Más de 60 ONG de Venezuela y Colombia piden a la ONU un enviado especial para la frontera del Alto Apure.
Los combates en la frontera apureña.
Lo que pasa en Apure, se queda en Apure.
En un comunicado de la ONG venezolana Control Ciudadano, una de las promotoras de la iniciativa, las organizaciones subrayan su preocupación por los combates que comenzaron en el estado Apure, a consecuencia de los cuales, más de 6.000 personas se han desplazado hasta el vecino departamento colombiano de Arauca.
Asimismo, recuerdan que los dos países “llevan más de cinco años de cierres intermitentes de los pasos fronterizos formales y dos años sin relaciones diplomáticas ni consulares”.
Por eso, solicitan a los gobiernos de los dos países que “permitan la actuación de un enviado especial de la ONU para que adelante tareas prioritarias sobre una dinámica que esta afectando de manera grave y acelerada la vida de más de cinco millones de personas asentadas en la frontera común entre ambos países, con un enorme impacto en la seguridad regional”.
En la misiva enviada a la ONU, subrayan que los dos países “no pueden tomar los sucesos de Apure y Arauca ocurridos esta semana, como excusa para un escalamiento de tensiones”.
Las ONGs de Colombia y Venezuela que suscriben:
Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional (Venezuela)
Puentes Ciudadanos Colombia – Venezuela
Centro de Estudios de Fronteras e Integración, Universidad de los Andes (Venezuela)
Medicos Unidos de Colombia (Colombia)
Fundación Trabajando Juntos (Colombia)
Acceso a la Justicia (Venezuela)
Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea) (Venezuela)
PROMEDEHUM (Venezuela)
Defensa en Acción (Venezuela)
Civilis Derechos Humanos (Venezuela)
Acción Solidaria (Venezuela)
Gobierna Tec (Venezuela)
Defiende Venezuela (Venezuela)
C. Radar de los Barrios (Venezuela)
Oficina de Derechos Humanos del Vicariato Apostólico de Puerto Ayacucho (Venezuela)
Unión Vecinal para la Participación Ciudadana (Venezuela)
Comunidad en Movimiento AC (Venezuela)
Servicio Jesuita a Refugiados – Colombia
Observatorio Venezolano de Prisiones (Venezuela)
Centro de Derechos Humanos de la Universidad Metropolitana (Venezuela)
Fundacion Aguaclara (Venezuela)
Uniandes A.C. (Venezuela)
Observatorio de derechos humanos de la Universidad de los Andes. (Venezuela)
Centro para la Paz y los Derechos Humanos de la Universidad Central de Venezuela (Venezuela)
Monitor Social A.C. (Venezuela)
Labo Ciudadano (Venezuela)
FUNCAMAMA (Venezuela)
Cátedra de Derechos Humanos de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (Venezuela)
EXCUBITUS Derechos Humanos en Educación (Venezuela)
Altercoop (Colombia)
Una Ventana a la Libertad (Venezuela)
DDHH UNIANDES ZULIA (Venezuela)
Comisión Nacional de DDHH de la Federación de Colegios de Abogados de Venezuela del estado Táchira (Venezuela)
Capitulo España. Bloque Constitucional De Venezuela (España)
Movimiento Ciudadano Dale Letra (Venezuela)
Fronteras y Desarrollo Territorial (Colombia)
Monitor Social AC (Venezuela)
Caleidoscopio Humano (Venezuela)
Estudio 40 Asocultural. (España)
Alianza Global de Jóvenes Políticos Venezuela (Venezuela)
Consolidado Conciencia Colectiva-3c (Colombia)
Centro Gumilla (Venezuela)
Centro de Justicia y Paz – Cepaz (Venezuela)
PROADOPCION (Venezuela)
Unión Afirmativa (Venezuela)
Enlaces Centro de Investigación en Fronteras (Colombia)
Radio Fe y Alegría (Venezuela)
Fundacion Pro Bono Venezuela, ProVene (Venezuela)
Redhnna, Red por los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes (Venezuela)
StopVIH (Venezuela)
Fundación para el Desarrollo Integral FUNDESI (Venezuela)
ACCSI Accion Ciudadana Contra el SIDA (Venezuela)
Fundación CIIDER (Venezuela)
Fundación de derechos Humanos de Anzoátegui (Venezuela)
Prepara Familia (Venezuela)
EDEPA A.C (Venezuela)
C. Justicia y Paz OP (Venezuela)
Sociedad Hominis Iura (SOHI) (Venezuela)
Convite AC (Venezuela)
Comité de DDHH de la Carucieña (Venezuela)
Centro de Animación Juvenil (Venezuela)
Sinergia. Red Venezolana de Organizaciones de Sociedad Civil (Venezuela)
Es difícil escribir sobre los combates violentos que ocurren desde el 21 de marzo pasado en el estado Apure, que han afectado la población fronteriza de La Victoria y que enfrentaron a la FANB con grupos armados irregulares de origen colombiano. La ofensiva nacional fue en respuesta a los ataques de puestos militares y otras instalaciones del país, el minado del territorio y su ocupación por parte de los irregulares. Como consecuencia, se han producido heridos y muertes en nuestros soldados y oficiales y la huida hacia Colombia de pobladores civiles, que han abandonado sus viviendas en búsqueda de seguridad personal y familiar. La dificultad en hacer una aproximación certera al problema radica en la inexistencia de información creíble de las distintas fuentes, pues los intereses de los sectores enfrentados, tanto venezolanos como colombianos, así como los referidos a las relaciones entre ambos países, son muy importantes y están muy relacionados con la política interna de ambos países.
