Actualmente, el norte y el este de Siria (NES) se enfrenta a enormes dificultades económicas: inflación desenfrenada, un embargo parcial, la guerra y el drenaje de recursos por las fuerzas turcas de ocupación en Serekaniye, Tel Abyad y Afrin. En este contexto de crisis, el NES está desarrollando un modelo económico que apunta a la autosuficiencia y la sostenibilidad. El programa económico de la Administración Autónoma del Norte y Este de Siria (AANES) se presenta como una alternativa a las economías capitalistas. Su objetivo es establecer una economía social democrática, basada en las cooperativas, que mueva la sociedad hacia una economía más comunitaria.
Lo que define a una cooperativa, en comparación con un negocio de propiedad privada, es que es propiedad de quienes trabajan en ella. Las cooperativas buscan ganancias, pero las distribuyen entre los miembros (que son, idealmente, los propietarios), o las utilizan para invertir en actividades futuras. En el caso del NES, las cooperativas también cubren directamente las necesidades de la población local, sin comercializar sus productos, y apoyan a las organizaciones civiles.
Las mujeres son las líderes de la construcción de una economía centrada en la sociedad, y construyen las cooperativas. Las cooperativas son, junto con las comunas, vistas como el segundo pilar de la Administración Democrática. (Karker, copresidenta de la Oficina de Cooperativas de Heseke).
Cuando las regiones de lo que ahora es el NES obtuvieron la autonomía del gobierno de Bashar Al Assad en 2012, heredaron una economía construida sobre los monocultivos agrícolas. Los campos de trigo dominaban la región oriental de Jazira y los olivos la región occidental de Afrin. El gobierno de Assad puso poco esfuerzo en el desarrollo de cualquier industria en el NES, ni siquiera molinos para moler el trigo, ya que el único papel económico que se le dio al NES fue proporcionar materias primas al resto del país. La mayor parte de la tierra cultivada era propiedad del gobierno sirio, y luego se hizo cargo de las estructuras el gobierno autónomo, ahora conocido como AANES. De acuerdo con los principios democráticos de la AANES, partes de esta tierra cultivable fueron entregadas a las comunas locales que se encargaron de establecer cooperativas para cultivar la tierra, diversificar cultivos y producir, y priorizar nuevas formas de producción para cubrir las necesidades de la población local. Este legado económico permitió el desarrollo de las cooperativas agrícolas, que hoy constituyen el grueso de las cooperativas del NES. Pero las cooperativas también se han desarrollado en otras esferas económicas: principalmente panaderías, pero también textiles, producción láctea, pequeña manufactura, e incluso una mina de sal.
De acuerdo con el protagonismo de la lucha por la liberación de la mujer en el proyecto político de la AANES, las cooperativas de mujeres son impulsadas por los burós cooperativos que existen en todas las regiones. También son promovidas por Aboriya Jin, la rama económica del Kongra Star, la organización paraguas del movimiento de mujeres en el NES. Estas cooperativas se fundan para crear oportunidades de empleo para las mujeres y para apoyar su independencia económica, en el marco de la economía colectiva.
El panorama diverso de las cooperativas en NES
Las cooperativas en el NES varían en términos de tamaño y campo de actividad, pero también por tipo. Algunas son cooperativas de trabajo que producen un bien o prestan un servicio, y obtienen una ganancia que se distribuye entre los miembros. Otras son las cooperativas de servicios, que son un tipo especial de cooperativa de consumo: el capital financiero es recolectado por los miembros para establecer un servicio a la comunidad, que se brinda directamente sin ser comercializado. Esto se hace más comúnmente para comprar un generador de electricidad a diesel para un vecindario o aldea, que puede proporcionar electricidad cuando no hay electricidad general.
