Gran recorrido territorial por la defensa de la vida y el rechazo a los asesinatos ocurridos
Para las comunidades indígenas del norte del cauca, la zozobra parece no tener fin. Las 22 autoridades indígenas ancestrales del norte del cauca y los 7 thu’thenas we’sx delegados de los planes de vida, lamentamos profundamente los asesinatos perpetrados el día de ayer, y que se van convirtiendo en normalidad trágica de nuestro contexto social.
El sábado 5 de diciembre a las 8:30 pm fue asesinado el compañero Hernán Eduardo Pino Julicue, de 30 años, en el barrio los Tanques, cabecera municipal de Caloto, Cauca, hijo de la exconsejera de ACIN, Luz Eyda Julicue. De igual manera a las 10:30 pm, se perpetró una masacre de cuatro personas en el sector de Gualanday en la vereda San Pedro del municipio de Santander de Quilichao, cuando hombres armados llegaron al lugar con el fin de atentar contra la vida de los hermanos Fernando Trochez y David Trochez; hechos en los que también cayeron Emerli Basto y Carlos Escué, éste último un joven cantante de la región.
Esta denuncia se une al juicio político realizado en la MINGA de este año a la ciudad de Bogotá y a la larga cadena de comunicados en que uno a uno hemos expresado con gran angustia la situación de nuestros territorios, donde en mayor o menor medida marchan nuevos actores armados como las disidencias de las Farc, los grupos neo paramilitares, la delincuencia común, y donde poco a poco vuelven las extorsiones, los combates, los desplazamientos forzados y el reclutamiento de menores de edad.
Estos grupos se valen de la pobreza, de la falta de oportunidades y la falta de educación de los jóvenes de la región para utilizarlos en función de la acumulación de su poderío y sus riquezas; donde condenamos todos los sectores políticos que clandestinamente se valen del narcotráfico como motor de esta nueva fase de la guerra, quienes hacen trizas los acuerdos de paz para desestabilizar los procesos sociales que somos opción de cambio, e iniciar de un nuevo ciclo de confrontaciones.
En este contexto y ante el continuo y sistemático incumplimiento y la vulneración de nuestros derechos fundamentales como es el derecho a la vida, la libertad, la autonomía, la unidad, el territorio, entre muchos otros que tenemos y que son puestos en entre dicho por aquellos que les gusta hacer la guerra, Nos vemos obligados a establecer diálogos humanitarios – territoriales.
Los invitamos a todos y todas a que caminemos nuestro territorio con la guardia indígena este lunes 7 y 8 de diciembre de 2020, conmemorando los dos años del asesinato del sa’th we’sx Edwin Dagua Ipia, hasta llegar a la vereda el tierrero, en esa vereda haremos una invitación a todos los actores armados legales e ilegales para que conozcan la iniciativa de los diálogos humanitarios con perspectiva de Paz que tiene el movimiento indígena, los sectores sociales y populares del país, donde se posicionara la ruta ya en mención a través de una resolución emanada por todas las autoridades tradicionales presentes.
Invitamos al mismo tiempo, a todo el pueblo colombiano a que se unan a este clamor mediante su solidaridad frente a las luchas que llevamos por sobrevivir como pueblos originarios. A las organizaciones de derechos humanos y al ministerio público a que nos acompañen en denunciar y presionar a las autoridades competentes para que cumplan con su labor, así como en la pedagogía del pueblo colombiano sobre la importancia de buscar la armonía y el equilibrio necesarios para el buen vivir en sociedad.
Lamentamos nuevamente los hechos ocurridos, y nos solidarizamos con las familias de aquellos jóvenes que hoy trascienden a los espacios espirituales, y reiteramos que cesen de una vez por todas estas muertes, por la vida, la pervivencia y la paz de nuestros pueblos.
“Cuenten con nosotros para la paz, nunca para la guerra”