Silvia Federici estará en la sesión de clausura del Foro Social Mundial de Economías Transformadoras el 18 de noviembre, evento donde confluyen meses (si no años) de articulación y trabajo colectivo para construir una agenda común entre el movimiento feminista, el ecologista, el de los comunes y el de la economía social y solidaria, en definitiva, un hoja de ruta compartida entre las economías transformadoras. Hablamos con ella unos días antes para ir activando neuronas.. .
Silvia Federici estará en la sesión de clausura del Foro Social Mundial de Economías Transformadoras el 18 de noviembre, evento donde confluyen meses (si no años) de articulación y trabajo colectivo para construir una agenda común entre el movimiento feminista, el ecologista, el de los comunes y el de la economía social y solidaria, en definitiva, un hoja de ruta compartida entre las economías transformadoras. Hablamos con ella unos días antes para ir activando neuronas.. .
Poniendo de manifiesto el quehacer colectivo de estos movimientos, la generación de aprendizajes desde el debate y la puesta en común, Silvia nos pide que no le hagamos una entrevista clásica, sino que conversemos y tengamos un encuentro en el más literal sentido. Se sucede así un diálogo de lo más rico con Andrea Rodríguez y Flora Partenio, de la organización del Foro y de la Confluencia Feminista, quien lanza esta invitación, y que será en gran parte emitido en la sesión de cierre del FSMET.
Lo que va aquí es, por tanto, tan sólo una aproximación a Silvia Federici a partir de algunas preguntas muy específicas hechas bajo la perspectiva de la Economía Solidaria del Estado español, un anticipo de lo que está por venir en su inminente intervención en el foro y alguna que otra reflexión final que pretende abrir algún que otro melón…
¿Crees que estamos en esta crisis de la covid’19 asistiendo a una nueva fase de acumulación capitalista y qué escenarios a medio plazo crees que podemos encontrar?
Sí. Desde hace muchos años hay una crisis capitalista a nivel internacional. Esto se evidencia porque hay crisis en varios países, y la tasa sobre el dinero es prácticamente nula. Fenómenos sin precedentes que muestran que hay una crisis de acumulación. Esto no significa que no haya empresas que han acumulado grandes fortunas durante este periodo, pero a nivel general, podemos afirmar que el capitalismo está en crisis desde hace tiempo.
La repuesta a la crisis siempre son guerras, intensificación de la explotación, más despojo y desposesión… No son accidentales los recortes de los beneficios sociales de inversión en la reproducción: se recorta en salud, el subsidio a los cuidados, los subsidios a los y las mayores, se intentan cortar las pensiones a los servicios sociales… Son años de políticas neoliberales, de políticas de capitalismo brutal que intenta hacer que los y las trabajadoras se hagan cargo de su reproducción, eliminado al máximo posible toda inversión estatal. Producimos, producimos, producimos pero la riqueza que vuelve es siempre menor.
Todo está en la mesa. Ya podemos ver los elementos de destrucción económica y social que van a intentar implementar usando la excusa de la epidemia: como el incremento del teletrabajo que va a reducir los costes de las empresas porque se trabaja desde casa. Esta nueva inmersión en el hogar, donde se manda a la mujer a trabajar, a veces con dos trabajos, buscando que se hagan cargo de la reproducción para que haya así menos inversión estatal en reproducción social. Tenemos una mujer que prácticamente trabaja 24h, también ahora que la escuela pone más horas de estudio en la casas. La casa se transforma en la gran fábrica, donde se estudia, donde se hace trabajo doméstico, trabajo intelectual y otro tipos de trabajo…
Yo me pregunto qué va a pasar en los próximos meses y años, cuándo van a intentar que paguemos los millones que han dado a las empresas como compensación. Van a intentar, van a decir las pensiones no porque tenemos una deuda nacional muy fuerte. Éstas son las luchas que vamos a enfrentar los próximos meses. Vamos a enfrentar un periodo de intenso enfrentamiento, y es muy importante la unión de los movimientos porque la situación va a ser muy fea. Ya lo es. La pandemia ha sido una crisis política antes que sanitaria, pues ha sido tan mortal por el desmantelamiento sanitario que se lleva haciendo años en Europa y fuera de ella. Y esto va a empeorar. Hemos visto cómo pueden usar la deuda para obligarnos a pagar los costes y servicios que antes eran del Estado y todo invita a pensar que esto va a seguir siendo así.
Miremos a otros Mercados alternativos. Desde hace más de una década estamos promoviendo el Mercado social, red de producción y consumo cuyo objetivo es cubrir una parte significativa de las necesidades dentro de la propia red y desconectar de la economía capitalista, tanto como sea posible. ¿crees que es posible romper la falsa dicotomía “productivo-reproductivo”, en el marco de mercados alternativos al capitalista?
El discurso de lo productivo y reproductivo es específico de las relaciones capitalistas, mercantilizar todo lo que es el trabajo de reproducción, de declara que no es productivo, es la consecuencia de la necesidad de explotarlo, de imponer una explotación más intensa. No es que no saben que el trabajo del hogar es productivo, es que si lo reconocen no habría acumulación capitalista; la acumulación se ha hecho sobre el trabajo no pagado de las mujeres, de las esclavizadas, colonizadas… La espina dorsal de la acumulación capitalista no son sólo las personas asalariadas sino el trabajo no pagado, y no sólo el trabajo no pagado en la jornada laboral de las personas asalariadas sino también de esclavas y trabajo del hogar.
