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Guerra del capital contra la vida


Raúl Zibechi :: 19.12.20

“El sábado se me rompió la bomba de agua. Esta es la zona del Acuífero Raigón, por lo tanto, los pozos no se afectan con la sequía y hasta podés conectar la bomba un buen rato y el agua nunca desaparece”. “Mi pozo es muy profundo, tiene 45 metros, y todos comenzaron a secarse”.
Las huertas están a 500 metros de una enorme planta lechera de la empresa Conaprole, que definen como “una de las refinerías de leche más grandes de Latinoamérica” y produce leche en polvo para la exportación. La empresa hizo pozos de más de 60 metros de profundidad y “está secando toda la zona”.
El mensaje de este productor me llega al día siguiente de que el agua comenzara a cotizar en Wall Street, como una mercancía más.
El 7 de diciembre, el “acre pie” de agua, equivalente a 123 millones de litros, se negoció a 496 dólares en el mercado de los derivados de futuro de agua.


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