Debido al sistema político descentralizado de la AANES, realizar una evaluación integral de las cooperativas existentes en el NES es un desafío. Ningún organismo central recopila información sobre todos los tipos de cooperativas en la región. Las cooperativas se desarrollan al nivel más local, las comunas, con el apoyo de diferentes organismos: el Buró de Cooperativas de cada cantón o región, los comités de economía de los Consejos de Mujeres locales y Aboriya Jin. Además, las incursiones militares y los ataques del Estado turco continúan invadiendo un sistema que aún está dando sus primeros pasos. El territorio entre Serekaniye y Tal Abyad era una de las tierras cultivables más ricas del NES y también albergaba la mayor concentración de cooperativas agrícolas de la región. Más de 12.000 hectáreas estaban en uso por cooperativas agrícolas, y otras cooperativas se estaban desarrollando relacionadas con sus actividades. La mayoría de estas cooperativas han sido destruidas, abandonadas o saqueadas después de la invasión y ocupación, en octubre de 2019, por parte de Turquía.
No obstante, al observar el nivel regional y el trabajo de los organismos de economía de las mujeres, podemos obtener una imagen del alcance de la economía cooperativa en el NES. La región de Jazira, una de las siete regiones oficiales del NES, alberga la mayor cantidad y variedad de cooperativas de la AANES en 2020. Esto se debe a que el sistema de la AANES se ha establecido en Jazira por más tiempo que en otras regiones del NES, y que grandes extensiones de Jazira son tierras cultivables.
Las oficinas de cooperativas en Jazira apoyan a unas 40 cooperativas de trabajadores en los dos cantones de la región, Qamishlo y Heseke. Una cooperativa generalmente incorpora entre 5 y 10 familias. 23 están ubicadas en el cantón de Qamishlo, de las cuales 13 son cooperativas agrícolas, que cultivan 874 hectáreas de tierra. Las otras cooperativas se dedican principalmente a la fabricación y producción de ropa u ofrecen servicios de costura. La situación varía mucho de una región a otra: la región del Éufrates, por ejemplo, tiene muchas menos cooperativas que Jazira.
En cuanto a las cooperativas de mujeres trabajadoras establecidas por Aboriya Jin, hay más de 50 en todos el NES. 32 de ellas son cooperativas agrícolas (18 de las cuales están ubicadas solo en la región de Jazira). Las otras cooperativas son panaderías, tiendas de ropa, restaurantes o talleres productores de conservas. Aproximadamente, 1500 mujeres trabajan en estas cooperativas, de las cuales alrededor de 1000 integran cooperativas agrícolas.
Estudio de caso: cooperativa Umceren, campo de Heseke
La cooperativa Umceren incluye 54 miembros de siete pueblos. Los miembros son cristianos, árabes, kurdos y asirios, con participación igualitaria de hombres y mujeres. La cooperativa trabaja en varios campos. Cultiva trigo y hortalizas en varias hectáreas de tierra, que en parte pertenecen a la AANES y en parte son propiedad de los miembros de la cooperativa. El producto se vende en el mercado. Aparte de la agricultura, el proyecto más importante de la cooperativa es la construcción de una escuela para los niños del pueblo. El acceso a la educación es difícil para los aldeanos, ya que la escuela más cercana está a tres o cuatro kilómetros de distancia. En otoño e invierno, cuando la lluvia inunda las calles de barro, conducir esas distancias se vuelve complicado. Con el apoyo de la Oficina de Cooperativas de Heseke, la cooperativa ha mantenido bajos los costos de construcción, utilizando materiales locales y confiando en la mano de obra de sus miembros. Un autobús escolar recogerá a los niños de ocho aldeas para llevarlos a la escuela, mientras que la escuela también debería albergar actividades y programas educativos para adultos. Otro problema que la cooperativa quiere resolver es el deficiente suministro de agua y electricidad. Dos aldeas no tienen ningún acceso a la electricidad, por lo que la cooperativa está reuniendo fondos para comprar un generador.
¿Cómo funcionan las cooperativas en NES?
