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La misma policía abrió el cordón de seguridad para que ingresaran los asaltantes.
Queda demostrado que el peligro no está en los musulmanes, sino en el racismo ndel estado que reproduce la supremacía blanca.
El asalto al Capitolio en Washington DC, la capital de Estados Unidos, por parte de varios miles de seguidores del aún presidente Donald Trump, quien les había animado a luchar “como el demonio”, ha provocado hasta el momento cuatro muertes y más de 50 detenciones. Según la cadena de televisión Fox News, hasta hace bien poco uno de los medios protegidos por Trump, una de las personas fallecidas es Ashli Babbit, una veterana de la Fuerza Aérea estadounidense, que ha muerto tras recibir un disparo por parte de las fuerzas de seguridad en el interior de la sede legislativa.
El jefe de la Policía de Washington, Robert Contee, ha confirmado la causa del fallecimiento de Babbit y ha añadido que otras tres personas han muerto por emergencias médicas durante la toma del Capitolio, aunque no ha especificado si las víctimas estaban involucradas de alguna manera en la insurrección.
Además, según Contee, la Policía Metropolitana ha arrestado a más de 52 personas, 26 detenciones de las cuales se han producido en las inmediaciones del Capitolio. Las fuerzas de seguridad se han incautado de varias armas, según Contee, que ha confirmado también que hay 14 agentes heridos.
Por su parte, la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, ha emitido una orden para extender el estado de emergencia pública, y con ello el toque de queda en la capital, durante 15 días más, coincidiendo con la investidura del presidente electo, Joe Biden, el próximo 20 de enero.
Pasadas las tres de la madrugada, hora peninsular, Mitch McConnell, el líder de la mayoría republicana en el Senadoha reanudado la sesión con la voluntad de ratificar a Biden como próximo presidente. McConnell ha expresado la voluntad de certificar al ganador de las elecciones de 2020 “siguiendo las leyes y la Constitución”.
El expresidente de Estados Unidos Barack Obama ha declarado que “la historia recordará” la violencia desatada en el Capitolio por simpatizantes de Trump, a quien ha acusado de originar la incursión con sus “mentiras sin fundamento”. Según Obama, Trump ha seguido mintiendo “sobre el resultado de una elección legítima, como un momento de gran deshonor y vergüenza para nuestra nación”.
El expresidente también ha hecho alusión al “ecosistema de medios de comunicación” que no han tenido “ninguna voluntad” de contar la verdad a sus audiencias, en referencia a los resultados electorales. “Esta narrativa de fantasía se ha escapado cada vez más fuera de la realidad y ahora estamos viendo las consecuencias”, ha afirmado Obama.
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Estados Unidos
Partidarios de Trump asaltan el Capitolio para detener la confirmación de la victoria de Biden
Una turba compuesta por partidarios blancos del todavía presidente de los Estados Unidos supera el cordón policial y se introduce en la sede de las cámaras democráticas del país.
Pasadas las 14:15, hora de Washington (20:15h en la península), un grupo de partidarios de Trump ha conseguido entrar en el Capitolio por el vestíbulo del segundo piso para detener el recuento de votos electorales que estaba teniendo lugar hoy, 6 de enero. La policía ha evacuado el edificio y ha escoltado al vicepresidente Mike Pence, encargado de certificar el recuento, junto con otros senadores y congresistas. Una mujer ha muerto por un disparo durante las primeras horas del asalto. Aunque se desconocen los detalles, la mujer aparece en un vídeo con una bandera de Trump atada al cuello y, tras el sonido de un disparo, cae al suelo.
La Policía del Capitolio ha cerrado el espacio. Con una nota ha anunciado que no se permite la entrada o salida de los edificios dentro del complejo y ha anunciado la evacuación de las zonas aledañas. La alcaldesa demócrata de la capital federal ha declarado el toque de queda en la ciudad desde las 18h hasta las 6 de la mañana (hora estadounidense).
“Os queremos, sois muy especiales pero tenéis que iros a casa en paz”, ha dicho Trump en un vídeo colgado en Twitter pasadas las 16:30. La red social ha puesto el cartel de “fraudulento” al mensaje del actual presidente. Minutos después, ha sido su hija Ivanka Trump quien ha reculado y borrado un tuit en el que calificaba a los asaltantes como “patriotas”. Una persona ha salido a comunicar a los partidarios del presidente que este les pedía que se fueran a casa, pero estos han abucheado el llamamiento mientras se espera el despliegue de tropas en torno al complejo.
A las 18:35h, la policía ha desalojado el edificio entre cargas suaves contra los responsables del asalto. En un primer recuento, se han anunciado 13 detenciones. “Esto es China, es Tiananmen”, han gritado algunos de ellos.
