En medio de las penurias de la vida diaria del pueblo venezolano, el Grupo de Pensamiento Crítico denuncia la agudización de las tendencias autoritarias del Gobierno, las cuales están conduciendo a “normalizar” las violaciones y la falta de respeto por las normas constitucionales. Condenamos las recientes medidas tomadas desde el Ejecutivo y ejecutadas por sus agentes en el resto de los Poderes Públicos, ya reducidos a simples órganos funcionales de un Poder dictatorial.
En medio de las penurias de la vida diaria del pueblo venezolano, el Grupo de Pensamiento Crítico denuncia la agudización de las tendencias autoritarias del Gobierno, las cuales están conduciendo a “normalizar” las violaciones y la falta de respeto por las normas constitucionales. Condenamos las recientes medidas tomadas desde el Ejecutivo y ejecutadas por sus agentes en el resto de los Poderes Públicos, ya reducidos a simples órganos funcionales de un Poder dictatorial.
Mientras que, por una parte se convoca a las elecciones del Poder Legislativo, lo cual pudiera abrir una rendija por la cual continuar con la lucha por la reanudación de las instituciones democráticas, se desarrolla un ventajismo abusivo que se orienta a reducir las motivaciones a la participación. El gobierno usa de manera inaceptable los medios de comunicación del estado para eventos internos del Partido en el Poder, lo cual constituye el delito del peculado de uso. Esto forma parte de las prácticas con las cuales el Poder se afirma en el uso y el abuso de los recursos del Estado.
Otra línea autoritaria de acción que ha asumido el gobierno, es el de la Judicialización de los partidos, es decir, la intervención mediante sentencias del Tribunal Supremo de Justicia, hoy al servicio de las decisiones del Partido en el Poder. De esta manera, varias organizaciones políticas (AD, VP, PJ, TUPAMAROS, entre otros) han visto cómo se les impone autoridades sin la participación de su militancia, lo cual supone el control sobre sus decisiones políticas. Esto constituye claramente una nueva violación de la Constitución y una práctica propia de las más feroces dictaduras.
Las violaciones a los Derechos Humanos continúan. Los que hoy controlan los organismos del Estado se niegan a aplicar los principios del debido proceso, en los casos en que se conocen las acusaciones. Pero, lo que es más grave, se retardan abusivamente los procesos, mientras las desapariciones y la incomunicación se va convirtiendo en una práctica común, como en el caso de los dirigentes obreros, comunicadores y políticos arbitrariamente presos, en abierta violación de las garantías constitucionales. Los casos abundan: Alcedo Mora, Rubén Rodríguez, Vivas Santana, Nicmer Evans, el caso de la pareja de militantes presos por denunciar corrupción en PDVSA, entre otros muchos. Para todos ellos exigimos respeto a sus derechos humanos y al debido proceso. Insistimos en la derogación de la inconstitucional “Ley del Odio” que sólo ha servido para coartar dictatorialmente la libertad de expresión.
Nos pronunciamos por la inmediata localización del conocido dirigente político y teórico social, Carlos Lanz, desaparecido desde hace varias semanas, en circunstancias de las cuales sus familiares han caracterizado como un secuestro, Cualquier hipótesis, sea una acción de la CIA, el Mossad o grupos a los interno de los organismos de seguridad del Estado, es de extrema gravedad. Carlos Lanz debe aparecer.
Reiteramos nuestro llamado a aprovechar las rendijas abiertas por la convocatoria de las elecciones parlamentarias para la lucha por la reinstitucionalización democrática mediante el ejercicio del voto.
Por el Grupo de Pensamiento Crítico: José León Uzcátegui, Carmen Irene Rivero, Jesús Puerta, Orlando Zabaleta, Eduardo Calderón, Jesús Urbina, Javier Biardeau, Franco Silvio, Oscar Feo.