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Tanto la derecha trasnochada soñando con el liberalismo, como la izquierda trasnochada engañando con el socialismo del siglo XXI, han hecho negocios millonarios.
Ebert Cardoza Sáez
Hablando de trasnochos Sr. Presidente. Las corrientes de pensamiento dominantes del siglo XXI descansan sobre los hombros de los muertos del siglo XIX, parafraseando a Marx en el “18 Brumario de Luis Bonaparte”. Usted debe recordar que la izquierda que llevó al poder a Rafael Caldera en su segundo mandato con el llamado “chiripero”, era una “izquierda trasnochada” y ambidiestra [1]
Pero aún más, esa misma izquierda que se fue tras la ilusión de un encantador de serpientes como Chávez, también era tildada de “izquierda trasnochada”. Bajo la influencia de ambos personajes, Caldera y Chávez, se pudo consumar el proceso de “pacificación” de esa “izquierda trasnochada”.
Ahora esa izquierda trasnochada no protesta cuando suben el precio del pasaje, ni cuando la hiperinflación golpea con furia el bolsillo de los venezolanos. Esa izquierda trasnochada, ahora saboreando las mieles del poder, no denuncia ni protesta la corrupción de izquierdosos trasnochados como Rafael Ramírez, ahora trasnochado en el principado de Mónaco, según dicen. Esa “izquierda trasnochada” no duerme maquinando sus jugosos negocios y se ha corrompido con el cobro de millonarias comisiones de “alto nivel”.
Tanto la derecha trasnochada soñando con el liberalismo, como la izquierda trasnochada engañando con el socialismo del siglo XXI [2], han hecho negocios millonarios. Esa izquierda trasnochada y pacificada no protesta por los cada vez más deteriorados servicios públicos, ni tranca calles para protestar por la entrega del país a los grandes trasnacionales gringas, rusas, iraníes y trasnochados “comunistas” chinos y cubanos.
Esa izquierda trasnochada en el poder guarda silencio sobre el paradero de Walid Mackled y su entramado de narcotráfico que salpica su entorno, así como lo hizo con Chávez. Ahora esa izquierda trasnochada no protesta por el precio de la gasolina cuando sube a precio de dólar, pero sí hace negocios en cada estación de servicio, traficando y matraqueando parejo.
Esa izquierda trasnochada en el poder con usted a la cabeza, no protesta por la falta de presupuesto universitario, ni por el desvalijamiento y destrucción de las instalaciones de esa otrora casa que “vence las sombras”, mucho menos por las becas y comederos de los estudiantes universitarios.
Esa izquierda trasnochada lo único que hace es negocio, y negocio sucio con sus aliados de la “derecha”, en complicidad con las grandes corporaciones que continúan el saqueo histórico en el Arco Minero, por ejemplo.
Esa izquierda trasnochada no protesta por los bajos salarios, porque ellos cobran en dólares. Tampoco sale a quemar cauchos ni carros cuando diariamente los venezolanos son atropellados por la dictadura del dólar, presionando la inflación y devaluando al Bolívar. ¡Oh Bolívar! ¡Cuánto ha mancillado tu nombre esa izquierda trasnochada! El Libertador estará revolcándose en su tumba cuando su lucha por la libertad e igualdad, no ha dado sus frutos de independencia y soberanía, gracias a una izquierda trasnochada que engaña al pueblo con un sueño que se tornó en pesadilla.
Esa izquierda trasnochada acrítica que criminaliza toda protesta y persigue a quienes disiente, tildando de traidores a quienes han renunciado a ser sujetos silentes y pasivos frente a la farsa. Esa izquierda trasnochada utilizará todo el poder del Estado para evitar cualquier intento de “revolución”, pero además ha secuestrado y prostituido el término convirtiéndolo en una caja vacía de contenido. Ahora, esa izquierda trasnochada así como la derecha acomodada, sólo saben etiquetar, al peor estilo de la Guerra Fría, todo lo reducen a “ismos”, pero son incapaces de protestar contra cualquier injusticia y atropello. Pero el “pueblo”, de izquierda y de derecha, ambidiestro, ultroso, radical, observa cómo se termina de consumar el saqueo de la nación, por parte de unos conglomerados que como zamuros despedazan las riquezas de una “tierra de gracia”, convertida en desgracia por una izquierda trasnochada, atrincherada en el poder y pacificada por el Estado. Pero lo más grave es ver cómo ahora la derecha se disfraza de izquierda y viceversa. Sr. Presidente, todo Estado es de derecha por su naturaleza conservadora y reaccionaria, aunque con un discurso de “izquierda trasnochada” intente perfumar lo putrefacto de un poder omnipotente que ha reducido y desmoralizado a un pueblo ambidiestro.
Esa “izquierda trasnochada” ha reproducido lo más vil del populismo adeco-copeyano con programas como el CLAP y el Carnet de la patria, mientras sus ministros, diputados y altos funcionarios cívico-militares y religiosos llenan sus arcas con el erario público. Tales mecanismos sólo reproducen una lógica de dominación puesta en práctica desde la llamada IV República. Nada nuevo hay debajo del sol con la V. Es la misma práctica excluyente y discriminatoria.
Durante la Guerra Fría y post, los Estados Unidos y sus aliados criminalizaron a movimientos sociales protestarios con sólo etiquetarlos de “comunistas”, ahora como “terroristas”. En su momento, la Iglesia católica tildó de “comunistas” a los adecos del 45’, hasta culminar con el golpe de Estado del 48’ contra Rómulo Gallegos. Desde Betancourt hasta Chávez es la misma historia. Usted emplea la misma táctica y estrategia, convirtiendo a su “izquierda trasnochada” y pacificada en una nueva burguesía parasitaria, reaccionaria, enriquecida a la sombra del Estado rentista, con lo cual se repite la historia, pero ahora como tragedia. Lo mismo hizo Stalin, Hitler, Mussolini y cuanta bestia ha existido a lo largo de la historia.
Esa izquierda trasnochada continúa despareciendo a sus propios “camaradas” (verbigracia Alcedo Mora y Carlos Lanz), porque es más fácil desaparecer que investigar las tramas de corrupción. En fin, cuando la izquierda trasnochada atornillada en el poder sufra algún revés, sea por vía electoral u otra, entonces seguro aparecerán, como por arte de magia, todos los problemas del país (inflación, gas, gasolina, inseguridad, corrupción, etc.), mientras tanto seguirán echándole la culpa al imperio y, por supuesto, a la otra “izquierda trasnochada” que siempre se ha abstenido de votar por una mafiocracia [3] ambidiestra envilecida por el poder. Sólo así saldrán a protestar por los problemas que ellos mismos crearon. Para entonces, como ahora, la “derecha trasnochada”, seguramente, contará con el coronavirus como nuevo aliado para neutralizar a las masas descontentas, así como con todo el poder del Estado, maquillado y sostenido por la “izquierda trasnochada” durante los últimos 20 años y algo más.
* Historiador, Escuela de Historia (ULA)
[1] Al respecto de la izquierda, la derecha y los ambidiestros, léase: http://utopicosyalternativos.blogspot.com/2010/11/en-torno-la-derecha-la-izquierda-y-los.html(consultado: 30.01.2021)
[2] En torno al Socialismo del Siglo XXI, léase: http://gmiradasmultiples.blogspot.com/2016/10/el-socialismo-del-siglo-xxi-en-tres.html(Consultado: 30.01.2021)
[3] Sobre el concepto de Mafiocracia, véase: http://infoposta.com.ar/notas/10905/de-la-mafiocracia-en-tiempos-de-globalizaci%C3%B3n/(Consultado: 30.01.2021)