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Confederalismo Democrático

Rojava Azadí :: 20.09.20

El Confederalismo Democrático de Kurdistán no es un sistema estatal, sino un sistema democrático de las personas sin un Estado.

Confederalismo Democrático

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<<<ORIGINAL DE SOLIDARIDAD KURDISTÁN>>>

El Confederalismo Democrático de Kurdistán no es un sistema estatal, sino un sistema democrático de las personas sin un Estado. Con las mujeres y la juventud en vanguardia, es un sistema en el cual todos los sectores de la sociedad desarrollarán sus organizaciones democráticas propias. Es una política ejercida por los ciudadanos libres confederales, iguales para elegir sus representantes regionales. Esta basado en su propia fuerza y pericia. Su poder deriva de las personas en todas las áreas, incluyendo su economía, se buscará la autosuficiencia.

Abdullah Öcalan, Al Pueblo Kurdo y a la Comunidad Internacional.

El Confederalismo Democrático es la propuesta de Abdullah Öcalan para una solución de la cuestión kurda, de los problemas de Oriente Medio, y no solo eso, sino que considera que esta práctica política puede ser clave para la liberación y verdadera democratización de los pueblos del mundo. El Confederalismo Democrático es el programa y la meta de los partidos y demás colectivos que se agrupan bajo la KCK (Koma Civakên Kurdistan).

Si bien en su origen el PKK, y Öcalan, como su principal ideólogo, luchaban desde una perspectiva marxista-leninista por la creación de un Estado kurdo, con el paso del tiempo se hicieron visibles los errores de esta concepción de la liberación social y nacional, y Abdullah Öcalan, influenciado por pensadores como el anarquista y ecologista social Murray Bookchin o el sociólogo Immanuel Wallerstein, avanzó de un socialismo de corte centralizador y estatalista, a un socialismo de influencia libertaria, un socialismo democrático cuyo tipo de administración “puede ser llamada administración política no estatal o democracia sin Estado”.

Öcalan ha desarrollado una crítica al Estado-Nación que le ha llevado a interpretar el derecho de los pueblos a su autodeterminación como “la base para el establecimiento de una democracia de base, sin necesidad de buscar nuevas fronteras políticas”.

En su publicación el Confederalismo Democrático (pág. 21), Öcalan presenta a esta forma de organización social así:

“Este tipo de autoridad o administración puede ser llamada administración política no estatal o democracia sin Estado. Los procesos de toma de decisión democráticos no deben ser confundidos con los procesos conocidos de la administración pública. Los Estados solo administran mientras que las democracias gobiernan. Los Estados están fundados en el poder, las democracias están basadas en el consenso colectivo. El mandato en el Estado está determinado por decreto, aunque puede en parte ser legitimado a través de elecciones. Las democracias usan elecciones directas. El Estado usa la coerción como medio legítimo. Las democracias se apoyan sobre la participación voluntaria.

El Confederalismo Democrático está abierto a otros grupos y facciones políticas. Es flexible, multi-cultural, anti-monopólico, y orientado hacia el consenso. La ecología y el feminismo son pilares centrales.
En el marco de este tipo de auto-administración, una economía alternativa se vuelve algo necesario, lo que incrementa los recursos de la sociedad en lugar de explotarlos y así hace justicia a las múltiples necesidades de la sociedad.”

El Confederalismo Democrático plantea un rechazo del centralismo y basa su confederalismo en la tradición y herencia colectiva que en el pueblo kurdo se encuentra en la organización en clanes y tribal. Este tipo de organización se ha opuesto siempre a los imperios y Estados que han buscando centralizar el poder, aunque como bien plantea Öcalan estas formas sociales tribales pueden convertirse en instituciones parasitarias por lo que hoy han de integrarse en la lucha por el cambio democrático.

Respecto al Estado, Öcalan es un profundo crítico de éste, pero entiende que su abolición total no es hoy posible, por lo que el Confederalismo Democrático es la herramienta que mediante la organización de base y democrática al margen del control estatal, posibilitará la superación del Estado una vez que se demuestre la capacidad del Confederalismo Democrático. Pero esta convivencia que puede darse con el Estado no significa una subyugación a este, pues aunque el Confederalismo Democrático es una política de paz, las confederaciones democráticas han de mantener sus fuerzas de autodefensa para protegerse de los ataques del Estado (el cual Öcalan define como una entidad militarmente estructurada y para el que la guerra y la militarización de la sociedad son cuestiones claves) y ejercer así su legítimo derecho a la defensa.

