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Revolución en Rojava

Kurdistán América Latina :: 26.02.21

Revolución en Rojava cuenta la historia del innovador experimento en el territorio kurdo de Siria, donde se impulsa el confederalismo democrático, una democracia organizada comunalmente que es ferozmente anticapitalista y comprometida con la igualdad femenina, mientras rechaza las ideologías nacionalistas reaccionarias.
Prólogo de David Graeber.

Libro “Revolución en Rojava” para leer on line

Dada la violencia y el sufrimiento generalizados en Siria, no es descabellado que los extranjeros vean la situación como implacablemente terrible. Y aunque la realidad de la devastación es innegable, hay motivos para la esperanza en, al menos, un pequeño sector de la nación: los cantones de Rojava (Kurdistán sirio), donde tras la guerra la gente está construyendo silenciosamente una de las sociedades más progresistas del mundo hoy.

Revolución en Rojava cuenta la historia del innovador experimento en el territorio kurdo de Siria, donde se impulsa el confederalismo democrático, una democracia organizada comunalmente que es ferozmente anticapitalista y comprometida con la igualdad femenina, mientras rechaza las ideologías nacionalistas reaccionarias.

Enraizado en las ideas del líder kurdo encarcelado Abdullah Öcalan, el sistema se basa en cuotas de género efectivas, estructuras democráticas de abajo hacia arriba, políticas ecológicas con visión de futuro, y una poderosa militancia que ha permitido a la región mantener a raya a ISIS.

Este primer estudio completo de los desarrollos democráticos en Rojava cuenta una historia extraordinaria y poderosamente esperanzadora de una batalla poco conocida por la verdadera libertad en tiempos oscuros.

 

REVOLUCIÓN EN ROJAVA

Liberación de la mujer y comunalismo entre la guerra y el embargo

Ercan Ayboğa, Anja Flach y Michael Knapp

 

Sobre los autores:

Anja Flach es etologista y miembro del consejo de mujeres Rojbîn de Hamburgo, es autora del reciente estudio: Frauen in der kur-dischen Guerilla. Motivation, Identität und Geschlechterverhältnis in der Frauenarmee der PKK (2007).

Ercan Ayboğa, mientras vivía en Alemania trabajó como ingeniero ambiental y es cofundador de la Campaña TATORT Kurdis-tan. En Kurdstán Norte ha sido activista durante muchos años en la Iniciativa Salvemos Hasankyef contra la presa hidroeléc-tica Isiu y en el Movimiento Ecologista de Mesopotamia.

Michael Knapp es activista en el Comité de Solidaridad con Kur-distán de Berlín, es historiador centrado en estudiar los movi-mientos sociales y la democracia radical.

 

Índice

¿Cómo puede Oriente Próximo liberarse a sí mismo del caos? Cemil Bayik ………..15

Prólogo, David Graeber ………………………………..27

Introducción E. Ayboğa, A. Flach y M. Knapp ………..41

De camino a Til Koçer ………………………………491.

Historia de Rojava ………………………………..55

1.1 Rojava ……………………………………………………56

1.1.1 El Cantón de Afrîn ……………………………………………57

1.1.2 El Cantón de Kobanî …………………………………………58

1.1.3 El Cantón de Cizîrê …………………………………………..61

1.2 Panorama histórico …………………………………..65

1.2.1 Desde el Neolítico hasta el Imperio Otomano ……….65

1.2.2 La Primera Guerra Mundial y sus consecuencias ……68

1.2.3 El movimiento panarabista ………………………………….70

1.2.4 La unión con Egipto: la República Árabe Unida (RAU). ………………….72

1.2.5 Desde la República Árabe Unida hasta el golpe del Ba’ath ……………73

1.2.6 Un plan de 12 puntos para la “solución del problema kurdo” ……………74

1.2.7 Auge de la dinastía Assad ……………………………………75

1.2.8 La masacre de Hama ………………………………………….77

1.2.9 La conversión de Siria al neoliberalismo ……………….78

1.2.10 El inicio de la revuelta siria ………………………………..80

  1. La diversidad cultural en Rojava ………………83

2.1 Población kurda ……………………………………….85

2.2 Población yazidí ……………………………………….88

2.3 El genocidio contra la población armenia y suryoye: Seyfo ………………………………………..90

2.4 Población armenia ……………………………………91

2.5 Población suryoye ………………………………………..93

2.6 Población caldea (keldanî) ………………………….96

2.7 Grupos sociales más pequeños …………………….99

2.8 Las relaciones entre comunidades en Cizîrê …..101

 

  1. La liberación ……………………………………….107

3.1 Declive y traición ……………………………………..107

3.2 La Primavera Árabe en Siria ……………………….111

3.3 Consejos ilegales ………………………………………112

3.4 El acuerdo de Hewler ………………………………..115

3.5 La revolución empieza en Kobanî ………………..117

3.6 La liberación de Dêrîk y Afrîn …………………….118

3.7 Tras la liberación ………………………………………120

 

  1. Autonomía Democrática: un proyecto para todo Oriente Próximo ……….123

4.1 El PKK y su cambio de paradigma ……………….123

4.2 Democracia de consejos …………………………….127

4.3 Confederalismo democrático ………………………129

4.4 Autonomía democrática en Kurdistán Norte …133

4.5 Confederalismo democrático en Rojava ………..135

4.6 Comunas y consejos ………………………………….137

4.7 Una historia inacabada ………………………………138

 

  1. Mujeres en Rojava ………………………………..139

5.1 Las mujeres en la sociedad tradicional de Rojava ……………………………………..141

5.2 Mujeres revolucionarias en el PKK ………………142

5.3 Mujeres en los tres cantones de Rojava …………143

5.4 El papel de las mujeres en la revolución …………146

5.4.1 Yekitiya Star, organización de base de las mujeres en Rojava ……………………………………………………147

5.4.2 Yekîtiya Star en las comunas ………………………………..148

5.4.3 Los Consejos de Mujeres ……………………………………150

5.4.4 Centros de Educación e Investigación de Mujeres …151

5.5 El sistema de coliderazgo y la cuota del 40% …..154

5.6 El trabajo de las Jóvenes Mujeres Revolucionarias ……………………………………156

5.7 Iniciativa de Mujeres Sirias ………………………..157

5.8 Asociación de Mujeres Suryoyes ……………………158

5.9 La Asociación de Prensa de Mujeres Kurdas …159

5.10 La cuestión de género es también masculina ………160

5.11 Islamismo radical versus liberación de la mujer162

5.12 Perspectivas …………………………………………..164

 

  1. Democracia …………………………………………167

6.1 El Partido de la Unión Democrática (PYD) …..167

6.2 El Consejo Popular del Oeste de Kurdistán (MGRK)Meclîsa Gela Rojavayê Kurdistan ……………169

6.3 El sistema del MGRK ……………………………….172

6.3.1 Los cuatro niveles de consejos ……………………………..172

6.3.2 Las “ocho áreas” …………………………………………………173

6.3.3 De abajo a arriba ………………………………………………..176

6.4 La comuna de Alepo …………………………………181

6.4.1 Los consejos de Alepo ………………………………………..183

6.4.2 La defensa de la comuna de Alepo ……………………….185

6.4.3 La comuna de Alepo, hoy ……………………………………190

6.5 Las administraciones municipales ………………..192

6.6 El Consejo Supremo Kurdo (SKC)Desteya Bilind a Kurd (DBK) ……………………………199

6.7 Los tres cantones y el gobierno de transición ….200

6.8 El Contrato Social ……………………………………204

6.9 Declaraciones de la Autonomía Democrática y de las Administraciones Autónomas Democráticas ….206

6.10 La declaración del Sistema Federal en Rojava /Norte de Siria (FRNS) ………………………………….209

6.11 Entender la relación del Consejo Popular del Oeste del Kurdistán (MGRK) con las Administra-ciones Autónomas Democráticas (DAA) y el Sistema Federal en Rojava/Norte de Siria (FRNS) ………….211

