- Estados Unidos. Trump se refugia en el búnker de la Casa Blanca mientras EEUU vive los disturbios raciales más graves desde el asesinato de Martin Luther King
- EEUU. Las manifestaciones por la muerte de George Floyd se extienden a Europa
Estados Unidos está inmerso hoy en los peores disturbios raciales desde el asesinato, en 1968, de Martin Luther King, el histórico líder de los derechos de los negros. La mecha de las protestas contra los abusos policiales y el racismo, que se han extendido por decenas de ciudades, fue la muerte por asfixia del afroamericano George Floyd el 25 de mayo en Minneapolis. Un policía blanco se arrodilló sobre el cuello de Floyd durante varios minutos, una vez ya estaba esposado y pese a sus continuos ruegos advirtiendo de que no podía respirar. Ese grito -I can’t breathe, no puedo respirar- se ha convertido, y no es la primera vez, en uno de los lemas de las protestas que recorren el país. El toque de queda sigue declarado en numerosas ciudades, las detenciones se cuentan por centenares (periodistas incluídos) y hasta Donald Trump se vio obligado a refugiarse el pasado viernes en el búnker de la Casa Blanca. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
¿Cuándo empezó todo?
El 25 de mayo, George Floyd, de 46 años, padre de una niña de seis años y ex guardia de seguridad -había perdido su empleo, como millones de estadounidenses, durante la pandemia de coronavirus- fue detenido por la policía después de que el empleado de una tienda lo denunciara por intentar pagar con un billete falso de 20 dólares. Cuatro agentes arrestaron a Floyd y lo esposaron; uno de ellos lo mantuvo retenido en el suelo, arrodillándose sobre su cuello durante más de ocho minutos, mientras Floyd gritaba que no podía respirar. Los vídeos de este momento, que captan los últimos minutos con vida de Floyd, se hicieron virales y provocaron una oleada de indignación en todo el país, a la que se sumaron personalidades políticas y artísticas que denunnciaron la violencia policial contra los negros. El día después de la muerte de Floyd, los cuatro oficiales involucrados en el incidente fueron despedidos. Pero no era suficiente. Las protestas empezaron esa misma noche en Minneapolis al grito de “I can’t breathe”.
¿Se ha detenido al policía que asfixió a Floyd?
Derek Chauvin fue detenido el pasado viernes, acusado de homicidio involuntario por su responsabilidad en la muerte de George Floyd. Chauvin siguió apretando su rodilla contra el cuello de Floyd minutos después de que éste hubiera perdido el conocimiento y cuando los servicios de emergencias ya habían llegado hasta el lugar de los hechos. Chauvin comparecerá este lunes por primera vez ante un tribunal.
¿Cómo y cuándo se extendieron las protestas?
El 26 de mayo comienzan las protestas en Minneapolis, inicialmente de manera pacífica, pero a lo largo de la noche desembocan en violencia y saqueos. Los días siguientes, los manifestantes incendian hasta tres comisarías de policía de la ciudad. El 28 de mayo, el gobernador del estado de Minnesota despliega hasta 500 soldados de la Guardia Nacional mientras el alcalde de Minneapolis declara el estado de emergencia. Al mismo tiempo, las protestas contra el racismo se extienden hasta en un centenar de ciudades de todo el país, entre ellas algunas tan importantes como Chicago, Las Vegas, Los Ángeles, Detroit, Nueva York, San Francisco o Washington, llegando incluso a las puertas de la Casa Blanca.
Los manifestantes consiguieron romper la valla erigida por la policía frente a la residencia presidencial. Hubo lanzamiento de adoquines, piedras y botellas, y tras once horas de protestas, la policía dispersó a los manifestantes -que amenazan con volver- con gases lacrimógenos. Dentro de la Casa Blanca, Trump tuiteaba: “Estaba dentro, seguí cada movimiento. No podía haberme sentido más seguro. Si los manifestantes (”grupos organizados”) hubieran traspasado la valla les habrían recibido con feroces perros y temibles armas“.
El pasado sábado, 30 de mayo, hasta 12 ciudades habían decretado el toque de queda nocturno. El domingo, 15 estados autorizaron el despliegue de hasta 5.000 efectivos de la Guardia Nacional -reservistas del Ejército-. Además, la 82 División -una unidad que puede ser desplegada en cualquier parte del mundo en 18 horas- está acuartelada en Carolina del Norte, por si fuera necesario enviarla a alguna ciudad.
