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Euzkal Herria (País Vasco). La redes de solidaridad de barrio: frente a la emergencia y contra la “normalidad”

AUZODEFENTSA eta AUZO-BOTEREA (Autodefensa y poder del barrio) :: 23.03.20

En la crisis, como en la “normalidad” (capitalista), emergen dos maneras de habitar el mundo, dos mundos enfrentados y dos éticas antagónicas: a un lado, el mundo de quién apuesta por delegar todo en las instituciones y se enfrenta a la crisis de forma individualista, bajo la lógica del “sálvese quién pueda”; al otro lado, el mundo de quienes apostamos por otra forma de hacer y de organizarnos, colectiva y comunitaria, con el objetivo de crear redes de cuidado y apoyo mutuo y de autodefentsa de barrio (auzodefentsa).

La redes de solidaridad de barrio: frente a la emergencia y contra la “normalidad”, AUZODEFENTSA eta AUZO-BOTEREA.

Auzoetatik Piztu Bilbo

La Haine

Desde Auzoetatik Piztu Bilbo hemos decidido compartir unas reflexiones, en caliente y desde las barricadas, sobre estos primeros días de crisis y estado de excepción.

Frente a la emergencia del COVID-19 se ha puesto en marcha en toda Euskal Herria un movimiento de autogestión de los cuidados y auto-organización de la lucha en los barrios. Desde las instituciones nos acusan de crear “redes de contagio”. Sí, estamos creando redes de contagio, estamos  contagiando la solidaridad colectiva en los barrios y pueblos. El virus de la solidaridad de clase se está propagando por toda Euskal Herria, a una velocidad exponencial y es imparable.

1. Sobre la dialéctica entre emergencia y normalidad: dos mundos frente al espejo, dos mundos en guerra. Respecto a los primeros días de esta “emergencia sanitaria”, al contrario de lo que dice la “versión oficial”, creemos que, la situación de emergencia no supone un cambio radical en la sociedad, ni en su forma de enfrentarse al mundo; simplemente evidencia aún más lo que ya se da en una situación de supuesta “normalidad”.
En la crisis, como en la “normalidad” (capitalista), emergen dos maneras de habitar el mundo, dos mundos enfrentados y dos éticas antagónicas: a un lado, el mundo de quién apuesta por delegar todo en las instituciones y se enfrenta a la crisis de forma individualista, bajo la lógica del “sálvese quién pueda”; al otro lado, el mundo de quienes apostamos por otra forma de hacer y de organizarnos, colectiva y comunitaria, con el objetivo de crear redes de cuidado y apoyo mutuo y de autodefentsa de barrio (auzodefentsa).

A un lado, está la respuesta policial del estado de excepción, con los barrios populares militarizados y la difusión de un imaginario apocalíptico y patriarcal; al otro lado, la socialización de los cuidados desde, por y para el pueblo, con la convicción de que, como decimos desde hace tiempo, “nos cuidan las vecinas y las amigas, no la policía”. 

A un lado, está el mundo empresarial, el mundo de quiénes quieren hacernos pagar a las trabajadoras esta emergencia, despidiéndonos o recortándonos derechos; al otro, estamos las trabajadoras organizadas, las que creamos redes de lucha y solidaridad contra la explotación y la vulneración de derechos. Las que queremos ir más allá de vuestra caridad y asistencialismo, las que estamos organizando la solidaridad y la lucha de clases.

A un lado está el viejo mundo destapando toda su crueldad, mostrándose en toda su decadencia e insostenibilidad. Al otro lado existe la posibilidad de un mundo otro –el nuevo mundo ético y solidario que se vislumbra en estos momentos de crisis–. 

Encendamos la lucha de clases, profundicemos la guerra de mundos.

2. Respecto a la actitud de las instituciones: ¡la vuestra no es una respuesta a la emergencia, sino una respuesta a la auto-organización popular!
Desde las instituciones nos enseñan sus dos caras, que no se pueden separar: la cara asistencialista y la cara represiva; el policía bueno y el policía malo; el cura y el carcelero. A la vez que hablan en nombre de “las más desfavorecidas”, cierran los albergues y los servicios sociales y mandan a sus cipayos a amenazar a las personas sin techo, diciéndoles que no pueden estar en la calle. A la vez que montan sus redes asistencialistas y caritativas con un gran presupuesto público (las redes “oficiales y organizadas”, como “Guztion Artean”) criminalizan y deslegitiman las redes de solidaridad populares de barrio –mandando, además, a identificar quienes está montando estas mismas redes–.

Ahora, nosotras nos preguntamos: ¿de verdad era tan necesario movilizar todos estos recursos para responder al único servicio que se había cubierto a nivel de barrio/pueblo y de forma popular? ¿Lo que estáis montando es una respuesta a la emergencia o una respuesta a la auto-organización popular? ¿No será que lo que os da miedo no es tanto la emergencia sanitaria, sino un pueblo organizado y en lucha? En lugar de pensar en hacer contra-propaganda a las iniciativas auto-gestionadas y de barrios, ¿Por qué no intervenís los hoteles, los pisos turísticos y los pisos vacíos de las inmobiliarias, para dar un techo a quién no lo tiene o para montar camillas para gente enferma? ¿Por qué no bloqueáis el pago de alquileres, hipotecas y recibos para toda la gente de clase trabajadora? ¿Por qué no aseguráis un ingreso mínimo a todas las currelas que se han quedado sin trabajo y a todas las personas paradas y sin ayudas sociales?