6.12 La Comuna como punto de apoyo de la Autonomía Democrática …………………………214

6.13 Organizar el trabajo en las comisiones. ……….215

6.14 Entre los consejos populares y la gente: cerrar la brecha …………………………………………………217

6.15 Una revolución de las consciencias. …………….217

 

  1. Las asociaciones de la sociedad civil (ASC) …219

7.1 Unión de Asociaciones de la Sociedad Civil …..222

7.2 Cultura y Arte …………………………………………….224

7.3 Academias Nuri Dersîmî ……………………………225

7.4 El Movimiento Revolucionario Juvenil …………227

7.5 Asociación de Familiares de los Mártires ………229

7.6 Comisión de Derechos Humanos ………………..229

7.7 Organización de la sociedad civil …………………230

 

  1. La teoría de la rosa: la defensa de Rojava ……233

8.1 La historia de la resistencia armada de Rojava ..234

8.2 Creación de las Unidades de Autodefensa o YXG …………………………………..235

8.3 Autodefensa legítima ………………………………..237

8.4 Taburs (Batallones) y Navends (centros de las YPG/YPJ)………………………238

8.5 Las comandantes de la Academia Şehîd Jînda …239

8.6 Forma de lucha y armamento ……………………..241

8.7 Las Fuerzas de Autodefensa de Mujeres, YPJ …..243

8.7.1 El día a día de las YPJ: Tabur de mujeres en Serêkaniyê …………………………………..248

8.7.2 La Academia Militar de Mujeres Şehîd Şîlan ………..250

8.8 Importancia de las YPG/YPJ ……………………..252

8.9 Asayîş: seguridad para la sociedad, no para el estado …………………………………………….255

8.9.1 Defensa ante Servicios Secretos y ataques terroristas255

8.9.2 Tareas sociales de la Asayîş ………………………………….256

8.9.3 Estructura y organización de la Asayîş. ………………….258

8.9.4 Asayîşa Jin: las unidades de mujeres de la Asayîş …….259

8.10 La lucha por la hermandad y la unidad: la liberación de Serêkaniyê ………………………………259

8.11 La liberación de Til Xelef …………………………262

8.12 El frente de Til Xenzir ……………………………..263

8.13 “Orhan está en el paraíso” …………………………264

8.14 Perspectivas para Serêkaniyê: construcción en lugar de embargo y guerra …………265

 

  1. El nuevo sistema de justicia; la clave es el consenso ………………………………267

9.1 Estructura ………………………………………………267

9.2 Comités de Paz y Consenso ………………………..271

9.3 Procedimiento …………………………………………272

9.4 Prisiones …………………………………………………274

 

  1. Formación en lengua kurda …………………..275

10.1 Antes y después de la Revolución ……………….276

10.2 Pedagogía ……………………………………………..278

10.3 Formación del profesorado ……………………….280

 

  1. La sanidad …………………………………………283

11.1 Antes y después de la liberación …………………283

11.2 Asambleas de Salud …………………………………284

11.3 Dificultades y retos ………………………………….289

 

  1. Una economía alternativa ……………………..293

12.1 Principios económicos ……………………………..293

12.2 Inventando la nueva economía…………………..296

12.3 Análisis y perspectivas ……………………………..301

12.4 El embargo ……………………………………………309

12.5 Cooperativas de mujeres …………………………..313

12.6 Desafíos y conclusiones ……………………………319

 

  1. Desafíos ecológicos …………………………….323

13.1 Agricultura Industrializada ………………………323

13.2 La escasez de agua …………………………………..326

13.3 Eliminación de residuos …………………………..328

13.4 Contaminación del aire ……………………………330

13.5 Producción de petróleo …………………………….330

 

  1. La lucha por el poder hegemónico …………..333

14.1 Contexto geopolítico ……………………………….333

14.2 Un Irak post-Ba’ath ………………………………..334

14.3 Turquía y el yihadismo ……………………………..336

14.4 Alianzas en disputa …………………………………339

14.5 Militarización e islamización del levantamiento sirio ……………………………………342

14.6 El PDK y Kurdistán Sur …………………………..351

14.7 El representante del PDK en Rojava …………..353

14.8 El caso de Beşir Abdulmecid Mussa …………..355

14.9 Bandera Negra: La lucha contra IS …………….359

14.9.1 Orígenes …………………………………………………………360

14.9.2 Un halo apocalíptico …………………………………………362

14.9.3 La vida bajo IS…………………………………………………365

14.9.4 La guerra contra las mujeres ………………………………366

14.9.5 La fuerte base económica de IS ………………………….367

14.9.6 Retirada sin combatir ……………………………………….368

14.9.7 Kobanî hace historia …………………………………………37115. Expectativas ………………………………………375

15.1 La lucha por el reconocimiento internacional .375

15.2 Soluciones en Siria ………………………………….379

15.3 Solidaridad internacional …………………………381

15.4 Comunalismo o barbarie ………………………….383

 

Epílogo: La Filosofía de la Autonomía DemocráticaAsya Abdullah ……………………………………………..387

Diagrama del Confederalismo Democrático en Rojava …………………………….395

Mapas …………………………………………………..399

Glosario ………………………………………………..403

Bibliografía …………………………………………….409

 

¿Cómo puede Oriente Próximo liberarse a sí mismo del caos?

Cemil Bayik

Febrero de 2014

Oriente Próximo tuvo un papel prominente en la historia de la humanidad, pero, a día de hoy, destaca principalmente como una región en continua batalla. ¿Es posible resolver sus problemas, de raíces históricas, para de este modo favorecer el desarrollo de sus capacidades potenciales? Dar respuesta a esta pregunta requiere esfuerzo y sacrificio, expresados en la existencia de una necesidad apremiante: la de acabar con la matanza y el caos permanente. Así como en la actualidad Oriente Próximo es sinónimo de conflicto en el mundo, de la misma manera un Oriente Próximo en paz ten-dría efectos a escala mundial.Al fin y al cabo, fue precisamente en este territorio donde, 7.000 años atrás, se gestaron la sociedad de clases y el patriarcado. Los diferentes problemas sociales que afronta el mundo en el pre-sente —masacres, carnicerías, miseria y sangre derramada, además de la destrucción de la naturaleza, que es nuestro fundamento eco-lógico— son el resultado del sistema de poder y dominación que surgió en la antigüedad, un sistema que ha quebrado y alienado a la humanidad. Profundamente arraigado, este proceso histórico des-1. Miembro del Consejo Ejecutivo del Koma Civaken Kurdistan (KCK), organización paraguas del movimiento revolucionario kurdo.

Cemil Bayik16tructivo no solo subyace bajo los actuales conflictos, sino que es lo que ha llevado a las sociedades de Oriente Próximo al desastre. El milenario modelo de poder y dominación es la fuente de las tensio-nes, choques, y enfrentamientos actuales, como los que se dan entre las comunidades israelí y palestina, kurda y turca, kurda y árabe, y kurda y persa, así como las luchas de suryoyes2 y otros grupos perse-guidos en Oriente Próximo por motivos étnicos o religiosos. Todos estos colectivos, además, adolecen a su vez de conflictos internos propios y, por tanto, anhelan librarse de la carga de sus discordias.Buscando una salidaHistóricamente se han propuesto dos tipos de soluciones a tal problemática social. Por un lado, los gobernantes han intentado expandir y estabilizar su propia hegemonía, supuestamente para resolver acuciantes problemas, pero el resultado ha sido la consoli-dación de la subyugación, y las dificultades, en vez de disiparse, se han visto agravadas.Por otra parte, las fuerzas opositoras han desafiado el sistema hegemónico y han organizado luchas y rebeliones valientes, pero ninguna ha llevado a un modo de vida libre e igualitario o a un mundo liberado, puesto que su único objetivo era conquistar el estado. En Oriente Próximo la fuente de todos los problemas so-ciales es precisamente esta mentalidad estatista, así que no se puede poner remedio a los dilemas actuales meramente intercambiando un poder hegemónico por otro, porque es esta misma mentalidad hegemónica y de dominación la que los ha engendrado a ambos. Por consiguiente, las fuerzas de la modernidad capitalista que lu-chan por la supremacía en la región no conseguirán superar las turbulencias y la conmoción social; tampoco lo harán los déspo-tas locales, ni los islamistas que han surgido del caos, vehiculando parcialmente la protesta, y que ahora persiguen la dominación y el poder por su propia cuenta.Los gobernantes de Oriente Próximo han ejercido un con-trol omnipresente sobre la población, determinando el destino de 2. Suryoye es el término con el que se autodefinen los integrantes de las comunidades arameas, asirias y caldeas.