¿Cuáles son los precedentes de violencia racial?
El actual despliegue de fuerza para contener los disturbios raciales no ocurría desde 1992. El 29 de abril de aquel año, un jurado formado por 10 miembros blancos, uno asiático y otro latino absolvió a cuatro agentes de policía blancos que habían sido grabados en vídeo un año antes dándole una paliza a un hombre negro: Rodney King. Los disturbios se saldaron con 63 muertos y 4.000 heridos, mientras que las minorías asiática y latina sufrieron especialmente los estallidos de violencia.
Rodney King no es el único nombre propio de una larga historia de abusos policiales contra afroamericanos. En estas tres décadas hay que recordar varios casos. Como el de Trayvon Martin, un joven negro de 17 años que murió en 2012 por el disparo de un vigilante blanco latino,George Zimmerman. La sentencia de absolución de Zimmerman motivó multitudinarias manifestaciones en el país.
En julio de 2014 Eric Garner murió estrangulado por un policía blanco que le detuvo por vender tabaco de manera ilegal. Garner gritó hasta 11 veces “I can’t breathe” (no puedo respirar) antes de morir y aquella frase se convirtió ya entonces en lema contra la violencia policial. Ese grito, que vuelve hoy a la primera plana, rescatado en carteles y camisetas, muestra que no mucho ha cambiado en los últimos seis años. La justicia no presentó cargos contra el agente responsable de la muerte de Garner, lo que también desencadenó protestas en todo el país. Sólo un mes después, en agosto, Michael Brown, un joven de 18 años, murió en Ferguson (Missouri) tras recibir al menos seis disparos de un policía por haber robado en una tienda. El caso de Brown, que provocó 12 días seguidos de violentos disturbios, dio el impulso definitivo a Black Lives Matter, un movimiento contra el racismo que nació en las redes sociales y que desde entonces organiza en todo el país protestas y manifestaciones vinculadas a la defensa de los derechos civiles de los negros.
¿Cuál ha sido la reacción de Trump?
El presidente de Estados Unidos se enfrenta a los mayores desórdenes desde su mandato, al tiempo que el país está también gravemente afectado por la pandemia de coronavirus. Trump, que ha prometido mano dura contra los manifestantes (incitó a la violencia en un mensaje que Twitter señaló como inapropiada), ha señalado a los “extremistas de izquierda radical” como responsables de los disturbios y ha anunciado que el movimiento Antifa (Antifascista) será incluido en la lista de organizaciones terroristas. También el fiscal general, William Barr, se refirió a la violencia llevada a cabo por Antifa como “terrorismo doméstico”.
¿Quiénes forman el movimiento Antifa?
El movimiento antifascista estadounidense - Antifa- es un pequeño pero ruidoso movimiento radical que, tras la llegada de Trump a la Casa Blanca, ha ganado presencia sobre todo contra las manifestaciones de los supremacistas blancos. El movimiento surgió hace décadas, aunque sus inicios no se han concretado. El historiador Mark Bray, autor del libro Antifa: The Anti-Fascist Handbook, asegura que en Estados Unidos empiezan a ser activos a finales de los 80, y relaciona el movimiento con el grupo ARA (Anti-Racist Action), contrario a los supremacistas y neonazis en este país. No es una organización como tal, sino un movimiento sin estructura jeraráquica compuesto por varios grupos que, sobre todo en los últimos años, se organizan a través de las redes sociales. Se inspiran en los movimientos antifascistas surgidos en Europa desde los años 20 en respuesta al fascismo, especialmente en Italia. Uno de sus rasgos distintivos es la bandera con los colores rojo y negro (del comunismo y el anarquismo).
Los activistas de Antifa son a menudo identificados por Trump y sus seguidores como “alt-left”, como contraposición la “alt-right” (derecha alternativa) que apoyan al presidente y que incluyen a los grupos ultranacionalistas bancos. El movimiento ha aparecido en muchas actividades de la ultraderecha en los últimos años, como la contramanifestación de una marcha supremacista en agosto de 2017 en Charlottesville (Virginia), en la que un racista mató a una mujer y causó una veintena de heridos al atropellar con su vehículo a una multitud. Entonces Trump responsabilizó de la violencia tanto a los neonazis como a los manifestantes de extrema izquierda, al tiempo que aseguró que entre los supremacistas había “gente muy buena”.