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La versión rusa de la explosión en Beirut

HispanTV (Agencia rusa) :: 06.08.20

Es evidente que el eje Rusia-Irán se lanza con todo contra Estados Unidos y sectores de izquierda mundial sacan provecho. Esta es la versión rusa, luego traeremos la versión de Estados Unidos. En todo caso ese país, el Líbano es fundamental en la geopolítica de guerra entre los bloques que no es de interés de los pueblos, por mucho que algunas izquierdas se inclinen a apoyar a Irán, que se ha convertido en fuerte aliado económico de la dictadura de Maduro en Venezuela y que no por ser enemigo de Estados Unidos pasa a ser nuestro amigo. Las alianzas entre estados siempre obedecen a intereses del capital. Veamos pues los detalles que aportan los rusos, luego veremos a los yanquis y reuniremos info proveniente de los pueblos, no de las ideologías que dicen representarlo para acceder el poder y hacerse cargo desde ahí de las economías arrebatándole a los pueblos la posibilidad de instalar su propia mirada libertaria sobre esos temas.

 
HispanTV (Agencia rusa)
jueves, 6 de agosto de 2020 9:47

El embajador de Rusia en El Líbano, Alexander Zasypkin, asevera que el incidente de la explosión de Beirut no deber ser abusado políticamente.

“Estoy convencido de que bajo ninguna circunstancia debemos explotar políticamente el tema e inventar rumores, especialmente mientras miles de personas sufrieron” las consecuencias de lo ocurrido, dijo el miércoles Zasypkin.

De este modo, en declaraciones a la agencia rusa de noticias RIA Novosti, el diplomático ruso reaccionó a algunos relatos sobre las causas del incidente, como ataque terrorista o bombardeos aéreos.

Conforme indicó Zasypkin, la causa de lo ocurrido fue un incendio que se extendió y resultó en una gigantesca explosión de 2750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas desde 2014 en el puerto de Beirut (capital libanesa).

Por lo tanto, agregó, se plantea el tema de la falta de precauciones de seguridad ignorada por las organizaciones libanesas responsables.

 

El Líbano ha declarado el estado de emergencia en Beirut y ha ordenado el arresto domiciliario de todos los directivos de la autoridad portuaria tras el incidente, que según los analistas “no es algo inocente y no podemos decir que esto ha sucedido por un accidente”.

Entretanto, hay grupos políticos que han visto huellas del régimen de Israel o de Estados Unidos en la tragedia, pues son los que principalmente se benefician con esta situación en Beirut tras la explosión, que según el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS, por sus siglas en inglés) fue equivalente a un terremoto de magnitud 3,3 de grados de Richter.

De hecho, lo vinculan al fracaso de los intentos de Washington en desestabilizar El Líbano; además, el incidente supone una oportunidad para el régimen de ocupación de Tel Aviv salir ileso de “la venganza” que esperaba por parte del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), tras el asesinato de uno de sus combatientes durante un ataque aéreo en Siria.

ftn/ncl/ask/mkh

Guerra ‘atómica’ en el puerto de Beirut: lo que hay detrás

x Mohsen Khalif Zade 
HispanTV (Agencia rusa)
 
El barco moldavo que venía de Georgia con las 2700 toneladas de nitrato de amonio, y en su camino a Mozambique pasó por aguas libanesas, donde se averiió.

Más de 100 personas han fallecido y otras 4000 han resultado heridas en la brutal explosión que ha tenido lugar en la tarde del martes en el puerto de Beirut.

El poder de la explosión en el puerto de Beirut se parece mucho una bomba nuclear “táctica”. La explosión de 2750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas, desde hace seis años, en el hangar 12 del puerto de Beirut equivale a entre 600 y 800 toneladas de TNT, tal y como informan los expertos.

La cantidad almacenada de nitrato de amonio provocó una explosión en la que, hasta el momento, ha dejado más de 100 personas muertos y más 4000 heridos.

Casi la mitad de Beirut ha quedado destruida o dañada por las detonaciones y más de 300 000 personas de la capital han quedado sin hogar, según informa este miércoles el gobernador de Beirut, Marwan Abud.

Todavía no se sabe si toda esa cantidad de nitrato de amonio ha explotado, pero lo que sucedió fue como una pequeña bomba nuclear. Es cierto que no contiene materiales radiactivos (El Líbano no lo confirmó), pero uno de los servicios de seguridad de El Líbano habló de la presencia de barriles de desechos tóxicos, desde la década de 1990, cerca del hangar numero 12.