¿Cómo puede Oriente Próximo liberarse a sí mismo del caos?17las personas, los vínculos familiares, las relaciones de género y las relaciones interétnicas. Mantienen el poder conjurando la mani-pulación y avivando las llamas del nacionalismo y el sectarismo religioso. El mismo proceso se repite una y otra vez en la región, y todo lo que hace es provocar repetidas escaladas de los conflictos.Proponiendo una soluciónUna propuesta diferente sería que la población de la región se autoorganizara de forma comunitaria, democráticamente, al mar-gen de las estructuras del estado. Históricamente, el estado se ha expandido a expensas de la sociedad, viciándola; la alternativa es fortalecer la sociedad y reducir el estado. Los diversos cuerpos so-ciales existentes en la región no sienten animadversión los unos hacia los otros, excepto cuando el estado ha alimentado los re-sentimientos de forma artificial. La coexistencia entre diferentes comunidades es posible, siempre que esté basada en fundamentos éticos.El estado es más que una mera institución política, se insinúa en la conciencia de las personas como una mentalidad, hasta tal punto que incluso la posibilidad de un nuevo modelo político para Oriente Próximo, uno que ponga remedio a los padecimientos co-munes, resulta impensable. Pero la consciencia es la única fuerza capaz de implementar un modelo político. Una mentalidad que continúa enredada en el estado hegemónico nunca será capaz de aportar soluciones a los problemas que sufre la región. Por el con-trario, una mentalidad ética, aquella que anhela la libertad, alberga un gran futuro, pues está imbuida de formas de vida comunales. A través de un nuevo fundamento ético y una transformación de la consciencia, la región podrá superar su difícil situación presente y construir una nueva sociedad. Otros grupos en Oriente Próximo han lidiado con estas complejidades, pero son los kurdos y las kur-das, luchando por su libertad, el colectivo que más cerca está de alcanzar una solución alternativa y viable.

Cemil Bayik18El rol pionero de la población kurdaDada su experiencia histórica, el pueblo kurdo ha comprendi-do que la fundación de un estado no puede poner fin a los dramas sociales, y por ello ha abandonado dicho objetivo. Hoy la pobla-ción kurda no está interesada en ganar poder y construir un estado, como tampoco en saquear y explotar el territorio, ha decidido, en su lugar, centrar los esfuerzos en alcanzar conjuntamente un modo de vida emancipado. El estado-nación trata de ahogar esas fuerzas, de adormecer a la gente, de inmovilizarla. Así, en cualquier sociedad que es o ha sido dirigida por un estado, los motivos que causan malestar social no dejan de proliferar: el estado es el instrumento mediante el cual los problemas originados por el ser humano se despliegan sin otro objeto que el de sofocar a la humanidad misma. Los kurdos y las kurdas aspiran a una sociedad en la que cada persona esté organizada y activa, es decir, que esté preparada para tener algo que decir en todo lo que le afecte, a ella o a su vida. La historia nos ha demostrado que el espectáculo de la democracia convencional —en el que cada pocos años los y las votantes eligen a sus representantes— no es capaz de avanzar en la misma direc-ción que los intereses de la población. Consciente de este hecho, el pueblo kurdo ha optado por construir un modelo alternativo de democracia. En su base están las comunas, las cuales se encargan de la gestión de la vida común, así como del sistema administrativo. Luego están los consejos populares, a través de los cuales los ciuda-danos toman decisiones. Estos consejos no constituyen un estado, sino que son una expresión de la sociedad. A través de ellos se construirá un sistema independiente dentro de los límites geográ-ficos del estado sirio actual, pero fuera de su espacio de influencia política. En términos prácticos, los kurdos y las kurdas crearán las orga-nizaciones civiles y los grupos de solidaridad que sean necesarios para hacer que la población sea consciente de su responsabilidad. Asumir esa responsabilidad significa reconfigurar la vida social a través de las comunas y los consejos que, como las organizaciones de la sociedad civil, también son autónomos, es decir, pueden em-prender iniciativas propias pero tienen una responsabilidad mutua y complementaria. Esta forma de autogobierno popular se denomina confederalismo democrático o confederalismo comunal. Por una parte, la democracia encarna la sustancia, los valores y la calidad de este sistema, mientras por la otra el confederalismo hace referencia a la colaboración de unidades autónomas y refleja sus relaciones dialécticas. A día de hoy, Rojava es el lugar donde esta forma de organización social ha logrado su mayor desarrollo, pero ya lo po-demos considerar una fórmula que puede funcionar en todo el Próximo y Medio Oriente para construir una vida esencialmente comunal. Con esta forma de organización los kurdos y las kur-das llevan a cabo una revolución liberadora: están fortaleciendo el poder de la sociedad en detrimento del estado, mientras reestruc-turan sus propias vidas. La mentalidad de la Revolución de RojavaLa mentalidad revolucionaria presupone la libre individua-lidad, el ciudadano y la ciudadana libres, que desarrollan su vida en un sistema democrático comunal; en contraposición, el estado jerárquico considera que individuo y sociedad son dos conceptos opuestos. Los gobernantes insisten en la idea de que la población necesita un pastor que la guíe; la Revolución de Rojava ha replica-do esta falsedad afirmando que las personas pueden, en efecto, vivir en igualdad con autogobierno. Esta revolución comprende que, durante miles de años, las per-sonas han establecido las condiciones para su propia existencia, que el autogobierno ha existido en cada una de las fases de la historia de la humanidad, y que, solo a través de este, podrá la humanidad realizarse. Esta revolución percibe que cuando el estado subyuga a una sociedad y a los individuos que la componen, ello es una forma de degradación que separa a las personas de su naturaleza esencial. Uno de los principios de esta revolución es crear una realidad social humana a través del autogobierno popular y la autoorganiza-ción de la vida, lo que hemos dado en llamar autonomía democrática. Esta autonomía es establecida independientemente de los estados. Si un estado reconoce la diversidad que configura la sociedad y permite la libertad de opinión, la autonomía democrática puede llevarse a cabo en cooperación con ese estado; de lo contrario, si el estado rechaza los derechos sociales, como ocurre actualmente, la sociedad se construirá a sí misma y por sí misma. La Autonomía Democrática se desarrolló en Rojava íntegramente por iniciativa propia, donde sigue viva y sirve de ejemplo para toda la humanidad.Construyendo la vida correctaTheodor Adorno declaró una vez: “La vida equivocada no puede ser vivida correctamente” (“There is no right life in the wrong one”). La Revolución de Rojava se propone construir la vida correc-ta, la que emerge de las propiedades creativas más profundas de la sociedad. De este modo, la superación de las estructuras mentales del sistema jerárquico-estatista, tan integradas en la consciencia, adquiere un sentido especial. La desconexión del sistema jerárqui-co-estatista y de su configuración actual, la modernidad capitalista, es condición sine qua non para que las personas puedan recuperar su carácter humano y expandir su existencia de forma comunitaria. La modernidad capitalista ha forzado a la humanidad y a la so-ciedad a soportar unas condiciones que deben ser suprimidas. Pero la invalidación, por sí sola, no es suficiente, puesto que la alternativa que presenta la construcción revolucionaria es la vida propiamente dicha. Para alcanzar tal propósito la educación ha sido desvincula-da del sistema jerárquico-estatista –es lo que estamos intentando–, transformándose en la actividad social más importante. Disociar educación y sistema jerárquico-estatista, y separar esta, asimismo, del status social y de la etnia, es una tarea básica e indispensable. En este sentido la Revolución de Rojava representa una revolución de pensamiento y de consciencia en sí misma.A lo largo de su trayectoria histórica, la modernidad capitalista, en la práctica, ha generado sufrimientos inconmensurables y daños irreparables. En nuestro mundo actual busca maximizar beneficios incluso a costa de la salud humana. En su lugar ofrecemos una nueva filosofía de vida y una nueva perspectiva que restaura al ser humano en su centralidad, creando entidades al margen de tal mo-delo establecido.En este sistema alternativo, la economía —etimológicamente, “administración del hogar”— tiene que librarse del control del go-