Para poner en marcha las cooperativas, la Oficina de Cooperativas y Aboriya Jin se ponen en contacto con las comunas locales, identifican las necesidades de la comuna e las introducen en el principio de las cooperativas a través de sesiones de capacitación. La Oficina de Cooperativas ha comenzado a desempeñar un papel más proactivo en la creación de cooperativas, después de reconocer que el modelo cooperativo se utilizaba con frecuencia como una forma de inversión, más que como una forma de desarrollar una economía local y comunitaria. Muchas familias contribuían económicamente para iniciar una cooperativa en primer lugar. Pero en lugar de involucrarse más en el trabajo o desarrollo de la cooperativa, simplemente recolectaban las ganancias (que terminaron siendo muy pequeñas para todos los involucrados, ya que el número de “inversionistas” era demasiado alto, lo que significa que en algunas cooperativas solo los miembros recolectaba el equivalente a 1 dólar más o menos cada mes).
Para evitar tales usos indebidos del modelo cooperativo, las Oficinas de Cooperativas regionales y Aboriya Jin ahora toman la iniciativa de identificar las necesidades de los residentes locales, y establecer proyectos cooperativos en consecuencia, centrándose en la integración de los hogares más pobres de una comuna, los heridos en la guerra contra ISIS o Turquía, o los que han perdido a un familiar.
El tipo de apoyo que recibe una cooperativa para iniciar su actividad, varía. Por lo general, reciben ayuda para adquirir las herramientas y los productos necesarios para comenzar la actividad elegida. Para una cooperativa agrícola, esto podría ser tierra y semillas. Los socios que se incorporan a la cooperativa recaudan dinero para iniciar su actividad y pueden recibir hasta el 25% del costo inicial de la Oficina de Cooperativas. Las cooperativas de mujeres que inician su actividad con la ayuda de Aboriya Jin tienen el 100% de los costos iniciales cubiertos por Aboriya Jin, según las necesidades del proyecto. Las oficinas de cooperativas y Aboriya Jin también ofrecen formación y facilitan contactos a aquellas cooperativas que buscan socios comerciales. Más allá de las competencias profesionales y los aspectos económicos de las cooperativas, la educación tiene como objetivo transmitir los valores políticos y sociales de la actividad cooperativa.
Los programas de educación son necesarios para la sociedad, en particular para nuestro trabajo, para las cooperativas. Nuestra sociedad perdió la fuerza de sus vínculos sociales, por lo que es necesario cambiar de mentalidad y reactivar la vida comunitaria. En las cooperativas, trabajamos juntos. Es una forma de construir la unidad del pueblo. (Mediya, Comité Directivo de la Oficina de Cooperativas de Qamishlo).
¿Cómo manejan las cooperativas la competencia del mercado?
En lo que respecta a la competencia en el mercado, partes de las actividades de las cooperativas se encuentran per se fuera del ámbito comercial: este es, por supuesto, el caso de las cooperativas de servicios, pero también de las cooperativas agrícolas que podrían distribuir (parte de) sus productos directamente a sus miembros. Además, cuando se crean nuevas cooperativas, su actividad responde generalmente a necesidades locales que la economía de mercado no cubría hasta ahora. Para asegurar que las cooperativas no compitan entre sí, la Oficina de Cooperativas verifica que cada cooperativa cubra diferentes tipos de necesidades y se complementen en su actividad.
No debe ser que una cooperativa compita con otra. Por ejemplo, el comité cooperativo no apoyaría a dos cooperativas de pan en una aldea. Proceden de acuerdo con las necesidades de las comunidades locales. (Leyla Yousef, copresidenta de la Comisión Cooperativa).
