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France municipaliste!

Collective for Global Municipalism  :: 18.07.20

El municipalismo crece en todas partes y ha crecido fuertemente en las últimas elecciones francesas, pero hasta ahora se ha mantenido dentro de las dinámicas del estado, con lo que no ofrece perspectivas ninguna salvo la integración. Eso puede variar en la medida que los barrios avancen en su autoorganización para la administración vecinal de barrios y poblaciones hacia los municipios autónomos que podrán sustituir al estado.

Municipalismo
France municipaliste!


 
 
El Salto
18 jul 2020 09:12
 
En la segunda vuelta de las recientes elecciones municipales francesas hemos visto cómo la posibilidad de una alternativa ciudadana, democrática y sostenible, empieza a abrirse paso. La situación sigue lejos de ser la deseable, pero los resultados del domingo 28 de junio son un buen paso adelante.

Francia ha sido siempre un país complejo y difícil de resumir. Como dijo De Gaulle: “Cómo podría alguien gobernar un país con 246 tipos de queso diferente?”. En un momento en el que la transición a nuevos modelos de sociedad que asuman los límites del planeta es un tema ineludible, Francia llevaba varios años en la que la principal respuesta electoral contra el status quo había sido el avance de la extrema derecha. Sin embargo, en la segunda vuelta de las recientes elecciones municipales hemos visto cómo la posibilidad de una alternativa ciudadana, democrática y sostenible, empieza a abrirse paso. La situación sigue lejos de ser la deseable, pero los resultados del domingo 28 de junio son un buen paso adelante.

Para empezar, en París repetía la socialista Anne Hidalgo con una candidatura, París en Commun, más tradicional que otras, pero con una apuesta valiente sobre uno de los aspectos más importantes del modelo de ciudad del siglo XXI: la movilidad sostenible.Aún más importante, en el resto de grandes ciudades, candidaturas verdes obtenían buenos resultados: victorias en Marsella (segunda ciudad del país), Lyon (tercera), Burdeos (octava) y Estrasburgo (sede del Parlamento europeo); Nantes, Rennes, Nancy, Rouen… y segundo puesto cerca de la victoria en Lille y Toulouse.

En las municipales francesas en más de 400 pueblos y ciudades se presentaban candidaturas locales participativas, independientes de los grandes partidos y lideradas por movimientos ciudadanos

Al mismo tiempo, y éste es uno de los signos más alentadores, en más de 400 pueblos y ciudades se presentaban candidaturas locales participativas, independientes de los grandes partidos y lideradas por movimientos ciudadanos, inspirados por la radicalidad democrática y la participación ciudadana, los principios que también impulsaron las candidaturas de las “Ciudades del Cambio” en 2015 y 2019 en Barcelona, Coruña, Madrid, Cádiz, etc. De las 410 listas ciudadanas presentadas el pasado domingo, más del 80% obtuvieron representación y 66 de ellas la mayoría, y con ella la alcaldía para los próximos cinco años.

Cabe señalar otro dato importante: cinco de las diez ciudades más grandes del país tendrán a una mujer como alcaldesa, y el 40% de las listas participativas están encabezadas por mujeres.

Estos hechos abren un escenario político inédito en Francia en un momento de descomposición del estado del bienestar en toda Europa y todavía saliendo del estado de confinamiento debido al Covid-19. A continuación repasamos cinco puntos para intentar dibujar la nueva situación:

1. El ultraderechista Rassemblement National ganó en Perpignan, su primera victoria en una ciudad grande. Sin embargo, esta victoria esconde el fuerte declive de la extrema derecha a nivel nacional. En 2014 contabilizaban 1.438 electos en 463 comunas, y ahora cuentan con 840 electos en 258 poblaciones; es decir, una reducción de un 40%.

2. Al mismo tiempo, las candidaturas vinculadas al gobierno de Macron obtenían los peores resultados de un partido de gobierno. Las encuestas llevan tiempo diciendo que la ciudadanía francesa no está contenta con el presidente de la República ni con su ataque a los servicios públicos y a los derechos sociales, que lo han desplazado más claramente hacia la derecha. Esto supone un duro golpe para En Marche, especialmente siendo un partido que nació hace cuatro años, para las últimas elecciones generales.

