La poetisa nicaragüense Gioconda Belli, opositora a la dictadura de Ortega, gana la trigésima edición del Premio Internacional de Poesía Jaime Gil de Biedma con su obra original ‘El pez rojo que nada en el pecho’ y se convierte en la primera mujer en recibir este reconocimiento.
La poetisa nicaragüense Gioconda Belli gana la trigésima edición del Premio Internacional de Poesía Jaime Gil de Biedma con su obra original ‘El pez rojo que nada en el pecho’ y se convierte en la primera mujer en recibir este reconocimiento, dotado de 10.000 euros.
El jurado del certamen, organizado por la Diputación de Segovia, ha hecho público este miércoles el fallo en un acto celebrado en el Palacio Provincial, con la presencia del presidente de la institución, Miguel Ángel de Vicente, el coordinador del premio, Gonzalo Santonja, y el escritor Juan Manuel de Prada, que ha sido uno de los miembros del jurado de la presente edición.
Además ha otorgado dos accésits, de 3.000 euros cada uno, que han recaído en el zamorano Daniel Refoyo, con su obra ‘El fondo del cubo’ y en el madrileño Jesús Aguilar Marina, con su texto ‘Versos perdidos en un desván’.
Han sido un total de 1.750 obras originales presentadas y que han pasado un filtro de tres lecturas para la elección del premio final.
Del poemario de la ganadora, Santonja ha afirmado que se trata de “un libro muy sensual, de reivindicación de la feminidad”, y ha destacado de él su luz y su intensidad. “Tiene mucho desgarramiento; hay poemas que sólo se pueden leer con los ojos empañados de lágrimas”, ha reconocido el escritor y crítico literario, que ha recordado además los diferentes e importantes premios obtenidos por Belli a lo largo de su carrera.
La intensidad, por otro lado, también ha sido una de las características apuntadas por Santonja sobre el libro del merecedor de uno de los dos accésits, Jesús Aguilar Marina, del que además ha puntualizado que “conjuga muy bien con el de Gioconda Belli”.
Para el coordinador del Premio, las referencias a poetas clásicos y egipcios de ‘Versos perdidos en el desván’ son dignas de reseñar, al igual que lo es la “finura y la delicadeza” de sus líneas.
Por último, del otro accésit, ‘El fondo del cubo’, del autor zamorano David Refoyo, tras explicar que “el libro está dedicado a su padre y en el libro subyace su hija”, Gonzalo Santonja ha señalado que se trata de “una colección de versos escritos conjugando modernidad con cotidianeidad y presididos por la idea de reivindicación social a través de la afirmación en la palabra”.
Para Juan Manuel de Prada, “es un libro muy potente, conmovedor, desgarrador; un libro que golpea el alma y el corazón, un híbrido entre una poesía social y una poesía personal que nace de una experiencia dura y una infancia difícil”.