¿Cómo puede Oriente Próximo liberarse a sí mismo del caos?21bierno y de los grilletes que la hacen dependiente de este. Durante 10.000 años una economía local basada fundamentalmente en la producción de alimentos abasteció a la población, ahora la eco-nomía debe ser de nuevo subsumida por la sociedad. Los axiomas de la modernidad capitalista descansan en la búsqueda del bene-ficio económico, nuestra revolución los trasciende y desarrolla en su lugar una economía que beneficia a la sociedad. Mientras el ca-pitalismo ha diseñado inmensas dificultades globales en forma de escasez y miseria, en Rojava estamos intentando conducir la econo-mía a partir del concepto del bien común. La autonomía económica, definida como la restauración del control social sobre la economía, es el compromiso mínimo que debe ser sellado entre el estado-na-ción y la autonomía democrática en una nación democrática.La Revolución de Rojava aborda la problemática del sistema económico estableciendo una industria ecológica, un mercado so-cial, y un sistema económico comunal que no persiga el beneficio económico, sino que se ponga al servicio de la solidaridad social y de una economía democratizada, y, a pesar de todos los intentos externos de interrumpir el proceso, esta revolución continúa inten-tando llevar todas estas propuestas a la práctica. Mediante sus leyes, el estado limita el abanico de competencias a ser subsumidas por la actividad económica; nuestra revolución, sin embargo, trata de de-sarrollar la vida de acuerdo con normas de naturaleza social, como la moralidad, y todos y todas nos comprometemos a alcanzar ese objetivo. La moralidad de una sociedad refleja su naturaleza, y la historia de la moralidad se desarrolla de forma paralela a la historia de la evolución social: el tiempo útil de la ley empieza y termina en el sistema estatal. La capacidad de encontrar soluciones reside en la moralidad, y distanciarse de ella es fuente de problemas de carácter social. De ahí que la Revolución de Rojava se apoye en la mora-lidad para resolver las dificultades del sistema jerárquico-estatista, así como los potenciales inconvenientes futuros. La Revolución de Rojava no deja lugar a la ley, pues sabe que la ley está directamente vinculada al estado y, de hecho, es el medio por el cual el estado interviene contra la colectividad y el individuo, mientras intenta legitimarse a sí mismo. Durante la construcción de la Autonomía Democrática podemos coexistir con el estado-na-ción, solo pedimos reconocimiento legal bajo una nueva constitución

Cemil Bayik22que termine con la dinámica actual de negación. Nuestra lucha política obligará a los estados a reconocer que solo pueden seguir existiendo bajo la fórmula “estado más democracia”. Y hoy, Rojava, el estado sirio, y los poderes internacionales, están explorando esta fórmula. Para nosotros y nosotras el reconocimiento institucional de la Autonomía Democrática es el requisito mínimo, la condición indispensable para poder disfrutar de una vida compartida y en común. Si el régimen no lo permitiese, entonces la Revolución de Rojava concluiría que la única posibilidad de alcanzar la libertad es a través de la iniciativa que, en Rojava, ha sido tomada. Defendiendo la vidaLa sociedad de Rojava está llevando a cabo una lucha legíti-ma para defender la Autonomía Democrática, así como todas las dimensiones vitales en las que está inmersa. La mentalidad que impulsó y guió la revolución mantiene, desde un punto de vista filosófico, que la autodefensa es necesaria y que, incluso, se trata de un deber crucial. Para alcanzar un nivel de autodefensa plenamente desarrollado no creamos un ejército, sino una organización de de-fensa independiente de forma conjunta con todos los miembros de la sociedad: las YPG y las YPJ.3Los procesos de reflexión correctos llevan a una praxis correcta, de esta forma las YPG y las YPJ no tienen intención alguna de conquistar, explotar o saquear, sino que, más bien, su razón de ser es la protección de los valores, la vida y la existencia de la colectividad. Estas fuerzas no están fuera o por encima de la sociedad, sino que surgen de su interior, y es por ello que no pueden ser coartadas. A pesar de los intensos ataques que ha sufrido Rojava desde dentro y desde fuera, a pesar de las movilizaciones, los cortes de suministro y los embargos, y a pesar de todos los imposibles, las YPG/YPJ cada día son más fuertes. Gracias a su orientación fundamental hacia la nación democrática y, en consecuencia, no reducida a un solo grupo, estos contingentes han logrado contribuir con éxito a la seguridad básica de todos los colectivos étnicos y religiosos 3. YPG: Yekîneyên Parastina Gel, Unidades de Defensa del Pueblo; YPJ: Yekîneyên Parastina Jinê, Unidades de Defensa de Mujeres.

¿Cómo puede Oriente Próximo liberarse a sí mismo del caos?23que componen la sociedad. La revolución considera a las personas como su mayor fuerza, es más, considera la sociabilidad como una condición necesaria para la existencia humana, y por ello es capaz de defenderse a sí misma para seguir adelante.La mentalidad que lideró la revolución y que sigue haciéndola avanzar no vincula los conceptos de éxito y progreso solo a cues-tiones políticas y militares. Del pasado y el presente ha aprendido que la destrucción de un sistema y la construcción de uno nuevo no pueden pasar por la misma forma de pensar que ha guiado estos procesos hasta ahora. En el siglo XX las revoluciones de los pue-blos fueron fagocitadas por las luchas de liberación nacional y por el socialismo real, y esto fue así porque carecían de una cultura transformadora progresista. Una sociedad moral y política tiene encomendada la tarea de construir una vida ética y estética que refleje libertad, igualdad y democracia.La revolución de la nación democráticaNuestra revolución considera que el paradigma del estado-na-ción es la causa de los problemas actuales en Oriente Próximo y propone, como alternativa, el concepto de la nación democrática. La Revolución de Rojava ha engendrado la mentalidad de la na-ción democrática y es capaz de impulsar nuevas revoluciones. Esta nueva mentalidad no considera que la separación entre nación y estado sea regresiva, como tampoco considera que la pertenencia a un grupo étnico sea una precondición para poder constituir una nación.La nación democrática es una “nación de cultura compartida” y no hace distinciones por género, creencia religiosa, ideología o etnia. Lo que realmente importa es que la sociedad trabaje mo-ralmente y políticamente de acuerdo con la naturaleza humana. La Revolución de Rojava no es una revolución únicamente del pueblo kurdo; puede que el pueblo kurdo esté teniendo un papel de vanguardia, pero no está llevando a cabo la revolución con una actitud nacionalista. Los consejos populares, el Movimiento por

Cemil Bayik24una Sociedad Democrática o Tev-Dem4 y máximas como “Siria democrática, Kurdistán autónomo”, reflejan una actitud que apela e incluye a todos los grupos de población y que abraza la diversidad social.Diplomáticamente, la Revolución de Rojava recibe presión por todos los lados y por ese motivo está, en términos prácticos, aislada. Incluso el Partido Democrático del Kurdistán o PDK (también conocido como KDP por sus siglas en inglés)5 y sus organizacio-nes políticas asociadas, que representan la modernidad capitalista kurda, han tratado de socavarla. A pesar de todo, Rojava se mantie-ne en pie, llevando a cabo su propia revolución y ganando eficacia a través de la diplomacia. La coexistencia equitativa de los diversos grupos ha sido elevada a una filosofía de vida.La revolución de las mujeresEl hecho de que la Revolución de Rojava coloque a las muje-res en un primer plano garantiza tanto su supervivencia como su sostenibilidad. Históricamente, el ascenso del patriarcado ha es-tado estrechamente vinculado al surgimiento y desarrollo de los sistemas de dominación centralizada, que niegan la vida. La mo-dernidad capitalista, como expresión del patriarcado, representa el súmmum de este tipo de sistemas. Hoy sus efectos destructivos son evidentes ante la amenaza de una catástrofe ecológica inminente y el persistente deterioro de la biosfera. Fueron el pensamiento hege-mónico del hombre y su práctica lo que creó esta estructura social que ahora amenaza la continuidad del entero ecosistema, incluida la humanidad. Contrariamente, las mujeres conforman el modelo democrático de una civilización que va más allá de la brutalidad y 4. Tev-Dem: Tevgera Cîvaka Demokratîk – Movimiento por una Sociedad Democrática. Órgano coordinador del Consejo del Pueblo de Kurdistán Oc-cidental (MGRK) Existe en todos los niveles y campos y para toda Rojava. Abarca también a los partidos políticos que la apoyan, diversas ONG y mo-vimientos sociales y organizaciones laborales5. PDK: Partiya Demokratiya Kurdistan –Partido Democrático de Kur-distán. Partido del gobierno en la región autonóma kurda del norte de Irak/Kurdistán Sur bajo la dirección de la familia Barzanî, sobretodo en el terri-torio kurmancî. Dispone de fuerzas de seguridad propias y fuerzas militares.