A las 16h, el presidente electo, Joe Biden se ha dirigido a la población para rechazar las imágenes que se están dando en el Capitolio y ha defendido la vía “del honor y la decencia”. En su Twitter ha escrito “permítanme ser muy claro: las escenas de caos en el Capitolio no representan quiénes somos. Lo que estamos viendo es un pequeño número de extremistas dedicados a la anarquía. Esto no es disenso, es desorden. Limita con la sedición y debe terminar. Ahora”. Biden ha pedido a Trump que dé un paso a un lado y admita la derrota: “¡Ya basta!”, ha dicho Biden mientras salía de la rueda de prensa. El recuento sigue parado pero la fecha para la ceremonia de investidura del 46.º presidente de los Estados Unidos sigue siendo el 20 de enero.
Según una fuente demócrata citada por The Washington Post, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi ha demandado el despliegue de la Guardia Nacional para despejar y asegurar el Capitolio. El mismo medio asegura a través de una fuente anónima, que en estos momentos se estarían desplegando tropas en torno al edificio.
“El hombre directamente responsable del caos de hoy es Donald Trump, quien ha dejado en claro que hará cualquier cosa para permanecer en el poder, incluidas la insurrección y la incitación a la violencia”, ha tuiteado el líder demócrata Bernie Sanders.
A las 16:30, los medios estadounidenses han informado de la desactivación de un artefacto explosivo en el Comité Nacional Republicano, a pocos kilómetros del Capitolio. La sede del Comité Nacional Demócrata también ha sido evacuada.
Antes, un grupo de número aun indeterminado de trumpistas, en su inmensa mayoría blancos, habían saltado el cordón policial y las vallas portátiles que debían proteger el edificio. Tras el asalto, según la información de las agencias y medios en el edificio, los asaltantes han pululado por los pasillos. Al menos uno de ellos se ha sentado en la butaca y ha vandalizado el despacho de Pelosi. Fuera, en el perímetro del edificio, permanecen varios centenares de supremacistas y otros partidarios del presidente saliente.
Un vídeo publicado en Tik Tok tomado por Marcus Dipaola, corresponsal en la Casa Blanca, ha tomado un momento en el que la policía del Capitolio abre uno de los cordones del perímetro.
Según The New York Times, la organización del asalto se llevó a cabo a través de las redes sociales Gab y Parle, dominadas por la extrema derecha. En ellas se discutió sobre cómo llegar a los puntos débiles del complejo y sobre las herramientas que se debían emplear a tal propósito. También se discutió sobre cómo introducir armas en el Capitolio. El dispositivo se habría organizado a las 13h, tras el discurso de Trump a sus partidarios.
Las denuncias hacia el presidente ya llegan desde su propio partido: Adam Kinzinger, congresista de Illinois ha sido el más directo al calificar los hechos como un “intento de golpe”. The New York Times recoge unas palabras del senador republicano Mitt Romney hacia los compañeros de partido que han seguido a Trump en su impugnación de los resultados de las elecciones de noviembre: “Esto es lo que habéis conseguido”.
El presidente, que instó a sus partidarios a una protesta hoy, se ha dirigido a ellos a través de Twitter para pedirles que apoyen a la policía (sic) y se mantengan en paz. Antes, Trump se había dirigido a los manifestantes para asegurarles que nunca iba a reconocer la victoria de Joseph Biden, ganador en el voto electoral y el voto popular en noviembre.
En su comparecencia de la tarde, Trump ha insistido en que las elecciones le han sido robadas. En el Capitolio del Estado de Kansas, otras 75 personas han entrado en el edificio con la misma parafernalia trumpista y supremacista y bajo el grito de “detened este fraude”. Episodios similares con violencia de baja intensidad y poca intervención policial han tenido lugar a lo largo de toda la jornada.
El presidente ha dicho que confiaba en que Pence “haría lo correcto” y no reconocería los resultados de unas elecciones que, asegura Trump, ha ganado él. A pesar de ello, Pence no tiene potestad para hacer lo que el presidente le ha pedido. En el momento del asalto, las cámaras discutían sobre el procedimiento de recuento en Arizona.
Mitch McConnell, jefe de la mayoría republicana, habría intervenido para que se retome hoy mismo la sesión de certificación de los resultados, y culpa a Trump de los hechos de la tarde en el Capitolio.
A lo largo de la jornada se han producido unas elecciones para el Senado en el Estado de Georgia cuyo resultado ha decantado esa cámara a favor de los Demócratas, que unidas la investidura de Biden, supondrán el control por parte de los Demócratas del país a través de las dos cámaras, el Senado y la de Representantes, que se encuentran en el Capitolio.