En las últimas horas se ha vuelto viral en las redes sociales un emotivo texto que fue escrito por la joven artista cubana Mónica Digat que asistió a la manifestación del 27N frente al Ministerio de Cultura.
Se trata de una emotiva carta dirigida a su madre en la cual le explica los motivos que la llevaron a participar en esta protesta en la cual estuvieron presentes gran cantidad de jóvenes que están preocupados por la situación del país y que quieren ser escuchados.
A continuación, reproducimos íntegramente esta emotiva carta:
Yo también estaba allí el 27/11
Carta a mi madre
Querida mamá:
Esta carta va a ser larga porque tengo mucho que decir, en un punto sé que te vas a detener, quizás a incomodar. Solo te pido por favor que me leas hasta el final.
Recuerdo bien que de pequeñita te veía inmensa, miraba hacia arriba y pensaba: qué grande es mi mamá. Luego fui cogiendo tamaño y a los 12 años rebasaba tu estatura y aún hoy con tus 155 cm sigo pensando lo mismo: qué grande es mi mamá.
Mi niñez fue tan perfecta, recuerdo estar siempre a tu lado, era tu bolsito, tu monedero con motonetas. Juntas marchamos en todas las marchas por el Primero de mayo, iba a todas tus reuniones e incluso levantaba la mano para dar mi opinión, estábamos en cada fiesta del 27 de septiembre, de CDR en CDR tomando caldosa con todos los vecinos.
Me enseñaste a leer a Martí y a comprenderlo, aunque tuviera frases enrevesadas. Me hablaste de mis héroes y sus proezas históricas, me mostraste lo importante que es el decoro y el valor de una palabra dada, el ser firme y consecuente con los principios que uno profesa. Me inculcaste tantos valores: coraje, patriotismo, independencia y de todos, mi preferido, el valor de la humildad.
Hay algo que no me enseñaste y te lo agradezco con el alma, no me enseñaste a hablar bajito. Sé que estás esperando el por eso porque me conoces. Pues aquí voy. Por eso quiero decirte que yo estuve allí mamá, frente al MINCULT ese 27 de noviembre, fui parte de los jóvenes que asistieron ese día sin más poder de convocatoria que el que dictaba nuestro corazón.
Yo estaba allí y volveré a estar cuantas veces haga falta. ¿Por qué? por eso mismo, porque no se hablar bajito. Y no mamá, no conozco a los muchachos del MSI, aunque sobre ese tema tengo también mi criterio, pero ese es otro asunto. Importante mamá. Es otro asunto. No caigas tú también en la banalidad de mezclar las cosas.
Ah y por si algún mal intencionado pretende ofenderte con calumnias, aunque espero que así no sea; a la CIA solo la he visto en las películas que ponen en la TV. Yo estuve allí y lo estaré, por varios motivos.
Porque quiero que en mi país se respete la diversidad de opiniones, porque quiero que en las reuniones también haya gente en contra y que sean escuchadas sus razones con atención y respeto porque los que están siempre a favor, esos, no tienen nada que decir o se lo callan.
Porque no quiero que a mi hija le pase lo que a mí que tenía un grupo de amigos hermoso desde preescolar a noveno y cuando me gradúe, me quedé sola porque a todos mis amigos se los llevaron del país y luego volví a construir un grupo de hermanos maravillosos en la beca y al graduarme otra vez me quedé sola porque todos mis amigos se fueron del país. Y de nuevo al terminar mi universidad y con mis novios lo mismo y eso duele mami, duele tener la sensación de las agencias de viajes.
Me duele perder amigos porque el rencor y la impotencia de las palabras que se callaron le han envenenado por dentro y hoy solo saben hablar de odio hacia su gente.
Porque quiero descubrir mediante el diálogo si alguien más se ha cuestionado el motivo de por qué Cuba tiene una población envejecida. Dónde están sus jóvenes, los de mi generación y los de las anteriores. Por qué abandonan esta isla para estar en otras orillas bailando salsa y comiendo croquetas cuando les pega el gorrión.
Porque quiero que sepan que sí tenemos problemas y profundos como todas las personas, como todas las familias y que solo los podemos arreglar nosotros. ¡Porque quiero que no existan la verdad de la calle y la de la televisión!
Porque no quiero escuchar nunca decir a alguien que un instructor de arte no es un artista. Que un artista no es un artista hasta que su obra no sea reconocida. Porque no quiero que solo reconozcan a los mismos, quiero que existan espacios y lugar en los eventos para todos los artistas, aunque lleven el arte como modo de vida y no como sustento.
Porque quiero a mi país como a ti misma. Y no mamá, perdona, pero no voy a hablar bajito necesito que me escuchen y que me presten atención.
Yo no quiero ni que los Estados Unidos ni los europeos vengan a resolver nuestros conflictos yo quiero que los resuelva mi gobierno si no, no estaría sentada horas frente al MINCULT esperando para pedir que el ministro acceda a abrir un canal de diálogo cívico, democrático y estable donde podamos asistir todos los intelectuales a debatir y tratar de construir una Cuba de todos y con todos digna de este siglo XXI.
Querida mamá.
Te preguntarás por qué te escribo una carta y no te lo digo de frente. Pues te pido que pienses, todo esto y más te lo he dicho tantas veces pero como disentimos en muchas cosas y a veces te da por pensar que estoy dejándome guiar por otras mentes pues decidí escribirlo, para que lo releas cuando estés preparada y para que un día, si te sientes orgullosa como yo lo estoy de mí, se lo leas a tu nieta, y quién sabe, a lo mejor ella al igual que yo piense; qué grande es mi mamá.
Te ama profundamente
Tu hija Mónica.