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La Comuna de París Vive

Edith González y Panagiotis Doulos  :: 21.08.20

A través de las experimentaciones sociales efímeras de la Comuna se generó la visión que otra forma de organización social, la sociedad sin clases y sin Estado, es posible. La comuna ha sido tanto un momento histórico que inspiró la perspectiva marxiana y anarquista como un punto de partida para las luchas del futuro.

¡La Comuna Vive!

Edith González y Panagiotis Doulos

Puebla 19 de julio 2020

¿Cómo se caracteriza la situación del ‘régimen dominante’ hasta diciembre de2019?

Hasta diciembre de 2019, la prolongación del presente se basaba en la incertidumbrede su realización. Es lo que había venido sucediendo durante las últimas cuatrodécadas. La producción de plusvalor se ha vuelto cada vez más difícil porque el trabajomuerto vuelve más superflua a la fuerza de trabajo que le insufla vida. No obstante,cada vez que el capital se “libera” de la fuerza de trabajo humano, mina su propiaexistencia pues depende de aquélla pero también niega las posibilidades a otro tipo deorganización social. Una contratendencia al estallido de la crisis es el aumento delcapital ficticio: para los capitalistas como recurso indispensable para el desarrollo de lasfuerzas productivas; para la población como recurso de acceso a los medios desubsistencia. El capitalismo parece atrapado en un ciclo fatal en donde el créditogenera más deuda y la deuda más crédito. De este modo, el capital ficticio extiende elpresente capitalista hacia el futuro y nos va atando a su tejido mientras cierra lasposibilidades de algo nuevo. Pues, el aumento del capital ficticio conlleva al aumentode la violencia en tanto intensificación de la represión estatal, reconfiguración de lassociedades de control, aumento de la desigualdad y la injusticia social, xenofobia,feminicidios, desertificación del planeta, etc.

 

¿Cómo impactaron esa situación el COVID-19, el 8 de marzo, Floyd?

Con la coronacrisis no vemos un “nuevo estado de excepción” sino la continuidad de unproceso de reconfiguración de las sociedades de control y las tecnologías de disciplinacomo parte de la dinámica capitalista. La vigilancia digital generalizada, acompañadade multas económicas, la amenaza del uso de la violencia policíaca y otras formas deejercicio de estrategias disciplinarias revelan esta re-configuración y actualización delas tecnologías violentas del Estado para garantizar la pronta resolución de la crisis yasegurar la continuidad de las relaciones capitalistas. “No puedo respirar” revela la asfixia generalizante que sienten las y los sujetos que han sido aplastados por la botadel capital. La asfixia que viven los pobres, las minorías étnicas, sexuales y todos lassubjetivaciones que están excluidas o negadas. El racismo, los feminicidios, losgenocidios y ecocidios no son fenómenos aislados ni la excepción sino la regla queconstituye la violencia estructural capitalista. En estos momentos de crisis, sobre todoen estos momentos de confinamiento en el que se impone el distanciamiento socialcomo medida de salvación, la distopía no es una visión del futuro sino su realización enel presente. Sin embargo, aun en estos momentos de crisis se desdobla otrapotencialidad: la negación de la distopía. Las movilizaciones que surgieron en diversasciudades de los Estados Unidos y que se han desbordado por todo el mundo son partede esta negación. “No puedo respirar” debe entenderse como una consigna de la luchade todos aquellos que ya no podemos tolerar más esta barbarie en la que vivimos. Unmovimiento de negación en un mundo asfixiante que conlleva y aglutina otrasposibilidades utópicas. Experimentos sociales que ya se estaban gestando en contrade las medidas de distanciamiento social que fortalecen el individualismo enfermo queimpide la colectivización y organización. Las movilizaciones son un grito que nosolamente dice “no al racismo” inherente a la sociedad capitalista, es un grito que niegala verdad dominante. Una verdad basada en el racismo, en el patriarcado y en lasrelaciones de clase. Frente al cierre y la asfixia que impone la gramática capitalista, lalucha abre el espacio para un mundo más allá de la no-verdad capitalista.

 

¿De qué relevancia es la Comuna en las luchas actuales?

La luchas del pasado dejan sus huellas para las luchas del presente.  Mientras el marxismo ortodoxo vio en lacomuna la necesidad de tomar el poder para asegurar la revolución, otras perspectivasrevolucionarias sostuvieron la necesidad de realizar la revolución aquí y ahora comouna negación constante de lo existente, como proyección de la sociedad quequeremos. De cierta manera, parece que la comuna se repite en la revolución rusa, larevolución española, el mayo de 68, la emergencia de la lucha zapatista, variosproyectos autónomos y anarquistas, en las rebeldías de presente, etc. Sin embargo, laluchas también escupen al pasado, hacen fiestas en las tumbas de cualquier comuna eintentan de vivir otras formas de experimentación social. Desde nuestra perspectiva, lapregunta no es cuál es la relevancia de la comuna en las luchas actuales. La historia nola hacen los fantasmas del pasado, ¿por qué seguir hablando de la comuna en unpresente que ya no es el mismo? ¿De qué manera el concepto de la comuna encierra las luchas en el tiempo del capital? En este sentido, no consideramos a las luchas actuales como una continuidad de la comuna sino como una ruptura con ella.

 


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