¿Cómo puede Oriente Próximo liberarse a sí mismo del caos?25la violencia que el patriarcado necesita para sostenerse. Sin duda, no hay sistema alguno que pueda prescindir de los hombres, de lo que aquí estamos hablando es de uno en el que las mujeres juegan el papel decisivo. La mentalidad de la Revolución de Rojava incorpora el con-vencimiento de que una existencia compartida debe basarse en la vida misma, y afirma que todas las revoluciones han fracasado hasta la fecha porque se quedaron estancadas en este aspecto, dado que todas ellas estaban sujetas a la hegemonía de la mentalidad patriarcal. Pero al aumentar la conciencia entre las mujeres, al com-prometerse estas de nuevo en todos los ámbitos que implican a la colectividad, y al rechazar los conceptos de relaciones de género impuestos por el patriarcado y los sistemas legales, una revolución real, que sitúa a las mujeres en el centro de la vida, está teniendo lugar. Los derechos que les han sido negados, y no solo como me-didas burguesas, están siendo restablecidos. Hoy las mujeres defienden la revolución con entusiasmo, e incluso las hay que a los 70 años empuñan armas en su nombre, porque forma parte de la construcción de un nuevo orden social orientado hacia las mujeres. El movimiento de las mujeres remite explícitamente a estructuras sociales igualitarias previas al desarro-llo del estado. Las mujeres no participarán en ninguna estructura, política o social, si no pueden tener en ella un papel activo y en un plano de igualdad, así que, en Rojava, las mujeres están construyen-do su nuevo modelo ellas solas y de forma activa. Sólo este hecho ya distingue Rojava de otras revoluciones. Comprendiendo la revoluciónToda práctica emana de la conciencia. En Rojava estamos ha-blando claramente de constituir una nueva forma de vida, un nuevo paradigma, un nuevo sistema social. El universalismo que propug-na y promueve la revolución es la causa principal de los ataques que el sistema jerárquico-estatista lanza contra esta, desplegando fuerzas de todo tipo, desde las más escuetas y prudentes a las más aparatosas e impúdicas. Se está llevando a cabo una guerra siste-mática contra la Revolución de Rojava, con exhaustivos ataques

Cemil Bayik26perpetrados por la modernidad capitalista, incluso a través de se-cuaces de origen kurdo.La modernidad capitalista no harmoniza con la sociedad, mo-tivo por el cual ambas no pueden seguir coexistiendo; si la sociedad no tiene en cuenta esta evidencia su aniquilación física es inevita-ble. En la construcción de una nueva vida y un nuevo mundo, la Revolución de Rojava tendrá consecuencias de gran alcance, com-parables a las de la Revolución Francesa y la Revolución Rusa, pues incluso bajo violenta amenaza, representa una gran esperanza, y no solo para Oriente Próximo. Con una fuerza que emana de una perspectiva vital completamente alejada de la del sistema jerárqui-co-estatista, la Revolución de Rojava es el verdadero vehículo por el cual Oriente Próximo puede salir por sí mismo del caos. El camino para asegurar tanto el presente como el futuro, no solo en Orien-te Próximo sino en toda sociedad, es unir esfuerzos y respaldar la autodefensa de esta revolución para su prolongación en el tiempo.

 

Prólogo

David Graeber

Hoy en día muchas personas aparentemente revolucionarias parecen haber abandonado incluso secretamente la idea de que una revolución es realmente posible. Aquí uso “revolución” en su sentido clásico, es decir, el derroca-miento de una estructura de poder existente y de la clase dominante apoyado por un levantamiento popular de algún tipo y su sustitu-ción por nuevas formas de organización popular de abajo hacia arriba. Durante la mayor parte del siglo XX no fue el caso. Por ejemplo, incluso aquellos revolucionarios que odiaban a los bolche-viques apoyaron la revolución en sí, hasta que no condenaron los levantamientos populares dirigidos por etnonacionalistas, dado que los consideraron como genuinamente populares. Existía una razón obvia para ello. Durante la mayor parte de ese tiempo, los revolu-cionarios sentían que, independientemente de las complicaciones temporales, la historia fluía de manera inevitable hacia una mayor igualdad y libertad. Aquellos que se sublevaban para zafarse de al-guna forma de tiranía, aun estando temporalmente confundidos o distraídos, eran agentes de ese movimiento mayor de liberación. Es comprensible que sea difícil de mantener este tipo de op-timismo ciego, ya que, a menudo, conduce a una ingenuidad extraordinariamente destructiva. Sin embargo, tampoco es parti-cularmente útil reemplazar esa ingenuidad por cinismo. Hay que admitir que en muchos lugares esto es lo que ha pasado. Gran parte de aquellos que al menos se consideran a sí mismos como la

David Graeber28izquierda revolucionaria parecen haber adoptado una política de censura instantánea y casi automática hacia cualquier movimiento revolucionario moderadamente exitoso que se lleva a cabo de ver-dad en el planeta Tierra. Esto es lo que ha sucedido ciertamente en el caso de Rojava. Si bien muchísima gente ha quedado totalmente asombrada y profun-damente conmovida al ver un movimiento popular comprometido con la democracia directa, la economía cooperativa y la ecología surgido en esa parte del mundo que hasta ahora habían conside-rado como una de las más autoritarias e ignorantes del mundo, por no mencionar el hecho de ser testigos de miles de feministas armadas derrotando literalmente a las fuerzas del patriarcado en el campo de batalla, otras muchas personas se negaron a creer que algo similar estuviera pasando e incluso trataron de encontrar ra-zones del por qué tenía que haber algo insidioso detrás de todo eso. Es un tipo de reacción que cabe esperar de los medios hege-mónicos, o de los políticos estadounidenses o europeos. Tras haber aleccionado al mundo durante generaciones sobre lo terriblemente atrasados que están los pueblos de Oriente Medio y sobre cómo su tradicional y supuestamente inflexible hostilidad hacia valores liberales como la democracia formal y los derechos de la mujer justificaban tanto el apoyo brindado a regímenes de extrema dere-cha como Arabia Saudí (¿qué más se puede esperar de esa gente?) como los continuos bombardeos y masacres contra la población lo suficientemente desafortunada como para vivir bajo cualquiera de los regímenes en los que se adiestraron las armas del imperio, no es de extrañar que el surgimiento de movimientos populares que implican formas de democracia bastante más radicales y no solo derechos para las mujeres sino una auténtica y plena igualdad en todos los aspectos de la de vida sea algo que preferirían evitar. Pero ¿y la Izquierda? Debo subrayar que estas reacciones fueron mucho más allá del mero escepticismo, el cual, de hecho, es sano (incluso necesario). Tengo antiguos amigos, activistas ingleses, que nunca tuvieron demasiado interés en los asuntos de Oriente Medio que, al ente-rarse de la revolución de Rojava, decidieron que la respuesta más apropiada era presentarse en cualquier evento en Londres sobre la región y repartir panfletos que condenaban la revolución y que

