Desde enero de 2017 los mexicalenses enfrentan a la poderosa industria cervecera. Plantones, bloqueos, marchas, foros informativos y una serie de acciones han realizado durante tres años para concientizar a la población del grave peligro que representa la instalación de esta empresa para el suministro de agua doméstico y agrícola.
La cervecera se construye en el ejido El Choropo, en una zona de estrés hídrico, con un acuífero sobrexplotado y en veda y con el río Colorado concesionado
, afirma Silvia Reséndiz, de Mexicali Resiste. Con la llegada de Constellation Brands, el agua escaseará más, como ya sucede en Tijuana, Ensenada, Tecate y Rosarito. Y por eso no queremos que se instale
, afirma la activista en un video que circula como respuesta al anuncio gubernamental de la consulta.
En 2018, afirma el movimiento, la consultora Parametría informó que alrededor de 62 por ciento de la población no apoyaba a la cervecera. Pero, acusan, dos años después nosotros vemos que la construcción sigue sin intenciones de parar
. Y ante el anuncio presidencial de la realización de una nueva consulta, Mexicali Resiste denuncia absoluta falta de información sobre este ejercicio.
Tampoco será libre, afirman, pues empresa y gobierno han manejado recursos para comprar conciencias
. Lo que quieren ahora, indica Mexicali Resiste, es obligarlos a ponerse en el camino de los 900 millones de dólares ya repartidos por la empresa y los 500 millones de dólares que les falta repartir
, pero la gente no quiere dinero, sino agua. Sólo agua.