Lo que sucedió en Beirut es más allá de la imaginación, es la más grande explosión acaecida en un país que está experimentado una caída libre debido a la crítica situación económica.

 La Tierra no ha visto muchas explosiones como esta (no siendo una bomba nuclear) desde la invención de la pólvora.

Es un asunto político y una aventura que amenaza la vida de las personas. Decenas de muertos, miles de heridos y miles de viviendas, instituciones, tiendas y edificios destruidos y dañados, algunos de los cuales están a decenas de kilómetros del centro de la explosión demuestran que había ocurrido una guerra.

Dicha guerra tuvo lugar ayer en Beirut, pero solo duró unos segundos, que fueron suficientes para convertir la ciudad en una “zona de desastre”. El 4 de agosto de 2020, se guardará como un día para un evento cuya escala es indescriptible.

 

Cómo ocurrió la explosión

Primeros informes indican que todo empezó cuando un dantesco incendio se ha desatado en un almacén de petardos cerca del puerto de Beirut. Una fuerza de la Brigada de Bomberos de la capital vino a extinguirlo.

Pero el fuego se intensificó en minutos y se produjo la explosión masiva. Las causas del incendio no se determinaron. Las autoridades libaneses están pendientes del resultado de la investigación.

Más de 2700 toneladas de nitrato de amonio (utilizado en la fabricación de explosivos y fertilizantes agrícolas) almacenados indiscriminadamente, se convirtieron en combustible para el incendio.

Nube con forma de hongo

La explosión fue tan fuerte que sacudió varias partes de la capital. A kilómetros de la escena de la explosión, se derribaron balcones, se derrumbaron techos y se rompieron las ventanas.

Además, las imágenes publicadas en las redes sociales muestran una gran nube con forma de hongo elevándose en el cielo, provocando una onda expansiva que ha afectado a varios barrios de la ciudad, causando daños materiales en numerosos edificios y tiendas, incluyendo la vivienda del ex primer ministro Saad Hariri.

El gobernador de Beirut, Marwan Abud, ha anunciado que las explosiones han afectado a aproximadamente la mitad de la ciudad. El alto funcionario ha calificado el hecho como “un desastre nacional parecido a Hiroshima”.

La energía liberada por la explosión ha sido, según fuentes científicas citadas por el diario británico Daily Mail, equivalente a tres kilotones, un 20% de la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima, Little Boy, que tenía 16 kilotones de potencia.

En el epicentro de la explosión, cuya onda de choque se sintió hasta en la isla de Chipre, a más de 200 kilómetros de distancia, el panorama seguía siendo apocalíptico: los contenedores parecen latas de conserva retorcidas, los coches están calcinados, el suelo, alfombrado de maletas y papeles que salieron disparados de las oficinas cercanas.

Hubo avisos antes de la explosión

El diario Al-Akhbar reveló que las fuerzas de seguridad habían avisado de la existencia de productos peligros y explosivos en el puerto.

En la reunión del Consejo Supremo de Defensa que tuvo lugar tras el incidente, el director general de Seguridad del Estado Mayor, el general Tony Saliba, presentó a las autoridades del país el informe preparado por su grupo a principios de este año.

Mientras que la dirección de Aduanas filtró un libro dirigido al poder judicial en 2017, en el que en seis cartas dirigidas al Juez de Asuntos Urgentes de Beirut, solicitó la reexportación de nitrato de amonio o su venta a una empresa de fabricación de explosivos.

Esta cantidad de nitrato de amonio permanecía almacenado allí desde que se confiscó como cargamento de un barco en 2013 por una decisión judicial libanesa. En ese momento, un barco moldavo venía de Georgia, y en su camino a Mozambique, pasó por aguas libanesas, donde se averió.

Varios acreedores presentaron quejas legales contra los propietarios del barco, por lo que el poder judicial de El Líbano detuvo la embarcación, que se mantuvo en el hangar 12 del puerto de Beirut.

Además de los asuntos técnicos y legales, toca responder a estas preguntas para definir las responsabilidades:

¿Por qué los materiales peligrosos permanecieron en El Líbano?

¿Quién es el responsable que decidió guardar estos artículos sin ninguna medida de precaución?

¿Quién paga el costo de alquiler por almacenarlo?

¿Quién se beneficia de su permanencia en Beirut?

