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La verdadera situación de Venezuela 2020. Documento central del Primer Encuentro Refundacional del Movimiento Redes

Movimiento REDES :: 12.03.20

“Como el régimen es prisionero de sus propias mentiras, debe falsificar todo, falsifica el pasado, falsifica el presente, falsifica el futuro. Falsifica las estadísticas. Finge no tener un aparato policial omnipotente y sin principios. Finge respetar los derechos humanos. Finge que no persigue a nadie. Finge no temerle a nada. Finge que no finge nada”.
- Vaclav Havel (Presidente Republica Checa) -

Documento Central del Primer Encuentro Refundacional de Redes

La Verdadera Situación de Venezuela 2020

LA VERDADERA SITUACIÓN DE VENEZUELA 2020

Este título es un homenaje a los compañeros de viaje Salvador de la Plaza y Gustavo Machado quienes protagonizaron una férrea lucha contra la dictadura del Gral. J.V. Gómez y escribieron un documento con una caracterización del momento político y le dieron este mismo nombre

“Como el régimen es prisionero de sus propias mentiras, debe falsificar todo, falsifica el pasado, falsifica el presente, falsifica el futuro. Falsifica las estadísticas. Finge no tener un aparato policial omnipotente y sin principios. Finge respetar los derechos humanos. Finge que no persigue a nadie. Finge no temerle a nada. Finge que no finge nada”.

Vaclav Havel (Presidente Republica Checa)

1.- PRESENTACIÓN

Desde el Movimiento REDES hemos activado un proceso popular, autónomo, interno de carácter nacional, de refundación de nuestra organización, proceso necesario para abordar, desde una potente organización con “eficacia política y calidad constituyente”, la delicada y excepcional coyuntura de la presente crisis orgánica del Estado-Nación Venezolano.

El primer reconocimiento que hacemos se refiere a la gravedad, profundidad, duración y alcance de la actual crisis social, política, económica y cultural del país; que no es solo una excepcional crisis comparada con los últimos 100 años, sino que muestra descarnadamente la “crisis orgánica de hegemonía” y la debacle de la conducción política de la sociedad venezolana al menos de sus últimas dos generaciones.

La promesa de refundar el proyecto nacional-bolivariano con carácter popular, antioligárquico, con demandas de honestidad en el manejo del patrimonio público, de lucha en favor de igualdad, justicia, participación protagónica, dignidad y libertad para las mayorías nacionales; el tan mentado “parto de lo nuevo”, ha sido interrumpido por circunstancias subjetivas y objetivas, por determinaciones internas y externas, que cabe ir reflexionando y debatiendo colectivamente, quedando en suspenso aquella frase de Simón Rodríguez “La América no debe imitar modelos, sino ser original. O inventamos o erramos”.

La Tesis Política de REDES, COMO MOVIMIENTO DE MOVIMIENTOS, recoge la impugnación de cualquier espíritu y práctica que pretenda perpetuar en Nuestra América, viejas y nuevas formas de coloniaje e injerencia extranjera: tanto mentalidades, prácticas económicas o políticas, como el concepto de que la política no puede ser otra cosa que engaño, corrupción, ambiciones, despotismo, el terreno de odios y violencias entre personas, grupos y comunidades de una misma Nación.

Así mismo, la Tesis política de REDES no está de espaldas a profundas transformaciones civilizatorias en el sistema mundial, a gigantescos avances, riesgos y cambios en materia de revolución científico-técnica, paradigmas de pensamiento, las comunicaciones, los ámbitos educativos, informacionales, productivos, del comercio y el transporte, de las finanzas, del mundo del trabajo, de la energía; y lo más grave, de la viabilidad de la vida misma en el planeta.