Prólogo29insistían en que la gente no contribuyera. ¿Qué podría llevar a al-guien a concluir que, de todas las cosas que se pueden hacer para propagar la libertad universal y la igualdad en los días que les que-dan en este planeta, ése era el uso más útil de su tiempo?* * *En mis peores momentos, me siento tentado de calificar tales elementos como “la izquierda perdedora”. Con ello no me refie-ro a que sean poco válidos en el ámbito personal, sino a que han abrazado una política que tácitamente asume la inevitabilidad de la derrota final. Es cierto que esta actitud siempre ha estado con nosotros. Considere la frase “luchando la gran batalla” – pare-ce asumir intrínsecamente que por supuesto uno no ganará. Pero desde el final de la Guerra Fría la izquierda perdedora ha crecido enormemente. Sugiero que, en su forma actual, tiene dos divisiones principales: puristas y extremistas antiimperialistas. Los primeros han tomado la vieja idea vanguardista marxista de que cualquie-ra que no adopte todos los detalles de mi doctrina particular no es realmente un revolucionario, y han ido un paso más allá para concluir que cualquier revolución que no encaja mi teoría de lo que una verdadera revolución debería parecer es peor que ningu-na revolución en absoluto. En el anarquismo y en algunos círculos marxistas, esta actitud converge en torno a una especie de “exclu-sivismo de tipos guays”: Uno sospecha que muchos se horrorizan inconscientemente ante la perspectiva de una revolución, ya que eso significaría que todos, incluso los peluqueros y los trabajadores de correos, estaría debatiendo Theorie Communiste o Aufhaben y ya no habría nada especial en ellos.Los antiimperialistas son un caso extraño. No me refiero aquí a nadie que se oponga al dominio global de las potencias mili-tares del Atlántico Norte: es difícil imaginar cómo se podría ser revolucionario y no hacerlo. El capitalismo “financiero” es esen-cialmente el capitalismo militar; el poder de JP Morgan Chase o incluso de Standard & Poor’s depende íntegramente del poder del ejército de EEUU; incluso el funcionamiento interno de la extrac-ción de ganancias capitalistas funciona cada vez más por medio de una simple fuerza coercitiva. Estas cosas son inextricables. De lo que estoy hablando aquí es de la sensación de que frustrar los diseños imperiales o, incluso evitar cualquier apariencia de apa-rentar estar “del mismo bando” como un imperialista en cualquier contexto, siempre debe tener prioridad sobre cualquier otra cosa. Esta actitud sólo tiene sentido si se ha decidido secretamente que las revoluciones reales son imposibles. Porque ciertamente, si uno realmente sentía que una verdadera revolución popular estaba ocu-rriendo, digamos, en la ciudad de Kobane, y que su éxito podría ser un faro y un ejemplo para el mundo, tampoco se tendría que con-siderar que es mejor para todos esos revolucionarios ser violados, torturados y asesinados por fascistas genocidas que por un grupo de intelectuales blancos ricos que mancillaran la pureza de su repu-tación al sugerir que las fuerzas imperiales de Estados Unidos que ya realizaban ataques aéreos en la región pudieran dirigir su aten-ción a los tanques fascistas. Sin embargo, asombrosamente, esta fue la posición que un gran número de autoproclamados “radicales” realmente tomó.Apoyo la revolución en Rojava porque me gustaría ver a los revolucionarios ganar. El Movimiento Kurdo por la Libertad ha evolucionado de manera sorprendentemente dramática desde el comienzo de la actual fase de lucha armada en los años setenta. Los dogmas y debates marxistas obsoletos han sido reemplazados por una mezcla de nuevas ideas, argumentos y compromisos. La demanda de un estado kurdo separado ha sido reemplazada por un rechazo de la misma noción del Estado y un abrazo de un principio de Confederalismo Democrático basado en una síntesis de las ideas del anarquista y ecologista social estadounidense Murray Bookchin y otros autores, la tradición kurda y una amplia experiencia en la pragmática de la organización revolucionaria. Estos cambios no fueron simplemente la idea colectiva de Abdullah Öcalan; se basan en los debates que ya estaban en marcha en algunos sectores del movimiento kurdo mucho antes de su captura y encarcelamiento, y la sucesiva mezcolanza de nuevos escritos. También suscitó un debate muy animado, incluyendo muchos debates que de ninguna manera se concluyen definitivamente. Uno de los copresidentes del KCK, por ejemplo, me dijo que el proceso formal de búsqueda de consenso que siguió a la propuesta de abandonar la demanda de un Estado kurdo por separado tomó más de 18 meses y provocó muchas renuncias indignadas, aunque muchos de los que habían renunciado originalmente en lugar de aceptar la nueva política ha-bían regresado desde entonces. Hubo un choque no sólo de ideas, sino de sensibilidades, generaciones, culturas institucionales. El progreso ha sido en muchas áreas extremadamente desigual. En Rojava, es difícil encontrar algo que no haya sido tocado por el movimiento de mujeres kurdas; En algunas partes de Turquía e Irak, incluso las zonas con un apoyo ardiente y casi universal para el PKK, el patriarcado sigue siendo incuestionable. Incluso en Roja-va, hay oposición, aunque gran parte de ella toma forma encubierta. “Ningún hombre se atreve a cuestionar el principio de igualdad de género en público”, me dijo un organizador de Yekitiya Star, el sindicato de mujeres de Rojava. “Pero los ataques físicos contra las mujeres casi se duplicaron en los primeros años de la revolución”. Esta fue una de las principales razones para crear tribunales de mujeres y comités de justicia de mujeres que aumentaron regular-mente las penas de los hombres culpables de tales asaltos por las asambleas vecinales de “Paz y Consenso”. Señalo esto sólo para enfatizar que ningún cambio real, revolucionario, es ganado sin una lucha, y gran parte de la lucha interna, social, es invisible para el ojo externo.* * *Soy antropólogo y sólo he visitado Rojava muy brevemen-te, durante poco más de una semana, sin conocer ninguna de las lenguas; pero el ser antropólogo por lo menos me dio un sentido agudo para todo lo que no sabía. Me habría llevado años tener realmente un sentido de lo que en realidad estaba pasando y para entonces, mucho habría sido completamente diferente. Pero lo que veía era suficiente para comprender, no sólo que se trataba de una revolución popular legítima, en el sentido de que había una clara sensación de nueva libertad, tanto de dignidad como de jovial ale-gría, entre las personas que encontramos que de ninguna manera podían haber sido mostrados, pero que yo estaba siendo testigo de lo que en cierto modo era un escenario raro, casi el mejor de los casos para la movilización revolucionaria masiva. Después de todo, la clase gobernante había huido en gran medida, y el gobierno se había desmantelado, limpiando sus oficinas, computadoras, archi-vos e instrumentos de tortura; Un gran porcentaje de los edificios, molinos y tierras de cultivo más importantes ya eran técnicamente propiedad pública; Sin embargo, los salarios clave todavía estaban siendo pagados por el ausente gobierno central; e incluso muchas de las familias socialmente más conservadoras veían a los orga-nizadores revolucionarios como parte de un legítimo movimiento de liberación nacional. Por supuesto, en otros aspectos, era casi un peor caso: Rojava estaba bajo embargo total, rodeado por todos lados por fuerzas hostiles -un gobierno turco que no se detendría ante nada para destruirlos, un gobierno kurdo de derecha en Irak dispuesto a privar a sus parientes sirios de suministros médicos bá-sicos para complacer a sus aliados turcos, un gobierno baazista que espera su tiempo para restablecer el poder secreto de la policía, una alianza rebelde decidida a excluirlos, un Estado islámico dispues-to a arrojar todo a su alcance para conquistarlos, potencias cínicas como Estados Unidos y Rusia dispuestas a explotar su valentía y su sacrificio al oponerse al Estado islámico por el tiempo que fuese necesario de acuerdo a sus propósitos, tras el cual todos sabrían que inmediatamente serían apuñalados por la espalda. El hecho de que Rojava haya sobrevivido, prosperado, e incluso crecido, a pesar de todo esto es un testimonio de la efusión de energía, valor, crea-tividad y pura humanidad. Brillantez que se puede desencadenar en una situación revolucionaria, donde de repente, ese 95% o más de la mayoría de las poblaciones humanas del que normalmente se dice que sus perspectivas no cuentan para nada son de repente libres para descubrir lo que valen realmente y decir lo que quieran. Cualquier masa de seres humanos instantáneamente presencia una efusión de inteligencia colectiva cuando los mecanismos que los mantienen asustados y estúpidos repentinamente desaparecen.