La explosión social de octubre de 2019 significó la división fundamental del pueblo en tres sectores, uno formado por la socialdemocracia unida a la democracia cristiana, al frente amplio y a los partidos obreros burocráticos y electoralistas con sus cabezas como Jadue, Boric, Jiles, Narváez, Rincón, Muñoz y otros, y que en la constituyente tienen un enorme cantidad de candidatos de partidos e independientes por montones.
Todos ellos participan del juego del pacto social que intenta contrarrestar el estallido convirtiéndolo en una mera reivindicación del cambio de constitución, lo que no puede ser posible debido a que no se tocará el tema del poder y sólo se ampliará la lista de derechos que no se cumplen. Eso significa que aún teniendo una enorme diversidad de discursos, todos arrastran a la población a participar del pacto constitucional con los sectores dominantes de la derecha oligárquica y las grandes empresas extractivistas.
El segundo sector de la división es el sector de los partidos no institucionales que luchan por el poder para instalar una dictadura al estilo de Maduro en Venezuela y Ortega en Nicaragua, que no participan en las elecciones y sus formas de organizar al pueblo es sobre la base del reclutamiento de combatientes para enfrentar constantemente a las fuerzas represivas del estado. De esa forma el estado aparece que los reprime solamente a ellos y por lo tanto el cambio social sólo se puede hacer venciendo y derrotando a esas fuerzas represivas. Es cierto que el estado controla y aprieta a todos los que necesita mantener disciplinados para producir las ganancias que requiere la acumulación de capital, pero no es cierto que sólo reprime golpeando a las vanguardias, sino que los reprime a todos, especialmente a las mujeres, que son acosadas, perseguidas, atacadas y asesinadas por todo agresor aunque no sea funcionario estatal, sino que el modelo individualista-patriarcal de vida se ha instalado por sobre todos, incluyendo al primer grupo de los socialdemócratas y al segundo grupo de los rebeldes estatistas autoritarios.
En conclusión ambos grupos que dicen ser del pueblo o que hablan en su nombre, sólo se diferencian entre sí en la forma en que quieren llegar a apoderarse del estado, pero ninguno de ellos rompe con el individualismo ni con el patriarcado, diciendo que los malos son de la derecha y que ellos, los de izquierda son los buenos, pero sus ejemplos en todas partes son iguales o peores que la derecha, como lo demuestras las dictaduras de izquierda en Venezuela y Nicaragua, y ambos trabajan igual que la derecha con las empresas que destruyen a la madre tierra.
El tercer grupo, la gran mayoría de la población, no adhiere ni al bloque de los partidos de izquierda electoral ni al bloque de los partidos de izquierda no electoral, y menos a los partidos de derecha y de centro, es decir, no están interesados en los partidos, del color que sean, pues consideran que sólo llegan a los puestos del poder para aliarse a las empresas destructoras que financian el estado asesinando a la naturaleza y la vida.
Por lo tanto la población en los barrios se ha ido interesando progresivamente en los cambios reales por abajo, haciendo independencia de quienes y como van a dirigir la máquina de moler carne, y por so están prestanto atención a las diversas formas de autoorganización que les permitan resolver situaciones con sus propias manos. Es impresionante como puede verse en los barrios a grupos de jóvenes y mujeres realizando tareas de beneficio común como huertas comunitarias y ollas comunes, además de múltiples otras tareas del campo de la educación y la salud, concentrando esfuerzos y aprendizaje en la autogestión ante que salga la nueva constitución que va a permitir apretar más las clavijas de la gente antes de un año.
De modo que la tarea para la unidad del pueblo no está en hacer filas electorales ni salir al combate contra las fuerzas del estado, sino en el trabajo de hormiga para construir nuevos modos de vivir que superen al modelo impuesto por la partidocracia y las grandes empresas.
Vea usted como los partidos han conseguido introducirse en algunas asambleas, sindicatos y asociaciones:
Frente a la represión, impulsar más lucha y organización
Rebelion
Muchas organizaciones políticas y sociales, hemos venido señalando que la ola represiva durante estos meses no solo será en términos físicos en las calles, con apaleos, lanzamiento de químicos y detenciones callejeras; sino que, las fuerzas represivas de la institucionalidad, también recurrirán a las operaciones de inteligencia con el fin de reprimir a los sectores sociales que no entraron en el juego electoral y se mantienen en lucha. Comedores populares, ollas comunes, colectivos sanitarios, organizaciones territoriales, colectivos culturales, medios de comunicaciones populares y otros, están en la mira de la represión de los/as poderosos/as.
En momentos tan difíciles como los que vivimos, donde se conjuga el sistema brutal que nos azota, la pandemia, el abandono y represión por parte del gobierno y el Estado, las fuerzas sociales populares hemos jugado un rol vital en la solidaridad con nuestros y nuestras hermanas. Sin embargo, sabemos y lo hemos señalado, que el enemigo de los pueblos necesita despejar el camino para imponer su cronograma institucional y volver a tomar las riendas de los 30 años; para ello buscará las formas y métodos para reprimir, por ejemplo, considerar a las organizaciones populares como “asociaciones ilícitas” y, sin importarle el hambre de nuestros pueblos, intentarán impedir la incidencia de las organizaciones que se ha dado la propia gente.
