El ex-guerrillero (ver biografía al final del artículo) sostiene que ” La polarización y la negativa al diálogo para acordar soluciones consensuadas a la crisis nos está conduciendo cada vez más a una muy probable guerra civil. Son responsables tanto el gobierno de Maduro como la fracción de Guaidó. También son responsables los Estados Unidos y sus aliados por su respaldo incondicional a Guaidó, como también son responsables si estalla una guerra civil los gobiernos de Rusia, China, Irán y Cuba que apoyando al irracional gobierno de Maduro han permitido que lleguemos a estos extremos que hoy padecemos”.
La crisis venezolana ha tenido una escalada desde el domingo 3 de mayo, cuando el gobierno anunció de un intento de invasión por la costa de Macuto (Estado La Guaira) que el lunes 4 tuvo continuidad en el pueblo aragüeño de Chuao. Sobre esto puntualizamos lo siguiente:
1. Rechazamos de plano esta acción militar aparentemente financiada y respaldada por agencias paramilitares estadounidenses, y que muy probablemente cuenta también con la aprobación en secreto de alguna de las tantas agencias de inteligencia del gobierno gringo. Es una regla conspirativa de los imperios que si las cosas salen mal, nadie se hace responsable, como viene ocurriendo en este caso.
2. Sin duda alguna se produjo o se está produciendo una penetración de militares venezolanos, desertores que pasaron a Colombia a lo largo del año pasado, entrenados, financiados y dirigidos por empresas contratistas de mercenarios gringos (en eso del financiamiento deben estar de bajo perfil muchos gobiernos y muchas empresas latinoamericanas, además de los gringos y europeos).
3. No compartimos que estos militares desertores se apoyen en factores imperiales para promover su rebelión dentro de Venezuela. Reconociendo el sagrado derecho a la rebelión de los pueblos ante gobiernos tiránicos, en este caso no apoyamos ninguna rebelión que se produzca teledirigida por el imperialismo yanqui y sus aliados occidentales. Cualquier solución a la crisis venezolana debe nacer y desarrollarse de manera soberana entre los mismos venezolanos. Para ello hemos dado preeminencia a las salidas pacíficas y constitucionales como la propuesta de un referéndum consultivo que pregunte al soberano si desea relegitimar todos los poderes públicos y que consulte a la vez las medidas básicas de un plan económico de emergencia para superar la bestial crisis que sacude a todo el pueblo.
4. La captura y muerte de los invasores en las playas de Macuto y de Chuao parecen responder más a una puesta en escena del gobierno que a hechos reales. Da la impresión que fueron capturados en tierra y colocados posteriormente en esos cayucos (como el que aparece en el video de Chuao). No queda claro cómo se produjeron los hechos, dónde fueron realmente capturados, y dónde ocurrió el supuesto enfrentamiento. Hasta ahora resalta que no se ha dado a conocer los nombres de los invasores fallecidos, cuyo número sería de 8 según el gobierno, y apenas reconocen la muerte del capitán Colina (alias Pantera). Tampoco se mostraron fotos de los cadáveres de los 8 fallecidos.
5. Los militares que intentan invadir al país vienen sin ninguna duda a tratar de ejecutar acciones violentas contra el gobierno de Maduro. Es obvio que la respuesta de las fuerzas del gobierno será igualmente violenta. En esta situación se vislumbra cada vez con más fuerza la posibilidad de una guerra civil que termine de arrasar con lo poco que queda de la estructura social, política y económica del país.
6. En las peores situaciones de guerra existen normativas y tratados internacionales que regulan el respeto a los prisioneros, la protección a la población civil, y la vigencia de garantías fundamentales en cuanto a derechos humanos se refiere. Nos llama la atención que tanto Nicolás Maduro como Diosdado Cabello han arremetido con fuerza contra la organización defensora de los derechos humanos Provea, de una larga y honrosa trayectoria en Venezuela desde la época del Caracazo y de masacres como la de El Amparo. Diosdado ha llegado a decir que “se vale todo” para defender la patria. Frase que relacionada con los ataques a Provea parecieran dar luz verde a probables ejecuciones extrajudiciales de los invasores que sean capturados y sometimiento a torturas de los que sean detenidos. Aparte de la posible represión directa (operación “tun tun”) contra los activistas y abogados de derechos humanos, y especialmente los de Provea. Rechazamos totalmente esta arremetida del gobierno contra las organizaciones y activistas de derechos humanos, y repetimos que en las peores situaciones de conflictos armados (aunque en Venezuela no está declarada propiamente una situación de guerra interna) se deben respetar los pactos internacionales enmarcados en el Derecho Internacional Humanitario como los Convenios de Ginebra de 1949 y 1977 y el Estatuto de Roma de 1998. Que el gobierno de Nicolás Maduro insista en colocarse al margen de toda la normativa internacional de derechos humanos lo coloca en una posición muy cercana a la Alemania Nazi de las décadas de 1930-40 (y ya sabemos cómo terminaron Hitler y los nazis). A la barbarie de unos invasores no se puede responder con la barbarie de los supuestos “patriotas”.
