El número de manifestantes muertos en la ciudad de Sulaymaniyah, en el Kurdistán del Sur, desde que comenzaron las protestas el 2 de diciembre ha aumentado a seis. Todas las muertes se debieron al uso de armas de fuego por parte de las fuerzas de seguridad de los dos principales partidos del gobierno, el KDP (Partido Democrático del Kurdistán) y la PUK (Unión Patriótica del Kurdistán). Entre las víctimas hay también por lo menos dos menores. Una de las víctimas es un joven de dieciséis años, llamado Emir Ubed, que fue asesinado a tiros ayer en Said Sadiq. Murió a causa de sus heridas en un hospital del centro de Sulaymaniyah.
También en Said Sadiq, un niño de doce años llamado Herêm Eli fue asesinado a tiros ayer. El portavoz de prensa del distrito, Taha Ahmed, ha confirmado su muerte. Según Ahmed, diez manifestantes y cuatro policías también han resultado heridos en Said Sadiq en las últimas 48 horas.
En Takiya, cerca de Chamchamal, las fuerzas de seguridad también abrieron fuego contra una manifestación. Un activista de de 28 años murió y otros cuatro resultaron heridos, algunos de ellos de gravedad. En respuesta, los manifestantes incendiaron la oficina local del KDP. Según se informó, tres personas resultaron heridas en Ranya. En Kelar, en la región de Germiyan, los manifestantes lanzaron piedras a las fuerzas de seguridad. Y también en Xurmal, Qeladiz, Kifrî, Zerayen, Pîremegrûn y Şarezu, varios manifestantes volvieron a salir a la calle.
Antecedentes de las protestas en el Kurdistán del Sur
Frustradas por el gobierno regional del Kurdistán del Sur en Hewlêr (Erbil), las protestas han ido aumentando y disminuyendo durante meses. Crece la resignación y el pesimismo, especialmente entre la generación más joven, que exige reformas, codeterminación y democracia. El estancamiento económico, el desempleo juvenil desenfrenado y la omnipotencia de los clanes desesperan a los jóvenes. El gobierno es incapaz de proporcionar servicios elementales, desde hace meses los sueldos de los funcionarios no se pagan o se recortan, los graduados universitarios no tienen perspectivas de futuro, y tampoco hay electricidad regular ni un suministro de agua que funcione bien. La región importa todo, pero no produce nada, y depende en gran medida del régimen de Ankara. Se toleran o incluso se apoyan los intentos de ocupación y los ataques de Turquía que violan el derecho internacional. El nombre Barzani caracteriza el equilibrio de poder, y el nepotismo y la corrupción que se han establecido en los últimos años. Cualquier resistencia a la concentración de poder del clan es aplastada.
En abril, el gobierno central iraquí finalmente dejó de transferir su cuota mensual del 12,6% del presupuesto del Estado a los dirigentes kurdos del sur porque el KDP no había entregado a cambio los 250.000 barriles de petróleo previstos en Bagdad. Hewlêr prefiere exportar el petróleo del Kurdistán del Sur independientemente de Irak, por ejemplo a Turquía. Allí entrega actualmente 450.000 barriles por día. Pero la falta de la cuota de presupuesto, que corresponde actualmente a unos 900.000 millones de dinares (623 millones de euros) al mes, puso el presupuesto de la región autónoma bajo presión en el curso de la pandemia del Coronavirus. Muchos de los manifestantes son empleados públicos, un gran número de ellos profesores - Kurdistán del Sur tiene una gran administración pública, alrededor de un millón de los cinco millones de habitantes de la región son empleados del Estado. Han tenido que soportar durante años los salarios que faltan.
Aunque Bagdad y Hewlêr llegaron a un acuerdo la semana pasada en la disputa sobre la cuota de presupuesto, los pagos de salarios anunciados resultaron ser nada más que palabrería. Mientras tanto, el movimiento protesta ha anunciado que ampliará las manifestaciones.
Se prohíbe la entrada y la salida en cuatro provincias de Kurdistán del Sur
Queda prohibida la entrada y la salida de las ciudades de Sulaymaniyah, Halabja, Ranya y Germiyan en el Kurdistán del Sur, debido a las continuas protestas.
Las autoridades vetan la entrada y la salida en cuatro ciudades en Kurdistán del Sur tras las protestas contra la creciente corrupción y el impago de los salarios.
Hasta el momento, 6 personas han muerto en las manifestaciones y decenas han resultado heridas.
La adminitración ha anunciado una prohibición de 24 horas de entrada y salida en Sulaymaniyah, Halabja, Germiyan y Ranya, epicentros de las protestas. De acuerdo con la decisión del Consejo de Alta Seguridad de Sulaymaniyah, la prohibición, que comenzó a la medianoche del miércoles, continuará hasta la medianoche de hoy.
La declaración del Consejo dice lo siguiente: “A fin de crear un entorno seguro y pacífico, se ha decidido una prohibición de entrada y salida durante las 24 horas del día en las ciudades de Sulaymaniyah, Halabja, Ranya y Germiyan. La prohibición se aplicará en todas las regiones, incluidas las ciudades”.