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Acción directa VERSUS trabajo de base (2ª parte)

Posta Porteña :: 27.02.21

Autonomía, “clase media” y Autoabolición del proletariado

 

Acción directa VERSUS trabajo de base (2ª parte)

Por Humanaesfera/Brasil

PostaPorteña

25.FEB.21 |

 

 

Autonomía, “clase media” y Autoabolición del proletariado

 

Primera entrega

Antes de todo, aclaremos que la idea de “hacer luchar a la gente” no sólo es presuntuosa, sino completamente errónea.

La existencia de los proletarios ya es una acción, ya es una lucha [diaria], y ellos ya están tan autoorganizados [por ejemplo, en sus trabajos] que ya está en su poder en este momento luchar contra la clase dominante (compuesta por la burguesía y la burocracia, y sus órganos de poder: Estado, empresas, sindicatos, partidos, iglesias y ONGs). Estamos en acción, en lucha, independientemente de si tenemos o no conciencia de esto.

En todo momento, según sea el grado de capacidad de acción del proletariado, él, por sí solo, se vale de órganos auxiliares (órganos que él crea o, si la capacidad de actuar es reducida, órganos preexistentes, que son los de la clase dominante -sindicatos, partidos, ley- que él intenta utilizar en su beneficio contra la propia clase dominante, la cual, por miedo a una explosión, puede ceder, como válvulas de escape). Órganos que son un medio de aumentar su capacidad práctica [y su poder]. Órganos cuyas tareas deben ser, para ellos, específicas y explícitas (por ejemplo, los consejos de trabajadores y soldados, los soviets, tienen la tarea de coordinar la ejecución de tareas entre barrios, ciudades, países, continentes contra los órganos de la clase dominante que también coordinan su acción contra nosotros en estas áreas) y que deben disolverse cuando la tarea esté terminada o derrotada, para que no sean mantenidos como momias cuya carroña, ávidamente disputada por los burócratas [de izquierdas], sólo sirve para alimentar a estos enemigos [de la autonomía proletaria]

Sin embargo, los proletarios, por más grande que sea su autonomía, son contradictorios. En ellos coexisten dos tendencias en tensión: una de ellas es su afirmación como capital variable, es decir, vendedores [de su fuerza de trabajo] /compradores [de productos para subsistir] tanto como la clase dominante es vendedora [de mercancías]/compradora [de fuerza de trabajo] (de ahí la apariencia apenas de existir de una “clase media”, infinitamente subdivisible desde “alto alto alto” hasta lo “bajo bajo bajo”, cada grado imaginándose siendo protegido por la policía contra los grados inferiores). Afirmación de su posición como asalariados, mantenedores del statu quo, del Estado y del capital. Pero, como en realidad los proletarios no poseen mercancías para vender más que ellos mismos (en el mercado de trabajo), existe la otra tendencia, que es su afirmación como clase autónoma, como proletariado, la clase de los que no tienen mercancías (que no tiene nada que perder salvo las cadenas que lo aprisionan) y cuya praxis es el comunismo (auto-abolición del proletariado [ver abajo texto relacionado], para la supresión de la sociedad de clases y del Estado).

Por eso, la capacidad de acción de los proletarios, su autonomía, que ellos siempre poseen en algún grado, es una tensión, y contradictoriamente toma partido en dos direcciones: una reaccionaria y otra comunista. La única corriente cuyos órganos pueden volverse “duraderos” o de “larga duración” dentro de la sociedad actual es la reaccionaria (de ahí la recuperación de órganos, como los soviets, por parte de la clase dominante, y la burocratización), ya que su permanencia supone la adecuación de la continuidad del proletariado como pilar de la sociedad de clases y del Estado (los proletarios pueden incluso afirmar radicalmente su autonomía como capital variable, autogestionando su propia explotación [ej. cooperativas de producción y cajas de ahorro] y represión [ej. “policía comunitaria”, “moral revolucionaria” y “sanciones disciplinarias” a compañeros]).

