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Nika Dubrovsky
Comunizar
http://comunizar.com.ar/la-causa-la-muerte-david-graeber/
Compañera de David Graeber, Nika cuenta los últimos meses que pasaron en Londres, antes de la extraña y repentina muerte de David.
Mucha gente me preguntó cuál fue el motivo de la muerte de David. El hospital de Venecia declaró en los resultados de la autopsia que la causa de la muerte fue una hemorragia interna masiva causada por una necrosis pancreática. Quiero agregar mi propia teoría conspirativa: creo firmemente que su muerte está asociada con el Сovid.
Recientemente al mirar las noticias por primera vez en semanas, descubrí que un millón de personas han muerto por Covid en todo el mundo, y se espera que la segunda ola costará otro millón de vidas.
Quiero contarles cómo David y yo pasamos nuestro primer encierro. A pesar de ser desorganizada y un poco punk de corazón, he tenido que dominar algunas habilidades domésticas fundamentales a lo largo de los años. Después de todo, he criado a dos hijos yo sola.
Al comienzo del encierro compré diligentemente máscaras, guantes, medicamentos, ungüentos, desinfectantes y, habiendo crecido en la URSS y estando familiarizada con la economía de la escasez, compré todo el doble. Dominaba el arte de comprar todo en línea y estaba decidida a mantener una cuarentena muy estricta. Mis proyectos no tuvieron éxito. David y yo vivíamos en Portobello Road, en el corazón de Londres. Y en un país cuyo primer ministro, Boris Johnson, es un doppelganger de Trump. Boris Johnson solía dar consejos contradictorios sobre la pandemia. En general, su línea era, «los que mueren habrían muerto de todos modos, así que no nos molestes con esas trivialidades».
Hasta que el primer ministro se contagió de Covid y se calló por un tiempo. Se recuperó, agradeció a los médicos y enfermeras del hospital por su ayuda y sacrificio, y continuó con la privatización del sistema de salud del Reino Unido y los discursos payasescos. Mientras tanto, su principal asistente, también enfermo de Covid, viajaba por todo el país como si no pasara nada.
El mercado de Portobello permaneció abierto como de costumbre, durante mucho tiempo. La mayoría de los londinenses no usaban máscaras ni guantes. La actitud general hacia la pandemia fue, con pocas excepciones, condescendiente.
Quiero expresar mi respeto y enviar rayos de amor a las mujeres: novias, madres y abuelas. En la mayoría de las familias, son las responsables del bienestar, la seguridad, la higiene y las compras, de todos los protocolos de limpieza mundanos.
Para David era difícil obedecer las reglas del aislamiento, no ir al mercado, no reunirse con los vecinos; odiaba las máscaras e insistía en reutilizar guantes desechables. David (con amabilidad) se quejaba de mí a sus amigos, diciéndoles cómo lo «torturé». En general, David era una persona sincera, y sus quejas eran, de alguna manera, jactanciosas: «¡Mira cómo Nika me cuida y se preocupa por mí!»
Pero envío rayos de odio a los idiotas descuidados que se rieron de mis esfuerzos por aislarnos y le aconsejaron a David que ignorara mis pedidos.
Por supuesto, me siento culpable. David era un esposo judío obediente. Podría haber puesto mi pie en el suelo y exigir que nos fuéramos de inmediato y pasáramos todo el encierro autoaislados en una aldea remota en algún lugar. Pero no lo hice. No sé por qué. No quería ser una fanática controladora o una «esposa estricta».
Ambos comenzamos a tener síntomas extraños en marzo. Aproximadamente una vez a la semana teníamos dolores de cabeza, sentíamos dolores musculares, hormigueo en los pulmones, cansancio extremo (hasta el punto de no poder hablar por teléfono). Continuamente estábamos queriendo dormir.
Luego todo desaparecíó, pero después de pasados cinco a ocho días, los síntomas se repitieron. Nos cuidábamos con ternura: nos llevábamos té con jengibre, limón y vitaminas. Cuando me sentía enferma, dormía todo el día y David tomaba baños calientes.
Más adelante me recuperé por completo, mientras que David desarrolló nuevos síntomas extraños. Todo comenzó con un peculiar sabor a jabón en la boca. Lo sintió después de las comidas y dijo que continuaba durante todo el día. Dejamos de usar detergente líquido para lavar nuestros platos. David fue al dentista y le hicieron una limpieza profunda de las encías, varias veces, para prevenir la inflamación. Recibió (¡varios!) tratamientos de conducto. No sabíamos qué más podíamos hacer. Hizo una prueba de anticuerpos, con resultado negativo.
Un tiempo después comenzó a sentir una sensación de hormigueo en la punta de los dedos. Atribuyó esto a practicar demasiado con la guitarra. Luego, el hormigueo también comenzó en los dedos de los pies y en las piernas. Fatiga. Dolor abdominal leve pero persistente; desordenes digestivos. Pero sobre todo fatiga constante. Consultamos a varios médicos. Hicimos varios exámenes. Primero, en Londres, luego en Berlín. Todos los médicos dijeron lo mismo: no hay síntomas evidentes, pero tienes «síndrome post-viral, espera y todo pasará».
Y esperamos.
David se hizo la prueba de Covid en una clínica de Venecia, también con resultado negativo. Cuando le pregunté si su muerte podría estar relacionada con el Covid, el médico me respondió, «si da positivo en la prueba de Covid, entonces tiene Covid; pero una prueba negativa no significa que no lo tenga». Y tengo la misma impresión que su médico. Pienso que el Covid fue una de las razones por las que desarrolló esta extraña enfermedad tan rápidamente. Culpo de esto al gobierno ridículo de Boris Johnson y a la estupidez y la autosuficiencia humanas en general.
David murió de pancreatitis necrósica y hemorragia interna, pero ¿por qué de repente una persona saludable como David, que nunca bebía alcohol, desarrollaría esta enfermedad? ¿Por qué sería tan repentina y rápida? ¿Por qué la acompañaron síntomas tan extraños? ¿Por qué empezó justo después de que pensamos que habíamos contraído Covid?
Aquí hay un artículo sobre la relación entre el Covid y la pancreatitis (a través de Steve Keen).
Por favor, cuídate.
Nika