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«Mandar obedeciendo», Bankilal el sistema de organización en Santa Martha, Chenalhó

Chiapas Paralelo :: 21.09.20

El bankilal sobresale en la comunidad y sus habilidades son fundamentales para alcanzar el bienestar colectivo, su éxito está en función de los logros que alcance para la comunidad, y su satisfacción la obtendrá por haberse sacrificado por sus hermanos menores.


«Mandar obedeciendo», Bankilal el sistema de organización en Santa Martha, Chenalhó

*El bankilal sobresale en la comunidad y sus habilidades son fundamentales para alcanzar el bienestar colectivo, su éxito está en función de los logros que alcance para la comunidad, y su satisfacción la obtendrá por haberse sacrificado por sus hermanos menores.


Ana Bertha García Bravo, maestra en Ciencias en Desarrollo Rural Regional y, Manuel Roberto Parra Vázquez, Profesor e investigador en El Colegio de La Frontera Sur (ECOSUR), realizaron una investigación denominada “El liderazgo ‘mandar obedeciendo’ se fundamenta en el sacrificio del hermano mayor”, con el objetivo de describir las características del liderazgo indígena tsotsil, encontraron un sistema de organización en el que el líder obedece lo encomendado por el grupo al que representa.

García Bravo y Parra Vázquez, exponen que, el principal rasgo motivacional que busca la comunidad en el líder es el “sacrificio”, comprende el concepto bankilal (hermano mayor), persona que debe cuidar de los hermanos menores, con esto, confirman la afirmación de los zapatistas “en las comunidades indígenas los líderes mandan obedeciendo a la comunidad que representan”.

Los investigadores mencionan que, en Chiapas, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), tras su levantamiento armado en 1994, presentó un modelo ético y de política denominado “mandar obedeciendo”, este muestra un liderazgo particular que denominan “liderazgo mandar obedeciendo”.

A su vez, citan a Enrique Dussel, este menciona que la autoridad es elegido o elegida para ejercer poder en la comunidad, debe hacerlo en función de las exigencias, reivindicaciones y necesidades de la comunidad.

“Por tanto, el líder no puede actuar como ‘fuente de soberanía y autoridad’, sino como delegado en favor de la comunidad, por sus características, este tipo de liderazgo está fuertemente enraizado en la concepción de un poder repartido entre todos los miembros de la comunidad, y la concepción del obedecer implica que el líder para dirigir bien debe apropiarse, hacer suyo lo consensado por el conjunto de la representación comunitaria”, mencionan los investigadores.

Los académicos mencionan que, a pesar de la amplia documentación que existe sobre el movimiento zapatista en la que se menciona que, el modelo de política mandar obedeciendo proviene de las comunidades indígenas, no existe uno desde la concepción de los actores y que como evidencia científica describa y defina qué es el liderazgo mandar obedeciendo, los rasgos del líder y su función en las organizaciones.

Por lo expuesto, García Bravo y Parra Vázquez exploraron la cultura indígena tsotsil de la comunidad de Santa Marta, municipio de Chenalhó, para describir y definir el tipo de liderazgo que existe en esta comunidad, cuáles son sus características, en qué se fundamenta y su función en el sistema de organización.

Santa Marta, se encuentra bajo la legislación que reglamenta de forma jurídica los bienes comunales de las comunidades rurales indígenas, los investigadores exponen que, el primer registro que existe del lugar se remonta al año 1550, en el documento Magdalena Probanza, en el cual figura como Santa Marta Yolotepec, consta que fue establecida por frailes dominicos como centro rector de nueve pueblos.

Asimismo, el 11 de diciembre de 1882, el Gobierno de Chiapas organizó por decreto al estado en doce departamentos con 124 municipalidades, donde Santa Marta figura con el rango de municipio.

Sin embargo, en la Constitución de Chiapas de 1921 se eliminó la mitad de las municipalidades creadas en 1882, y Santa Marta fue degradada al estatus de agencia municipal de Chenalhó.

Los investigadores compartieron que, su trabajo inició en la Cooperativa de Productores Agropecuarios de Santa Marta S.C. de R.L, recuperaron la historia local de liderazgo, observaron cómo este se define y el papel que desempeña en la comunidad, asimismo, formularon las interpretaciones teóricas.

Lo anterior, con la finalidad de recabar información para elaborar la tipología y la caracterización del liderazgo, entrevistaron a los miembros de la cooperativa y actores claves en la localidad.

