Clajadep :: Red de divulgación e intercambios sobre autonomía y poder popular

Imprimir

Chile: Análisis de la Asamblea Territorial de Tierras Blancas, Coquimbo. Iniciativas autogobernantes de administración propia

Jaime Yovanovic (Profesor J), abogado constitucionalista. :: 13.07.20

La Asamblea emitió un texto mediante uno de sus tres voceros rotativos que hoy analizamos como parte de las funciones de la UnLibre que sostiene que los maestros son las comunidades autónomas, los lof mapuche, especialmente los articulados horizontalmente en la Alianza Territorial Mapuche Pulof Mapu Xawün, que recoge las formas tradicionales continuadas en 1881 por la resistencia contra la anexión chilena del Wallmapu, y por las formas de autoorganización de vecinos que aprenden a administrar sus barrios y poblaciones desde abajo, hoy día multiplicando las ollas comunes, las huertas y otras iniciativas que muestran y demuestran la potencia del protagonismo social sin partido.

ANÁLISIS DE LA ASAMBLEA TERRITORIAL DE TIERRAS BLANCAS, COQUIMBO.

SU OLLA COMÚN, HUERTAS E INICIATIVAS DE ADMINISTRACIÓN PROPIA

 

Por Jaime Yovanovic, abogado constitucionalista

Universidad Libre, la Mancomunal de la Tierra y del Común

https://www.facebook.com/notes/universidad-libre-la-mancomunal/cr%C3%B3nicas-e-informaciones-semanales-de-las-ollas-comunes-huertas-y-formas-de-auto/274463313863049

 

La Asamblea emitió un texto mediante uno de sus tres voceros rotativos, que fue publicado en el Número 1 de las Crónicas e Informaciones Semanales de las Ollas Comunes, Huertas y Formas de Autoorganización del Protagonismo Social y que hoy analizamos como parte de las funciones de la UnLibre que sostiene que los maestros son las comunidades autónomas, los lof mapuche, especialmente los articulados horizontalmente en la Alianza Territorial Mapuche Pulof Mapu Xawün, que recoge las formas tradicionales continuadas en 1881 por la resistencia contra la anexión chilena del Wallmapu, y por las formas de autoorganización de vecinos que aprenden a administrar sus barrios y poblaciones desde abajo, hoy día multiplicando las ollas comunes, las huertas y otras iniciativas que muestran y demuestran la potencia del protagonismo social sin partido.

 

Por ello la experiencia de Tierras Blancas por sus características que iremos señalando en nuestro análisis, se ha transformado  también en maestros de los cuales no hay que copiar, sino debatir para encontrar cada uno su propio hilo conductor, así el maestro o profesor no enseña una verdad sino que enseña y aprende junto a todos el cómo construir saber.

 

COMIENZA EL TEXTO

 

Coquimbo, 08 de julio del 2020.

Primero queremos dar algunas descripciones de contexto: vivimos en una conurbación de medio millón de habitantes (La Serena y Coquimbo) que en los periodos de verano llega a elevarse a casi un millón y medio de personas.

Esta conurbación se encuentra flanqueada por sectores barriales extensos, como la parte Alta de Coquimbo, la Población San Juan, Población Sindempart, La Herradura, Tierras Blancas, etc., en el caso de Coquimbo. Y en La Serena tenemos a Las Compañías (Alta y Baja) , La Antena, etc. ,

sectores donde se concentra la mayor precariedad, constituyéndose en centros urbanos “dormitorio”.

Es allí donde se vive día a día, la dureza de un sistema social, político, y económico, profundamente injusto y violento. Si bien es cierto, las tradiciones comunitarias de lucha, han existido desde siempre, y más recientemente, desde las organizaciones y experiencias de lucha en contra de la dictadura, el aprendizaje de las nuevas generaciones sobre autonomía ha sido feroces, ya que se ha convertido prácticamente en parte del propio ADN del activismo político y social de los barrios.