Distanciados estamos de cualquier tentativa de coloniaje en materia de modernización, como si nuestro país fuese simple copia que asimila de manera refleja los modelos culturales ajenos, así como de cualquier aspiración de detener las fronteras humanas de la creación, la innovación y los intercambios de todo tipo al servicio de un mejor vivir para pueblos, culturas y naciones. Mucho daño ha hecho tanto la asimilación a una modernización dependiente, refleja, trunca y espuria, como cualquier tentativa de aislamiento o de retorno nostálgico a pasados petrificados o idealizados.

Para el Movimiento REDES, nuestro pueblo debe ser agente de las transformaciones y avances de acuerdo a cada vez mayores grados de autonomía en el ejercicio de sus capacidades y modelos de identidad histórico-cultural de referencia, lo cual garantiza su reflexión y participación critica en tanto que memoria colectiva, como a la dimensión del proyecto de independencia nacional.

De manera que, para REDES, la democracia no es solamente un concepto o un procedimiento o el comodín discursivo de un relato. Para nosotros la democracia es la práctica política de la libertad entendida como consenso voluntario colectivo consiente que hace posible la construcción de zonas de soberanía donde el ejercicio de lo público, expresión de una voluntad política compartida genera la dimension de lo social que a su vez hace posible la esfera del mundo económico y el mercado y desencadena todo un marco de relaciones normativas que derivan en instituciones y en estado. Es decir, desde REDES pensamos al mercado y al estado como el producto del acuerdo intersubjetivo expresión del debate, la síntesis y el consenso. De manera, que estado y mercado son excedentes de la construcción de un tejido democrático espeso. Así la democracia radical, pensada desde la vida cotidiana impregna en nuestro pensamiento todos los ámbitos de la vida social.

Por eso, nuestro discurso tiene como punto de partida el poder constituyente soberano de las multitudes en su devenir de pueblo. Nuestra apuesta política es por la democracia participativa y protagónica que alcance hasta donde sea posible todos los intersticios del cuerpo social solo así podrá resolverse la tensión entre la sociedad el estado y el mercado. La construcción consensuada de estos equilibrios, las mediaciones que de aquí se desprenden, son el fundamento del diseño de una Nación libre y soberana de nueva democracia que trasciende el plano representativo y restituye el poder a su dueño originario. El pueblo. Todo esto tiene sentido cuando encontramos en el Art 5 de La CRBV, que la soberanía reside en el pueblo. Nosotros comprendemos entonces al concepto de pueblo, democracia, libertad y soberanía, como una cadena significante que dota de sentido la existencia misma y que tiene como condición de necesidad la independencia nacional.

Nuestra Constitución de 1999 ha consagrado la condición libre e independiente de la República Bolivariana de Venezuela; condición permanente e irrenunciable fundamentada en el ideario de Simón Bolívar, el Libertador, a todo su patrimonio moral y los valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional.

Al revalorizar el legado histórico de la generación emancipadora, se ratifica la independencia de Venezuela, en su condición de patria libre, soberana e independiente de toda potencia extranjera.

Al destacar la figura del Libertador Simón Bolívar, La Constitución de 1999 recogió el sentimiento popular que lo distingue como símbolo de unidad nacional, de lucha incesante y abnegada por la libertad, la justicia, la moral pública, el bienestar del pueblo y en defensa del sentimiento patriótico.

En el Movimiento REDES hacemos nuestro el planteamiento del Discurso de Angostura (1819):

“El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política.”

Simón Bolívar: Discurso publicado en el Correo del Orinoco, números 19, 20, 21 y 22 del 20 de febrero al 13 de marzo de 1819.

Así mismo, La Constitución de 1999 significó un profundo cambio de orientación política y cultural que resignificó la conducción del Estado venezolano, al reconocer su carácter multiétnico, pluricultural y multilingüe, en contraste con cualquier tendencia eurocéntrica o monocultural.

Todos estos primeros elementos ratifican la identificación del Movimiento REDES con principios y valores fundamentales incluidos en La Constitución de 1999, sobremanera aquellos que ratifican nuestra independencia, soberanía y autodeterminación. De este modo, REDES se considera un Movimiento Soberanista, más de ningún modo de figuras del nacionalismo chovinista, reaccionario ni xenófobo.