En cuanto a la competencia con otras empresas privadas, las cooperativas pueden atraer clientes con precios más bajos, lo que también apunta a reducir los precios de mercado en general. La cooperativa agrícola creada en el campo de desplazados internos de Tel Samen, por ejemplo, vende sus productos directamente a los habitantes del campo a la mitad del precio de mercado. Varias ciudades han construido o están construyendo pequeños mercados que se dedican a la economía cooperativa, para que las cooperativas productoras no dependan de intermediarios que se hagan cargo y eleven el precio. Las cooperativas también pueden ofrecer precios más bajos, ya que privilegian el uso de material local, en lugar de importar bienes. De manera más general, las cooperativas están destinadas a atraer socios y clientes por igual, ya que representan una forma de economía que fortalece los lazos comunitarios y aumenta la autonomía de las personas en su vida diaria.
¿Cómo se reparten los beneficios las cooperativas?
En primer lugar, hay que mencionar que no todo tipo de cooperativas generan beneficios. Como se mencionó anteriormente, las cooperativas de servicios simplemente brindan un servicio, que no se comercializa. Las cooperativas agrícolas pueden distribuir parte o la totalidad de su producción directamente a sus miembros. Para aquellos que hacen generar ganancias financieras, los beneficios se dividen en cuatro partes:
-Una parte se paga como impuesto al organismo de apoyo (es decir, Aboriya Jin o la Oficina de Cooperativas local), que luego se vuelve a utilizar para desarrollar nuevas cooperativas. Las cooperativas normales pagan un impuesto del 5% cuando obtienen beneficios. Si no obtienen ninguna ganancia, no tienen que pagar el impuesto. Para las cooperativas agrícolas que utilizan tierras cedidas por la AANES, el impuesto llega hasta el 9%, y para las que utilizan su propia tierra es del 5%. En cuanto a las cooperativas apoyadas por Aboriya Jin, se debe pagar un impuesto del 5% de las ganancias después de seis meses de actividad para financiar nuevos proyectos.
-Una parte se reinvierte en el desarrollo de la cooperativa en cuestión (las directrices para las cooperativas en el NES recomiendan el 25%, pero la cantidad típica reservada para la reinversión es más bien el 10%).
-Una parte se utiliza para el desarrollo de proyectos locales. Algunas cooperativas están conectadas con otras instituciones, por ejemplo con la Sazîya malbatên şehidan (Organización para las familias de los mártires). La organización ofrece apoyo a la cooperativa que, a su vez, entrega una parte de sus ganancias a esta organización de la sociedad civil, que trabaja con familias pobres, viudas, discapacitados o afectados por la guerra. Asimismo, quienes están conectados con el movimiento de mujeres Kongra Star a través de Aboriya Jin aportan una parte de sus ganancias para apoyar el trabajo de las mujeres en el norte y este de Siria. Otros también pueden apoyar proyectos individuales de la comunidad local.
-El resto se distribuye entre los miembros.
A excepción de los impuestos, el monto de todas estas partes lo decide cada cooperativa.
Estudio de caso: cooperativa de ropa y cosméticos, Hilleliyah, Qamishlo
El barrio de Hilleliyah, de Qamishlo, alberga varias cooperativas. Uno de ellos es la cooperativa de ropa y cosméticos Shilan. La cooperativa Shilan se creó en 2016, después de varias reuniones vecinales en las que se discutieron las necesidades del distrito y los posibles proyectos. Un grupo de mujeres finalmente reunió fondos para abrir una nueva tienda. Su objetivo es apoyar a los hogares pobres, vendiendo ropa y cosméticos a un precio inferior al de las tiendas habituales, y facilitando el acceso a estos bienes en un barrio alejado del mercado central. La cooperativa compra ropa a precio mayorista y la revende a un precio más bajo que las tiendas comunes. Como resultado, la cooperativa genera ganancias mínimas. La participación de los socios está motivada principalmente por la idea de cubrir las necesidades del barrio de manera comunitaria. A partir de ahora, la cooperativa tiene 22 miembros y es administrada por tres mujeres. El comité de liderazgo hace el trabajo del día a día sin recibir dinero, ya que quieren promover el proyecto y la economía cooperativa, mientras que los otros miembros ayudan cuando es necesario. Reciben una rentabilidad modesta cada mes, de acuerdo con el monto invertido. Muchos miembros de la cooperativa Shilan también participan en la cercana cooperativa Nesrin, que vende productos de limpieza, siguiendo principios similares. Su plan es construir un taller de costura para producir ropa localmente y crear empleo en un sector de fácil acceso para las mujeres.
