Desde el caminar de la Minga Social del Suroccidente Colombiano, convocamos al país a unirse y comprender que la luchas son para un bien común, por que cuando cuidamos los paramos, cuidamos las venas de la Madre Tierra (los ríos, quebradas y las lagunas); cuando protegemos las selvas y los espacios de vida, cuidamos el territorio y garantizamos la existencia de todos los seres. No aceptamos la muerte, valoramos la vida y conservamos la esperanza de paz para seguir perviviendo como pueblos originarios a través del espacio y el tiempo, “estamos en el ejercicio colectivo de unirnos, de tejer pensamiento y el caminar de la palabra para el buen vivir de los pueblos”. Julian David, pueblo Embera Chami.
En la Minga Social del Suroccidente Colombiano en defensa de la vida, el territorio, la democracia y la paz; los mingueros y mingueras desde muy temprano comenzamos el día desde el sentir y vivenciar: los mayores y mayoras espirituales, “desde la cosmovisión de cada pueblo se aporta para armonizar el pensamiento y el cuerpo” menciona el sabedor espiritual David Taicus del pueblo Awá, departamento del Putumayo. También la Guardia indígena con sus bastones orientan en cuanto al orden, control y protección, “nosotros estamos pendientes de la comunidad, de las pertenencías de cada comunero, acompañando la autoridad y dinamizando todos los procesos político organizativos”, afirma Fernando León Alcalde, Guardia indígena del territorio Caña Brava Momo y Loma Prieta de Rio sucio Caldas.
Los responsables de preparar los alimentos desde el fogón permiten que renovemos las energías para mantenernos contentos, sanos y llenos de fuerza, “para nosotros es importante tener listos los alimentos para brindar a la comunidad, porque de lo contrario nos sentiríamos débiles, no podríamos participar en las migas, las marchas y las movilizaciones» comenta Astrid Astudillo de la organización Campesinos de Paez – Cauca. Por otro lado, las autoridades tradicionales siguen orientando el objetivo de la minga y están muy pendientes para que la comunidad cuente con las condiciones logísticas, “hoy sentimos la minga desde el corazón, venimos desde Monterilla resistiendo y acompañando con fuerza las luchas de nuestros pueblos” nos comparte Gildardo Rivera, Ne’jwesx del territorio Nasa de Huellas – Caloto.
Así mismo los músicos armonizan y alegran con sus flautas, tambores, charangos, zampoñas y charrascas el espíritu, “estamos acompañando la minga desde la música porque el tambor representa la voz del trueno, la flauta el viento y las nubes, para que cuando digamos que somos hijos de la Madre Tierra, lo expresemos desde la vivencia y desde la espiritualidad” Palabrea el mayor, músico Inocencio Ramos del pueblo Nasa.
De igual manera los tejedores y tejedoras entre fiques, lanas, agujetas, hilos, chaquiras, trenzas de palma o caña brava siguen fortaleciendo la memoria, la simbología y la resistencia digna, mediante la elaboración de jigras, mochilas, cuetanderas, manillas, collares y sombreros de distintos colores que resaltan la interculturalidad de los mingueros y mingueras, ”los tejidos hacen parte fundamental de la mujer, en este momento tejemos bolsos y jigras por que el telar es muy difícil transportarlo” Asi lo menciona Ceneida Yalanda, pueblo Misak.
Por: Programa de Comunicaciones CRIC