* * *En términos de teoría revolucionaria, diría que el caso de Roja-va es, en cierto modo, único. Lo que encontramos es esencialmente una situación de poder dual. Por un lado, existe la Autoadministra-ción Democrática, que se parece mucho a un gobierno, repleto de Ministerios, el Parlamento y tribunales superiores. Si simplemente lees la constitución formal de los cantones de Rojava tendrías muy poca señal de que esto fuera algo más que un estado social-demó-crata iluminado, o tal vez socialista democrático. Incluye numerosos partidos políticos, pero fue en gran parte creado por el PYD. Por otro, las estructuras organizadas de abajo hacia arriba, organiza-das por el Tev-Dem, el movimiento por una sociedad democrática, muchos de cuyos miembros son también PYD o ex-PYD, donde la iniciativa fluye totalmente de las asambleas populares. El equili-brio de poder entre estas dos estructuras institucionales parece ser fluido y bajo constante renegociación. Esto es lo que cabría esperar en una situación revolucionaria de doble poder; Se podría trazar una analogía, por ejemplo, entre la relación del MAS, el partido socialista en Bolivia y las asambleas populares de centros urbanos como El Alto. Lo único es que este parece ser el único caso cono-cido de una situación de doble poder donde ambas partes no están en alianza, como en Bolivia, sino que fueron realmente establecidas por el mismo movimiento, incluso, en algunos casos, los mismos individuos .Esta situación muy inusual parece ser un efecto directo de las tumultuosas circunstancias en que se encuentran los revoluciona-rios de Rojava: las realidades de la guerra civil, los refugiados, la ayuda exterior, el embargo … Hubo, hace dos años al menos, un gran número de yazidíes refugiados que viven en campamentos en Cezire, el cantón más oriental de Rojava. Estas personas se encon-traban en una situación desesperada porque, si bien los colectivos locales podían suministrarles pan y gasolina, abundante en Cezire, tenían pocos medios para suministrarles otra cosa. Al principio, la agencia de refugiados de la ONU se negó a proporcionar tiendas de campaña, argumentando que, puesto que Rojava seguía siendo téc-nicamente parte del gobierno soberano de Siria, no podían hacer nada hasta que recibieran el permiso de las autoridades competen-tes (huelga decir que esto no estaba próximo). Eventualmente se las arreglaron para conseguir tiendas y algunos generadores, pero prácticamente nada más. Al haberse interrumpido el comercio, a excepción de un contrabando muy impredecible y de un puente que de vez en cuando se abría a Irak, Rojava estaba más o menos obligado a recurrir a las ONG internacionales para cualquier cosa, desde materiales educativos hasta piezas de repuesto para máquinas de diálisis; Para trabajar con una ONG, sin embargo, hay que parecer y ser organizado al menos un poco como un gobierno. Ciertamente, para ser tomados en serio por las potencias inter-nacionales, hay que tener ministros, diplomáticos… los adornos de la democracia liberal formal. Pero al mismo tiempo, todos con los que hablaba insistieron – a menudo con indignación – en que este aparato en ningún sentido constituía un estado.¿Cómo tiene sentido esto? Esencialmente, porque el “estado”, para ellos, educado como tantos en la teoría inspirada por los anar-quistas, significaba estructuras de coerción sistemática. “En esta parte del mundo”, decía la conocida broma, “pedir su propio esta-do es básicamente decir ‘¡Exijo el derecho a ser torturado por una policía secreta que hable mi propio idioma!’”. No sólo la policía baazista y la policía secreta había sido totalmente eliminada; los asayîş, las fuerzas de seguridad populares que ocuparon su lugar, no eran, en última instancia, responsables ante la autoadministración, sino ante las asambleas locales que trabajaban en una combina-ción de búsqueda de consenso (para decisiones importantes) y voto mayoritario. De hecho, una de las señales más claras, para mí, de que estas asambleas eran verdaderos órganos de decisión y no sólo un montaje, era el hecho de que el primero que visitamos acabó escalando en una gran disputa, con muchos gritos y agitación de manos. Cuando más tarde pregunté por todo aquél alboroto, me dijeron que había habido un problema con un comerciante local que algunos sospechaban era culpable de hacer acaparamiento de azúcar para subir el precio. El comité de justicia del vecindario había pedido a algunos asayîş locales que entraran en la casa e in-vestigaran, pero los asayîş explicaron que no podrían hacerlo sin la autorización de sus comandantes. Esto causó indignación. “¿¡Co-mandantes !? ¡Ellos trabajan para nosotros! ¡Así es exactamente como se instala la burocratización!”. “Entonces, ¿qué tenemos que hacer?”, dijo alguien. “Inventar algún tipo de sombrero especial? ¿Una gran insignia? Tal vez eso los impresionará”, sugirió otro.Parecía una fuerte cuestión de principios que cualquier persona con un arma de fuego era fundamentalme responsable ante las estructuras de base popular, y no las del alto mando – y si no, había algo terriblemente mal. Incluso los soldados en el YPJ a veces se enojaron ante la sugerencia de que recibían órdenes de sus comandantes. Por eso, insistieron, esto no era un estado. Y la liberación de las estructuras de la violencia y la coerción se vieron como fluendo todo el camino. Cuando preguntamos por los orí-genes de las milicias de mujeres, a menudo nos saludaban con las mismas fórmulas. “Bueno, somos anticapitalistas. Si hay algo que creemos que el siglo XX nos ha mostrado es que no es posible des-hacerse del capitalismo sin deshacerse del Estado. Y no es posible deshacerse del Estado sin eliminar el patriarcado”. La implicación: dar a todas las mujeres acceso a armas automáticas parece un punto bastante evidente por el que comenzar.* * *Al final de nuestro viaje, algunos activistas del Tev Dem nos pi-dieron críticas. “No sólo queremos saber lo maravillosos que somos. Necesitamos ideas externas sobre cosas que podríamos estar pasan-do por alto, cosas que estamos malinterpretando, cosas que podrían ir terriblemente mal.” Todos tratamos de ofrecer lo que pudiéra-mos – de nuevo, habíamos estado allí tan brevemente, no teníamos realmente los medios para hacer un análisis crítico genuino. Por su-puesto, recuerdo muy bien lo que dije, aunque no sólo mis propias ideas, sino también las largas conversaciones que el grupo había tenido juntos. Puede que no sea una mala idea terminarlas aquí, ya que todos estos son temas que, creo, pueden convertirse en pro-blemas importantes en el futuro. Estas son las cosas que creo que debemos preocuparnos:1) La cuestión de la clase. Parte del rechazo del movimiento kurdo al legado marxista ha sido una marginación de toda la cues-tión de la clase social. Como me lo dijo un organizador cuando le pregunté: “¿Realmente tenemos que continuar las viejas conversa-ciones sobre lo que es el feudalismo, qué es el capitalismo, qué es una élite compradora, qué es una élite nacional …? ¿No es mejor hablar de otros temas para variar: la opresión de las mujeres, por ejemplo?” En esos términos era difícil discutir. Pero en algunos aspectos, el hecho de que la revolución de Rojava fuera casi dema-siado fácil, con las autoridades del régimen y sus aliados locales más cercanos simplemente huyendo de la zona y dejando sus propiedades más significativas para ser expropiadas sin violencia o incluso oposición legal, permitireron pasar por alto otras características estructurales. Pasar de la terminología marxista a la popularizada por Pierre Bourdieu: el capital económico había sido parcialmente expropiado, el capital social había sido algo reorganizado, pero el capital cultural – y en particular la constitución de clase – apenas se había realizado. Los conductores miraban y actuaban notable-mente como taxistas parisinos, estudiantes universitarios parecían y actuaban, al menos la mitad de ellos, notablemente como estu-diantes universitarios en París también. Durante un momento de fermentación revolucionaria tal como presenciamos no parecía su-poner una gran diferencia (aunque no sé, yo estaba allí sólo por una semana y media). Pero a menos que estas estructuras se aborden directamente, siempre tenderán a reafirmarse. Y aunque el sistema de academias parecía estar diseñado para difundir formas de cono-cimiento que pudieran socavar las estructuras existentes de capital social y cultural, no estaba claro para mí cuán sostenido y conscien-te era ese aspecto de su trabajo.2) La cuestión del tiempo. La forma de democracia directa adoptada en Rojava es muy lenta. Las asambleas locales confede-ran a las asambleas vecinales, enviando dos delegados cada uno, hombres y mujeres (cada grupo de trabajo adjunto como salud, educación, seguridad, también envía sus dos delegados y también el grupo de todas las mujeres asociado con cada uno) Estos grupos vecinales también envían dos delegados a las asambleas munici-pales. Se trata de delegados, subrayó, no de representantes. Deben consultar sobre todo, no pueden tomar decisiones por su cuenta. Pero esto significa que cualquier persona en una asamblea munici-pal tiene que involucrarse en tres grupos diferentes, en tres niveles diferentes, ¡y si están en un grupo de trabajo municipal por lo menos seis! Dado que las reuniones son largas, es difícil imaginar cómo alguien no libre para dedicar un porcentaje muy grande de sus horas de luz a las reuniones podría manejar esto. Seguramente esto limita el tipo de personas que pueden asumir un papel político activo y corre el peligro de crear una clase de políticos, precisamen-te lo que el sistema debe evitar.