 

ANALIZAMOS

 

En realidad se trata de la misma experiencia vivida también en La Legua, La Victoria, La Bandera, la Pincoya y otros lugares, donde se está avanzando muy lentamente sorteando la intensa represión durante décadas y la enorme división promovida por los partidos institucionales y aún por los grupos y partidos encaminados hacia la toma del poder como solución de los problemas del pueblo. Los partidos de la Unidad Popular que gobernó con Allende, se pasaron todos a administrar el capitalismo después de haber negociado los puestos del aparato de gobierno con los milicos, por lo tanto su discurso en esas poblaciones nombradas y las demás, estaba destinado a desarmar políticamente al pueblo para someterlo a la voluntad de los empresarios que destruyen tierras y comunidades. Las sobras de esos partidos y otros grupos menores rearticularon una izquierda de discurso un poco más avanzado, pero no mucho, en el Frente Amplio, que inauguró su existencia traicionando el movimiento estudiantil universitario y vendiéndolo por unos pocos sillones parlamentarios, lo que le valió dividirse en mil pedazos y la fuga de varios grupos. Por si fuera poco, una gran variedad de grupos llamados los extraparlamentarios, la enorme mayoría de ellos simpatizantes de las dictaduras de izquierda en Nicaragua y Venezuela, se unifican con partidos de la vieja izquierda y de la “nueva” debido a que tienen discurso parecido y podrá “unirse” para administrar el estado con el mismo ejército golpista que los masacró.

 

SIGUE

 

Por lo tanto, el estallido del 18 de octubre, no caló en frío, sino que se sustentó sobre experiencias orgánicas de décadas, como es en el caso de la Parte Alta de Coquimbo, en Las Compañías, y La Antena en La Serena, y en Tierras Blancas en Coquimbo.

Fueron los primeros sectores que respondieron en forma de asambleas, con mayor o menor éxito.

 

Y en este contexto nos encontramos nosotros en el sector de Tierras Blancas, ubicado precisamente casi en medio de la conurbación, entre Coquimbo y La Serena.

Es un sector relativamente definido, de unas 120 mil personas, con un barrio industrial y una delegación municipal, y una amplia red de organizaciones sociales y culturales, nacido de una toma entre la década del 50 y el 60.

 

 

LA ASAMBLEA TERRITORIAL DE TIERRAS BLANCAS.

 

La asamblea se formó por el empuje de organizaciones ya existentes firmemente asentadas en la convicción de la autonomía, que generaban sus propios recursos y levantaron sus propios espacios. Las asambleas fueron abiertas, en la plaza conocida como “Plaza de Las Manos” pero que había sido extraoficialmente bautizada hace unos años atrás como “Plaza Salvador Allende”.

Se realizaba desde las 16:00 hrs y hasta que la misma asamblea se autodisolvía, cada sábado, hasta el inicio de la pandemia. A esta actividad se unía la olla común de “La Pobla Choriza” que se instalaba desde el mediodía en la misma plaza. Allí, más de un centenar de vecinos se reunía cada sábado a deliberar y a expresar sus puntos de vista, que ya a fines de noviembre se plasmó en un documento que fue trabajado en comisiones, y se votó por mayoría y unanimidad a fines de ese mismo mes.

Una de las primeras convicciones que se plasmó en dicho documento, que nos rige aún, es el apartidismo, la autonomía, la democracia directa, la horizontalidad, el anticapitalismo, el feminismo, la plurinacionalidad, el antipatriarcado, y el compromiso con el espíritu de la revuelta.

 

ANALIZAMOS

 

El hecho de disolverse al finalizar cada asamblea conseguía como resultado contar con un espacio abierto a todos y no un aparato constituido por los afines, así entonces se trataba realmente de la voz de los vecinos y no de que un grupo de vanguardia había conseguido predominar en las asambleas y luego iba detrás de los demás para atraerlos a las “conclusiones”. Los participantes no se cerraban entre sí para transformarse en el faro luminoso que conduciría a los demás a la victoria ajena, lo que sería la heteronomía, lo contrario de la autonomía, la dependencia a las decisiones de otro.

 

Es muy interesante verificar el listado de sus convicciones, como principios para abordar diferentes temas “que nos rige aún”. Regir es dirigir o gobernar, por lo que al ser aprobados en asamblea abierta de vecinos, estamos en presencia de lo que podría llamarse autogobierno local.