En segundo lugar, tras más de treinta años de luchas constituyentes (1989-2020) por superar la crisis heredada del modelo partidocrático adeco-copeyano de Punto Fijo (1980- 1998), sustentado en el pacto de conciliación entre elites, como marco político de regulación del capitalismo rentista dependiente, tanto en sus variantes rentistas-redistributivas como en sus variantes rentistas-neoliberales; y al hacer un balance histórico descarnado de los contradictorios avances, que en los sucesivos gobiernos del Presidente Chávez (1998- 2012) levantaron la esperanza patriótica y el accionar del protagonismo popular en una agenda de transformación, el pueblo venezolano se encuentra desde el año 2012 bloqueado en lo que pensadores nuestro-americanos como Adolfo Gilly y Florestan Fernándes han denominado casos de “revolución interrumpida” (http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20151027053329/AntologiaFernandes.pdf; http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20100830105544/09flores.pdf):

“Cuando prematuramente la presión de abajo hacia arriba se intensificó de modo revolucionario, la misma fue aniquilada, aplastada, y sirvió de pretexto para modalidades políticas de autodefensa de la burguesía que recuerdan la autocracia y el despotismo. Por otro lado, en la medida en que el período de la formación del proletariado alcanzó mayor madurez y trató de organizarse para desarrollarse como clase independiente, el proceso fue contenido, interrumpido o interceptado por la violencia organizada. En consecuencia, las fuerzas sociales, que podrían funcionar como contrapeso y poner en la escena histórica el problema de la forma del desarrollo capitalista, ni siquiera han podido hacerlo. Las tenazas de la historia son cerradas por las manos de los hombres: los hombres que están en el poder, dentro de las empresas, de las instituciones sociales y del Estado, y que no ven otra cosa a no ser lo que pueden extraer del botín, aliados con socios de varias categorías sociales de adentro y de afuera”.

La tesis de las “revoluciones interrumpidas“, nos llevan a plantear las circunstancias que han impedido concretar los ideales bolivarianos de una patria independiente, justa y soberana, en el concierto de una integración continental, contra cualquier forma de coloniaje e intervención extranjera.

De este modo, tales ideales de patria independiente, justa y soberana los identificamos en el Movimiento REDES con una patria consustanciada con las necesidades, demandas, aspiraciones y anhelos del pueblo, sobremanera aquellos sectores que experimentan condiciones de desigualdad, vulnerabilidad y exclusión.

Tales situaciones ocurren precisamente cuando “los hombres que están en el poder, dentro de las empresas, de las instituciones sociales y del Estado (las “elites de poder”), no ven otra cosa a no ser lo que pueden extraer del botín, aliados con socios de varias categorías sociales de adentro y de afuera”, en su transmutación por la vía de una “revolución pasiva“.

El viejo modelo de pequeños grupos de intereses enquistados en el Estado para el control de sus recursos, ha venido cambiando de ropaje y de nombres, simulando incluso postizas posiciones a favor del pueblo a lo largo de todo este tiempo, pero se han basado en realidad en la imposición, en la dominación, en la explotación, incluso en la persecución, en el exterminio, en la violación de los derechos humanos fundamentales.

Opera entonces un gigantesco cuadro de simulación propio de la sociedad del espectáculo y del enjambre digital, lo que el pueblo venezolano identifica en su buen sentido como “farsas” y “potes de humo”, apologías de simbologías revolucionarias, ritualizando simulacros teatrales de presunto “cambio revolucionario”, institucionalizando una liturgia de frases petrificadas y consignas cada vez más vacías, cuando en la práctica efectiva, en el terreno de la acción política y de gobierno, ocurre ante los ojos de la Nación, un proceso de desmontaje de las conquistas sociales en favor de los sectores populares y subalternos, a la par, de un proceso de recomposición radical del bloque de intereses en un nuevo sistema dominante del poder.

