Llamamos a un voto consciente y comprometido, estando seguros que cualquier gestión legislativa en la nueva Asamblea Nacional sólo tendrá posibilidades de realización en la medida en que se vincule estrechamente al sentir popular y a la protesta de calle que diariamente expresa el pueblo venezolano en todos los rincones del país.
¿POR QUÉ Y POR QUIÉN VOTAR?
CONTRA MADURO Y GUAIDO EN UN SOLO VOTO
Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución
El domingo 6 de diciembre se celebrarán las elecciones para designar una nueva Asamblea Nacional, elecciones que están previstas constitucionalmente para esa fecha. Buena parte de los venezolanos nos hemos preguntado si vale la pena participar y votar en estas elecciones. Durante varios años se ha difundido la equivocada tesis que busca una “salida rápida”, una solución fácil, a la grave crisis que atraviesa el país. Uno tras otro, los que han postulado ese inmediatismo político han salido derrotados, y la población parece haber quedado sin referentes ni esperanzas políticas para salir del gobierno de Maduro-PSUV-militares, ni siquiera a mediano plazo.
Por una parte estamos conscientes de todas las trampas a las que recurre el gobierno de Maduro para intentar manipular el proceso electoral. El gobierno a través del TSJ ha cambiado las directivas de varios partidos políticos opositores, interviniendo arbitrariamente en sus disputas internas en torno a la estrategia de la participación electoral para favorecer a quienes optaron por ésta última opción, e incluso de varios partidos del llamado Polo Patriótico, creando una nueva categoría de mansos partidos aliados.
El partido de gobierno violenta impunemente toda la normativa electoral al utilizar diariamente los medios del estado para la promoción de sus candidatos, mientras utiliza también los vehículos y demás bienes de los entes públicos para las campañas de los candidatos del PSUV y sus partidos “mansos”.
Los “debates” que ha permitido el gobierno a través de VTV son también manipulados al no querer confrontar con los candidatos provenientes de la lucha social y popular, evitando el debate con quienes sí pueden desmontar todo el falso discurso “obrerista” de Maduro.
El gobierno también manipula a su favor las limitaciones de movilidad social derivadas de la pandemia, y permite grandes concentraciones públicas para promover sus candidatos (como las miles de personas reunidas en el estadio Luis Aparicio de Maracaibo en días pasados), mientras sabotea a la vez la movilidad de las fuerzas políticas opositoras y de todo el pueblo en general, manteniendo restricciones en el suministro de gasolina para la movilidad urbana y extra-urbana. Incluso el gobierno moviliza sus candidatos nacionalmente mediante vuelos express con las líneas aéreas que controla, mientras extiende la prohibición de vuelos comerciales.
La nueva Asamblea Nacional deberá enfrentarse con la recién aprobada “Ley anti-bloqueo”, que violenta totalmente la constitución y que de aplicarse restringiría todas las funciones legislativas y contraloras previstas en la ley. Del desenlace de esa confrontación dependerá en buena medida la posibilidad de avanzar en el proceso de reinstitucionalización del país hacia la superación de la crisis.
Por el bando de oposición extrema, existe también el llamado a la abstención hecho por Guaidó y por los casi extintos partidos del G4. Apoyándose en la esperanza de una acción militar imperialista que derrocara a Maduro. Sin embargo, el triunfo de Biden en las elecciones de EEUU podría significar la adopción por su gobierno de una estrategia en relación a Venezuela distinta a la de Trump, y Guaidó y compañía podrían quedar en la soledad absoluta. Su llamado a la abstención, decretado cuando aspiraban a una victoria aplastante de Trump, podría quedar muy descolocado, amenazando a esta disminuida oposición pitiyanki con una nueva derrota política con su casi suicida llamado abstencionista.
