha fuente de corrupción, narcotráfico, contrabando de gasolina y de alimentos, minería ilegal y el ecocidio del Arco Minero».
Pelea de elefantes
-¿Estamos entre qué fuerzas, por una parte los que quieren que el pueblo salga a inmolarse y un Gobierno que no tiene un norte?
-Estamos entre un par de elefantes que pelean en la selva y nosotros en el suelo, mientras pelean y brincan ellos rompen todo, lo van haciendo pelota y al mismo tiempo evacúan. El Gobierno con 15% de aprobación popular quiere tener el 100% del poder y no le importa si la gente es más pobre, si tiene más hambre, tienen que aguantar porque ellos tienen que ser gobierno siempre, y el otro grupo tampoco le importa, agarran la ayuda humanitaria y no la distribuyen, el Hospital J. M de los Ríos necesita cosas por 5 mil dólares, que pueden salvar a 500 niños, vacunas y cosas que no valen nada, pero no les interesa y reciben millones de dólares, se apropian del dinero y les conviene que la situación esté peor y promueven sanciones para que la situación esté peor y promueven acciones como el TIAR y la guerra civil y el desorden.
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