Cuando nos ponemos en la perspectiva que mira a la producción de la vida como objetivo principal, buscando el bienestar y la prosperidad, el buen vivir, esta división desaparece porque no tiene otra raíz que intensificar la explotación del trabajo y ocultar una área de trabajo fundamental que se debe naturalizar y ocultar. Todo esto se debe a un trabajo muy fuerte del capitalismo que crea la ilusión de que ese trabajo no es parte de la acumulación capitalista y que permite al hombre dominar a la mujer, usando el salario como herramienta de dominación,
La Economía social y solidaria debe rechazar esta división por completo, una división que es la base material para dividir el proletariado internacional, la base también del racismo o el sexismo y fuente de justificación de la dominación de la mujer, que parece que sólo puede encargarse de la producción social, de ser madres y llevar a cabo actividades naturalizantes. Debe ser un principio de la economía solidaria rechazar esto.
Estos días estamos presentando los datos de balance/auditoría social, una herramienta para la rendición de cuentas y la transparencia, así como un itinerario de mejora a la que se someten las empresas de la economía solidaria anualmente. ¿Crees que es otro tipo de otras prácticas empresariales que miren por el bien común?
Otra empresa es posible si se pone fin a la división entre personas productoras y consumidoras. Hay experimentación en estos sentidos, por ejemplo en el caso de los huertos urbanos muchas personas consumidoras han pasado a ser productoras. En varias ciudades podemos ver cómo los movimiento intentan apropiarse de la tierra y crear formas de producción que les permitan usar esta tierra. En Nueva York, sin ir más lejos, durante la covid, los movimientos han salido de la ciudad y han empezado a cultivar y han sido muy importantes como proveedores de comida, de productos agrícola.
Es posible una concepción comunitaria que incorpore, por ejemplo, en el proceso de toma de decisiones a la gente que se beneficia de la producción agrícola. Si la ESS busca el bienestar, los consumidores deben de participar de las decisiones, esto es, la construcción del común. La construcción de común no sólo empieza cultivando el mismo trozo de tierra, sino que empieza en la toma de decisiones y eso es fundamental, si no, antes o después se va a reproducir la misma lógica capitalista.
¿Quiénes crees son hoy en día las brujas, entendiendo este rol desde una doble acepción (que puede o no coincidir en un mismo sujeto): herejes víctimas de persecución, al más estilo “caza de brujas”, y agentes insumisas y contestatarias respecto a los dogmas dominantes y, de algún modo, posibles referentes de lucha y de otros modos de vida alternativa que podríamos vivir?
Las brujas somos nosotras, todas las mujeres que están luchando contra: contra el despojo de la Amazonía, contra el fracking, la minería o la deuda que afecta sobre todo a las mujeres. En EEUU afecta principalmente las mujeres que tiene un salario y trabajan fuera de la casa, porque éste les permite buscar un préstamo el salario es tan bajo que no te permite vivir, pero te permite endeudarte.
Las brujas son las que luchan contra las violencias machistas y, sobre todo, contra la violencia institucional porque la violencia machista no podría sobrevivir sin la violencia institucional. Y la violencia institucional es también la económica. La violencia no se hace sólo con la pistola o con un cuchillo, se hace con la política económica que no te permite vivir; el endeudamiento es violencia, el desempleo de más es violencia, la privatización de la tierra es violencia…
Ya lo podemos ver en áreas de África, de India de Papua, donde hay nuevas cazas de brujas, donde hoy se queman y matan a mujeres acusándoles de ser brujas. Muchísimas veces la razón es que estas mujeres han accedido a la tierra y se las intentan robar, o son mujeres que venden al mercado local y son en competencia con los que venden productos importados, o son mujeres que reivindican su autonomía o son mujeres mayores que suponen una carga para familias empobrecidas. Debemos hacer atención a los misioneros de la secta fundamentalista evangélica, que proclaman una revisión neocalvinista que dice que Jesús y dios quiere que tú seas ricas, y si no lo eres es porque hay enemigos en tu comunidad. Este tipo de discursos está empezando en EEUU, muchos de los que apoyan a Trump hablan de Satanás, a este punto hemos llegado.
Entonces las brujas son las que se oponen a una lógica que descuida la vida, que destruye el planeta y destruye la solidaridad social. Yo creo que es importante hoy recuperar como muchas de nosotras, en América Latina, en España.., hemos intentando hacer desde hace años, recuperar esta historia de la caza de brujas, recuperar esta memoria desde abajo, porque pensamos que es importante y nos sirve para comprender el presente y para saber qué hacer.
La hora de encuentro dio para mucho, aunque me quedé con ganas de volver a preguntar tras las respuestas, para seguir profundizando y complejizando las respuestas y propuestas, para sacarle aún más jugo a una entrevista que, como todo lo bueno, me despertó ganas de más. ¿Cómo aterrizar aún más propuestas prácticas para no romper con el imaginario capitalista que nos coloniza y romper verdaderamente con la dicotomía productivo-reproctivo o con esa división tan perniciosa según Federici entre producción y distribución? ¿Cómo integrar el valor y la importancia de la tierra en nuestras urbes colonizadas de asfalto? ¿Cómo despegarnos de las acepciones que el capitalismo ha tatuado a fuego sobre lo empresarial para mostrar que forma de hacer empresa ya está siendo posible?
De fondo la valiosa reflexión de que quienes nos enredamos para difundir y promover esto de lo “social y solidario”, necesitamos todos los puntos de encuentro posibles con los movimientos transformadores, y encuentros y propuestas como las del FSMET siguen siendo a día de hoy más necesarias que nunca. Es mucho lo andado, pero sigue haciendo falta seguir compartiendo lenguajes, imaginarios y conceptos, tendiendo puentes en definitiva, entre quienes, como decía Federici, tenemos un enemigo común: el capitalismo. Porque, como proseguía, formamos parte de un legado común de los movimientos sociales que nos preceden y que nos interpela a conformarnos y sentirnos como un único movimiento.