Es cierto que el gobierno de Maduro parece controlar todos los hilos del poder político dentro de Venezuela. Es cierto que la oposición democrática apenas comienza a constituirse como tal. Pero también es cierto que en este proceso electoral participan numerosos líderes sociales postulados por partidos no controlados por el PSUV. Que se ha venido fortaleciendo en años recientes una tendencia de lucha sindical y comunitaria que de alguna manera se expresa en esas candidaturas de oposición real, democrática y popular, al gobierno de Maduro.
Para el futuro de Venezuela es imprescindible comenzar a configurar un bloque histórico popular y democrático que enarbole un programa de reconstrucción del país. Un paso necesario es intentar conformar un bloque opositor dentro de la nueva Asamblea Nacional que se plantee recuperar completamente sus funciones legislativas y contraloras, y enfrente institucionalmente la gestión antipopular y antinacional del gobierno de Nicolás Maduro. Es necesario reivindicar y hacer valer en todos sus aspectos el sistema político democrático contenido en la Constitución de 1999. La única forma de hacer eso es participando, como se pueda y hasta dónde se pueda, en los resquicios democráticos que el gobierno se ve obligado a abrir para cumplir requisitos del orden internacional del capitalismo global.
La abstención es hoy una estrategia que sólo conduciría a una nueva derrota para la gran mayoría social que se opone al gobierno de Nicolás Maduro. No se puede dejar la nueva Asamblea Nacional en manos del PSUV.
Hay que votar por verdaderos candidatos de oposición, y demostrar así el rechazo popular al programa neoliberal y autoritario que ha venido ejecutando Maduro desde hace años.
Hay que votar también para rechazar los llamados a una intervención militar extranjera que han hecho por años Guaido y los partidos del G4. Esta crisis debemos resolverla los venezolanos, y lo más acertado es aprovechar las vías constitucionales que se presentan, como esta elección del 6D, para avanzar en construir espacios de oposición democrática que permita una acumulación de fuerzas populares que progresivamente construya los mecanismos constitucionales para salir del gobierno de Maduro.
De una manera más específica, desde la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución hacemos un llamado a todo el pueblo venezolano a votar este 6 de diciembre, expresando con ese voto su rechazo tanto al gobierno de Nicolás Maduro como al llamado de intervención extranjera que ha realizado Juan Guaido. Esto es consistente con los resultados arrojados por la última encuesta Ómnibus de Datanálisis (octubre 2020) de acuerdo a la cual 81,8% de la población tiene una opinión negativa de Nicolás Maduro y 67,4% tiene una opinión negativa de Juan Guaidó.
Llamamos a votar por genuinos líderes sociales, que han sido postulados por varias organizaciones de oposición, entre las que están la Alternativa Popular Revolucionaria, a través de la tarjeta del Partido Comunista de Venezuela (PCV), y por activistas del movimiento popular postulados por otros partidos de oposición, tales como Roberto López Sánchez, quien encabeza el voto lista regional del Estado Zulia por el partido UPP89, y Mariano Crespo, candidato por el partido Soluciones en el Municipio Girardot del estado Aragua, sin dejar de considerar algunas candidaturas propuestas por otras organizaciones de la oposición democrática como el MAS. Teniendo presente que la defensa del voto es fundamental durante el acto electoral.
Llamamos a un voto consciente y comprometido, estando seguros que cualquier gestión legislativa en la nueva Asamblea Nacional sólo tendrá posibilidades de realización en la medida en que se vincule estrechamente al sentir popular y a la protesta de calle que diariamente expresa el pueblo venezolano en todos los rincones del país.
ESTE 6 DE DICIEMBRE, EXPRESA TU RECHAZO A MADURO Y A GUAIDO,
VOTANDO POR GENUINOS REPRESENTANTES DEL PUEBLO A LA ASAMBLEA NACIONAL.
Santiago Arconada Juan García Edgardo Lander Roberto López Sánchez Oly Millán
Gustavo Márquez Marín Esteban Emilio Mosonyi Héctor Navarro Ana Elisa Osorio
Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución. 25 de noviembre de 2020.