En 1996, un documento fundacional del proceso popular constituyente como lo fue la Agenda Alternativa Bolivariana, denunciaba:

“(…) la fantástica desigualdad en la distribución del ingreso, cuya brecha se ensanchó en un 30% durante los tres años del primer shock. Para los cultores del capitalismo salvaje, estos indicadores no tienen la mayor importancia. Como tampoco les dice nada en sus tableros el hecho criminal de que entre 1988 y 1991, el número de venezolanos por debajo de la línea de pobreza crítica se incrementó de 45% a 60%, y ahora, con el ultra-shock, se acerca a 90%; mientras que la pobreza extrema saltó sus barreras históricas desde un 25% hasta la descomunal cifra de 50%, en mayo de 1996, nivel de cuyo registro no hay precedentes en la memoria histórica venezolana, ni siquiera en los años posteriores a la larga y dolorosa Guerra de Independencia, que a su vez precedió a la Revolución Federal.”

Pues bien, en 2020 el gran riesgo que experimentamos como país, es una regresión histórica a condiciones de desigualdad, caída del ingreso real y situación de pobreza, como las experimentadas durante la vigencia de los programas de shock y ajustes macroeconómicos de signo neoliberal.

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Lo anterior es parte de la Presentación del Documento Central que se debatió y se aprobó en el Primer Encuentro Refundacional de Redes el pasado fin de semana con la presencia activa de 163 delegados de todo el país, y una participación masiva de un aproximado de 300 miembros de movimientos sociales, obreros, campesinos, juveniles, y frente femenino, provenientes de diversas regiones del territorio nacional; contando también con la presencia de invitados especiales, como es el caso de líder político de Monagas Numa Rojas,  además también se contó con la participación de Claudio Fermín, del partido Soluciones, Felipe Mujica del MAS, Luis Fuenmayor Toro, ex Rector de la UCV, Pedro Veliz y Eder Puerta del partido Bandera Roja, Santiago Arconada y Enrique Ochoa Antich, de la Alianza para el Referéndum Consultivo.

A continuación el Documento Completo, al que se puede accesar a tráves del siguiente link:

LA VERDADERA SITUACIÓN DE VENEZUELA 2020

y que incluye el siguiente sumario:

LA VERDADERA SITUACIÓN DE VENEZUELA 2020

1.- PRESENTACIÓN

2.- CICLOS DE RECOMPOSICIÓN Y CRISIS DEL PROCESO BOLIVARIANO RECIENTE:

a) CHÁVEZ Y LA OLEADA CONSTITUYENTE

b) LA INTENTONA GOLPISTA DE 2002, EL PARO PETROLERO Y LA POLARIZACIÓN DESTRUCTIVA. EL REFERENDO REVOCATORIO

c) LA RADICALIZACIÓN EN LA BUSQUEDA DEL NUEVO SOCIALISMO

3.- EL CONTRASTE DEL PROCESO BOLIVARIANO CONDUCIDO POR CHÁVEZ Y EL FENÓMENO MADURISTA

4.- LAS TAREAS ORGANIZATIVAS DEL PRESENTE

5.- NUESTRO CUESTIONAMIENTO A LAS ACCIONES Y POLITICAS DEL GOBIERNO DE MADURO

6.- ¿QUÉ HACER ANTE LA COYUNTURA?

Ser coherentes es volver a la Constitución y aportar por la democracia

Declaración de Principios

“ !!! Llego la hora !!! ”

“Que se vayan todos”

¡Juntos somos la Nueva Mayoría!

¡Derrota la polarización!

¡Elecciones limpias!

¡Castigalos con tu voto!

 

Acceda al documento completo,de 90 páginas en: https://www.aporrea.org/media/2020/03/para_imprimir_ela_2020-final__juan_barreto_2_1.pdf


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