 

Al no estar subordinados a la legalidad del estado ni a la ilegalidad, porque no contravienen ninguna norma obligatoria, están en el campo que se llama de alegalidad, sin una ley ni contra ella, ya que la legalidad y la ilegalidad son dos caras de la misma moneda del poder, por lo tanto dentro de la doctrina jurídica y teorías del derecho, se encuentran en lo que se llama derecho alternativo, que no es jurídico salvo si lo reconoce el estado, es decir, se asemeja al derecho indígena, que es derecho jurídico si le reconoce la ley o es derecho alternativo si no lo reconoce. Eso nos lleva a las definiciones del derecho, que es la norma que determina conductas según Kelsen o es el conjunto de las relaciones que rigen el comportamiento social, que pueden provenir del uso, la costumbre o la democracia directa, que es el caso de las normas que rigen a la Asamblea de tierras Blancas, que al no estar ligada al estado o a un partido y ser abierta, representa a la población local y se materializa como autogobierno en la medida que son los propios vecinos los que administran su territorio. Ese es el mismo principio básico comunitario del lof mapuche y del ayllu andino, por lo que no sería de extrañar que su vocación de horizontalidad y plurinacionalidad (principios plasmados en su derecho alternativo) los lleven a federarse entre sí como dinámica o proceso cuyo paso siguiente deriva de la vivencia del paso anterior y no de la dependencia a una estrategia previamente diseñada por una ideología o mente lúcida.

 

SIGUE

 

Actualmente la Asamblea Territorial de Tierras Blancas reúne un capital humano de medio centenar de integrantes, más una periferia que dobla un par de veces ese número. En la medida de cada cual, los miembros pagan una cuota mensual, recibe aportes anónimos, administra dos espacios comunitarios (sedes), administra una olla común de lunes a sábado, inició dos huertas comunitarias (una en cada sede) y colabora con la difusión de huertas barriales o familiares. Realiza acopio de bienes como ropa de vestir, ropa de cama, pañales, medicamentos, materiales de construcción, asistencia directa a personas en situación precaria, apoyo a personas en situación de calle, incentiva el trueque, el comprando juntos, las bolsas de trabajo, la recuperación de sedes vecinales abandonadas, casa okupa, etc. Y busca mantener las mejores relaciones con toda organización territorial comunitaria, como piños, organizaciones culturales, asambleas territoriales, etc., pero desecha toda interacción con la institucionalidad y organizaciones político-partidistas, ya que solo han demostrado una nula capacidad de trabajo efectivo, y un afán de proselitismo y cooptación que raya en lo mafioso. Sin ánimo de conflictuar, se ha preferido separar aguas, intentar mantener buenas relaciones, pero no está en el horizonte sumarse a ninguna clase de organización de este tipo.

 

ANALIZAMOS

 

Es notable si listado de tareas de administración vecinal, no sólo por su cantidad y calidad, sino porque reflejan claramente el hecho de que no se trata de servicios o paleteadas y menos de limosnas, sino de tareas que asumen los propios miembros bajo el principio de que sólo el pueblo ayuda al pueblo, o sea el pueblo se ayuda a sí mismo, la autogestión generalizada, la cooperación y apoyo mutuo.

Magistral resulta su definición respecto de la institucionalidad y más aún de los partidos políticos “que solo han demostrado una nula capacidad de trabajo efectivo, y un afán de proselitismo y cooptación que raya en lo mafioso”, lo que hace notar que no se trata de la opinión de algún dirigente o teórico, pues se basa en la experiencia concreta que al comienzo señalamos como el profundo divisionismo permanente que siembran esas organizaciones y que pretenden tapar  con la “unidad” entre ellos.

 

SIGUE

 

La asamblea es diversa, y funciona con tres voceros (impar) para dirimir cuestiones domésticas, donde no pueden ser los tres del mismo género. El mandato soberano pertenece a la asamblea que delibera y vota por mayoría absoluta: mientras no exista mayoría absoluta en cualquier tema, éste se continúa deliberando en la medida que la presión social de contexto nos obliga. También, además del documento general al cual llamamos “Manifiesto”, tenemos unos “Estatutos Base” que lo tenemos de respaldo para dirimir cuestiones muy conflictivas, lo cual no ha sido necesario hasta el día de hoy.

En general, para todos, esta instancia asamblearia es una escuela, donde aprendemos de todo, desde hacer política a sembrar una huerta. Lo que buscamos, o queremos, es que la sociedad decida por sí misma, sin representaciones, sin mediadores, sin clase dirigente, sin clase política.