“En una primera etapa entrevistamos a los seis miembros de la cooperativa, en entrevistas individuales, y posteriormente se realizaron dos entrevistas colectivas como grupos focales, los temas que se trataron en las entrevistas a profundidad fueron: los factores que influyeron en la formación, desarrollo y permanencia de la cooperativa, el liderazgo; definición y papel del líder en la organización y la comunidad, y rasgos del líder, y las dificultades que afrontaron para mantener activa la cooperativa”, comentan los investigadores.

Santa Martha, ubicado en montañas de pronunciadas pendientes y semiocultas entre cafetales, pequeños agregados de viviendas denominados parajes que se ubican en la zona intermedia de la comunidad. Cortesía: Tzotzil Santa Martha, Chenalhó, Chiapas; México.

Los académicos también entrevistaron personajes claves de la comunidad para comprender y construir el contenido de los conceptos, así como el expresidente de la cooperativa, un miembro que abandonó el proyecto, el primer presidente de Bienes Comunales, la primera autoridad de Santa Marta que fungió como juez de paz en la cabecera municipal de Chenalhó, quien también fue miembro de la cooperativa, el presidente de Bienes Comunales del año 2014 y un académico experto en temas de indigenismos tsotsil.

Además, realizaron entrevistas con dos grupos focales, uno de ellos conformado por todos los miembros de la cooperativa y otro por dos líderes de la comunidad, en la mayoría de los casos contaron con la colaboración de Pedro Pérez Pérez, traductor tsotsil, quien además ayudó a precisar las categorías analíticas.

García Bravo y Parra Vázquez, exponen que Santa Marta se conformó como territorio en función de las familias que se apropiaron de ese espacio y crearon instituciones para decidir sobre él, aunque se toman decisiones individuales y en grupos familiares, otras son en colectivo, respaldadas por 949 comuneros, denominada tsobajel en tsotsil.

Sin embargo, los autores comentan que, desde la historia, en la toma de decisiones han intervenido agentes externos que han tratado de incidir en las resoluciones de la comunidad, lo que revela una lucha de poderes derivada de intereses diversos.

Un ejemplo de lo anterior es el caso de la aparición de una virgen relatado por el padre Monroy en 1711, hecho que fue desacreditado por el clérigo, quien dijo de los marteños que:

“Sus naturales han sido y son muy altivos que habiendo sido pueblo muy populoso tuvieron una inobediencia con su cura, que lo era solo de su pueblo, sobre reprehenderles, la demasía en la comida y bebida… el cual salió del pueblo predicando descalzo y advirtiéndoles que habría de venir el castigo de dios sobre ellos”

Otro tema que comenta Monroy en su relato es cómo los principales defendieron el testimonio dado por la comunidad, estos fungían como representantes del pueblo, el sacerdote negoció con ellos y era consciente de que estaban respaldados por toda la comunidad.

Monroy, aun con su investidura clerical, fue incapaz de establecer una verdad en la comunidad, tanto que esa aparición se tomó como verídica y se enumera entre los relatos que respaldan la sublevación de las comunidades tsotsiles en 1712.

Los investigadores, también compartieron que, a mediados de los años cincuenta y finales de los sesenta del siglo pasado, el Estado había reconocido a los escribanos como dirigentes únicos de las comunidades, el papel medular que jugaron los había enriquecido en lo económico y político.

Asimismo, hacen mención que, algunos escribanos consiguieron apropiarse de casi la mitad del territorio de Santa Marta, lo lograron con el apoyo de los principales, quienes en un primer momento pensaban que estos defendían los intereses de la comunidad.

Sin embargo, tras observar que no respondían a las necesidades de la población y abusaban de sus poderes, en 1985 y 1986 los comuneros, a través de sus representantes, despojaron a los escribanos de las tierras que se habían apropiado y se las repartieron entre ellos.

“Les quitaron los poderes a los escribanos y se les castigó asignándoles cargos en beneficio de la comunidad”, exponen los investigadores.

García Bravo y Parra Vázquez, mencionan que, en la actualidad la asamblea comunitaria ha recuperado su fuerza y es un eje fundamental en la vida de las comunidades indígenas y en la elección de sus líderes, también, es la que manda, no las autoridades estatales o federales.

“Si una autoridad dice así, ‘se va a hacer algo’, cuando llegamos a ver a la gente y ellos dicen ‘¿a ti quién te mandó a hacer esas cosas?, no estamos de acuerdo’. Para la gente campesina no existe la ley, a una autoridad no le dan poder total, lo que quiere la gente es lo que tiene que respetar la autoridad…”, mencionó un entrevistado.