Para el pueblo venezolano este enfrentamiento militar entre “patriotas” e “invasores” no resuelve para nada la profunda crisis socio-económica y política que mantiene totalmente paralizado al país de un extremo a otro. El deseo de millones y millones de venezolanos, de patriotas que quieren a su país y que no han emigrado, y también el deseo de los millones –también patriotas- que sin dejar de querer a Venezuela se fueron a otras tierras porque aquí ya no encontraban medios de subsistencia, es el que se resuelva pacífica y constitucionalmente la profunda crisis que vivimos, y que se implementen medidas económicas de emergencia que revitalicen la derrumbada producción nacional y permitan el sustento de las familias trabajadoras que hoy a duras penas sobreviven con salarios de 3 dólares mensuales.
La polarización y la negativa al diálogo para acordar soluciones consensuadas a la crisis nos está conduciendo cada vez más a una muy probable guerra civil. Son responsables tanto el gobierno de Maduro como la fracción de Guaidó. También son responsables los Estados Unidos y sus aliados por su respaldo incondicional a Guaidó, como también son responsables si estalla una guerra civil los gobiernos de Rusia, China, Irán y Cuba que apoyando al irracional gobierno de Maduro han permitido que lleguemos a estos extremos que hoy padecemos.
Nuestra propuesta sigue siendo: SALIDA PACIFICA Y CONSTITUCIONAL A LA CRISIS: DESIGNAR POR LA A.N. UN NUEVO C.N.E.; CONVOCATORIA DE UN REFERENDUM CONSULTIVO PARA PREGUNTAR AL SOBERANO SI DESEA QUE SE RELEGITIMEN TODOS LOS PODERES PÚBLICOS; CONSULTAR IGUALMENTE EN ESE REFERENDUM LOS PUNTOS BÁSICOS DE UN PLAN ECONÓMICO Y UN GOBIERNO DE EMERGENCIA.
De estallar una guerra civil, los responsables serán Maduro-Cabello-Padrino por el lado del gobierno, y Guaidó-Trump por el extremismo de la derecha imperial occidental.
Maracaibo, Tierra del Sol Amada. 6 de mayo de 2020
Roberto López Sánchez (Caracas, 1958). Historiador. Profesor Titular de la Universidad del Zulia (1994-2019). Magister en Historia de Venezuela y Doctor en Ciencias Políticas. Luchador social, activista del movimiento estudiantil y profesoral, vinculado al trabajo obrero, campesino, ambientalista, indígena y cultural desde 1977. Participante de la lucha armada revolucionaria (1977-1988); miembro del Frente Guerrillero Américo Silva. Sometido a persecución política y juicio militar en 1982. Actividad revolucionaria clandestina durante 1982-1988. Fundador de la Unión Nacional de Trabajadores-Zulia y miembro de su comité ejecutivo (2004-2012). Integra el consejo consultivo de la Federación Bolivariana Socialista de Trabajadores del Zulia (organismo que sólo ha sido convocado en una oportunidad en cinco años). Ha sido director de las Divisiones de Extensión y de Formación General; Secretario Docente de EUS; Coordinador de la Unidad Académica de Antropología, del Diplomado en Consejos Comunales (cinco cohortes graduadas) y el Diplomado en Formación Sindical con (cinco cohortes graduadas) en la Facultad Experimental de Ciencias (FEC). También ha coordinado la Zona Zulia-Falcón del Ministerio del Trabajo (2004). Ha publicado: El movimiento de trabajadores en Venezuela durante la revolución bolivariana: 1999-2012 (2017); Movimiento estudiantil y proceso político venezolano (2007); El protagonismo popular en la historia de Venezuela (2008-2015); Los Consejos Comunales y el Socialismo del Siglo XXI (2009); y Venezuela ante la globalización, la crisis mundial y los retos de su desarrollo (2012), además de 5 capítulos de libros científicos, 45 artículos científicos y 50 ponencias en eventos nacionales e internacionales. Es miembro del Programa de Estímulo a la Investigación (PEII), nivel C. Egresó en pregrado con 19,41 puntos de promedio (LUZ, 1994). Ha dirigido 10 proyectos de investigación en la FEC-LUZ. Actualmente dicta semestralmente las materias de Historia de Venezuela, Historia de América, Intercambios económicos y simbólicos, y Poder y Movimientos Sociales, en la Licenciatura en Antropología de LUZ. Ha dictado los seminarios Lucha de clases en el siglo XXI. Movimientos sociales y formas de participación política; y El análisis marxista y la sociedad global del siglo XXI, en el programa de Doctorado en Ciencias para el Desarrollo Estratégico de la Universidad Bolivariana de Venezuela, en Maracaibo. En la División de Extensión de la FEC desarrolla anualmente seminarios sobre: Crisis política en Venezuela; Marxismo y Antropología; Movimientos Estudiantiles en Venezuela; Movimiento de Trabajadores en la Venezuela Contemporánea; Crisis Económica Mundial y su repercusión en la economía venezolana; Movimientos Sociales y Protagonismo Popular en la Historia de Venezuela (dictado también en el Centro Internacional Miranda -CIM- y en Fundacite-Mérida en 2016); y el seminario La Lucha Armada en el Oriente de Venezuela: 1965-1990, en el CIM (2017). Es coinvestigador en el Proyecto: “Historia de los frentes guerrilleros Antonio José de Sucre y Américo Silva: 1966-1990”, Centro Nacional de Historia (2016-2017). Investigador principal en el proyecto “Identidades en el estudiantado de la Universidad del Zulia” y del programa de investigación “Universidad del Zulia: comunidad, organizaciones e identidades” (2017-2019).