Creemos que es posible, y en ese contexto, nos hermanamos con el movimiento del Estallido Social, con el amplio y diverso movimiento asambleísta nacional, con el cual constantemente buscamos articularnos, pero rechazamos los intentos de que este movimiento se organice de las

formas tradicionales (verticalismo piramidal) y reconocemos en Primera Línea la reserva de acción ética de todo el movimiento. Creemos que esto no es corto, no es un proceso que se acaba ni con la pandemia, ni con un pliego de peticiones, ni con una casi imposible “oposición política”, sino con la apropiación territorial de los propios pobladores, de sus propios barrios, de manera concreta, de su urbanística, sus espacios públicos, sus espacios productivos, su administración, sus medios de comunicación, etc., que es una deliberación constante que intentamos compartir con otros territorios, cuyas experiencias atesoramos, no solo en la región, sino también nacional, e

internacionalmente. No solo vemos el movimiento asambleísta como una inspiración mundial, profundamente arraigado en nuestras tradiciones de lucha, y de nuestros pueblos ancestrales, sino que creemos que ahí está también, el germen de nuestro futuro como país y como continente.

Actualmente vemos con buenos ojos todas las instancias de articulación nacional de las asambleas territoriales, y participamos de la Asamblea de Asambleas IV Región (que reúne a una docena de asambleas) así como la ANATS (Articulación Nacional de Asambleas Territoriales) que reúne asambleas territoriales de Arica a Punta Arenas.

 

ANALIZAMOS

 

Es destacable su realismo y actitud positiva ante la diversidad del movimiento asambleario, que es sabido que se presenta en varias corrientes algunas de ellas similares o parecidas entre sí, otras dirigidas por la misma corriente y otras con políticas de alianzas camufladas por el carácter “social” de los sindicatos que controlan, ante lo cual los compas de Tierras Blancas deciden participar y apoyar, “pero rechazamos los intentos de que este movimiento se organice de las formas tradicionales (verticalismo piramidal)”.

 

Eso nos enseña que los autónomos no podemos estar separados, debemos estar con  todos mostrando y demostrando en  la práctica la validez y eficacia de nuestros principios

 

SIGUE

 

Jorge Collao

Uno de los tres voceros revocables de la Asamblea Territorial de Tierras Blancas Coquimbo.

 

Agregan en nota aclaratoria:

 

No escribimos mucho. Más bien los compas de la prensa alternativa de acá nos reportean a nosotros, como son “La Noche” y “Fuga de Tinta” que son muy activos. Acá la reflexión es política y práctica, pero no muy ideológica. Esto se da en sub espacios y es muy relevante, pero no afecta nuestro hacer en los territorios con discusiones inconducentes. Tratamos de ser amplios y abiertos, pero lo que marca los límites es el trabajo. Quien no tienen  trabajo en las bases nos interesa super poco. De hecho siempre ocurre que personas vienen a “entregar su experiencia” pero en la práctica esto siempre se ve como dirigismo, por muy buenas intenciones que tales personas o grupos tengan. Acá lo que vale es la práctica y el sentido común: “si tienes una idea, liderala y te apoyamos”. Pero no esto de “deberian hacer esto, deberían hacer esto otro” eso no nos resulta y de a poco lo hemos ido desterrando de nuestras prácticas. 

 

Acá no todos somos amigos, hasta hay personas que no se toleran, pero ese es un asunto de ellos. Estamos haciendo comunidad por un bien mayor. O nos salvamos juntos o nos hundimos juntos. Hay super buen clima, y hasta diría que nos “profesionalizamos” en esto, sobre todo es una gran escuela para los chicos más jóvenes, que tienen sus propias iniciativas como ASEC (Asamblea de Secundarios “German Cuello”) que tienen sus propias dinámicas. Colaboramos, nos articulamos, pero no formamos estructura. Creemos que es más seguro así, y permite mayor flujo de ideas y potenciales. Y sabemos que esto se está dando también así en muchas partes. Muchos lo veían originalmente como “desorden”, como algo negativo, pero ya lo están viendo como movimiento, como algo positivo, como una forma de vida…

 

ANALIZAMOS

 

Pensamos que es genial su relación con otros sectores “Colaboramos, nos articulamos, pero no formamos estructura. Creemos que es más seguro así, y permite mayor flujo de ideas y potenciales. Y sabemos que esto se está dando también así en muchas partes. Muchos lo veían originalmente como “desorden”, como algo negativo, pero ya lo están viendo como movimiento, como algo positivo, como una forma de vida…

 

Construir una forma de vida es más realista y efectivo que debatir teorías y programas que finalmente van a disputar el poder establecido, por ellos n os parece que el debate constitucional no avanzará mucho porque no se puede tocar el tema del poder y habrá que irlo sustituyendo por la práctica democrática de la administración de los barrios por los propios vecinos.

 

unlibre@gmail.com

 


https://clajadep.lahaine.org