Hablar de tequio, es hablar de nuestra organización en el trabajo colectivo quedesarrollamos en la comunidad. Es como describir nuestra forma de vivir, de relacionarnos, decorrespondernos los unos a los otros en situaciones de alegría o en algunas adversidades. El tequioque acostumbramos podemos decir que se da en lo físico-material, intelectual e ideológico yespiritual. Cuando nos reunimos a realizar un trabajo para beneficio comunal, lo hacemos de maneracolectiva, todos nos convertimos en una hormiguita transportando lo que se necesite o lo que hagafalta en una obra.
El tequio, práctica autonómica solidaria
Anastacio Cardoso Jiménez Comunero y expresidente municipal de Santa María Tlahuitoltepec
Desinformémonos
19 de agosto 2020
Hablar de tequio, es hablar de nuestra organización en el trabajo colectivo quedesarrollamos en la comunidad. Es como describir nuestra forma de vivir, de relacionarnos, decorrespondernos los unos a los otros en situaciones de alegría o en algunas adversidades. El tequioque acostumbramos podemos decir que se da en lo físico-material, intelectual e ideológico yespiritual. Cuando nos reunimos a realizar un trabajo para beneficio comunal, lo hacemos de maneracolectiva, todos nos convertimos en una hormiguita transportando lo que se necesite o lo que hagafalta en una obra. Por ejemplo; cuando se construyeron los primeros edificios en la comunidad,nuestros padres, madres, abuelos y abuelas cargaron a espaldas la arena, la grava, las piedras y/oapoyándose de los animales, principalmente de las reses para jalar las vigas grandes y polines. Asítambién formaron grupos para quemar la cal en cada una de las rancherías, desvelándose variasnoches con el único fin de sacar con calidad el material. El tequio es una de nuestras fortalezas para superar las dificultades, riesgos y desafíos. Esel tequio que nos ha permitido vivir y convivir comunitariamente. A través del trabajo colectivo hemosconstruido caminos, carreteras en algunas partes de la comunidad, sobre todo escuelas, casas de los Comités de Educación y edificios públicos. El tequio sigue siendo nuestra energía para atendernuestras necesidades más apremiantes en la comunidad, es en los hechos una práctica autonómicasolidaria, complementaria y de servicio para enfrentar las adversidades. Esta forma de trabajopermite convivir, intercambiar historias ancestrales, sueños y proyectos de vida y de gobiernocomunal. Muchos niños y jóvenes aprenden observando, escuchando, comentando y participandoen la vivencia cotidiana. En el tequio no existe una opresión ni discriminación, todos participamos deacuerdo nuestrasposibilidades y habilidades.Para entender esta dinámica, es necesario participar y aportar lo que sabemos, lo queconocemos, consensar lo que nos interesa y finalmente tomar acuerdos sobre un asunto de interéscomún. Las ideas que se dan en una plática, en reuniones, todas tienen un lugar y un valor. Lasaportaciones ideológicas se manifiestan para el colectivo, para la comunidad. Aquel o aquella queguarda sus ideas, es mal visto y se le critica de presumido y de arrogante. En las diferentes festividades que se llevan a cabo en la comunidad de Santa MaríaTlahuitoltepec, los colaboradores del comisionado de festejo se reúnen tres o cuatro días antes queinicie la fiesta para acondicionar el espacio designado con anterioridad, los arreglos y adornos delmismo, levantar la tarima en casos necesarios, la lona, el traslado de las mesas, sillas, utensilios decocina, las compras y las ofrendas a la naturaleza en alguno de los cerros previamente escogido porel comisionado. Es un tequio, que podríamos llamar espiritual porque trabajamos para celebrar elSanto Patrono o la Patrona de la comunidad, se da durante 5 cinco días ofreciendo comida a laBanda Filarmónica, a los jugadores y a los visitantes. Al término de la festividad nuevamentevolvemos a recoger todas las cosas que se hayan ocupado. Para mantener esta tradición hay que erogar una cierta cantidad de dinero, pero como dicen en la comunidad “dinero hay, sólonecesitamos trabajar y tener un poco de fe”.Los nuevos tiempos o, más bien dicho, en la era de la modernidad, el Estado ha impuestociertas reglas y criterios para ejercer el recurso económico asignado a cada municipio de acuerdo aun catálogo que muchas veces no corresponde al interés y necesidades de la gente, de lascomunidades. Ahora son las empresas locales y de fuera las que llevan a cabo la construcción delas obras en el municipio, el dinero que recibe el municipio tiene una partida para pagar a sustrabajadores; el tequio ha sido relegado a segundo o a tercer plano. Estos tiempos nos han llevado arepensarnos y pensamos con fuerza, desde lo colectivo, para resistir frente a una pandemia queamenaza la vida, que la organización comunitaria nos recuerda qué es lo mejor, que cuidarnos ytrabajar por el bien de la comunidad es la fuerza que necesitamos para vivir. Esperamos que nuncadesaparezca.