La otra corriente, la comunista, sólo puede tener éxito en una dinámica de rápida y creciente expansión, rebasando súbitamente las fronteras nacionales y las divisiones identitarias, estableciendo desde el principio el modo de producción comunista, el libre acceso a los medios de producción y de vida [es decir, aplicando medidas comunistas inmediatas para comunizar todo lo existente]. Y esto sólo puede tener éxito si se toman los flujos y stocks del circuito productivo mundial, aboliendo la economía (”orden emergente” del mercado, que refleja no las necesidades humanas sino el poder de compra y el lucro), para someterlos a [la dictadura social de] las necesidades humanas, al poder de los individuos libremente asociados que abolen las clases y el Estado.

Por lo tanto, cuando afirmamos la teoría comunista, no es que queramos “llevar a la lucha” a nadie, sino que afirmamos la tendencia comunista de las luchas que todos los proletarios del mundo ya están haciendo por el simple hecho de existir. La expresión de la teoría comunista es espontánea, porque no se sustenta en otro punto de vista que el de la condición problemática, contradictoria, que constituye el proletariado en todo el mundo, y nosotros mismos [comunistas], que nos dedicamos a esta teoría, sufrimos la contradicción como todos los demás proletarios en nuestra práctica cotidiana. Cuando la expresamos, sabemos que no somos “más” que nadie [sino unos nadie más], sobre todo porque somos plenamente conscientes de que ella jamás encontrará resonancia y amplia difusión, y seguirá pareciendo un delicioso delirio megalómano, mientras los proletarios, en su práctica, continúen siendo forzados predominantemente al lado reaccionario (el de ser capital variable, “clase media”) de su lucha. Por el contrario, si el lado comunista llega a predominar, la difusión [de la teoría comunista] se producirá sin necesidad de ningún “trabajo de hormiga” (”trabajo de base”), porque ella será espontáneamente apropiada, muy desarrollada y difundida por cada proletario comprometido en abolir la venta de sí mismo [no por ideología política izquierdista, sino por necesidad vital concreta] y que busque comprender su situación para poder actuar de forma más poderosa [para su auto liberación y autoabolición como proletario].

Bibliografía:

1. Crisis y autogestión (Négation, 1973) [portugués]: http://www.oocities.org/autonomiabvr/autoges.html

2. Capitalismo y comunismo (Jean Barrot/Gilles Dauvé, 1972) [español]: http://proletariosrevolucionarios.blogspot.com/2020/07/libro-capitalismo-y-comunismo-gilles.html

3. El “renegado” Kautsky y su discípulo Lenin (Jean Barrot, 1969) [español. Último capítulo de “Capitalismo y comunismo”]:   http://proletariosrevolucionarios.blogspot.com/2020/07/libro-capitalismo-y-comunismo-gilles.html

4. El leninismo y la ultraizquierda (Jean Barrot & François Martin, 1972) [español.  Capítulo 2 de “Declive y resurgimiento de la perspectiva comunista”, bajo el título “Contribución a la crítica de la ideología de ultra-izquierda (leninismo y ultra-izquierda)”]:  http://grupgerminal.org/?q=system/files/Declive.pdf

5. Composición de clase (Zerowork, 1975) [portugués]: http://www.oocities.org/autonomiabvr/composi.html

6. Notas sobre composición de clase (Kolinko, 2001) [portugués]: http://www.oocities.org/autonomiabvr/comclas.htmlv

7. La impotencia del grupo revolucionario (Sam Moss, ¿193?) [español]: http://proletariosrevolucionarios.blogspot.com/2017/09/la-impotencia-del-grupo-revolucionario.html

8. Sobre la organización: las mafias (dentro y fuera del Estado) y el Estado como mafia (Jacques Camatte & Gianni Collu, 1969) [español]:   https://libcom.org/files/Jacques%20Camatte%20-%20Sobre%20la%20organizaci%C3%B3n.pdf

9. Origen y función de la forma partido (Jacques Camatte/Programma Comunista, 1961) [español]: https://archivesautonomies.org/IMG/pdf/gauchecommuniste/gauchescommunistes-ap1952/invariance/espanol/forma-partido-1961.pdf

10. La revolución no es una tarea de partido (Otto Ruhle, 1920) [español]: https://www.marxists.org/espanol/ruhle/1920s/1920.htm

Relacionado:

La autoabolición del proletariado como el fin del mundo capitalista (o porqué la revuelta actual no se transforma en revolución) – Proletarios Revolucionarios, abril 2020: http://proletariosrevolucionarios.blogspot.com/2020/04/la-autoabolicion-del-proletariado-como.html


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