Impacto de la invasión de Turquía de 2019 en la economía cooperativa
Poco antes de la invasión turca de Serekaniye y Tel Abyad, en octubre de 2019, ambas ciudades y sus alrededores eran un hogar fértil para una alta concentración de cooperativas. En los alrededores de Serekaniye se habían entregado más de 12.000 hectáreas a cooperativas agrícolas. Todas las cooperativas coordinaron sus actividades, algunas especializadas en producción, otras en compra y venta. La cooperativa Hevgirtin reunió a 1250 miembros, cultivando cebada en más de 6000 hectáreas. Las ganancias que los miembros de estas cooperativas agrícolas habían destinado a lo largo de 2015 y 2016, les permitieron abrir la cooperativa Mesopotamia, una panadería semiautomatizada. Estas iniciativas jugaron un papel pionero en la economía cooperativa del NES.
La invasión de Turquía en octubre de 2019 y la ocupación en curso de 5000 kilómetros cuadrados en las regiones de Serekaniye y Tel Abyad destruyeron esta economía alternativa que estaba en desarrollo. Las fuerzas respaldadas por Turquía saquearon y robaron propiedades públicas y privadas, empresas y cooperativas (para obtener más información, consulte el informe de diciembre de 2019 de RIC: La guerra de Turquía contra los civiles). La panadería Mesopotamia ha sido capturada por facciones respaldadas por Turquía, lo que ha provocado la pérdida de maquinaria y reservas. También se han saqueado las asociaciones agrícolas cooperativas, con la pérdida total de 800 toneladas de trigo y más 1500 toneladas de fertilizante de seis cooperativas en el campo de Serekaniye. El impacto psicológico debe considerarse junto con el daño material: la experiencia o amenaza de destrucción hace que cualquier intento de construir proyectos futuros parezca en vano.
Cuando la guerra se acercó, la gente se mostró reacia a participar en proyectos cooperativos por temor a que el Estado turco pudiera destruirlos. ¿De qué sirve trabajar la tierra si el enemigo vendrá y se llevará todo? Y con la guerra, todo fue saqueado y destruido. (Ashref, ex miembro de la Oficina de Economía de Serekaniye).
Sin embargo, las cooperativas se desarrollan incluso entre aquellos que han huido de la guerra. La Oficina de Cooperativas intenta impulsar la creación de nuevas aldeas dando tierra cultivable a los habitantes que viven en campamentos de desplazados internos. En el campo de Heseke, la cooperativa Kaniya Jin reúne a tres familias que huyeron de la invasión de Serekaniye. Cultivan ajo y cebolla en una hectárea de tierra.
Sin embargo, es difícil motivar a los desplazados para que se establezcan en un lugar nuevo. Aquellos que huyeron de Serekaniye prefieren quedarse en el campo de desplazados internos, ya que esperan regresar algún día a sus hogares. En otros casos, por lo tanto, las cooperativas se desarrollan directamente dentro de los campamentos de desplazados internos.
Estudio de caso: cooperativa agrícola en el campo de desplazados internos de Tel Samen, campo de Raqqa
El campo de desplazados internos de Tel Samen es una antigua base militar estadounidense, convertida en campo de desplazados internos después de la invasión de octubre de 2019, cuando las fuerzas estadounidenses se retiraron de las regiones orientales del NES para allanar el camino para el asalto turco. La población del campamento de alrededor de 700 familias está compuesta principalmente por familias árabes y kurdas, junto con una minoría significativa de familias turcomanas, todas las cuales huyeron de Tel Abyad ante la ocupación turca. A principios de 2020, la administración del campamento ayudó a recaudar fondos para iniciar la actividad de siembra de hortalizas diversas, con 100 familias contribuyendo económicamente al proyecto. Actualmente se cultivan seis hectáreas de tierra.