¿Por qué no reforzáis el servicio de salud, asumiendo más trabajadoras y descargando el trabajo de las sanitarias? Contra vuestro paternalismo, tejamos la auto-organización popular. 

3. Respecto al discurso mediático de “estamos todos en el mismo barco”: ¡No estamos, ni queremos estar, en el mismo barco con vosotros!
No estamos “todos en el mismo barco”. No están en el mismo barco los propietarios de los hoteles de lujo y de las inmobiliarias y las trabajadoras que están echando a la calle sin sueldo. No están en el mismo barco las grandes empresas de la oligarquía vasca o las multinacionales, que bajarán un poco su plusvalía, y las trabajadoras de sus empresas que se encontrarán sin sueldo y sin derechos. No están en el mismo barco la gente que tiene a sueldo trabajadoras del hogar para para cuidar de sus hijas o mayores y quienes, en estos momentos de crisis, tiene que elegir entre ir a currar (para comer) o dejar solas sus hijas.

No están en el mismo barco, los cerdos capitalistas que están pensando en cómo aprovechar esta crisis para que sea una oportunidad de ganancia y para implementar medidas de estado de excepción permanente; y la gente de los barrios que nos estamos organizando. No queremos volver a vuestra normalidad individualista y patriarcal, sino construir otra forma de vida y otra forma de funcionar colectivamente, que vaya más allá no solo de la emergencia, sino también de vuestra “normalidad”. 

Nosotras y vosotros nunca hemos estado en el mismo barco: el vuestro es un yate de lujo y esta tormenta únicamente os molesta en la medida de no poder salir al puente a tomar el sol; nuestro barco, por el contrario, es una chalupa en medio de una tempestad, donde solo cooperando y entre todas podemos hacer que no se hunda. Pero nos estamos organizando, no solo para no hundirnos, sino para organizar un barco pirata y, una vez salidas de la tempestad, abordaremos el yate del Capital y lo socializaremos, desde el pueblo para el pueblo.

¡Organicemos la auzodefentsa, construyamos el poder popular!

 

En euskara

Auzo elkartasun sareak: larrialdi egoeraren aurrean eta “nomarltasunaren” kontra, auzodefentsa eta auzo-boterea

Auzoetatik Piztu Bilbo eragiletik krisialdi eta salbuespen egoera honi buruzko hausnarketa batzuk elkarbanatu nahi ditugu, berotan eta lubakitik idatzitako hausnarketak.

Euskal Herri osoan, COVID-19 izurrite larrialdiaren aurrean, behetik-gorako zaintza mugimendu autogestionatuak sortzen hasi dira, zaintzaren autogestio eta auzoetatik hazitako borroka. Instituzioetatik “sare kutsakorrak” sortzen ari garela dioskue. Eta hala da, sare kutsakorrak sortzen ari gara, elkartasun kolektiboa kutsatzen gabiltza auzo eta herrietan. Klase elkartasunaren birusa Euskal Herri osotik hedatzen ari da abiadura esponentzialaz eta geldiezin bihurtzen dabil.

1. Larrialdi eta “normaltasunaren” arteko dialektikari buruz: Bi mundu ispiluaren aurrean, bi mundu gerran.

Lehen egun hauetako “osasun krisiari” dagokionez, esaten denaren aurka, larrialdi egoerak gizartean eta beronek munduari aurre egiten dion moldean aldaketa erradikalik ez dakarrela deritzogu; ageriko uzten du soilik, larrialdian bezain beste, balizko “normaltasun” egoeran ematen dena.

Krisialdian, “nomarltasun” (kapitalistan) bezala, munduan izateko bi era azaleratzen dira, aurkan dauden bi mundu eta bi etika antagoniko: badago instituzioengan dena delegatzeko apustua egiten duenik, halakoek egoerari modu indibidualistan egingo diote aurre “sálvese quien pueda” logikapean. Baina bada bestaldean, egiteko eta antolatzeko beste era batzuen alde apustu egiten dugunon mundua ere, era kolektibo eta komunitarioen alde, helburutzat elkar-zaintza, elkar laguntza eta auzo-defentsa sareak dauzkagunon mundua.

Alde batetik, auzo herrikoiak militarizatuta dituen salbuespen egoerako erantzun poliziala daukagu, imaginario apokaliptiko eta patriarkalaren hedapenarekin bat datorrena; eta bestetik, zaintzaren sozializazioa dago, herriarengandik eta herriarentzako, aspaldi diogun bezala “lagunek eta auzokideek zaintzen gaituzte, ez poliziak” lemapean.

Alde batetik enpresen mundua, larrialdi hau langileoi oradinarazi nahi diguna, kaleratzeen edota eskubide murrizketen bitartez; bestean berriz langile antolatuak gaude, borroka eta elkartasun sareak sortzen ari garenak esplotazio eta eskubide urraketen aurka; zuen karidade eta asistentzialismoatik haratago joan nahi dugunon, elkartasuna eta klase borroka antolatzen ari garenok.