Se trata de una región fronteriza alejada y deshabitada, en la que los gobiernos venezolano y colombiano no ejercen el control debido del territorio, con una población civil cuyas actividades de todo tipo se realizan a ambos lados de la frontera, la cual es casi inexistente para la mayoría de ella. Y donde actúan a sus anchas distintos grupos armados colombianos: bandas delictivas del narcotráfico y todo tipo de contrabando, efectivos del ELN, organización guerrillera enfrentada al gobierno de Colombia y dedicada en Venezuela, desde hace décadas, a la búsqueda de financiamiento mediante actividades delictivas; grupos para militares colombianos, identificados con el uribismo, al servicio de las políticas agresivas y despiadadas de la oligarquía colombiana; grupos disidentes de las FARC, con distintos intereses y motivaciones, y la GNB que en distintas formas se relaciona y convive con todos ellos.
A lo complejo de la situación se agrega la falta de transparencia con la que el gobierno de Maduro enfrenta el problema, siempre tratando de obtener algún rédito político interno del mismo y desplegando una conducta en la zona, que lejos de beneficiarlo lo perjudica enormemente interna y externamente. Las detenciones de periodistas que están cubriendo los sucesos y de campesinos residentes, son acciones de fuerza que comprometen enormemente el apoyo de los venezolanos que habitan la zona. Al mismo tiempo, pero en sentido inverso, están los intereses de la oposición violenta extremista de Venezuela, que no sólo sueña, sino que impulsa este tipo de enfrentamientos, como lo hizo con el ingreso sí o sí de la ayuda humanitaria, para crear junto con el gobierno colombiano una crisis fronteriza, que permita el escalamiento de las acciones hacia la intervención militar extranjera del país.
Desde principios de este siglo, denuncié a través de la prensa la infiltración y práctica toma del estado Táchira y su reparto consensual entre el ELN y los paramilitares uribistas. Describí su control de pueblos, ciudades y vías de comunicación; el cobro compulsivo de “vacuna”, la complicidad de la GNB y la “extraña” ausencia de enfrentamientos en Venezuela entre enemigos a muerte dentro de Colombia. Aquella denuncia fue luego confirmada por muchos, pero no derivó en ninguna actuación del gobierno de Hugo Chávez. Se permitió negligentemente que grupos armados extranjeros actuaran libremente dentro de nuestro territorio. Hoy, estos grupos están prácticamente en todo el país y le disputan al Estado venezolano el control territorial. Algo similar a lo que pasó luego con las bandas delictivas nacionales, al aplicar la política tristemente famosa de las zonas de paz, cuyas graves consecuencias las vivimos hoy.