La población del campamento se beneficia de dos formas con la cooperativa. En primer lugar, ofrece a los desplazados internos la posibilidad de ganar un salario. Todos los días trabajan para la cooperativa de 15 a 20 personas de diferentes familias, y a cada individuo se le paga un salario diario típico de un trabajador agrícola de 3000 libras sirias. En segundo lugar, todos los habitantes del campamento pueden comprar los productos de la cooperativa a la mitad del precio del mercado, lo que les permite alimentar a sus familias. Lo que queda se vende en el mercado de Raqqa y las ganancias de las ventas se reparten entre las 100 familias que contribuyeron económicamente a la cooperativa. Actualmente, la cooperativa está negociando con la Oficina de Cooperativas para ampliar su actividad y adquirir ovejas y pollos.
Conclusión
Al día de hoy, la economía cooperativa del NES aún está naciendo. Su desarrollo se ve obstaculizado por varios aspectos, especialmente la amenaza de guerra y el bajo nivel de educación y conciencia de la población en general. Las cooperativas todavía representan una parte marginal de la economía local cuando se comparan con la producción, el consumo y las necesidades generales de millones de residentes locales. Sin embargo, las cooperativas conservan una importancia especial en el NES, ya que representan un sistema económico alternativo emergente, que tiene como objetivo abordar las necesidades económicas y ecológicas urgentes en la región mediante:
-Diversificar la producción agrícola para alejarse de los monocultivos.
-Desarrollar métodos de construcción y agricultura ecológicamente sostenibles.
-Promover la autosuficiencia y reducir la dependencia de bienes importados.
-Ayudar a las mujeres a obtener independencia económica.
-Ofrecer una perspectiva económica a las familias pobres.
Las cooperativas, por tanto, juegan un papel central en el proyecto político más amplio que se está llevando a cabo en la AANES, y especialmente en sus objetivos de avanzar hacia la autonomía alimentaria, una economía social y ecológica y la igualdad de género.
Se necesita tiempo y estabilidad para permitir que este modelo se desarrolle. Como dice Walid, portavoz de la Oficina de Economía: “Todo esto es un proceso lento y ascendente. En el futuro, avanzaremos gradualmente hacia una economía cooperativa. Por supuesto, la guerra es una posibilidad que podría destruir estos esfuerzos. Esperamos lograr una sociedad sin más pobres ni ricos, sino una vida igual para todos”.
Fuentes
La información presentada en este artículo se basa en entrevistas realizadas a responsables del desarrollo de las cooperativas en NES:
Walid, portavoz de la Oficina de Economía, y Azad, copresidente de fabricación en la región de Jazira, agosto de 2019.
-Dr. Hassan Betay y Leyla Yousef, copresidentes de la Comisión Cooperativa, agosto de 2019.
-Armanc, coordinador con Aboriya Jin, rama económica de Kongra Star, Qamishlo, septiembre de 2020.
-Firdaws, coordinador de la Oficina de Cooperativas del Cantón de Qamishlo, septiembre de 2020.
-Mediya, comité de gestión de la Oficina de Cooperativas del Cantón de Qamishlo, septiembre de 2020.
-Karker, copresidente de la Oficina de Cooperativas de Heseke, septiembre de 2020.
-Ashref, ex miembro de la Oficina de Economía de Serekaniye, septiembre de 2020.
-Newroz, coordinador de la oficina de Cooperativas del Cantón de Heseke, octubre de 2020.
FUENTE: Rojava Information Center / Traducción y edición: Kurdistán América Latina