 

 La integración de estructuras top-down (de arriba hacia abajo) y bottom-up (de abajo hacia arriba). La dificultad de es-tablecer un equilibrio entre la Auto-Organización Democrática, efectivamente el gobierno formal, y las estructuras bottom-up (de abajo hacia arriba) del confederalismo democrático, es que hay una gran presión externa para convertir a la primera en algo parecido a un estado. Esta presión viene de todos lados. Por ejemplo, un informe de Human Rights Watch (HRW ), llamado “Bajo la regla (mandato?) kurda”, condenó a Rojava por no garantizar juicios que cumplieran con los estándares internacionales a los acusados de crímenes. De hecho, Rojava utiliza un elaborado proceso de con-senso, al menos en un primer nivel, que fue diseñado para combinar los medios kurdos tradicionales de resolución de disputas con los principios de la justicia restaurativa, eliminando el principio de re-tribución o venganza. Si se demuestra una lesión, tanto el culpable como la víctima, y sus familias, tienen que llegar a un acuerdo co-lectivo sobre el castigo u sobre otro tipo de respuesta. Según los estándares de HRW, sin embargo, esto es un abuso de los derechos humanos porque tales jucios no cumplen con los “estándares inter-nacionales.” A su vez, una opinión dura y severa de una respetada ONG de derechos humanos casi seguramente significará que será más difícil para Rojava importar armas (de ahí la muerte de más hombres y mujeres jóvenes en el campo de batalla), y probablemen-te hará más difícil hacer tratos con Otras ONGs que permitirían la importación, por ejemplo, de insulina, lo que a su vez significa que los diabéticos también morirán. Esto comienza a dar una idea del tipo de dilemas morales enfrentados por aquellos que tratan de crear nuevas instituciones revolucionarias bajo las circunstancias de hoy en día.En términos más suaves, cuando estaba en Qamislo había al-gunas zonas limitadas todavía bajo control gubernamental sirio. Una rodeaba la oficina de correos y un barrio armenio cercano. La mayor, no obstante, era el aeropuerto local. Siempre me preguntaba sobre esto. Pero entonces un día me dije: ¿Acaso hay otros aero-puertos en Rojava? La respuesta fue no. El régimen solía usar el aeropuerto para trasladar a personas muy enfermas a los hospitales de Damasco, pero en el último año esto se había detenido. Y de repente quedó claro. El Assayis y YPG/J fácilmente podrían tomar el aeropuerto. Pero ¿qué sentido tendría? No tenían aviones mili-tares. Y en cuanto a aviones comerciales: ¿a dónde podrían volar? Obviamente no a cualquier lugar de Siria. Pero para poder arreglar un vuelo fuera del país, habría que ser signatario de una variedad interminable de tratados y acuerdos: acuerdos de seguridad, acuer-dos aduaneros, acuerdos de salud y seguridad, acuerdos comerciales … Sólo los estados podrían tomar esas disposiciones. A menos que la Organización Democrática se declarara un Estado, y que alguien lo reconociera como tal, no tendrían nada que hacer.La única respuesta posible es doble: en primer lugar, tratar de encontrar el grado mínimo de estructura organizativa de tipo es-tatal que se pueda, a falta de un estado real, que cumpla con los estándares de la “comunidad internacional” y, por tanto, que pueda interactuar con ella; y, en segundo lugar, crear una especie de membrana, un medio para comunicar la información y trasladar los recursos bidireccionalmente entre esas estructuras formales y las estructuras de bottom-up (de abajo hacia arriba) creadas en el espíritu del confederalismo democrático que, sin embargo, no im-plique a las estructuras bottom-up (de abajo hacia arriba) el hecho de verse comprometidas.El problema con la primera opción es que, si Rojava forma-liza su situación, ya sea como una región autónoma en una Siria descentralizada o como tres partes en una Siria democrática y confederal, la cuestión de la presión externa sólo empeorará. Y entonces el problema de la clase social (y también el del tiempo, de forma secundaria) es probable que comience también. Los tec-nócratas educados con educaciones extranjeras o los medios para conseguirlas, los empresarios inteligentes, si estos todavía existen -y parece que algunos existirán en la anticipada economía mixta- aquellos con mayor capital social o cultural en general se sumarán a la presión para Integrarse en las instituciones internacionales. Po-demos imaginar todo tipo de escenarios donde esto podría llevar a muy malos resultados. El problema con la segunda opción es que nadie ha intentado realmente esto antes y no hay una manera clara de saber cómo funcionaría, o incluso si lo haría.

 

No quiero terminar de forma pesimista porque no soy realmen-te pesimista. Puede parecer improbable que Rojava y el movimiento kurdo, en general, solucionen estos problemas. Pero la existencia misma de Rojava es extremadamente improbable. Si una hubiese dicho a casi cualquier persona que no formara parte del movimien-to kurdo en 2010 que para 2015 habría un levantamiento feminista armado exigiendo democracia directa a lo largo de una parte sig-nificativa del Medio Oriente, probablemente esa persona hubiese pensado que estaba loca. Sin embargo, ahí está.Las revoluciones son desordenadas, confusas; Suceden cosas casi inimaginablemente terribles, e incluso en la mejor de ellas, los elementos autoritarios, los fanáticos y los cínicos encuentran su camino en las grietas; incluso las mejores personas pueden hacer cosas que son estúpidas e injustas; pero también permiten un desenlace de pura felicidad que puede convertirse en una fuerza material en la historia. Se podía ver en la forma en que la gente se sostenía, en donde ponían sus ojos. Y en la súbita reflexión sobre las posibilidades (“¿Es posible que la mayor parte de la enfermedad sea posible en última instancia por la sutil depresión ambiental debido a la ausencia de un número suficiente de árboles?”, “¿Derechos? ¿Qué es un derecho y cómo puedo “tener” alguno si ni siquiera sé qué es?” “¿Pero las mujeres no pueden defender también el honor de los hombres?”).Cuando nos íbamos, pedimos disculpas a nuestros anfitriones por no haber más que les pudiésemos ofrecer. Estaban bajo embar-go, había escasez en casi todo. Una mujer respondió, hablando, sólo por ella. No te preocupes demasiado por eso, dijo. Tengo algo que nadie me puede dar. Tengo mi libertad. En un día o dos tienes que volver a un lugar donde tú no la tienes. Sólo desearía que hubiese alguna manera de darte a ti lo que tengo yo.

Para ver el libro completo: https://www.kurdistanamericalatina.org/wp-content/uploads/2021/02/rojava-en-revolucion_esp.pdf

 

 


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