Como ejemplos evidentes tenemos el caso actual de Apure y el ya mencionado del estado Táchira, los archiconocidos casos de la amplia zona minera de Bolívar; la Goajira y el resto del estado Zulia, Sucre desde San Antonio del Golfo y todo el norte de la península de Paria, la Faja petrolera del Orinoco, Amazonas y paro de contar. De esta situación, el principal responsable es el gobierno nacional, que a lo largo de más de 20 años ha permitido la presencia inconstitucional de grupos armados colombianos en nuestro territorio. No hay excusa posible. Hecho aprovechado hoy por quienes quieren cercar al gobierno externamente, no para liberarnos sino para terminar de desmembrar a nuestro país y anexárselo, un plan muy antiguo de nuestros vecinos, que hoy ha encontrado apoyo en una parte de la oposición venezolana, que no le importa el destino de la nación sino el derrocamiento de Maduro a como dé lugar
Dejamos claro que estamos al lado de la FANB en su lucha contra agresores externos de nuestra nación. Lamentamos la caída en combate de efectivos venezolanos y expresamos nuestra solidaridad a sus familiares y compañeros. Por otra parte, exigimos a la FANB que saque a todos los grupos irregulares colombianos de nuestro territorio, sin importar sus posiciones políticas al interior de Colombia, ni las simpatías declarativas con el gobierno. Quienes se declaren amigos deberían salir del territorio con sólo pedírselos. El narcotráfico y el contrabando deben ser eliminados. Pedimos que se enfrente sin vacilación la complicidad con los irregulares de efectivos de la GNB o del ejército. Que se garantice un adecuado control fronterizo y se impida incursiones posteriores apoyadas o no por el ejército colombiano. Que se proteja a la población civil y no se la trate como enemiga, pues se trata de compatriotas que además han sido afectados por el abandono y la desidia gubernamental en las fronteras.
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Es riesgoso escribir sobre lo que pasa en Apure. Además de no tener noticias claras, confiables, el tema incita la ira de los enredados protagonistas, nunca se sabe con cual patada saldrán. Escribamos, las generaciones futuras merecen saber que algunos discreparon de los autores del desastre.
No es posible conocer lo que pasa en Apure, sólo nos está dado deducir a partir de otros elementos visibles. El primer elemento evidente es la tendencia del madurismo a culpar a los colombianos de los males que padecemos, intentan disimularlos, pero se les ve el bojote. El segundo elemento es el juego de guerra con Colombia, las declaraciones de altos jefes militares y civiles, los movimientos de tropas, las amenazas a Bogotá con los aviones Sukoi. El tercer elemento visible, y quizá más importante, es la ruina del país causada por la incompetencia manifiesta de este gobierno al que todo le sale mal, agotado se le acabaron las excusas, ya no encuentra a quién culpar de su rotundo fracaso. El cuarto elemento es la vocación de mentir del gobierno al que ya no se le cree ni el Padre Nuestro. El quinto elemento es el gobierno de la oligarquía colombiana, apéndice de la política de las oligarquías del continente. Con este cuadro en mente, intentemos deducir qué pasa y qué pasará en Apure.
La primera posibilidad es que allí ocurre un montaje para justificar el desastre creado por el gobierno madurista, una distracción para civiles y militares de un gobierno arrinconado, algo así como aquel triste episodio de las Islas Malvinas. Puede ser también que grupos guerrilleros que han perdido el rumbo cometan el gravísimo error de atacar a fuerzas venezolanas, y dan excusa para el teatro de la distracción. Puede ser que los gringos, en complicidad con los oligarcas de duque, quieran mantener un foco de presión para empujar al madurismo a más acuerdos, más concesiones al capitalismo, recordemos que la movilización militar le cuesta al gobierno dinero que no tiene.
Sea cualquiera de las posibilidades, o una combinación de todas, lo cierto es que el gobierno perdió el control de Apure: un gran número de pobladores se fue a Colombia, y los que quedan sufren entre dos o tres fuegos. Esta circunstancia de pérdida del control del gobierno sobre sectores, territorios, se presenta por el país. La Cota 905 es un sector de la capital que el gobierno no controla, en Petare otro barrio capitalino sucede igual, en el Zulia la vacuna indica la existencia de facto de un gobiernito paralelo. Es un fenómeno de lesión de la soberanía que amenaza con extenderse.
Es así, el país se disuelve; el gobierno, al no tener capacidad para gobernar; crea un vacío que fragmenta al país, produce la falta de soberanía en lo interno y en lo externo; el Esequibo es la otra cara de la Cota 905. Esta falta de soberanía no se puede recuperar peleando contra los focos, lanzando operativos en Apure, en la Cota 905, en Petare, se debe ir a la causa. Se puede decir que los problemas de soberanía que hoy se presentan tienen su origen en Miraflores, la Soberanía se pierde en Miraflores. Entonces no nos vengan con distracciones, la defensa de la Soberanía comienza en Miraflores. En días pasados un General venezolano publicó un libro explicando la lucha de los imperialismos, chino, gringo, por el control del mundo. Pues debemos concluir que hoy Venezuela está indefensa frente a estos apetitos, no hay quién defienda de verdad, la Soberanía.