El entrevistado explicó que, como agente municipal, si necesitan algo tienen que tomar acuerdos, es decir, si una autoridad dice que van a trabajar, no se puede, porque primero tienen que acordar con la gente cuando tienen tiempo.

“Se van a poner de acuerdo, y qué se va a hacer con los que no llegan a trabajar. Se tiene que acordar en la asamblea cuánto de multa, cuántos días de trabajo más. Así se hace todo aquí en Santa Marta”, añadió el entrevistado.

Los académicos acentúan que, la asamblea busca a las personas que puedan llevar a cabo las decisiones tomadas ahí, en este sentido, no hay un término a “líder” en la lengua tsotsil, el que más se acerca es bankilal.

Dentro de su trabajo de investigación, cuentan que existía el cargo de bankilalmol, el anciano mayor, quien había pasado por todos los cargos de trabajo en la comunidad, había sido gobernador y demostraba ser una persona ejemplar cumpliendo con los atributos deseables en el bankilal, lo que él decidía, se hacía, este aún existe en el sistema de cargos religiosos, sin embargo, ya solo es nominal.

Bankilal es un término que procede del sistema de parentesco, bankil, hace referencia y se dirige al mayor de los hermanos o hermanas, por otra parte.

En la estructura religiosa, bankilal se usa para distinguir al más prestigioso dentro del grupo de hombres que ocupan los cargos.

La comunidad tiene una serie de instituciones locales con objetivos específicos, y en asamblea define al representante, el bankilal, que llevará a cabo los objetivos del pueblo al que representa.

Elaboración propia d ellos investigadores, con base en el trabajo de campo que realizaron. Cortesía: García Bravo y Parra Vázquez.

“Podemos observar este esquema en la comunidad a nivel de agencia entre la totalidad de los comuneros, y en sistemas más pequeños como las unidades familiares o la Cooperativa de Santa Marta. Para ocupar los cargos trascendentales de la comunidad, como comisariado de Bienes Comunales, agente o presidente de la cooperativa”, mencionan los investigadores.

Los investigadores exponen que, la estructura organizativa muestra que los representantes elegidos deben cumplir con los objetivos para los cuales fueron designados, porque son gestores de la voluntad del sistema que representan.

Las comunidades indígenas en Chiapas tienen un sistema de funciones en el que se asignan trabajos a cada integrante a lo largo de su vida, en Santa Marta, por ejemplo, se pone a prueba a las personas, se les asignan actividades y así se localiza a quienes sobresalen, comparten los investigadores.

Además, las características que la comunidad considera que debe poseer un bankilal, un líder de la comunidad se divide en dos grupos, en primer lugar, se encuentran los rasgos motivacionales, como sacrificio, interés en el trabajo y responsabilidad, y en segundo, las capacidades para lograr objetivos, como la experiencia y la capacidad para comunicarse.

“Como en otras comunidades tsotsiles, Santa Marta pretende percibir los motivos que se encuentran en el corazón de los miembros que participan en el proceso para obtener cargos de mayor prestigio, además de que se lleva a cabo una constante evaluación con el fin de encontrar al sujeto que tenga el deseo de defender los intereses del sistema al que representa”, exponen los académicos.

Por ello, el líder, debe tener como motor no su bienestar, sino su motivación para realizar el trabajo encomendado.

Los autores puntualizan que, es necesario para ellos encontrar a los representantes correctos porque, pueden convertirse en usureros o en intermediarios políticos entre el Estado y la comunidad, de manera que, lejos de servir a los intereses del colectivo, se sirvan a sí mismos.

Con base a lo anterior, se deriva la importancia del rasgo “sacrificio”: sk’an xlok’ ta yo’onton skomtsanel to li k’usi tsots sk’oplal cha’ay stuke (debe salir de su corazón dejar sus propios intereses), es decir, el bankilal debe realizar su trabajo y terminar su gestión sin otra pretensión que haber cuidado a sus hermanos menores.

Por último, Pedro Pérez, traductor, explica: “¿Has visto cómo el hermano mayor carga a sus hermanos menores?, eso quieren expresar: él será el encargado de los más pequeños”, al igual que un hermano mayor en el sistema de parentesco, el líder debe amar a su gente y sacrificarse por ella.

 


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