¿Por qué el servicio de la Inteligencia, que es responsable de proveer la seguridad en el país, no interfirió para evitar el almacenamiento de materiales explosivos en instalaciones sensibles como el puerto de la capital?

¿Cuál es el papel del comité de gestión portuaria para preservar la seguridad del puerto?

¿Quién es este juez que no ha sido persuadido por las demandas de seguridad de que estos “materiales de alto riesgo” debían ser desbloqueados? ¿De acuerdo con cual ley ha tomado su decisión?

Estas preguntas no están destinadas a acusar a nadie. Pero un crimen con tal magnitud no debe permitirse sin que los responsables rindan cuentas.

La reunión del Consejo Supremo de Defensa, que se celebró ayer en la ciudad de Baabda, prometió responder a estas preguntas.

Si bien se decidió formar un comité de investigación que incluye a los ministros de Defensa, el Interior, la Justicia y los líderes de los servicios de seguridad, se confirmó que las investigaciones deben completarse dentro de los cinco días, y arrestar a todos los responsables y los involucrados en el incidente.

Con respecto a la situación humanitaria, se decidió que los equipos del Ministerio de Salud examinarán el ADN de las víctimas no identificadas.

También se decidió, al declarar un estado de emergencia en Beirut por un período de 14 días, y poner a los hospitales e instalaciones públicas y privadas bajo la autoridad del Ejército libanés.

El ministro de Defensa también debe ponerse en contacto con representantes de todos los países que han expresado su disposición a apoyar.

De igual modo, se decidió rehabilitar el puerto de Trípoli con las medidas necesarias en un esfuerzo por compensar la salida del puerto de Beirut del servicio.

www.hispantv.com 

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  • El presidente del Poder Judicial de Irán, Seyed Ebrahim Raisi.
 
HispanTV (Agencia rusa)
Publicada: miércoles, 5 de agosto de 2020 23:38

Irán pide que se levanten de inmediato todas las sanciones contra El Líbano para “evitar una catástrofe humanitaria” tras la mortal explosión en Beirut.

“El esforzarse por la suspensión inmediata de las sanciones, para evitar una catástrofe humanitaria, debe figurar en la agenda de las asambleas internacionales y de los gobiernos que mantienen lazos de amistad con El Líbano”, urgió el presidente del Poder Judicial de Irán, Seyed Ebrahim Raisi, en un mensaje emitido el miércoles para expresar sus condolencias y apoyo al Gobierno y pueblo libaneses tras el incidente del martes en el puerto de Beirut, capital de El Líbano.

Raisi denunció, en concreto, las “brutales e inhumanas” sanciones impuestas en los últimos meses por “el régimen criminal de EE.UU. al pueblo de El Líbano”, circunstancia que ha supuesto “un obstáculo serio para abordar las necesidades esenciales” de los libaneses, alertó.

De igual modo, resaltó que el “doloroso” incidente en el puerto de Beirut tuvo lugar en un momento en el que el pueblo libanés sufre las “heridas causadas por la ocupación israelí y sus reiteradas agresiones”, así como “la presión de las brutales sanciones del régimen de EE.UU.”.

El titular del Poder Judicial persa aseguró también que el Consejo de Derechos Humanos de la República Islámica “realizará un seguimiento legal destinado a eliminar dichas presiones y defender los derechos” del pueblo libanés.

 

El Líbano se ha convertido en objeto de presiones, mayormente por parte de EE.UU., destinadas a suscitar discordias entre los libaneses con miras a evitar la influencia del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá). Beirut, no obstante, repudia dichos embargos, así como cualquier injerencia en sus asuntos internos.

Efectivamente, cientos de personas y entidades, principalmente aquellas con vínculos con Hezbolá, han sido sancionadas por EE.UU. en El Líbano. Washington ha anunciado restricciones a varias compañías farmacéuticas, organizaciones religiosas y grupos de alcance comunitario, así como bancos.

Entretanto, se advierte que la política de sanciones de EE.UU. contra El Líbano ha deteriorado la economía, por sí caótica, del país árabe.

Tras las explosiones que sacudieron el martes la zona del puerto de Beirut —con un saldo de al menos 135 muertos, 5000 heridos y más de 300 000 desplazados—, Washington y su aliado histórico en la región, Israel, expresaron su solidaridad con el pueblo libanés y le ofrecieron ayuda.

Sin embargo, varios expertos y figuras internacionales han considerado esta solidaridad una muestra de la hipocresía de EE.UU. con El Líbano.

 


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