3. Por otro lado, los partidos clásicos, tanto de derecha como izquierda, han obtenido unos resultados que evidencian que sus formas de organización y sus mensajes están conectando cada vez menos con una ciudadanía que llevaba tiempo sin expresarse electoralmente con dureza, tal como muestra el récord histórico de abstención, cercano al 60%.

4. Al estallido de los movimientos ecologistas en todo el mundo en los dos últimos años, en Francia se sumaron, entre otros, el movimiento descentralizado de los chalecos amarillos, huelgas y movilizaciones multitudinarias contra la reforma de las pensiones a fines del 2019, movilizaciones en el sector de la salud, de la educación y de la justicia, así como de rechazo total a la brutal violencia policial ejercida por el Estado. Y, como explicaba Enric Bárcena en este artículo, ya en el verano de 2018 se estaban creando espacios para pensar la posible combinación entre movimientos ciudadanos y candidaturas electorales. Así, cabe señalar que estos resultados están conectados con un largo trabajo de movimientos ciudadanos, ONGs, sindicatos, etc., que han reconectado un contexto de desapego a los partidos de siempre sin caer en el populismo de extrema derecha.

5. El importante apoyo a la transición ecológica ha llevado al partido verde a ser el más votado de los grandes partidos y algunas de las grandes ciudades tendrán a las candidatas de Europe-Écologie como alcaldes. Sin embargo, muchos de estos verdes no responden orgánicamente a este partido, sino que son confluencias de varias organizaciones y movimientos que han creado candidaturas más amplias que el partido verde y han obligado a este último a incorporar más aspectos de tipo social.

Nueva forma de organización: el municipalismo

Los resultados en Francia evidencian la importancia del municipalismo: partiendo de la cercanía —de la escala humana—, las personas se han unido por objetivos y no por siglas, con lo cual caben ciudadanía de a pie, movimientos sociales, partidos y todo tipo de organizaciones; el feminismo y el respeto a la diferencia ayudan a definir la forma de funcionamiento interno; y los servicios básicos, la participación ciudadana, y la transición ecológica son los temas principales.

La aparición de una nueva forma de organización local, en la que los movimientos sociales y vecinales se unen para liderar candidaturas ciudadanas, abre un nuevo horizonte de respuesta ante la crisis en la que lo local toma una gran centralidad política

Así, la aparición de una nueva forma de organización local, en la que los movimientos sociales y vecinales se unen para liderar candidaturas ciudadanas, abre un nuevo horizonte de respuesta ante la crisis en la que lo local toma una gran centralidad política. El ejemplo de confluencia de Grenoble En Commun, así como los gobiernos de ciudades como Barcelona, Ámsterdam o Budapest, ha sido inspirador para muchos pueblos rurales y ciudades en Francia; y como se puede ver este mapa, en muchos de ellos con gran éxito.

Lo local y lo global

Francia está en el centro geográfico y político de Europa occidental: tiene vínculos cercanos con muchos países, y conecta al mismo tiempo con los países del Mediterráneo y con los de origen anglo-germánico. Esto, sumado a una rica diversidad cultural y de origen que todavía suponen un desafío para la justicia racial en el país, le dan a Francia un rol clave en la construcción de una nueva alternativa para Europa.

En ese sentido, la experiencia de las elecciones municipales españolas de 2015 fue inspirador para lo ocurrido ahora en Francia; y, gracias al contacto con BComú y otras organizaciones municipalistas, y al trabajo hecho por movimientos como Commonspolis y Utopia, se ha podido adaptar y traducir los aprendizajes del municipalismo español al contexto francés.

Podemos decir que estos resultados reflejan una clara crisis de representación al mismo tiempo que un creciente apoyo a la transición ecológica y social, a la defensa de los comunes, un avance en la feminización de la política y un gran aumento de los movimientos ciudadanos con las listas participativas.

Ante el rechazo al sistema democrático tal como funciona hoy, la red y la organización de un nuevo encuentro municipalista Fearless Cities, se hace más necesario que nunca: qué mejor manera de redefinir las prioridades de las instituciones que hacerlo desde lo cercano, colaborando entre poblaciones y definiendo la forma en cómo queremos vivir, poniendo los cuidados, la sostenibilidad y la democracia directa en el centro de la política.

El avance de Francia en ese sentido puede ser también un impulso para todo el movimiento en Europa. ¡Municipalicemos Francia! ¡Municipalicemos Europa! 

 


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