Como se ve en el extracto citado de la obra de Öcalan, esta organización política no estatal, requiere además de una organización económica alternativa, esta organización económica alternativa del Confederalismo Democrático se trata del socialismo. En los orígenes del pensamiento de Öcalan y del PKK, como se ha dicho, estaba el marxismo-leninismo pero esta concepción de la liberación social fue abandonada y criticada por Öcalan que planteo el socialismo democrático como alternativa a la economía actual. Este socialismo tiene un marcado carácter local y autogestionario, como no podía ser de otra manera en una propuesta política que rechaza al Estado, planteando a la democracia directa como alternativa.

Por lo tanto ante la barbarie capitalista y la centralización del socialismo estatal, el Confederalismo Democrática plantea la necesidad de la posesión de los recursos económicos no por el Estado, sino por la sociedad. Esta economía ha de enfocarse en una redistribución justa de los recursos económicos y el objetivo de esta ha de ser los beneficios sociales, no la acumulación de riquezas o la sobre-producción. Tal como lo expresa Öcalan:

“Una de las principales razones del deterioro de la sociedad se encuentra en los efectos nocivos de los mercados financieros. La producción de necesidades artificiales, la búsqueda interminable de nuevos mercados de consumo y la codicia sin límites de beneficios cada vez mayores son los responsables de la diferencia cada vez más abismal entre pobres y ricos, hinchando a diario el batallón de los que viven bajo el umbral de la pobreza o incluso de los que pasan hambre. Una política económica de este tipo no se puede tolerar ya más. Este es entonces el mayor desafío del proyecto socialista: implementar una política económica alternativa que no aspire únicamente al beneficio por el beneficio, sino a una distribución justa de los recursos y a la plena satisfacción de las necesidades básicas del conjunto de la sociedad” Guerra y Paz en el Kurdistán, pág 36.

Pero el socialismo no es solo la alternativa económica para la distribución justa de los recursos y para que estos estén en manos de la sociedad y no del Estado o de las corporaciones, sino que la alternativa socialista se hace además necesaria pues es la única que puede conservar el medio ambiente, es por ello la única compatible con otro de los pilares del Confederalismo Democrático, el ecologismo. Esta importancia del ecologismo y su relación con el socialismo es resumida en un fragmento de Guerra y Paz en el Kurdistán:

“Un modelo de sociedad ecológico es por esencia un modelo socialista. Un equilibrio ecológico solamente será posible con el paso de una sociedad alienada basada en el despotismo, a una sociedad socialista. Sería iluso creer que la preservación del medio ambiente es compatible con el sistema capitalista. Al contrario, el sistema capitalista contribuye ávidamente a la devastación del medio ambiente. Debe tenerse seriamente en cuanta la protección ecológica en el proceso de cambio social.” Guerra y Paz en el Kurdistán, pág. 35

Otra de las cuestiones que el Confederalismo Democrático plantea como primordiales y que es un pilar de su propuesta es la liberación de la mujer.

En su crítica al Estado, Öcalan señala como uno de los pilares ideológicos del Estado al sexismo. Señala como el Estado y el capitalismo convierten a la mujer tanto en objeto sexual como en mercancía y que solo permiten su desarrollo para convertirla en un accesorio de la sociedad patriarcal. Establece además una relación entre el poder y el estatalismo y el sexismo. Por ello uno de los pilares del Confederalismo Democrático es el feminismo.

«El hecho de que a lo largo de la historia la mujer haya sido desposeída por el hombre de su identidad y su personalidad (la eterna cautiva) ha provocado considerablemente más daño que la división en clases. La cautividad de la mujer es una medida del declive y la esclavización general de la sociedad; es también una medida de sus mentiras, robo y tiranía. pág 33.

Cada hombre dentro de la familia se considera el propietario de un pequeño reino (…) Es importante también analizar la familia actual como una institución ideológica. Si elimináramos a la mujer y a la familia del sistema civilizado, su poder y el Estado, no quedaría nada que constituyera el orden». Liberando la vida: la Revolución de las mujeres, pág 23.

Esta necesidad de la lucha por la emancipación de la mujer se acrecienta aún más cuando el islamismo sexista se impone en los Estados que someten

al Kurdistán, como es el caso de la dictadura islámica de Irán. Se entiende así que el PJAK (Partido por la Vida Libre del Kurdistán), integrado en la KCK y cuyo ámbito de actuación es el territorio iraní, esté nutrido de numerosas mujeres que, como ellas mismas indican, luchan tanto por la liberación nacional como por la liberación femenina.

Las libertades individuales, como por ejemplo de expresión y decisión, son otras de las bases del Confederalismo Democrático por la que lucha la KCK, y que junto a los puntos ya nombrados conforman esta propuesta para liberación del Kurdistán, la cual es un ejemplo para los pueblos del mundo.

 


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