Alde batetik mundu zaharra dugu, haren krudeltasuna azalerazten eta bere dekadentzia eta jasangarritasun eza erakusten ari dena; bestetik berriz, beste mundu baten aukera dago -mundu etiko eta solidario berria, krisi une hauetan antzeman dezakeguna-.

Klase borroka hauspotu, munduen arteko gerra sakondu.

2. Instituzioen jarrerari buruz: Zuena ez da larrialdiarekiko erantzuna, herri auto-antolakuntzaren aurkako erantzuna baizik!

Instituzioetatik, banaezin diren haien aurpegi biak erakusten ari zaizkigu: aurpegi asistentzialista eta aurpegi zapaltzailea; polizia ona eta polizia txarra; apaiza eta kartzelaria…

Errekurtso gutxien eta behar gehien dituztenei buruz hitz egiten dute, ahoa berba handiz betez, bitartean, berriz, aterpetxeak eta zerbitzu sozialak itxi eta zipaioak bidaltzen dituzte, etxerik ez dituzten pertsonak mehatxatuz eta kaleetan ezin direla eogn esanez.

Euren sare asistentzialista eta karitatetsuak eraikitzen ari dira aurrekontu publiko handien gain (“Guztion Artean” bezalako sare “ofizial eta antolatuak”) eta aldi berean herri elkartasun sareak kriminalizatzen dituzte –berauek antolatzen ari diren pertsonen identifikazioa aginduz, gainera–.

Orduan, guri zalantza batzuk sortzen zaizkigu: benetan al zen hain beharrezkoa errekurtso guzti hauek mobilizatzea dagoeneko herri eta auzo mailan antolatuta zegoen elkartasun sareei erantzuteko, lan berdina egingo duen “bolondres” sarea sortzen? Eratzen ari zaretena larrialdiarekiko erantzuna al da, ala herriaren auto-antolakuntzari erantzuna? Ez ote da izango beldurra ematen dizuena ez dela osasun larrialdia bera, borrokarako prest dagoen herri antolatua baizik?

Auzoetako ekimen autogestionatuei kontra-propaganda egitean pentsatu ordez, zer dela eta ez duzue hoteletan, pisu turistikoetan eta inmobiliarien etxe hutsetan esku hartzen, ez daukanari aterpea eskeini edota gaixorik daudenentzako tokiak atontzeko?

Zergatik ez dituzue langile klaseko kide guztien alokairu, hipoteka eta ordainketak blokeatzen? Zergatik ez diezue gutxieneko errenta ziurtatzen lan gabe geratu diren langileei eta langabezian edota laguntza sozial barik dauden persona guztiei? Zergatik ez duzue osasun sistema indartzen, langile gehiago gain hartuz eta sanitarioen lan karga murriztuz?

Zuek paternalismoaren kontra, herri autoantolakuntza saretu.

3. “Denok ontzi berean gaude” diskurtso mediatikoari dagokionez: “Ez gaude, eta ez dugu zuen ontzi berean egon nahi”.

Ez gaude “denok ontzi berean”. Ez daude ontzi berean luxuzko hotelen eta inmobiliarien ugazabak eta kaleratzen ari diren soldata gabeko langileak; ez daude ontzi berean, haien plusbalia apur bat jeitsiko duten euskal oligarkiako edo multinazionalen enpresariak eta soldata zein eskubide gabe geratuko diren berauen enpresetako langileak; ez dago ontzi berean, etxeko ume zein nagusien zaintzarako langilea soldatapean duen jendea eta krisi garai hauetan erabaki behar duena, lanera joan (jatekoa lortzeko) edota seme-alabak bakarrik uztearen artean.

Ez daude ontzi berean arraunean, krisi honi etekina ateratzeko trikimailuak asmatzen ari diren txerri kapitalistak, aberasteko aukera izan dadin eta salbuespen egoerako neurri iraunkorrak ezartzeko aburuz; eta bestalde antolatzen ari garen auzoetako jendea. Ez dugu zuen normaltasun indibidualista eta patriarkalera itzuli nahi, beste bizitza eredu bat eta kolektiboki funtzionatzeko molde berria eraiki baizik. Larrialdiaz gain, zuen “normaltasunetik” harago doan moldea.

Guk sekula ez dugu zuen ontzi berean arraun egin: zuena luxuzko yatea da eta ekaitzak enbarazu egiten dizue, eguzkitan bainatzera irten ezin zareten heinean; gure barkua, zuenaren kontran, txalupa baino ez da enbataren erdian, zeina ondoratzea guztion arteko kooperazioaz baino ez dugun ekidingo. Baina antolatzen ari gara, ez ondoratzea ekiditeko bakarrik, barku pirata eratzeko baizik. Eta behin ekaitza gainditu dugunean, kapitalaren yatea abordatuko dugu, eta sozializatu, herritik eta herriarentzat.

Auzodefentsa antolatu, auzoboterea eraiki!


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