Hace 17 años, nueve personas murieron al estallar los enfrentamientos en un partido de fútbol en la ciudad de mayoría kurda de Qamishlo, entre los seguidores de un equipo local y los de un equipo árabe con sede en la provincia de Deir Ezzor.
Al día siguiente, los asistentes al cortejo fúnebre por las víctimas corearon consignas contra Bashar Al Assad e izaron banderas kurdas.
Las fuerzas de seguridad sirias abrieron fuego, matando a 23 personas y desatando días de protestas y disturbios en las regiones kurdas del norte de Siria (Hasakah, Kobane y Afrin), así como en los barrios de mayoría kurda de Alepo y Damasco.
Pese al despliegue de las fuerzas de Al Assad, el régimen sirio se vio obligado a reconocer a los kurdos.
En declaraciones a ANF, Suleiman Ereb, miembro de la Junta de Gobierno Local y de la Asamblea del Partido de la Unión Democrática (PYD), dijo que el 12 de marzo de 2004 fue un día histórico para el pueblo de Rojava.
“Este incidente fue un Serhildan (levantamiento), una rebelión”, aseguró. Recordando la opresión a la que fue sometido el pueblo kurdo y la política desarrollada contra el pueblo kurdo, Ereb señaló: “Cuando tuvo lugar la masacre de Qamishlo, el régimen del partido Baaz utilizó las armas contra el pueblo, cayeron mártires niños y civiles. El pueblo reaccionó porque esto ya no se podía tolerar. El pueblo se rebeló, los habitantes de Rojava salieron a la calle y no aceptaron la política del Estado. Este fue el comienzo de la primavera de los pueblos. El pueblo kurdo había tomado su decisión: la primavera de los pueblos de Oriente Medio iba a comenzar”.
Haciendo hincapié en que los kurdos respondieron de Afrin a Dêrik para protestar por el ataque contra la población de Qamishlo, Ereb recordó que el Estado sirio tiene como objetivo infundir miedo en el pueblo con estos ataques, masacres y detenciones.
“El Estado también intenta crear enemistad entre los pueblos –explicó-. Especialmente, trató de crear conflictos entre el pueblo kurdo y el árabe. El régimen del Baaz no ha tenido éxito en esta política”.
Ereb añadió que “los kurdos establecieron sus sindicatos y comenzaron a desarrollar una nueva idea. Quedó claro que los kurdos necesitaban una fuerza de defensa, administración y organización. Al contrario de lo que el Estado había planeado conseguir con esta masacre, no se desarrolló la hostilidad entre los pueblos kurdo y árabe, ni los sentimientos chovinistas que el Estado esperaba crear”.
Al afirmar que la rebelión de Qamishlo encendió la primera chispa de la revolución de Rojava, Ereb declaró: “Si los kurdos no hubieran llevado a cabo ese levantamiento del 12 de marzo, los logros de la revolución del 19 de julio podrían no haber sido tan grandes, o esta organización podría no haberse formado. En este sentido, el Serhildan del 12 de marzo se ha convertido en un legado para los pueblos”.
Tras subrayar que no se ha pedido oficialmente al gobierno de Damasco que rinda cuentas por la masacre de Qamishlo, Ereb recordó que decenas de jóvenes fueron martirizados y heridos, y cientos de personas fueron detenidas.
“Con la revolución del 19 de julio, el establecimiento de la Administración Autónoma, la formación de las fuerzas de autodefensa, la formación de las YPG, YPJ y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), y la vida democrática común establecida, fueron la mayor respuesta al régimen chauvinista del Baaz –analizó-. En la actualidad, el sistema de la Administración Autónoma constituye la mayor alternativa al régimen del Baaz. Sin embargo, el gobierno de Damasco ha insistido hasta ahora en una mentalidad chovinista y no acepta las conversaciones ni el inicio de un proceso político para poder crear una Siria democrática”.
Ereb rememoró que estaba en la universidad de Alepo en la época del Sherildan y señaló que recibieron las noticias de los disturbios en todas las ciudades kurdas y que también establecieron su organización como juventud kurda.
“La presión del Estado fue muy dura. Por primera vez, la inteligencia y el poder militar del Estado entraron en las universidades de Siria. Cientos de jóvenes fueron detenidos. Decenas de estos jóvenes tuvieron que dejar sus escuelas y abandonar Siria”, manifestó.
Ereb agregó que en la actualidad “el estadio lleva el nombre de los mártires del 12 de marzo. En este aniversario, se enfrentarán dos equipos de fútbol, de Deir Ezzor y Qamishlo. Esta competición es también una respuesta a la mentalidad chovinista. Ahora el pueblo de Deir Ezzor ocupa su lugar en la revolución. Desempeña un papel importante en la hermandad de las naciones y pueblos democráticos con gran confianza en la Administración Autónoma. El proyecto de la Administración Autónoma y de la nación democrática en el norte y el este de Siria crece día a día”.
FUENTE: ANF / Edición: Kurdistán América Latina