Lo ocurrido al Comedor Popular Luisa Toledo y a la Escuelita Popular Camilo Cienfuegos de la Villa Francia, en Santiago, el sábado recién pasado, es el despliegue público de estas operaciones político – mediáticas, que se hacen con el objetivo de quitar el protagonismo a las organizaciones populares en los territorios, perseguir y amedrentar a las y los pobladorxs. Hoy se repite el guion en la región de Tarapacá, donde Carabineros allanó violentamente en sus hogares y detuvo a 18 compañeros/as, la mayoría pertenecientes al Comedor Popular Mamás Manos a la Obra y a otras organizaciones de Iquique, mostrando pruebas ridículas, como las exhibidas en montajes al Pueblo Nación Mapuche.
La represión a nuestros pueblos ha sido una constante, aún desde antes del 18 de octubre, lo que se ha traducido en cientos de Prisioneros/as Políticos/as (entre otras gravísimas violaciones a los derechos humanos), para los cuáles exigimos libertad, sin excepción.
Mientras más nos acercamos al 29 de marzo, Día del Joven Combatiente, más rápido avanza la militarización de los diferentes territorios del Wallmapu y de nuestras poblaciones, con tanquetas, carros mowag y otros vehículos blindados. Por eso el pueblo debe confiar solo en sus fuerzas, en sus organizaciones y en su gente.
Llamamos a mantenernos alertas, solidarios/as, activxs y movilizados/as:
1.- Activar todas las posibilidades de defensa jurídica que hemos ido construyendo.
2.- Activar la cooperación entre las organizaciones populares y sociales en lucha.
3.- A dejar de lado cualquier diferencia que la misma lucha genera, para ponernos a disposición de las necesidades de nuestro pueblo.
4.- A unir todos los esfuerzos colectivos para defendernos de la represión: estar alertas de la presencia del enemigo represor, avisar ante acciones de represión contra las y los pobladorxs para tomar las medidas necesarias.
Hoy, más que nunca, debemos actuar unidxs, todxs aquellxs que luchamos por un país distinto, con justicia social y bienestar para los pueblos.
¡POR LA LIBERTAD DE TODOS/AS LOS PRISIONEROS/AS POLÍTICOS/AS
SUBVERSIVOS/AS, MAPUCHE Y DE LA REVUELTA!
18 DE MARZO DE 2021
(…a 18 meses del inicio de la Revuelta Popular de Octubre)
ADHIEREN A ESTA DECLARACIÓN:
- Articulación Plurinacional de Asambleas en Lucha (A.P.A.L.).
- Asamblea Autoconvocada Comunidad Santa Isabel.
- Asamblea Autoconvocada 18 de Octubre – Rancagua.
- Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarixs – ACES Chile.
- Asamblea Lauca y Olla Común “La Máquina” – Arica.
- Asamblea Tarapacá.
- Asamblea Territorial Autoconvocada Rosal Organizado.
- Asociación de Trabajadores y Trabajadoras Clasistas (A.I.T.).
- Bloque de Organizaciones Populares (B.O.P.).
- Callejeras AutoConvocadas del Bío-Bío.
- Capucha Informativa (medio de comunicación).
- Casa Bolívar – Chile.
- Centro Cultural Elefante Blanco.
- Cine Fórum – Valparaíso.
- Círculo de Mujeres Organizadas Las Araucarias.
- Colectivo Antonio Ramón Ramón.
- Colectivo Octubre Combativo.
- Colectivos Antifascistas.
- Comité de Unidad Revolucionaria (C.U.R.).
- Confederación Nacional de Trabajadores de Chile (C.N.T. – Chile).
- Cooperativa Mujeres Manos Libres.
- Coordinadora Libertad y Justicia – Tarapacá.
- Escuelita Popular Camilo Cienfuegos – Villa Francia.
- Estudiantes por la Causa Popular (E.C.P.).
- Inquietando Desde el Margen.
- La Mano Callejera.
- Mesa por los Derechos Sociales – Cañete.
- Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez (M.P.M.R.).
- Movimiento Salud en Resistencia.
- Movimiento Unitario de Allegados – Peñalolén.
- Organización Comunista Revolucionaria (O.C.R.).
- Revista Historia en Movimiento.
- Sindicato de Trabajadores de los Combustibles (SINTRACOM).
- Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras Técnicos y Profesionales (SITECPRO).
- Radio Villa Francia.
- Unión Clasista de Trabajadorxs (U.C.T.).
- Ana Tijoux (artista).
- Claudio Nuñez M. (Trabajador Social).
- Igor Goicovic (historiador).
- Jaime Castillo (ex Prisionero Político en Perú).
- Juan Carlos Gómez Leyton (académico).
- María Emilia Tijoux (sociologa).
- Máximo Quitral (académico).
- Roberto Merino (académico).
- Franck Gaudichaud (académico – Francia)
- Chile Solidarity Campaign – Australia.
- Colectivo Libertariamérica – Argentina.
- Comité por la Solidaridad Internacional – Estocolmo / Suecia.
- Mapuche Australia Solidarity – Australia.
- Latin American Solidarity Network (LASNET) – Australia.
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